01: The Jeon's
Oficinas Jeon. Milan, Italia.
"¡Especial de noticias!
El Gran Diseñador de renombre, Jeon Jungkook, estará dando junto a su hermana menor, la modelo y accionista Jeon Jennie, una entrevista exclusiva para el famoso programa de Shim Yu-na, Hi! It's Famous!"
Jungkook quien estaba leyendo dicho artículo desde su tablet, suspiro pesado, recordando vagamente lo que tuvo que pasar la noche anterior en el evento de Chanel, y vaya que fue una pesadilla.
París, Francia.
"La Directora de la marca Chanel ha organizado un evento por su reciente éxito con la revista de otoño "Amor lleno de glamour"! El cual por cierto fue llevado a cabo por nadie más ni menos que el Ceo de Oro, Jeon Jungkook.
Otro éxito de la familia Jeon sin duda."
Ming, como se llamaba la directora de Chanel, leía dicho artículo en su móvil con una sonrisa victoriosa, estaba feliz de haber obtenido el puesto número tres en el ranking de las cinco marcas más famosas del mundo, aunque era de esperarse tras haber firmado un contrato directo con el Ceo de Jeon's Corporation.
Lee Jung-Ming era una Omega dominante de carácter fuerte y segura, que hace más de un año había sido elegida para ser la directora de Chanel, entrando así como una aprendiz al mundo del modelaje, aunque actualmente era más conocida por su buen ojo al elegir buenos modelos para sus proyectos.
En cuanto a su trato con los Jeon, este era solo por negocios, pues nunca tuvo la oportunidad de relacionarse con ellos con fines más privados, no porque no quisiera sino más bien por los mismos límites que aquella familia habia trazado con ella, no lo mal interpreten, los Jeon no eran personas groseras y sin empatía, al contrario tenían tantos amigos en la industria que su buena reputación era imposible de decaer. El que no se quisieran relacionar con Ming solo significaba que aún no la conocían por completo, y en donde no hay confianza no hay amistad, eso todos lo saben.
Pero dejando de lado aquello, pasemos mejor a la celebración de la que se habló hace un rato.
La Wings Diamond, como la había nombrado la Omega, había empezado hace un par de horas; El lugar en donde se había establecido la celebración se encontraba más que repleto, la razón es simple y sin rodeos, pues desde que se había anunciado que las invitaciones al evento semi-privado de Chanel serían pagadas más de una celebridad se había peleado por estas, y como no hacerlo si la marca estaba en su punto más alto! Lo que significaba que ser vistos con esta, era fama o contrato asegurado.
Aparte si la apoyaban públicamente tendrían una mínima oportunidad de una colaboración con la empresa de los Jeon, o al menos eso era lo que pensaban quienes por mera conveniencia asistirían al evento.
En ese momento los reflectores no paraban de abrumar a todo aquel que pasaba por la gran alfombra roja, habían muchas celebridades para su buena suerte, lo que significaba que los reporteros que habían asistido no se quedarían sin contenido esa noche, aunque la verdadera razón del por qué habían tantos paparazzis rodeando el lugar se debía a una sola persona, y quien más podría ser que el mismísimo Jeon Jungkook.
Porque aja, no era sorpresa para nadie que Jeon asistiría a la celebración, después de todo el éxito que había tenido la marca había sido todo bajo su nombre. Teniendo eso presente era obvio que el Alfa tomara un cargo muy importante en la velada, como ser el anfitrión principal del evento, por ejemplo.
Y aunque ya la mayoría lo conocía por no asistir a eventos por decisión propia, esta vez había sido diferente, Jeon Jungkook iría si o si esa fiesta, y no es como si detrás de aquella decisión estuviera la modelo Kim Jennie, pff por supuesto que... Si.
La menor de los Jeon por nada en el mundo se perdería de un evento exclusivo de Chanel, por la Madre Luna, No! Después de Luis Vuitton, Chanel en definitiva era su marca de ropa favorita, y aunque tenía dinero de sobra, bastante en realidad, no quería pagar por una invitación, ya que para eso tenía a su queridísimo hermano mayor quien cumpliría, según ella, cada una de sus aspiraciones.
Y efectivamente así fue, el Ceo de oro, Jeon Jungkook iría junto a la modelo, Jeon Jennie a la celebración del éxito reciente de Chanel.
Bueno, si lo pensaba un poco no era para tanto después de todo, ya que de cierto modo si la Omega asistía junto a él al evento, no tenía por qué buscar a un acompañante y aquello era un carga que, gracias a la menor, se había quitado de encima, pues tanto él como su lobo estaban agradecidos de no tener que soportar más olores dulces de parte sus compañeros, pues para ambos era desagradable.
Pero volviendo con Jeon, la idea principal que tenía para no aburrirse en aquel lugar era ser lo más indiferente posible con los demás, excluyendo a posibles socios y colaboradores por supuesto. El error del alfa puro fue creer que la velada sería tranquila y sin incomodidades, todo lo contrario al destino que ya había establecido la Diosa Luna.
Porque el multimillonario sería de todo menos indiferente esa noche.
•••
La apertura del evento había empezado desde hace un buen rato y miles de artistas famosos aún seguían saliendo de sus autos lujosos, todos vestidos con elegancia mientras portaban joyas caras y demás, estaban en un evento de Chanel, no iban a esperar menos de sus atuendos! Mucho menos si habían varias cámaras de por medio.
Porque si, tanto modelos como actores se peleaban por la atención de los paparazzis, la alfombra roja estaba llena al igual que la entrada de la mansión, no había ningún espacio vacío y eso para la directora era una buena noticia.
La mayoría de quienes estaban en la parte de abajo eran camarógrafos que luchaban por tener un puesto cercano a las celebridades, los que le seguían eran los invitados, los cuales en ese precisó momento estaban siendo recibidos desde la entrada de la mansión por la anfitriona del evento, la señorita Mina Sharon.
Aquella bella Omega era la razón del éxito que había tenido la revista de Chanel para la temporada otoñal, y bueno era de esperarse que fuera un éxito, pues la belleza y la fama que tenía dicha modelo estaba a nada de llegar a sobrepasar la de su "rival", la modelo Jeon Jennie, de no ser porque esta siempre se le adelantaba en los proyectos de mayor atención, logrando opacarla sin mucho esfuerzo.
