🔪22🔪
Blanco y negro.
Son dos colores totalmente opuestos pero fueron los que Jimin captó en cuanto abrió sus ojos aquella tarde.
El blanco techo se cernía sobre él mientras que un agujero negro en su mente le hizo fruncir el seño.
Masajeó sus sienes suavemente. Le dolía mucho la cabeza y tenía una nube de confusiones girando a su alrededor.
Trató de recordar que había pasado pero no lo logró por completo. El último recuerdo fresco que su mente conservaba era a Jungkook pateando la puerta de una oficina. Recordaba todo lo anterior, por supuesto, pero lo siguiente a la madera crujiendo bajo el fuerte golpe en la puerta, no existía en su cerebro.
Se incorporó y observó los últimos rayos del sol surcar el cielo. Sentía un vacío, una nostalgia mezclada con añoranza. Extrañaba mucho a su padre. Extrañaba cada consejo, cada muestra de apoyo y afecto. Su padre para el fue su mejor amigo, su confidente, su todo, todo su universo. Lo extrañaría y recordaría siempre que tuviera memoria.
Unos golpes en la puerta lo sobresaltaron y se giró. Jungkook apareció con una bandeja con comida.
-Hola cariño, te traje algo de comer- entró y la dejó sobre la pequeña mesa de noche.
¿Cariño?
¿Había escuchado bien? O ¿era un mal juego de su mente? Decidió obviarlo porque si había oído mal pasaría vergüenza.
-Gracias, la verdad si tengo un poco de hambre- se sentó en la cama llevando consigo la bandeja, misma que colocó sobre sus pies.
Hasta ahora no se había dado cuenta de que solo llevaba una camisa que le llegaba un poco por encima de las rodillas, por debajo solo la ropa interior, ¿lo había desnudado?. Solo de pensar en esa hipótesis le ponía todo el vello de su cuerpo de puntas. Eso significaba que lo había visto desnudo. Respiró hondo y trató de calmar a su desenfrenado corazón que golpeaba su pecho.
-¿Puedo preguntar que pasó?- Jimin tuvo miedo pero soltó la pregunta.
Jungkook rió un poco nervioso y confundido a la vez.
-¿De que estás hablando?- lo miró con el seño fruncido.
-De lo que pasó anoche. Solo recuerdo cuando pateaste la puerta del hombre pero más nada.
El pelinegro se preocupó de inmediato.
-¿No recuerdas nada?
-No, bueno, a partir de ese punto, no recuerdo- pinchó la comida. Todo el hambre había desaparecido.
-Sacamos al viejo de allí y lo llevamos a la azotea- comenzó y se detuvo esperando a ver la reacción.
-Y luego.
Le animó a seguir a pesar de que estaba seguro de que lo que escucharía después no le gustaría ni un poquito.
-Mataste al hombre. Yo lo iba a hacer porque ya había tenido suficientes pruebas de confianza por tu parte pero tu quisiste hacerlo.
La bilis le subió a la garganta cuando escuchó aquello. Había matado a un hombre y no fue consciente de ello. Se maldecía por dentro. La confusión lo llenaba, ¿cómo era posible que no recordara nada? Algo debió de haber pasado para que su sistema reaccionara así. Tenía trastorno de personalidad múltiple o se estaba volviendo loco.
Jungkook fue consiente del miedo que Jimin estaba experimentando.
-¿Que pasa? ¿En serio no recuerdas?
Él negó descontroladamente.
-No, es que es absurdo. Yo no lo pude haber matado. Si así fuera tendría que acordarme de todo.
-Jimin, no tengo porque mentirte.
-¿Qué pasó después de que lo maté?
Quería indagar más a fondo.
-Fuimos a por Hoseok, como habías planeado- el plan si lo recordaba- luego no se que pasó pero te desmataste y tuve que cargar contigo hasta el auto. Has estado durmiendo desde entonces.
¿Es decir que había pasado un día? ¿Como es posible que hubiera dormido tanto? Nada encajaba. ¿Porque se había desmayado? Una lluvia de preguntas lo asfixiaba.
El dolor de cabeza estaba empeorando. Ni sabía lo que ocurría pero ahora era más importante el paradero de los niños que aquel asqueroso había secuestrado.
-Los niños, ¿los encontraste?
Jungkook sonrió. Su sonrisa era muy linda y cegadora.
-Si, ese animal nos dijo la ubicación e inmediatamente informamos de manera anónima a la policía. Ya fueron rescatados todos y llevados a un centro de cuidados. Estarán a salvo allí hasta que encuentren a sus padres.
-Me alegra escuchar eso.
-¿Quieres que llame a un médico para que te revise?
Jimin repasó esa idea. Eso podría funcionar pero al final desistió.
-No, creo que tarde o temprano me acordaré de todo..
-Bien. Lo que si fue un poco confuso para mi fue tu manera de actuar.
¿Cómo había actuado?¿Acaso había cometido alguna locura y pasó vergüenza?.
-¿Qué hice?.
-Estabas decidido a matarlo, pensé que te ibas a negar pero no lo hiciste. Y también...- dudó un poco.
-También que...
-Dejaste que te besara.
Los ojos de Jimin casi se salen de sus órbitas cuando escuchó aquello.
-¿¡Besarte!?
-Lo siento, yo me dejé llevar por la emoción y tu no pusiste resistencia así que te besé.
Se levantó frustrado y comenzó a caminar de un lugar a otro. Algo serio estaba pasando con él para que no recordara aquello.
-Tranquilo, tampoco es para tanto- susurró en cuanto se volteó a verlo- ya nos hemos besado antes y no es tan malo, al contrario, es lo mejor- se levantó y caminó hacia el rubio.
Jimin retrocedió hasta que su espalda golpeó la pared. Su respiración se comenzó a acelerar.
Jungkook bloqueó los flancos con sus brazos mientras recorría con su mirada el cuerpo de Jimin.
-Retrocede- llevó su mano hasta El Fuerte pecho del pelinegro y trató de empujar, pero fue en vano, lo único que consiguió fue que se acercara más.
-No voy a hacer nada que no quieras- pegó sus cuerpos y le susurró suavemente al oido- te haré mío cuando estés dispuesto y te convenzas de que te gusto mucho más de lo que quisieras.
Se separó unos metros.
-Venía también a decirte que mañana en la mañana regresamos a Busan- y sin más salió por la puerta dejando a Jimin con un torbellino de emociones encontradas.
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