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Sumin, Hana y Eunji se encontraban preparando el dorm en vista de que la abuela de la tercera vendría a visitarlas por Navidad.

Ninguna había podido ver a sus familias por navidad por distintas razones: Sumin antes de convertirse en trainee discutió con parte de la suya ya que para ellos eso era una pérdida de tiempo; los padres de Hana habían decidido tomarse unas vacaciones para los dos solos debido a que lo necesitaban y los de Eunji tenían trabajo.

–Eunjinnie, no hace falta que te sobre esfuerces tanto, todo está bien –dijo Sumin al verla mover el mismo cuadro desde hacía algunos minutos.

–Lo siento, es solo que quiero que mi abuela se sienta a gusto y tiene una pequeña manía con esas cosas –contestó mientras se sentaba en el sofá con las demás.

Las idols no comprendían por qué la pequeña estaba así puesto que no era la primera vez que su abuela iba al dorm.

–¿Qué pasa, Eunji? –preguntó Hana–. Ella ha venido muchas veces aquí.

–Lo sé, pero llevo tanto tiempo sin verla que quiero que sea perfecto –explicó Eunji.

Las dos decidieron no preguntar más, sabiendo que la maknae no diría nada, esperando que su abuela la pudiera ayudar con todo lo que tenía en su mente, ya que sabían que algo le ocurría.

Las tres se habían dado cuenta de que aún quedaba bastante para que llegase, por lo que decidieron jugar al Animal Crossing y así divertirse juntas.

Dos horas pasaron cuando sonó el timbre y rápidamente guardaron las Nintendo Switch para que no se vieran, ya que la abuela de Eunji siempre se quejaba diciendo que pasaban mucho tiempo con ellas.

–Jiwon, hola –habló Sumin después de que entrase–. Feliz Navidad.

–Feliz Navidad, mis niñas –seguidamente Jiwon fue a abrazar a su nieta, ya que le gustaba mucho hacerlo–. Yiji, un año sin verte y has crecido tanto.

–Wonnie, yo también la extrañaba.

Mientras que abuela y nieta se abrazaban, Sumin y Hana evitaban reírse puesto que la señora la estaba apretando demasiado.

Las cuatro decidieron hablar un rato antes de irse a cenar, en vista de que Jiwon quería saber cosas de las demás.

–Me siento muy orgullosa de vosotras –comentó la mayor al oír todo lo que habían conseguido en un año–. Siento como si todas fuerais mis nietas y para mí lo sois.

Eso enterneció a las dos y no pudieron evitar sonreír, mientras Eunji observaba a su abuela, sabiendo que esta quería preguntar algo y estaba esperando el momento perfecto.

–Wonnie, ¿qué quieres preguntarnos? –interrogó la pequeña.

–¿Yo? Yo no tengo nada que preguntar, Yiji -pero la mayor no tuvo otra opción que decir la pregunta al ver la mirada de su nieta–. Esta bien, ¿hay algún chico en vuestras vidas? De Yiji sé que no, siempre he intentado hablar con ella de eso, pero nunca me dice nada.

Eunji miró a su abuela sorprendida, no esperaba que preguntara eso y mucho menos que dijera lo último.

–Pues justo, ella es la que tiene algo que contar –comentó Sumin y a la pequeña le sorprendió que la líder hiciera eso.

–¿Ah sí? Me vas a decir que por fin tú y ese chico, Chan creo que era, estáis por fin juntos –dijo Jiwon ilusionada.

–¿¡Qué?! –gritaron las tres.

–Wonnie, te he dicho mil veces que Chan y yo somos como hermanos, no habrá nada entre nosotros –recalcó Eunji pensando que el chico ya tenía a alguien en su vida o eso creía.

–¿Por qué, Yiji? No le he conocido en persona, pero por lo que me has contado es muy buena persona e incluso vi fotos de él y es bastante guapo -habló Jiwon–. Y si no es él, ¿quién es?

Hana vio que Eunji no quería hablar del tema, ya que se la veía dudar y le dio ternura que la pequeña nunca hubiese hablado con su abuela sobre chicos y por eso no supiera qué hacer o decir.