Pero descartando aquello, la directora Ming, feliz por su buen desempeño en su primer proyecto, le dió la oportunidad de ser su segunda anfitriona, ya que el principal obviamente era el Ceo Jeon. Tal información no le agrado mucho a la rubia, pues el tener que compartir un puesto tan importante con alguien que ella consideraba irritante, no era para nada emocionante ni agradable, aún más sabiendo que el Alfa la irritaba a niveles extremos con esa actitud de multimillonario inalcanzable.
Pero lejos de cederle toda la atención de las cámaras al mayor durante esa noche, ideó un plan perfecto para no dejarse opacar como una vez se dejó hacer por la menor de los Jeon, no iba a suceder de nuevo, de eso estaba segura.
No la malinterpreten no odiaba al Ceo, ni siquiera le había dirigido la palabra como para llegar a considerarlo, simplemente era demasiado orgullosa como para querer tener a su lado a alguien con más fama que ella.
Después de todo ser el centro de atención era todo lo que deseaba para ese evento y con un Jeon acompañandola dudaba un poco en poder obtenerla, aunque inesperadamente en lo que iba de la noche parecía que lo estaba consiguiendo.
Pues en esos momentos estaba terminando de recibir a una gran parte de los invitados en la entrada de la mansión, ese había sido su sector desde de que habia llegado y no pensó que en cuestión de segundos se le encargaría otro lugar, al menos no hasta que la directora le envió un mensaje de texto en el cual le decía que debía de bajar a terminar de recibir a unos cuantos invitados VIP.
Siendo obediente, Mina se dispuso a ir al lugar indicado, pues era consciente de que allí le iría mejor en cuanto al objetivo de sobre salir, ya que en aquel lugar era en donde estaban la mayoría de los reporteros y camarógrafos al ser un espacio libre de exclusividades.
Antes de irse por completo decidio verificar su presentación personal, debía de estar implacable para bajar, y con dicha idea en mente se dispuso a arreglarse un poco; Cuando finalmente estuvo lista, a pasos delicados fue bajando las escaleras que la llevarían hacia la planta baja, la cual pudo ver segundos después de haber terminado su caminata, encontrándose en esta a una gran cantidad de personas, que como ella, querían ser más vistas que otras.
Oh pero fuera de preocuparla, la impulso a ser quien rompiera con la esperanza que aquellos que pensaban siquiera en llegar a rebasar la.
Con la mirada en alto se presentó frente a los paparazzis, llevándose de inmediato casi toda la atención de los que estaban a su alrededor, y como no hacerlo si esta se veía como un Ángel.
Desde su delicado vestido blanco con detalles en azul, hasta las brillantes joyas que adornaban sus manos y cuello, todo en la Omega era simplemente perfecto.
Pero volviendo a su entrada, no había parado de recibir halagos de parte de Alfas que buscaban cortejarla, pero lejos de llegar a prestarles atención se fijó más en hacer su trabajo, y con una gran sonrisa empezó a recibir a los invitados, logrando de esa manera llamar aún más la atención de los paparazzis, lo cuales por cierto no habían dejado esperar la llegada de Jeon.
El cual en ese momento se sentía algo inquieto por el comportamiento de su lobo, pero siendo ignorante con este no hizo más que dejarlo de lado, tenía un evento al cual asistir y por nada en el mundo sería capaz de cancelarlo, no después de que media Industria supiera de su asistencia a dicho evento, oh claro que no, Jeon Jungkook no sería la burla de nadie.
Todo iba relativamente bien, no faltaba mucho para que los últimos invitados llegaran para así iniciar por completo la celebración, ahora solo quedaban unas cuantas personas y la anfitriona en la alfombra roja, la cual supuso que ya solo faltaba por llegar Jeon, así que sin mucho interés en recibirlo simplemente se dio la vuelta y entró a la gran mansión.
No recibiría a su potencial rival, Ja! eso ni de chiste.
Y tras haber abandonado aquel lugar, la llegada del Ceo fue anunciada, un gran escándalo se había formado desde entonces, varios reporteros se peleaban por un puesto cercano al transporte en el que se encontraba aún el Alfa, buscando de una manera u otra ser los primeros en tomar una buena foto de este para su trabajo.
Shin Yu-na, una reportera bastante reconocida por sus implacables entrevistas a celebridades, se paseaba por el lugar después de haber hecho más de 50 entrevistas a distintos artistas en lo que llevaba de la noche, estaba agotada obviamente, pero al escuchar como uno de sus compañeros nombraba a Jeon Jungkook todo tipo de cansancio pareció drenarse de su cuerpo, pues la presencia de un Jeon era todo lo que había buscado desde que había llegado al evento.
Quería obtener un puesto en la titular, y con el Ceo de oro estaba segura de que lo conseguiría.
Totalmente enfocada en saber en donde se encontraba el susodicho se acerco un poco a la montonera que cubría gran parte de la entrada al evento, logrando ver con algo de dificultad una limusina negra con las iniciales JJK en una mini bandera, haciendo una mueca volvió su vista a su compañero, al cual llamo segundos después de verlo caminado hacia ella.
—Hey! Jungwon! —Llamó en voz alta al beta que estaba ya a pocos centímetros de ella.
Este la miro de reojo antes de terminar de guardar casi por completo una de sus mini cámaras.
—Si? —Inquirió, mientras dejaba de lado su acción reciente para posar toda su atención en la mayor.
Disminuyendo su andar por desgracia para Yu-na, quien al notarlo no hizo más que apresurarlo.
—Vamos apresurate! No ves que Jeon esta por salir! —Lo apuro, antes de dejarlo atrás por ir hacia la gran multitud que ahora rodeaba por completo al empresario.
Con una pequeña sonrisa el beta fue corriendo hacia la Omega, quedando a su lado en el momento adecuado pues está fue brutalmente empujada por uno de sus compañeros, enojado por la indiferencia del hombre hizo lo mismo pero con más fuerza, siendo totalmente ignorado por este debido a que se encontraba enfocado en estar mas cerca del Ceo, aliviado Jungwon dejó de lado ese incidente y siguió su camino con su superior.
