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Mientras conducía por la ancha autopista repleta de autos su mente maquinaba una forma de contarle todo a Namjoon, aunque no sabía si eso era la mejor opción. No quería poner en peligro a su amigo por sus tontas locuras.
Además, el trato se había sellado con su nombre, Namjoon no quedaba incluido en ningún momento y no sabía si esto podría traer problemas más adelante. Aún así no se decidía, el contrario podía ayudarlo si lo llegase a necesitar, de ahí el nudo en su cabeza que no le permitía escoger la mejor opción.
Durante esa sumamente corta llamada no habían quedado en nada. Después de anunciar su decisión la línea se había cortado; pero algo le decía que ese hombre se volvería a comunicar con él, ¿cuándo o cómo? No estaba seguro aunque su sexto sentido le gritaba que sería más pronto y más inhóspito de lo normal lo que le provocaba un poco de miedo a pesar de no admitirlo ni para sí mismo.
Cuando entró en su ya conocida oficina Namjoon lo esperaba más nervioso de lo normal.
—Qué bueno que llegas— se acercó a toda prisa hacia él.
—¿Qué ocurre, porque estás así?— preguntó extrañado mientras rodeaba su escritorio para dejar la chaqueta que se había quitado sobre el respaldo de la silla.
—No tenemos tiempo para hablar ahora, te lo explicaré por el camino, ¡vamos!— sentenció con urgencia mientras salía del lugar a toda prisa y Jimin que no sabía que ocurría volvió a señir su chaqueta y lo siguió hasta el auto de policía que ya estaba estacionado al frente de la estación.
—¿Se puede saber porque tenemos tanta prisa?— siseó demandando la respuesta.
—Encontraron hace una hora y media un cadáver muerto en el jardín de una casa.
—¿Qué?— algo en su cabeza le decía quien había tenido que ver con eso aún sin conocer los detalles de la muerte o en este caso estaba seguro de que era asesinato— ¿tienes alguna información adicional?
—No, pero...— apretó los labios mientras observaba la carretera para no chocar— según me dijo el perito tiene un botón dorado en la frente.
—¡Maldición!— hechó su cabello hacia atrás nervioso, en ese momento se cuestionaba más que nunca la tonta decisión que había tomado con respecto a la alianza.
Su ser interior repudiaba en todos los aspectos a ese hombre, estaba visto que no se detendría en cuanto a matar. Y aunque no tuviera pruebas de que él era el asesino sabía que tenía mucho que ver con el botón dorado.
El auto aparcó a un costado de la carretera y entraron a una enorme residencia. Justo en el jardín delantero se encontraba el equipo de criminalística tomando fotos y coleccionado pruebas que los ayudaran a saber la causa de muerte.
—Hola señor— saludó el perito encargado cuyo nombre era Justin y que Jimin había tenido que memorizar ya que sabía que se encontrarían más de una vez.
—Buenos días— recorrió con su vista la escena del crimen y la gran mansión frente a él— ¿de quien es esta casa?
—No lo se señor, según alega la persona que informó la aparición del cadáver la casa estaba vacía.
Eso hizo que frunciera el seño extrañado.
—¿Dónde está esa persona?
—Está dentro de la casa junto a personal de mi equipo buscando alguna evidencia.
—De acuerdo Justin, voy a hablar con esa persona y luego regreso.
El contrario asintió y él se adentró al enorme y lujoso lugar decorado con muchas antigüedades que a lo lejos se veía que eran costosas.
Bajando las escaleras divisó a una señora mayor, de unos 63 años juntos a dos del equipo que investiga asesinatos. Se acercó a ellos.
—Buenos días señora, ¿me permite hacerle unas preguntas?
—Claro hijo, sígueme.
Juntos se dirigieron al salón y allí se sentaron.
—¿Cuál es su nombre y cómo encontró usted el cadáver?— cuestionó mientras se preparaba para tomar apuntes de lo que ella le informara.
—Me llamo Cha Eun Na y he trabajado como cocinera en esta casa desde hace unos 30 años. Tengo una habitación propia aquí pero como mi nieta estaba enferma quería ayudar a mi hija en lo que necesitara por lo que he salido ayer en la tarde— hizo una pausa para tomar aire y continuó— hoy en la mañana cuando regresé— pensó un momento y prosiguió— eran las 7:00am aproximadamente cuando llegué y al entrar me encontré con ese hombre muerto en el jardín. Me horrorizó ver algo así, no es común enfrentarse a eso todos los días así que decidí llamar a la policía.
Jimin iba tomando notas de absolutamente todo lo que la mujer le informaba.
—¿Porqué no hay nadie en la casa?.
—No lo se, detective, esta mañana cuando entré aquí no había nadie lo que me extrañó mucho.
—Entiendo, ¿y ayer en la tarde?
—Si, antes de salir pedí permiso a mis señores para visitar a mi nieta y ellos encantados aceptaron.
—¿Notó algo extraño ayer antes de irse?