–Jiwon, por qué no hablamos de este tema en otro momento puesto que ya es hora de cenar.

–Cierto, os ayudaré con la comida –contestó la mayor mientras seguía a Sumin y esta le decía que no hacía falta pero ella seguía insistiendo.

–Gracias, Hana, por ayudarme con eso, no soy buena hablando de ese tema y más cuando no tengo nada con algún chico.

–De nada y sobre lo último, yo no estaría tan segura –empezó Hana mientras ambas comenzaban a preparar la mesa–. No sé si las unnies lo habrán notado, pero yo sí. Crees que no he visto todas las veces que te has ido a JYP para "supuestamente" que te ayude Chan cuando nos dijiste que no querías que nadie lo hiciera.

A Eunji le sorprendió que Hana lo supiera, ella pensaba que nadie la había visto irse o cuando lo hacían usaba a Chan como excusa.

–Sé que lo que te pasó te marcó y espero que poco a poco te vayas abriendo a la personas como has hecho con Han y con algún otro de los chicos de Stray Kids, recuerda que siempre estaremos para ti y no dejaremos que nadie te vuelva a hacer lo mismo.

–Unnie...

La pequeña no aguantó y se abrazó a Hana, desde que las chicas estaban en su vida se había sentido querida y protegida, al igual que con Chan, Gaeul,... y sobre todo con Han. Ella nunca pensó que desde la primera salida, el chico quisiera verla de nuevo aunque esperaba que así fuera puesto que con él se sentía segura, algo que no le pasaba mucho.

–¿Qué ha pasado aquí chicas? –preguntó Sumin al verlas abrazadas y a Eunji con unas pocas lágrimas.

–Ya sabes, unnie, la Navidad nos pone emocionales –contestó Hana.

En cuanto acabaron de preparar todo, empezaron a cenar y a responder las preguntas de Jiwon, debido a que ella quería saber cómo les iba en el mundo del Kpop.

Mientras comían el postre, un móvil empezó a sonar y por el tono se podía saber que era el de Eunji. Al ver que era el suyo no pudo evitar maldecir en voz baja, puesto que a su abuela no le gustaba que hubiera ningún aparato electrónico mientras se estaba en la mesa.

–Lo siento, Woonie, pondré el teléfono en silencio –habló Eunji antes de que la nombrada dijera algo.

Iba a hacerlo cuando vio que la llamada era de Chan, lo que la extrañó, él sabía que estaría cenando.

Sin importarle lo que dijeran, se levantó y se dirigió al balcón para hablar con él.

–Chan, he visto tu llamada, ¿ha pasado algo? –interrogó cuando supo que se lo había cogido.

–Sí, solo era para desearte Feliz Navidad, nada más.

–Chan, te conozco, ¿qué pasa? –Sabía que algo pasaba y que le mintiera solo hacía que se preocupase más–. Y ambos sabemos que me habrías mandado un mensaje para felicitarme las navidades.

–No es nada grave. Prometo contártelo cuando esté mejor, ¿sí? –Eunji frunció el ceño, no lo tenía delante para verlo, pero con solo escuchar su voz, mucho más triste de lo normal, supo que había mucho más tras sus palabras–. Solo llamaba para decirte que quiero hablar contigo en persona antes de tu debut en solitario.

–Está bien, aunque quiero que me prometas que hoy disfrutarás y te olvidarás de ese problema que tienes. Quiero que no pienses en lo que te ocurre, que te diviertas y dejes de ponerte en lo peor. Sea lo que sea, irá a mejor.

–Te lo prometo.

–Sé que me estas mintiendo, pero tienes suerte de que mi abuela me esté llamando para que vaya, si no sería capaz de ir a donde estás y escucharte para poder ayudarte, como tú siempre lo has hecho conmigo. Feliz Navidad para ti también, Chan.

Acto seguido colgó y se dirigió hacia el salón, rezando para que su abuela no la regañara por haberse ido de la mesa.

–Woonie, lo siento pero era Chan, debía contestar –habló en cuanto se sentó.