Ya estando completamente entre la revuelta buscaron un lugar más cercano a Jeon, encontrando con esa idea en mente un camino hacia su objetivo. Estaban siendo empujados con algo de fuerza por los demás pero lejos de importarle esta se adentró aún más, logrando con la ayuda del menor pasar casi sin ningún problema hasta la barra metálica que los separaba de la alfombra roja, en donde claro, al inicio de esta estaba parqueada la limusina negra brillante de Jeon Jungkook.
Al aparecer el Ceo aún no había salido del auto, así que aprovechando aquello se dispuso a preparar junto al pelinegro las cámaras que iban a utilizar para las fotos y la entrevista que Yu-na se negaba a dejar pasar.
Cinco minutos bastaron para que al fin el Alfa puro saliera de la limusina, obligado claro, ya que tras haber aceptado una llamada de uno de sus socios en medio de su llegada al evento, fue cruelmente reprendido por su hermana menor debido a su falta de compromiso e interés por su cargo en dicha celebración, viéndose totalmente descortés al priorizar otros temas que no fueran partícipes de su obligación inicial.
Y si se preguntaban, por qué Jungkook siendo el anfitrión principal del evento llegaba muy tarde a este? Pues todo era por la culpa de Jennie, no enserio la demora había sido por la Omega, quien, según lo que pudo deducir el Alfa, había tenido una fuerte discusión con su ex pareja en el hotel en el que estaban ambos hospedados, y dado a que la Omega no era de recuperarse rápidamente de las emociones fuertes, tuvo que esperarla por un largo tiempo en el auto, hasta que está se sintiera... mejor? Si, eso.
Bueno da igual, ahora esta bien, continuemos con la tan esperada entrada de los hermanos Jeon.
Jeon sin ánimos de escuchar un discurso más por parte de la menor cortó la llamada y tomó la manija de la puerta del auto para empezar a abrirla con lentitud, sus zapatos relucientes fue lo primero que se vió en cuanto se dejó ver, luego su traje y por último su rostro.
Se veía tan pulcro y elegante, tanto que emanaba poder con su postura dominante, aunque bueno no es como si su ropa no ayudará, ya que como era de esperarse todo lo que traía puesto el Alfa era de la marca Chanel, desde su traje claramente hecho a su medida hasta la poca joyería que adornaba sus muñecas y cuello, lo cual sin duda destacaba al máximo su atractivo, que en sí era toda su persona.
Ante la salida del Alfa los paparazzis rápidamente se abalanzaron hacia el, Yu-na no se quedó atrás e hizo lo mismo solo que con más cuidado y menos locura, logrando sacar un par de fotos que esperaba que fueran, junto a su entrevista, un éxito.
De vuelta con Jeon, este ya se encontraba completamente afuera de la limusina, recibiendo los fuertes flashes de las cámaras grandes que apuntaban hacia su anatomía, fastidiado por lo fuerte que eran tuvo que sacar de su bolsillo unos lentes negros con bordes dorados, cortesía de la directora Ming al ver que si asistiría al evento.
Después de haberse puesto las gafas, se hizo a un lado, dejando así salir a la omega.
Todos a su alrededor quedaron estáticos, habían pensado que solo sería el hijo mayor de los Jeon quien asistirá a la celebración, en ningún momento llegaron a imaginar que este vendría acompañado de su hermana menor, la modelo de renombre amada por las cámaras y famosa por su inigualable belleza dorada.
Con una sonrisa la castaña tomo con cuidado la mano ofrecida por el mayor, dejándose ver al lado de este en cuanto todo su cuerpo estuvo afuera; La vista que ahora tenían las personas a su alrededor era simplemente espléndida, el porte frío y dominante del Alfa contrastaba muy bien con la calidez y la delicadeza de la Omega, un toque que era reforzado claramente por lo que traía puesto esa noche, lo cual era un traje blanco con detalles en dorado, junto a unos tacones del mismo color y joyería valuada en oro puro, la cual claramente hacia destacar aún más su belleza natural, afirmando considerablemente el como la llamaban en redes.
Sin duda alguna los hermanos Jeon serían el dúo estrella de la noche.
Un poco más conscientes de la inclusión de la menor, los camarógrafos y reporteros empezaron a darles más espacio para que pudieran caminar, no querían incomodarlos, ya que el hacerlo solo los llevaría al día siguiente tener una carta de renuncia en sus manos, por ende para prevenir preferían tomar distancia.
Nuevamente los flashes volvieron y esta vez quien se tuvo que poner unos lentes fue la modelo, que también estaba acostumbrada a aquello por su trabajo.
Jungkook al ver que la menor ya estaba a su lado no retraso más su llegada a la alfombra roja y con calma comenzo a caminar hacia esta, obviamente siendo acompañado por la Omega.
Cuando llegaron a su primer destino, ambos posaron un poco para quienes les estaban tomando fotos, sacando por ello sus mejores visuales y demás, incluso el Alfa dejaba ver una que otra sonrisa cuando era llamado por diversos fans, acto que obviamente alimentaba vivamente a su ego pero que irritaba horriblemente a la chica a su lado.
Quien, sin poder ocultar por mucho más su desagrado debido a su comportamiento, le susurró.
—Si continúas sonriendo de esa manera tan estúpida me vas hacer vomitar. —Escupió con fastidio, haciendo que el contrario hiciera una mueca por su comentario para nada amigable.
Jungkook ahorrando se su respuesta volvió su vista al público, dejando de lado el comportamiento grosero de la menor, por el momento claro, porque el no se permitiría jamás ser humillado y menos por una Omega tan obscena como lo era ahora su querida hermana.
Tal vez les parezca algo infantil pero ambos hermanos fueron criados de esa manera, apoyándose el uno al otro, pero a la vez criticando se de igual forma, aunque este último la mayoría de las veces siempre era en juego, no se descartaban las veces en las que iban en serio y terminaban peleados por estupideces.
Ese momento no fue tomado como juego, para desgracia de ambos.