La mujer pensó un momento y luego decidió hablar.
—No se si esto sea de ayuda pero especialmente ayer los noté algo nerviosos, incluso me dijeron que de todos modos me iban a dar varios días libres, yo me negué, solamente necesitaba una noche por eso estoy aquí hoy.
—¿Cuántas personas viven aquí?
—Solo dos, el señor Kim Jin Hyun y su esposa Kim Min Ha.
—¿No tienen hijos o alguna otra familia?
—Nunca tuvieron hijos propios, no se a que se deba, pero supongo que es porque alguno de los dos no podía y familia...— su mente parecía escarbar en recuerdos del pasado— la señora tiene una hermana en Seúl, solo eso sé.
—¿Tiene usted alguna idea de porque se fueron?
—Ninguna mi señor.
—Para haber trabajado muchos años aquí conoce poco de esta familia— cuestionó deseando saber más.
—Tiene razón señor detective. Desde que llegué aquí hace tiempo solo me dedico a atender a los señores. Nunca me dieron prioridad por ser la empleada que más años llevaba a su lado y trataban de no hablar cerca del personal.
—¿Notó algo extraño en todos estos años que lleva aquí?
—¿Cómo que señor?
—Lo que sea, un movimiento sospechoso, una visita.
—Sabe usted, ahora que menciona la visita, si hubo algo de eso. Desde hace unos años atrás vienen dos hombres. El señor Kim afirma que son invitados muy importantes. Él siempre nos daba el resto del día libre después de que preparábamos la cena especial, pero como yo duermo aquí me iba a mi habitación más temprano que en días normales.
—¿Alguna vez los vio?
—Claro que si, nunca me pude contener, salía y me escondía debajo de la escalera a ver lo que sucedía. Desde ahí no se podía escuchar lo que hablaban porque hasta para eso eran sumamente cuidadosos pero si los vi, lo que más llamó mi atención era que ambos llevaban máscaras pero el que parecía ser la persona más importante y el que hablaba directamente con mi señor llevaba una máscara completamente dorada.
Jimin maldijo internamente.
¿Qué tenía que ver ese hombre con esas personas?
El caso anterior que aún estaba investigando la señora Lee decía que era muy amigo de su marido. Aquello dejaba muchas más dudas en la cabeza de Jimin.
—¿Puede darme el nombre y la dirección de la hermana de la señora Kim?
—Por supuesto que sí— tomó la agenda y el bolígrafo que Jimin le ofrecía y allí escribió los datos— acompañé a la señora a visitar a su hermana un par de veces, aquí tiene.
—Muchas gracias por su colaboración— tomó la libreta y se la guardó en el bolsillo interno de su chaqueta y le entregó a la mujer su tarjeta— si recuerda algo más no dude en llamarme, a cualquier hora estoy disponible.
—Claro que si detective.
—Que tenga buen día— se puso de pie dispuesto a irse.
—Lo propio para usted.
Se dirigió con pasos rápidos al jardín, la ira le estaba ganando.
—¿Qué tienes hasta ahora Justin?— preguntó tomando un poco de aire, no quería que los demás lo vieran en ese estado. Tenía que calmarse.
—El botón, como usted ya sabe, es dorado, pero al igual que el otro, el interior debe de estar echo de otro material. Tenemos que llevarlo al laboratorio para investigarlo mejor. A la víctima le faltan varios dientes, entre ellos el incisivo central izquierdo, el camino derecho y el primer premolar derecho que fueron arrancados a la fuerza ya que presenta contusiones y signos de hemorragia en las encías. Como puede ver le cortaron las dos manos y por las marcas dejadas fue con una cierra de mano. En esta ocasión la causa de muerte parece estar clara, los dientes que le quitaron están obstruyendo las vías respiratorias, tiene la boca cosida y fue sometido a tortura con agua, su cabeza fue introducida en un recipiente con agua varias veces seguidas. Eso es todo lo que tengo hasta ahora, cuando investigué más a fondo y realicé la autopsia le enviaré el informe.
—Gracias, lo espero.
Al escuchar la información se dirigió a Namjoon que hablaba con uno de los médicos.
—Nam, ¿ya tienes la identidad de la víctima?.
—Si, se llamaba Kim Seo Gi.
—¿Kim?
El contrario asintió a la pregunta de Jimin.
—Así es, ese hombre era hijo ilegítimo del señor Kim, le había dado su apellido pero lo mantuvo oculto por mucho tiempo.
—¿Qué más pudiste averiguar sobre él?
—Solo se que tiene esposa y una hija pequeña y ambos viven en esta ciudad en Saha.
—Necesito que me consigas la dirección exacta y el nombre de la mujer, tenemos que ira a verla.
—De acuerdo.
Otro problema infundado se presentaba ante él.
¿Será capaz de resolverlo? Probablemente sí pero la identidad de un oculto asesino muy cercano a él seguirá siendo un completo misterio.
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