–Si ha sido él no te preocupes, seguro que era importante.

No entendía por que su abuela era así cuando se trataba del idol, aunque tenía una pequeña idea y esperaba que no fuese por eso.

La velada siguió tranquila, mirando algún que otro dorama aunque Eunji veía algún anime a escondidas ya que ya los había visto y sería capaz de decir algún spoiler.

Unas horas después, todas decidieron irse a dormir excepto la maknae, que se dirigió al balcón.

Estaba tan tranquila viendo las estrellas y absorta en su pensamientos, que la vibración del móvil la asustó.

Era un mensaje de Han, deseándole felices fiestas acompañado de una foto. Ella le deseó lo mismo y se dio cuenta de que no se había sacado ninguna foto con las chicas, por lo que le mandó una foto del cielo estrellado.

Hablaron un rato más; sobre cómo habían pasado ese día, lo que harían en el resto de las navidades, qué les gustaría para el próximo año,...

–Así que ese tal Han es el chico del que me hablaba Sumin, ¿no? –Eunji no pudo evitar asustarse al escuchar una voz detrás de ella.

–Qué susto me has dado, granny.

A veces llamaba así a su abuela, puesto que cuando se fue a Canadá, se había acostumbrado. Una vez que había vuelto a Corea había seguido con ello, casi nunca se lo decía en coreano.

–Lo siento, Yiji pero ¿es él? –se notaba que Jiwon había dejado su lado coreano, el más formal, por el lado canadiense, el cual solo sacaba con su nieta.

–Sí y no, Han es el chico que te nombraba Sumin unnie, pero entre él y yo solo hay amistad.

-Por ahora.

–No, Woonie, solo habrá amistad entre él y yo y hay muchos motivos: somos idols y tristemente recibimos odio por ser felices, nos conocemos desde hace menos de un mes y es imposible que me guste o que yo le guste –explicó Eunji.

–Pero tú estás empezando a sentir algo, Yiji y no me lo niegues porque esa sonrisa que tenías cuando te estabas escribiendo con él, no es algo de amigos.

Se quedó callada, empezando a pensar que a lo mejor lo que le había dicho era cierto aunque al mismo tiempo le resultaba una locura.

–Eso es imposible, ¿no? –dijo Eunji mientras su mirada se dirigió a las estrellas–. No puedo empezar a sentir algo cuando llevamos menos de un mes conociéndonos.

–No es imposible, Yiji, con tu abuelo me pasó lo mismo y yo también pensaba eso, pero mi madre me dijo algo que me hizo darme cuenta.

–¿Qué te dijo? –preguntó Eunji de forma inocente.

–"El amor no entiende de tiempo. Cuando llega, llega, no importa que conozcas a esa persona desde hace cinco años o de un solo cruce de miradas. Porque el amor es algo tan poderoso que escapa al control del tiempo, simplemente porque es algo que no se puede medir con nada".

–Esa frase la tienes en un cuadro en casa, el abuelo siempre me la leía –sonrió Eunji de forma nostálgica al pensar en él–. Entre Han y yo no hay amor ni nada y ni lo habrá, solo una amistad.

–A lo mejor todavía no, pero ya verás como en un futuro pasará, siempre tengo razón en estos temas –expresó Jiwon mientras se levantaba–. Y es hora de irse a dormir, ya es tarde.

–Está bien, te quiero, Woonie, descansa –dijo Eunji antes de entrar.

–Yo también te quiero, Yiji, y ya verás como pasará lo que te niegas a ver ahora –comentó la anciana al saber que su nieta ya no la oía.

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Hola!! ¿Cómo estáis?

Por fin hay nuevo capítulo, lo siento por no haber subido la semana pasada pero tuve problemas personales.

Como habeis podido leer ya ha aparecido la abuela de Eunji, tristemente no saldrá mucho pero será alguien importante.

También os quiero informar que estoy preparando algo y espero que os guste cuando lo veais.

Espero que os haya gustado el capítulo y nos vemos en el próximo. Que tengais una buena semana!!!❤