Los minutos pasaron y Jeon ya estaba harto de ese lugar, al contrario de su hermana que aún seguía posando con profesionalismo frente a las cámaras, las cuales desde hace unos minutos se habían enfocado más en esta que en él, así que sin tener la más mínima intención de ser el fondo de la castaña, le susurro a esta misma disimuladamente que se fueran ya a la mansión, pues no faltaba mucho para que empezarán oficialmente la celebración en dicho lugar, si no es que ya lo habían empezado sin ellos aún allí.
Esperando un asentimiento o un "si" por parte de la susodicha, fue sorprendido por la mala mirada que esta le dedicó, seguido de un bufido, bastante exagerado a su parecer, que demostraba cuan irritada se encontraba por sus palabras.
O por otra cosa...
Totalmente ofendido intento llamar su atención de nuevo, pero logrando el efecto contrario decidió irse por la vieja confiable, sabía que estaba mal, pero estaba seguro de que sólo de esa manera la Omega accedería a su orden.
Entonces llenándose de valor, tomó un poco de aire y con cierto disimulo se inclinó sobre esta para decirle:
—Si no vienés conmigo ahora, te quedaras aquí sola, eres consciente del por qué viene a este lugar así que no te hagas la difícil y obedece. —Su voz de mando fue soltada en un susurro, pero de igual forma hizo efecto en la menor, ya que está casi de inmediato bajo con disimulo su rostro.
Sin poder objetar ante ello, hizo caso a regaña dientes a las palabras del Alfa, se sentía humillada y aunque estaba segura de que nadie a parte de ella sabia lo que había pasado en ese momento, igual se sentía juzgada.
—Esto no se quedará así. —Le advirtió con recelo al mayor.
Sin sentirse verdaderamente amenazado por la menor, solto una pequeña risa sin nada de gracia.
—Oh claro que no. —Respondió con burla, antes de empezar a caminar hacia las escaleras.
Lugar en el cual estaba un grupo más pequeño de fotógrafos y reporteros, detrás de una cerca metálica obviamente, estos eran quienes pagaban por estar allí más cerca de las celebridades y de todo contenido más privado.
Mientras Jennie estaba siendo guiada hasta la entrada de la mansión por el mayor, se fijó en la pequeña agrupación de paparazzis que se encontraban listos para en cualquier momento, aturdirlos con sus flashes y preguntas triviales. Esperando con entusiasmo aquel momento fue cruelmente alejada de ellos por el Alfa a su lado.
Pero negándose a perder dicha oportunidad se quiso soltar del agarre en su brazo, logrando en un inútil intento alejarse del más alto, quien ante su brusco movimiento, no tuvo de otra más que frenarla nuevamente con su voz de mando.
—No. —Declaró duro y firme al ver las intenciones de la menor, quería quedarse, pero este no se lo permitiría o al menos no debido al contexto en el que se encontraba precisamente en dicho lugar.
Resignada asintió y continuó subiendo las escaleras aún con el fuerte agarre de Jungkook en su brazo, del cual de un fuerte movimiento quiso evitar, pero para su mala suerte no fue así, en cambio debido a lo exagerado que había sido, se resbaló torpemente con su tacón, siendo sostenida para su suerte, por el pelinegro, quien para evitar su caída la tomó por las caderas.
Aliviada envolvió su brazo en el contrario, temiendo momentáneamente por su seguridad en aquella subida.
Segundos después, ya un poco más tranquila volvió su vista al mayor, quien para su desgracia la veia con un ceño bastante fruncido.
Mal momento para existir Jeon Jennie.
Quiso disculparse, en serio lo intentó, pero en cuanto trato de pronunciar una palabra fue abruptamente silenciada por la tosca voz de su hermano.
—Comportate como se debe, maldición! Eres una Jeon, no actúes como una jodida puberta malcriada sin educación. —La confrontó con obvia molestia, dándole un leve apretón en el brazo antes de que esta se zafara de su agarre.
Avergonzada, Jennie bajo la mirada, agradecía enormemente el estar prácticamente a dos escalones de la entrada de la mansión, pues en ese lugar no había nadie para presenciar la vergonzosa escena por la que ahora estaba pasando, en serio no quería ser una espectáculo para nadie.
Sintiendo la culpa, nuevamente quiso disculparse, solo que esta vez con sinceridad.
—Jungkook yo-
No pudo continuar debido la interrupción de su hermano.
—No hables, alguien viene. —Le advirtió, evitando así que alguien ajeno a ellos los escuchará discutiendo.
Pronto una figura femenina se dejó ver con una brillante sonrisa, era Yu-na y detrás de ella iba Jungwon levemente sorprendido por la cercanía que ahora tenía con los hermanos Jeon.
Tanto Jungkook como Jennie dejaron sus expresiones duras e indiferentes para empezar a sonreír, no querían rumores acerca de su relación familiar, así que preferían en situaciones como esas, fingir un poco la perfección que tanto decían que había en su familia.
—Señorita Shim. —Jungkook fue el primero en saludar, el podría ser de todo menos descortés.
La susodicha le sonrió con timidez mientras se detenía frente a ambos.
—Señor Jeon, es un gusto. —Le devolvió el saludo, esta vez ofreciendo su mano para una presentación más adecuada.
La cual no tardó mucho en ser correspondida por el contrario, quien conforme con sus modales saludo de igual manera al compañero de la Omega.
—Igualmente, JungWon. —Ofreció éste una corta inclinación de cabeza, ya que de esa manera prefería demostrar respeto a los betas.
Igualando el gesto otorgado por el mayor, dirigió su vista a la menor, y siendo cuidadoso tomó su mano para dejar un suave apretón que fue bien recibido por la Omega.
—Bueno, qué es lo que la trae por aquí señorita Shim? —Indagó, sin sonar realmente grosero ante la pregunta.
Nuevamente la pelirosa sonrió en grande, Jungkook noto su emoción por lo que sea que le iba a decir, y de cierta forma no presentía que era algo bueno, al menos no para él.
—Seré sincera con usted, en realidad vine aquí con la intención de poder entrevistarlos, claro si ambos me lo permiten. —Confesó con torpeza al sentirse observada por la menor, que le sonrió igualmente en cuanto la escucho decir lo último.
Y antes de que Jeon la rechazara, debido a lo atrasados que estaban, Jennie tuvo la osadía de intervenir, aparte de también decidir por los dos.
—Sería un verdadero gusto el poder hacer parte de tu trabajo Yu-na, claro que aceptamos tu entrevista. —Le aseguró, evitando a toda costa la mirada matadora que ahora le dedicaba su hermano mayor.
—Genial! Gracias de verdad, no saben lo honrada que me siento de poder entrevistarlos a los dos. —Expresó con alegría, viendo por un segundo a su camarógrafo con una pequeña sonrisa.
Lo habían logrado.
Por otro lado, Jungkook estaba considerando seriamente en mandar todos sus modales a la mismísima mierda, con tal de desquitarse libremente con la menor por todas la idioteces que había dicho y hecho en su compañía.
Realmente estaba arrepentido de no haberla dejado a su suerte en ese hotel, mientras el se iba tranquilo y sin apuros al evento. Pero ni modo, ya solo le quedaba que la Diosa Luna se apiadará de él.
Y... No fue así.
—Por la Luna, ¿cómo llegué a estar aquí...? —El alfa puro sé quejó en un susurro, llevando disimuladamente su diestra hacía su sien.
Hace media hora que estaba en la entrevista que su hermana autorizó, sin tomar en cuenta su opinión, y no la estaba pasando para nada bien.
¿Que si estaba molesto? Por la Luna, estaba furioso! Odiaba por completo a las personas que se tomaban el atrevimiento de decidir por el, e incluso fulminaba a quienes ya siendo conscientes de su perfecta autonomía, de igual forma lo hacían.
Pero no queriendo formar un escándalo por ello, no tuvo más de otra que seguirles la corriente, ya que el actuar con apatía solo empeoraría las cosas, fue por eso que durante su corta estadía en aquél lugar, (el cual por cierto se encontraba al lado de la puerta principal como un tipo de balcón) se había dedicado estrictamente a sonreír con encanto y a responder con carisma, viéndose a los ojos ajenos como el hombre perfecto.
Papel el cual no se permitía dejar hasta que la entrevista terminara, pero que con la presencia de la señorita Shim le era cada vez más difícil de mantener, bueno, tanto a él como a su hermana en realidad.
Porque si, ni está se salvaba de la terrible incomodidad que en esos momentos estaban atravesando, lo que para Jeon era ciertamente grato, pues aún se encontraba molesto, y de cierta forma veía la situación como una pequeña venganza hacía la menor, esperando que con ello aprendiera a no ser tan complaciente con los medios y menos aun cuando eso implicaba perjudicarlo a él.
Lección que Jennie aprendió afortunadamente, ya que se encontraba completamente arrepentida de su decisión, esto, porque desde que inicio el espacio de las preguntas no la había pasado para nada bien con la compañía de la Omega y su... tan poco profesionalismo.
Aquel pensamiento era totalmente compartido con el Alfa, quien después de que dejaran de lado la presentación y demás relleno notó como todo empezó a ser inesperadamente incomodo, siendo sus preguntas la principal causa de ello, ya que estas carecían de coherencia y originalidad, haciendo ver su trabajo como una completa perdida de tiempo.
Y Jeon Jungkook no malgastaba su tan preciado tiempo.
Pero no solo la incomodidad de la entrevista lo estaba abrumando, sino también su Lobo, pues desde que la entrevista empezó en su totalidad no había dejado de aullar y removerse en su interior, llegando a rasguñar lo en algunas ocasiones, causándole al hacer eso un fuerte dolor en su corazón, el cual soportaba sin titubear.
Pero que al paso en el que iba no creía en durar por mucho más tiempo, aúnque mientras se viera bien por fuera, todo esfuerzo por no decaer valía completamente la pena.
Bueno, eso y el no escuchar nuevamente la voz chillante de su parte animal, porque de hacerlo su paciencia estaría en su límite.
Vámonos. Y como si lo hubiera manifestado, allí estaba de nuevo.
Pero haciendo caso omiso a sus palabras, lo ignoró, ganándose al hacerlo, un fuerte rasguño que provocó espasmos desde su espalda hasta su cabeza, dejando en esta última una dolorosa punzada que lo hizo fruncir, de manera disimulada, su entrecejo.
¿¡Mierda, cálmate quieres!? Lo reprendió con brusquedad, mientras intentaba estabilizar su respiración.
Vá-mo-nos. Repitió, rasguñando solo un poco en el interior para molestar aún más al pelinegro.
Quien ya cansado de ser maltratado por este, pensó seriamente en sedarlo con hibridores, dicho medicamento le permitiría tener el control absoluto de su cuerpo sin un segundo, no mataría a su parte animal ya que está era vital para su existir, sino más bien lo pondría a dormir por un largo lapso de tiempo.
Por un momento se sumió tanto en sus pensamientos que olvidó por completo la pregunta que se le había hecho con anterioridad por la menor, y no hubiera reaccionado si no fuera por Jennie que le dio un leve codazo para que volviera en sí.
—Oh discúlpenme, estaba algo distraído. —Se excusó, agradeciéndole a la menor con un gesto, antes de volver su mirada a la pelirosa. —Señorita Shim, me podría repetir la pregunta, por favor. —Le pidió con una dulce sonrisa, tratando con todas sus fuerzas porque está no flaqueara a último minuto.
Yuna, totalmente embelesada con la sonrisa del contrario, asintió rápidamente.
—Cla-Claro, está usted agradecido con todas las marcas con las que ha trabajado? —Inquirió con algo de nervios, al ver que era fijamente observada por el Alfa.
Vaya pregunta de mierda. El comentario de su lobo lo hizo soltar una risa llena de burla, que para su suerte no fue interpretada de esa manera por los presentes.
Dejando de reír, se reincorporo y contestó a lo pedido.
—Qué clase de pregunta es esa, señorita Shim? Por supuesto que estoy agradecido, sin mis socios no podría estar en dónde estoy ahora, y es gracias a ellos que Jeon's Corporation es la empresa de moda e innovación más grande a nivel mundial. —Hizo una pausa y luego continúo. —Mi éxito y el de mi familia es todo gracias a ellos, y en serio se los agradezco. —Finalizó, esperando que se hubieran creído todo lo que había dicho.
Mentiroso. Bufo con desagrado el alfa .
Cállate quieres. Increpo, volviendo su atención a la Omega.
—Oow, Señor Jeon, usted en verdad es alguien admirable, hablando de esa manera sobre sus socios, estoy muy impresionada. —Confesó, viéndose realmente convencida por sus palabras.
Bingo. Pensó tras escucharla.
—Me halaga, señorita Shim, pero lo que dije es nada más que la verdad. —Mintió con descaro, llevando su diestra a su pecho, específicamente a su corazón.
Acto que no paso por alto por la castaña, quien sabiendo toda la verdad detrás de las palabras vacías de su hermano, no hizo más que callar en su lugar, compensando de alguna manera el berrinche que había hecho con anterioridad.
—¡Y lo creó, en serio! —Acotó, antes de proseguir con algo de vergüenza. —Por eso, yo amm, quería hacerle una pregunta más personal, cla-claro si usted me lo permite! —Se apresuró a decir, con el color carmín adornando sus mejillas.
—Adelante. —con un mal de boca Jungkook acepto, asintiendo y sonriéndole con amabilidad.
Mientras le rogaba a la Luna porque no fuera otra de sus preguntas sin sentido, que parecían provenir más de una niñita obsesionada con su celebrity crush, que de una graduada en comunicación.
Volviendo a la reportera, esta tomo un poco de aire antes de finalmente hablar.
—Es cierto que su gusto por los omegas se ha acabado, y que ahora está buscando consuelo en los betas? —Indago, viéndose verdaderamente interesada en su respuesta.
Debe ser una jodida broma. Se dijo así mismo sin poder creer aún que esa fuera la pregunta estrella de la entrevista, un simple rumor, el cual había estado circulando por todo el internet después de haber asistido la semana pasada, a una premier con la compañía de una beta.
Estaba molesto, y como no estarlo cuando la pregunta era tan, absurda.
El que hubiera dejado de tener acompañantes omegas, debido a lo terco y sensible que estaba su lobo, no era de la incumbencia de nadie, ni siquiera de sus amigos más cercanos, sus problemas "amorosos" eran eso, suyos, de nadie más, y no tendrían por qué tratar de indagar sobre eso.
Te dije que nos fuéramos. Musitó su lobo, viéndose realmente afectado por las palabras de la omega.
Jungkook sintiendo como sus músculos se empezaban a tensar, empujó su lengua contra su mejilla interna, dejando ver cuan enojado se encontraba en ese momento, Jungwon rápidamente se dio cuenta de ello y de inmediato dejo la cámara para ir por la menor, después de todo un Alfa enojado era peligroso, pero uno Puro, no tenía control.
Jennie también lo sabía, así que para evitarse un problema, trato de tomar el antebrazo del contrario para tranquilizarlo, pero inesperadamente este no se dejó tocar por ella.
Jungkook estaba enojado, sí, pero eso no significaba que sería grosero o altanero, oh claro que no, él no se comportaría como un Alfa sin cerebro ni principios, eso nunca.
Se encargaría de demostrarle adecuadamente a Yuna que él no caía con cualquier provocación.
Apretando sus puños y obligándose a tragarse todas las maldiciones que estaban a nada de salir de su boca, sonrió con dificultad, respondiendo con total autoridad.
—Los rumores son solo eso, señorita Shim, rumores y nada más. Debería de interesarse más en mis logros que en lo que murmuran y dicen de mi en artículos de dudosa credibilidad, no le parece? —Preguntó de vuelta, sin dejar responder a la menor cuando continúo. —Porque si de verdadero interés estamos hablando, ya me habría preguntado por mi próximo proyecto, pero veo que este no es el caso. —Declaró con franqueza, viéndose totalmente intimidante.
Todo lo contrario a su Lobo, que se encontraba verdaderamente inquieto ante la plática de los humanos, causando le debido al bajón de emociones de este, un gran nudo en la garganta.
Yuna, atónita por la respuesta del mayor, se quedó pasmada mientras pensaba, Eso había sido un sí o un no?
Pero antes de que siquiera pudiera preguntar de nuevo, fue interrumpida por la grave y molesta voz del Alfa.
—Con esto concluyó la entrevista, que tengan una buena noche. —Se despidió a secas, sin dejarlos reaccionar cuando ya se encontraba lejos de ellos.
Debía de calmarse y tenía que ser rápido o pronto caería inconsciente, pues un bajón de ánimo así de fuerte no lo soportaba ni un Alfa de sangre pura como él.
Cuando Jennie trató de seguirlo, viéndose bastante preocupada por él, fue bruscamente detenida por la Omega de cabellos claros, quién se había enganchado a ella con bastante fuerza, obligándola si o si a detenerse para encararla.
—Señorita Jeon, espere, déjeme preguntarle una última cosa! —Le suplicó, manteniéndose aferrada al brazo contrario.
No queriendo ser grosera hizo lo pedido, haciendo un gesto con su rostro para que prosiguiera, esperando que fuera algo rápido de responder, porque en verdad no quería dejar solo al mayor.
—Señorita Jeon, sería mucha molestia pedir otra entrevista? —Pregunto con descaro, haciendo que la susodicha hiciera una mueca que expresaba su inconformidad.
¿¡Que rayos!?
—Ahora no-
—Puede ser en otro momento, en mi programa si mejor le parece. —Trato de convencer, afirmando aún más su agarré.
Sin ninguna escapatoria ni alternativa, no le quedó más de otra que aceptar la propuesta de la pelirosa, y más le valía hacerlo ahora, o si no, no lograría alcanzar al mayor.
—Oh en tu programa, me parece genial, comunícate con mi manager para los detalles. —Dijo sin real interés, mientras le entregaba su tarjeta personal. —Fue un placer ser entrevistada por ti Yuna, eres un amor, pero ya debo irme, Adiós. —Se despidió con apuró, dejando a esta con el "Gracias" en la boca.
Pero aún con algo de torpeza, se despidió de igual forma.
—S-Si! ¡Que tenga una excelente noche! Adiós! —Gritó como pudo, mientras era sujetada de los hombros por el beta.
El cual la había estado acompañando desde hace un rato, en silencio para no entrometerse demasiado.
Una incómoda sonrisa de parte de la Omega Dominante fue lo único que recibió, segundos antes de que estuviera finalmente lejos de su vista.
No le agradaba a los Jeon. Concluyó con ese último gesto.
De todos modos no era algo que le importará realmente, tenía lo que quería y hasta más: un puesto en la titular y otra entrevista más organizada con la pareja de hermanos.
Era como haber ganado la lotería, y estaba muy orgullosa de eso.
Si seguía teniendo el apellido de los Jeon en sus proyectos el éxito y la fama le serian inminentes, aquella era su meta y no planeaba para hasta cumplirla. Podían llamarla codiciosa, y no lo negaría, siempre ha sido así y no le molestaba en absoluto.
Ni siquiera a su compañero, que al igual que ella, deseaba llegar hasta la cima sin importarle lo que ético o lo correcto.
—Lo estamos consiguiendo, Jungwon. —Se dirigió ahora hacía su camarógrafo, quién asintió a sus palabras con una sonrisa sutil.
Su era dorada estaba por venir, de eso estaban seguros.
•••
—Jungkook, espera! —Grito como pudo la pelinegra, mientras corría tras el susodicho.
Quién ajeno a sus palabras, no se detuvo, sino que siguió con su camino.
Estaba tan desesperado por hacer que su dolor desapareciera, que el escuchar a su hermana le era realmente irrelevante en ese momento.
Jennie percatandose de que este no tenía ninguna intención de hablar con ella, lo maldijo para sus adentros lo que le haría hacer a continuación.
Correr.
Odiaba hacerlo, no era de trotar mucho y por ello creía tener cero resistencia, pero lejos de siquiera considerar dejar solo al mayor en ese estado, tomo una bocanada de aire antes de empezar a correr, olvidando casi por completo la etiqueta.
Después de todo no le importaba si en esos momentos no estuvieran en las mejores condiciones, igual seguían siendo hermanos y aunque el Alfa no quisiera, tendría que escucharla.
—¡Hablo en serio, para! —Le gritó nuevamente, sintiendo como poco a poco sus pulmones le pedían porque se tomará un descanso.
Y haciendo caso a lo exigido, disminuyo en gran parte la velocidad a la que iba para poder respirar más despacio, tomando gracias a esto una buena bocanada de aire.
Jungkook no estaba yendo a la puerta principal, sino a una que conectaba directamente con el balcón en el que, según Ming, el mayor daría la apertura del evento.
Agradecía en gran parte que el camino a dicha puerta fuera privado, ya que el ser vista corriendo sin ningún cuidado le causaría mucha vergüenza.
Pero volviendo a lo que para ella era un maratón de atletismo, no pudo mantenerse más, tal vez había corrido menos de 10 minutos pero igual era suficiente para lo que podía soportar, así que negándose a seguir torturandose, paro en seco antes de confrontar a su hermano.
—¡No pienso seguir corriendo, Jeon Jungkook! ¡Detente, ahora! —Le exigió en un grito, que para su fortuna, hizo que el ojiazul se detuviera.
No porque quisiera en realidad, sino más bien porque fue obligado por su Lobo.
Jennie suspirando con algo de fuerza, se acercó con demasiada lentitud hacia el pelinegro, no para molestarlo ni fastidiarlo, sino porque en verdad le estaban doliendo los pies, estaba segura de que si le hubieran dicho que esa noche correría, en su vida se habría traído puestos unos tacones de más de 6cm.
Pero dejando de lado sus quejas, ya estando frente al mayor, le ordenó o más bien le suplico porque la mirará, viendo en cuanto esté acató su petición como fruncía su entrecejo con enojo, el cual esta sabía perfectamente que era solo una fachada para encubrir el como se sentía en verdad.
No quería caer muy pronto por la mirada afligida del Alfa, porque se suponía que aún seguían enojados el uno con el otro, pero debido a la gravedad de la situación no tuvo más de otras que dejar eso de lado.
Podían estar molestos e incluso furiosos, pero cuando uno necesitaba del otro, el consuelo no se le era negado.
Así que con ello en mente, aclaro su garganta y retomo su postura, esperando tener las palabras correctas para poder ayudarlo.
—Dime que te pasa, Jungkook. —Inquirió en un susurro, tomando con suavidad el brazo del susodicho en una caricia desapercibida.
Quién ante el toque repentino de la Omega quiso alejarse, más su Lobo rápidamente se lo impidió, tomando de imprevisto el control de su cuerpo, cambiando así el azul oscuro de sus ojos por uno más claro y brillante.
—Quiero a mi Omega, no luego, ahora. —Exigió con dolor, poniendo su mano sobre la de la castaña.
La cual ante tal confesión, no pudo evitar sentirse mal por el Lobo de su hermano.
Porque sabía perfectamente por lo que estaba pasando.
Cabe de aclarar que Jungkook no le había dicho a su familia sobre la situación por la que estaba pasando con su lobo, no porque se hiciera el fuerte y así, si no más bien porque prefería no molestarlos con algo que el creía poder controlar.
Jeon un poco desconcertado por lo que acababa de pasar, tomo nuevamente el mando de su cuerpo, obligando al animal en su interior a permanecer oculto, aun cuando sabía que el hacerlo le causaría un gran dolor en el pecho.
—No sé qué me pasa. —Confesó en un tono brusco, que parecía más... Desesperado. —Los Omegas le generan repulsión a mi Lobo y no sé por qué, se supone que soy de sangre pura y por ello debo de saberlo! —Soltó con exigencia, volviendo a su color de ojos original.
—Jungkook-
—Por la Luna, Jennie! ¡Que soy un Alfa Puro, no deberían de estar lidiando con toda esta mierda de sentimientos! —Espetó, sintiendo como poco a poco las feromonas de la menor trataban de calmarlo. —Hace unas semanas estaba bien, entonces, por qué de la nada todo cambio? Por qué mi Lobo está tan... inquieto? —Se cuestionó, apretando solo un poco el agarre en la mano contraria. —Que hice mal? Que-
—Nada, no hiciste nada, Jungkook. —Afirmó, tomando con sus dos manos del mayor para generarle más tranquilidad. —Lo que le está pasando ahora a tu lobo es completamente normal, todos pasamos por esa etapa, no te exijas tanto hermano, porque te harás mucho daño. —Le advirtió, liberando solo un poco más de feromonas, para acabar por completo la tensión que se había acumulado durante el cuestionamiento del mayor.
Que aspirando el sutil olor a margaritas, cerró sus ojos, sintiendo como poco a poco su Alfa iba cediendo ante el aroma familiar, haciendo que casi de inmediato el dolor en su pecho se desvaneciera.
A su Lobo le agradaba Jennie, y eso puede que lo odié solo un poco.
—Tienes que comprender una cosa, Alfa. —Se dirigió esta vez a su parte animal. —Tu pareja no puede estar contigo ahora, no por qué no quiera, sino porque la Madre Luna así lo ha decidido. Y si tienes que esperar años, eso harás, porque solo de esa manera lo tendrás a tu lado. —Declaró, antes de continuar. —Si sigues con esos berrinches, me veré en la obligación de sedarte yo misma para que dejes de dañar a mi hermano. —Lo amenazó con dureza, haciendo retroceder al Alfa.
Quien en verdad había sentido la sinceridad en sus palabras.
—Lo entiendo. —Le aseguró en un hilo de voz, antes de finalmente desaparecer del cuerpo del susodicho. —Se fué. —Soltó en un murmullo, que para su suerte la menor pudo escuchar.
—Si... —Susurró igualmente, cortando con el contacto físico entre sus manos.
Ahora que el momento de tensión había acabado, ya no tenía por qué seguir hablando con Jungkook, o al menos eso creia hasta que escuchó la voz de su Omega.
Discúlpate. Le exigió, a lo que la pelinegra se negó rotundamente, pero que ante la insistencia de esta no tuvo de otra más que hacerlo.
Su comportamiento al principio no había sido el mejor, pero no era por qué estuviera siendo caprichosa ni nada por el estilo, sino porque tenía que ver con algo más, privado.
Ante la interrupción de su Lobo, no tuvo mucho tiempo para meditar lo que le diría, así que improviso.
—Oye Jungkook, yo... Quiero disculparme contigo por mi actitud, sé que estuvo mal, lo siento. —Se expresó como pudo, no era muy buena pidiendo perdón, después de todo no era algo que dijera muy seguido, pero igual lo intento.
Mirandola incrédulo, arqueo una de sus cejas sin poder creer aún que había recibido una disculpa de parte de su hermana, acaso estaba alucinando?
Jennie siendo más consciente de lo que había dicho, rápidamente se retractó.
—Olvida lo que dije. —Le ordenó, ignorando a toda costa la mirada curiosa del Alfa. —¡No te rías, Jeon! —Reclamó con obvio fastidio, en cuanto lo escuchó.
—Por qué? Es más divertido cuando tu cara se pone roja del coraje. —Confesó con diversión, mientras empezaba a seguir a la castaña, quien había prácticamente huido de su presencia.
—¡Estúpido, Jungkook! —Lo maldijo en un susurro, empezando a subir las escaleras que los llevaría a la puerta de ingreso del balcón.
—Estaba bromeando, Jennie. Detente. —Dijo con total naturalidad, como si no hubiera utilizado su voz de mando para su beneficio. —Buena chica. —La "halago" en cuanto está obedeció a sus palabras, conteniendo muy bien sus ganas de reírse a carcajadas ante la expresión irritada de la menor.
—Vete a la mierda, Jeon. ¡En mi vida me vuelvo a disculpar contigo! —Declaró completamente molesta, manteniéndose prisionera en su lugar.
Sin poder retener su sonrisa, asintió con burla a las palabras de la Omega, pasándole por el lado hasta llegar a estar frente a ella.
—Te perdonó. —Soltó de la nada, sorprendiendo bastante a la menor, hasta el punto de hacerle fruncir su entrecejo. —Pero igual quiero saber, fue con tu ex con quién te peleaste por teléfono? —Trató de indagar, recibiendo solo un empujón como respuesta.
Jennie lo había hecho a un lado para seguir con su camino por las extensas escaleras, pero importandole poco su reacción simplemente le siguió el paso, teniendo mejores cosas en las que ocupar su atención, siendo el actuar con cortesía en toda la velada la principal de estas.
Después de todo la noche finalmente estaba empezando, y en serio esperaba no tener que preocuparse de más por la situación que estaba atravesando por culpa de su Lobo.
Que respecto a eso, desde que había tenido la charla, amenaza o lo que sea que hubiera sido eso con su hermana, esté se había calmado, lo deducía porque ya no sentía más inquietud en su interior. Estaba realmente agradecido con la menor por como lo había ayudado, y tal vez, solo puede que lo considere, le agradecería.
O no.
Da igual, solo disfrutaría de la serenidad que ahora tenía, y cuando su Lobo ya no se pudiera contener por más tiempo, porque si de algo estaba seguro era de que aquello que lo molestaba iba a volver tarde o temprano, más le valía que para ese entonces ya tuviera idea de cómo deshacerse de ello.
Y esperaba que dicha solución no tuviera que involucrar a ningún Omega...
Holaaa vvs 💋
Jsjs volví, espero que este nuevo primer cap les haya gustado, en serio me esforcé para que está vez se entendiera más el malhumor que se cargaba la Jennie 🤡
Ah! Y recuerden: este primer cap fue hecho con la intención de que conocieran un poco más de la relación que tienen los hermanos Jeon, no a fondo todavía pero si una parte de ello, mientras vayamos avanzando más conocerán de la pareja eso tenganlo por seguro ;3
No les voy a decir que actualizaré tal día por qué ya saben como soy, un día tengo inspiración y medio capítulo, pero al otro borro más de la mitad y lo pospongo, solo me queda decirles que me tengan paciencia.
Oh y que comenten, en serio no saben lo feliz que me hace leerlos en los comentarios, saber que les pareció el capítulo, como quieren que siga y demás, se los agradecería si lo hicieran ^^
(Cualquier error ortográfico háganmelo saber plis)
Ahora sí, me despido, bye muak! -3-
Kimie-shit.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro