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Lo peor en el mundo es cuando alguien te hace sentir especial. y de repente, te deja a un lado.

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Viernes 16 de septiembre.

El día mas esperado en la vida de la joven Natsumi Raimon desde que era un adolescente de secundaria, ese era el día en el que su querido y energético novio le haría la gran propuesta. Según ella el penoso muchacho le pediría matrimonio.

«mi querido Endo» pensó con dulzura, al pasar la mano por ese collar que él le había regalado en su primer aniversario. Sus ojos resplandecían de alegría, no sabía por que, pero algo en su corazón le gritaba que ese era el día.

Sin ninguna clase de cuidado planeo este día durante los 3  años que había compartido juntos , imaginando cientos de hermosos detalles, incluso eligiendo el vestido que consideraba perfecto.

Después de tantas señales e indirectas parecia que al fin Endo tenía suficiente valor.  Estaba muy nerviosa y durante todo el camino al restaurante no dijo mucho se dedico a mirar sonriente a toda la gente que veia, cosa que a su chofer le extraño mucho. Pues en realidad ella siempre estaba concentrada en cosas muy importantes —¡Deséame suerte! —dijo al bajar del auto. Desde lejos pudo visualizar el restaurante y afuera esperándola el chico que era dueña de su corazón.

—Natsumi

—¡Hola! —Saludó al llegar frente a él quién con un nervioso rostro se dedicaba a mirarla.

La cena había estado estupenda, la música, el ambiente, la calida noche cobijando  la hermosa ciudad de Inazuma.

Todo parecía estar a favor de la pareja.

Después de platicar solo por un par de horas, Natsumi llegó a la conclusión de que había llegado ese momento tan esperado. Recordó con amor como lo había conocido y le daba gracias a su padre por haberla obligado a asistir a la secundaria Raimon, pues de no ser por eso jamás habría conocido a Mamoru.

—Natsumi—pronunció  el muchacho mirándolo directamente a los ojos.

—¿si? —la voz apenas y le salió de tantos nervios acumulados.

—Nos conocemos desde hace más  de 6 años. Y hemos estado juntos como pareja oficialmente desde hace tres, quiero que sepas que en todo este tiempo mis sentimientos por ti han sido sinceros y se que los tuyos también —sus ojos cafés brillaron y el corazón de ella se aceleró.
—Siempre hemos sido sinceros.

—totalmente.

—Sin embargo, estas semanas han pasado algunas cosas que yo no tenía contempladas —Desvió la vista —creo que , creo que deberíamos darnos un tiempo, solo para aclarar los sentimientos —En ese momento todas las ilusiones y expectativas de la chica se hicieron añicos, jamás imaginó que el sería capaz de decirle algo como eso, después de tanto ¿enserio solo quería terminar así?

—¿Qué? Pero. ¿Por qué? ¿hice algo malo?.

—¡No, créeme no eres tu en absoluto, tu eres perfecta, la mujer que más buena que he conocido. pero es que estoy confundido, no quiero que sientas que no te quiero, lo siento, solo perdóname  —las lágrimas bajaron por los ojos de Endo.

—¿Confundido? No te entiendo ¿Estás enamorado de otra? —Habló Natsumi tras golpear la mesa.

—No tengo el valor para decirlo ahora, como te lo dije estoy confundido. He descubierto sensaciones y sentimientos que por mucho tiempo ignore, las cosas ya no están tan claras como antes, es por eso que  creo que dábemos separarnos un tiempo. No quiero herirte.

—Pero, Endo...

—Una relación, no debe continuar si una de las dos partes está insegura.

Natsumi lo miró confundida, como si no hubiera escuchado bien, cuando todo había sido demasiado claro —No puede ser —susurró.

—Lo siento —Endo intento consolarla.

—¡Detente Mamoru! —Ordenó con una sonrisa. —No sigas —suplicó con dolor.
Su corazón casi se detuvo, pues esa no había sido la forma en la que queria terminar todo, pues Natsumi estaba soportando las ganas de llorar.

—Te pido me perdones, mi intención jamás fue herirte.

Su alma explotó en miles de pedazos, sin embargo en ese momento, no lo demostro.
Ella era una Raimon así que como la orgullosa mujer que era se levantó y tomo sus cosas

—Natsumi.

—Todo está bien —sin decir más salió del lugar siendo seguida por Endo.

—Se que no es fácil, pero  no puedes solo irte así. Al menos déjame llevarte a casa.

—¡Basta, eres demasiado cruel! —Gritó muy fuerte separándose abruptamente del chico y propinadole una fuerte bofetada.
—Te doy todo el maldito tiempo del mundo, tú y yo terminamos en este momento —Con expresión de ira a e alejó de el y comenzó a correr. A lo lejos podía escuchar los gritos de Endo, pero algo en su interior mas fuerte le pedía escapar lejos y jamás volver...

No sabía hacía donde iba pero de algo estaba segura y eso era que por ahora no deseaba estar ni un poco cerca de el.

Sin rumbo caminó por varias horas, la noche era joven y la suave brisa movía su estúpido vestido color durazno. Las lagrimas no dejaban de brotar de sus castaños ojos, se había dado cuenta que nada era suficiente, ella solo había sido un paño de lagrimas usado por Endo en los momentos malos. ¿Cuando se había vuelto tan cruel? Molesta se reprochaba por ser tan permisiva, incluso pensó en ir a buscarlo y golpearlo con mas fuerza, pero ¿De que serviría algo como eso? Mejor se quedaría ahí enmedio de la nada, donde
Parecía que la vida no podia ser peor.

¿Nada?

Fue cuando un auto rojo a toda velocida levantó su vestido, siendo tanto el impacto que incluso la hizo caer al suelo.
—¡Esto debe ser una pesadilla! —lloró con fuerza al ver como el día que se suponía sería el mas feliz de su vida de un momento a otro se había transformado en el peor de todos.

—¿Natsumi Raimon? — la familiar voz la hizo mirar hacia arriba solo para encontrar entre la obscuridad un varonil rostro.
Cabello rubio platinado y en esta ocasión lo llevaba más corto (la última vez que lo miró se hacía una cola de caballo) llevaba puesta una gorra negra, su piel estaba mas bronceada, pero sus ojos obscuros como la noche seguían igual de brillantes. obviamente había crecido mucho mas pero apesar de estos cambios seguia siendo el.

—Goenji —pronunció con la voz entre cortada.

—¿Estas herida?

—¿por qué?

—Tu, estas en el suelo.

—¡ah! eso es que un idiota casi me atropella — bufó tras mirar sus rodillas llenas de polvo —por cierto ¿Qué haces aquí?

—Eso —se rascó la cabeza —Creo que soy ese idiota que casi te atropella –señaló su ferrari rojo —Lo siento mucho Natsumi Raimon —amablemente le ofrecio la mano y esta se puso de pie.

—Esta bien, no fue algo grave —sonrió amablemente pero entonces el muchacho la miro por un momento de manera seria, pues ella no se había dado cuenta pero su rodilla tenía un raspón —¿Que ocurre?

—¡Lo siento mucho Natsumi Raimon —apenado hizo una reverencia —Te hiciste daño por mi culpa, déjame ayudarte —sin previo aviso la tomó en sus brazos y la llevó a su auto sin que ella dijera nada, pues básicamente estaba en shock por tal acción inesperada —sobre vivirás —dijo con amabilidad terminando de colocar una curita sobre su rodilla — Espero no haber sido yo quien provoco esas lagrimas —por inercia Natsumi colocó los dedos sobre una de sus mejillas y algo apenada bajó la mirada.

—No, no es nada.

—¿estas segura?

—Claro —de inmediato se puso de pie y se salió del lujoso auto —me dio mucho gusto verte Goenji-kun pero creo que debo irme a casa —con una falsa sonrisa camino frente a el, pero este le tapo el pasó.

—Natsumi Raimon, ¿estas realmente segura? No te vez bien y la calle a esta hora puede ser peligrosa, puedo llevarte a casa si quieres.

—No es necesario de verdad, no quiero quitarte el tiempo.

—No digas eso, ayudar a una amiga jamás seria perder el tiempo, no te quiero ofender pero no te vez bien ¿Te gustaria beber agua o un cafe?

Agradecida hizo una reverencia —Estoy muy bien, iré a casa sola gracias —caminó un par de metros pero luego se detuvo abruptamente, cambiando radicalmente de decisión —Sabes Goenji-kun en realidad me gustaría mas un trago, eso si lo aceptaría —volteo a verlo con una dulce sonrisita.

—De acuerdo, ahora  iba a mi hotel, si quieres podemos beber algo en el bar de ahí.

—me parece encantador

—Vamos —la guió de nuevo al auto y le abrió la puerta para que subiera, juntos y en cuestión de minutos llegaron hasta el bar del hotel, tomaron asiento en la barra enpezando la noche con una cerveza  que la chica bebio muy rapido.

Siguiendo con 5 exactamente iguales.

9:54 pm

—¡Cerveza número 10! —alzó los brazos muy animada —¡Una más por favor! —exigió

—¡Oye, más despacio!

—¡Shhhhhh! —colocó un dedo sobre sus labios —No te preocupes mi tarjeta de crédito no tiene límite. Puedes pedir lo que quieras guapo.

Goenji alzó una ceja algo apenado
—bueno, una cerveza no me va hacer daño ¿Verdad? Solo una.

12:00 am media noche
Después de muchas cervezas más

—Así que, le dije que no quería ser medico. Pero el parece no comprender, pense que después de todos estos años cambiaría de opinión o al menos dejaría de meterse en mi vida —suspiro el rubio con pesadez dándole un gran trago a su botella.

—no debes hacer algo que no quieres —tomó su cara entre sus manos  y apretó sus mejillas —Eres un triunfador, conduces un Ferrari por todos los cielos ¿tu padre esta ciego? Llévalo a dar una vuelta a toda velocidad —animada alzó los brazos

—¡No voy a hacer eso —sonrió

—Te hace falta soltarte —le ayudó a ponerse de pie —¡Vamos a bailar! —y comenzó a mover los hombros, pero en realidad el bar no era un lugar tan adecuado para bailar y todos la miraron raro. –llévame a un antro a bailar.

12:42 am

Desde que llegaron la chico comenzó a abrirse paso entre la multitud, de gente que  ya estaba bailando.
Goenji no sabía qué rayos hacían solo permanecía mirando cada extraña cosa que Natsumi Raimon hacía.

los hombres que la contemplaban parecían perros hambrientos del deseo por ella.
Su suave piel era resgurdada por ese delicado vestido color durazno que la hacia lucir totalmente espectacular.  Con lentitud se fue acercando mas y mas a ella, la cabellera castaña ligeramente risada caía sobre sus finos hombros, fue entonces que miro su rostro. La combinación perfecta, él rostro de un Ángel y el cuerpo de una escultural ninfa, pero lo que verdaderamente lo dejo sin aliento fue que fue su sensual y delicada forma de bailar, su sonrisa descríbia en su mente un paisaje haciéndole alucinar, como por gracia divina. Aunque al parecer el no era el único, que notaba todo eso en ella, ya que de la nada un tipo bastante pasado de copas intento tocarla, interrumpiendo el momento y siendo recibido con un fuerte puñetazo de parte de ella.

—¡¿Que te has creído?! ¡No puedes tocarme asqueroso borracho! —exacto allí estaba la soberbia Natsumi Raimon, defendiéndose a si misma. Sin embargo el tipejo era mas que insistente y enojado intento jalonerala una vez mas. Como la chica fuerte que era Natsumi intento defenderse fallidamente.

—presumida ¿te cres demaciado para mi? ¡Baila conmigo! —Gritó el molesto sujeto, tirando a la castaña de un empujón, ante la mirada de medio antro quienes solo observaban sin hacer nada...

—¡Ella es demasiado para bailar una basura como lo eres tu! —Shuya había intervenido, interponiendose justo frente a ella, evitando que ese sujeto le pusiera una mano encima.

—Oye, tu imbécil ¿Que te has creído? —y de nuevo intento tocarla, pero esta vez fue Shuya quien con un puñetazo lo tiro al suelo.

—Si vuelves a intentar algo asi de cobarde, te pesara —Fue entonces que inició una pelea donde comenzaron a pelar todos contra todos, Goenji golpeó a algunos, Natsumi a otro y al final cuando gritaron que venía la policía  el muchacho tomo a su acompañante de la mano sacándola del lugar ante la vista atónita de todos los presentes y huyendo después en el auto de él.

Eran ya 3:35am y estaban sentados en una banca de un parque cercano al hotel del chico

—Endo me pidio tiempo después de casi 2 años de relación —golpeó un costado de la banca—¡matrimonio era lo que yo quería!  los hombres son todos unos cabeza de balón.

—¿Que?

—si te ofende es por qué  también eres un cabeza de balón —suspiró —Cundo un chico pide tiempo es señal de que hay otra chica.

—has pensado que quizas pasa por otra clase de problema, Endo no es la clase de hombre que te lastimaría nada más.

—¿Pero quien diablos eres tu? Dime ¿eres un Experto en parejas? Endo esta con otra, mi instinto femenino me lo dice

—Quizás tu instinto está siendo alterado por tu coraje, trata de pensar las cosas con tranquilidad —sonriendo de una forma tan especial que a ella le pareció estar frente a un príncipe literario.

«¿siempre es tan lindo al sonreír? »Natsumi lo miró tan fijo que Shuya tuvo que desviar la mirada para evitar que ella lo mirara sonrojarse. Cosa que a ella le pareció muy divertido —¿Otro trago? —sonrió

—no Gracias — de verdad ya se sentía muy ebrio.

—creí que los deportistas no bebían.

—Es nuestro secreto.

—Está noche estoy conociendo una faceta diferente de Shuya Goenji —se rio la chica

—También estoy conociendo una faceta diferente en ti.

—Yo ya hablé mucho de mi, pero hablemos de ti. Goleador de fuego, eterno delantero estrella y ahora hasta alcohólico y alma de la fiesta. Eres un chico muy divertido, nada que ver con lo que aparentas.

—Nunca tuvimos el tiempo de conocernos muy a fondo, pasamos mucho tiempo juntos pero sin conocernos —De reojo Natsumi lo miró como analizándolo pues tras cada minuto se ponía mas roja y mas extraña.

—¿Tienes pareja? —lanzó una miradita juguetona  —¿eres muy tímido como para eso?  —dijo riendo

—Las mujeres tiernas y dulces siempre estan acompañadas, los chicos simpáticos llevan siempre la ventaja con su amabilidad. Ya sabes esas idioteces, nunca he tenido una relación formal eso no va conmigo

—Pues solo sería difícil dejar ir a alguien como tú —sonrio amablemente Natsumi, mirando fijamente a su acompañante y sus sensuales y varoniles rasgos —no te recordaba tan guapo Shuya —acarició su barbilla descaradamente.

—Tu ya estás muy borracha —se burló.

—Todavía estoy muy cuerda,  dime algo Goenji-kun ¿Tu si eres un hombre de verdad? Ya sabes un hombre que no se asuste tan fácil o eres un idiota como él tal Endo, por qué ese sujeto es un gran bebé al que solo le importa patear un balón —la castaña toco su nariz mientras reia como una loca.

—Quizás Endo solo piensa en futbol pero así es como es  el. Siempre ha sido así, esa es parte de su personalidad.

nuevo rieron.
Pero de la nada ella comenzó a llorar.

—¿Verdad que tu no eres así? ¿Verdad que te importan otras cosas mas que el futbol?—con un rostro lagrimoso la chica se acercó  de forma inadecuada y sugerente a Goenji haciéndolo sonrojar. —¡Dime que te importan otras cosas!

—Si, me importan otras cosas —respondió obligado, ella lo abrazó, se rieron y luego siguieron platicado de cosas agradables. El rubio le contoba sobre lo difícil que fue que Kazemaru aceptara su amor por Fuyuka.

—Asi que los encerre en el baño, Ichirota necesitaba un poco de acción y supo aprovechar él momento —Se burlaba divertido.

—¿Fuiste tú?

—Así es, le faltaba un empujón para conseguir lo que deseaba, así que le ayudé un poquito —sonrió satisfecho

—¿A ti qué te falta? —sonrió ella y se cruzo de brazos algo molesta.

—¿De que hablas?

—Necesitas diversión —y de nuevo comenzó a llorar...

Era oficial Natsumi Raimon y Shuya Goenji estaban ya muy ebrios.

—soy divertido, no seas tonta solo que tú nunca te diste el tiempo de conocerme —contestó Goenji de manera extraña como tratando de cambiar de tema.

—Tienes razón, nunca me tomé el tiempo de conocerte, Sin embargo esta noche me salvaste dos veces— se acercó un poco y lentamente se posicionó frente a él —Quizás puse los ojos en el lugar inadecuado —él no hacía mas que sonrojarse.

—No digas tonterias eres una amiga, compartimos buenos momentos en una época difícil para mí —contesto apresurado y desviando la mirada.

—Goenji-kun — la chica no paraba de reír avergonzado a Goenji muchísimo según ella era divertido verlo apenado y por eso se acercaba mas y mas —Quiero que me beses.

—¡¿Qué?! Es alargador pero...

—Te besaré yo entonces —Lo tomó de la camisa y lo jaló cerca de su cara, depositando un casto y corto beso en sus labios, Goenji apenas y reaccionó pues el alcohol tomó efecto y callo totalmente desmayada en su regazo.

—Santo dios —las mejillas de Goenji se pusieron rojas. tomo aire y sonrió de medio lado al ver a Natsumi noqueda, se acercó a ella un poco y la tomó en brazos —Natsumi —pero ella apenas y se pudo poner de pie
—Oye ¿donde vives?
Al llegar al hotel y casi no podía estar de pie así que amablemente los empleado le indicaron mejor subir y descansar y obligado subió hasta su alcoba en compañía de la chica.

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Con pesadez abrio los ojos, la cabeza le dolia demasiado...

—¡Auch! ¿Que me pasó? —apenas se pudo mover pues un peso extra se alojaba en su desnudo pecho.

—¡Hmm! —escuchó un femenino suspiro que de inmediato lo alarmo al igual que la cabellera castaña toda despeinada.

—¡oh, no! —miró bajo la sabanas y entonces todos los recuerdos volvieron a el como una cubetada de agua helada.

—Es aquí —se río como bobo al intentar abrir la puerta sin éxito —Esto no me va a ganar —pero las llaves se calleron al piso.

—eres un tonto, dame la llave —exigió la también ebria mujer.

—No, este es mi cuarto abriré yo y es todo — y después varios intentos al fin logró abrir.

—¡Volvamos al bar! Vamos Shuya

—excelente idea Natsumi Raimon, pero no se donde esta —intentaron volver pero inevitablemente calleron al suelo. Provocando un montón de risas —mejor mejor deberiamos dormir, te dejaré mi cuarto y  buscare otro.

—No seas agua fiestas, quédate esta es una suite es enorme además Somos amigos ¿Verdad? —intentando apoyarse de el, pero esto provocó que callaran de nuevo, volviendo a estallar de risa.

—Iré por otro cuarto, somos amigos pero que tu y yo pasemos la noche en la misma habitación podria mal interpretarse, podrías en una situación muy mala a tu conocida familia —el muchacho la miraba directamente a los ojos.

para Natsumi el siempre fue un tipo de poca importancia, el amigo de Endo poco hablador y muy amargado «Goenji-kun» pero en ese momento le parecio el tipo mas guapo del mundo. Así que pensandolo muy poco lo atrajo hasta la cama para después subirse sobre el.

—¿Qué diablos?

—mejor cierra la boca —con astucia comenzo a besarlo torpemente.

—Natsumi, creo que hemos bebido mucho hoy, esto no está bien.

—Eso ya la se, pero ya lo decidí y quiero que  esta noche seas el primer hombre, me entregare a ti —decidida comenzo a bajar el cierre del vestido.

—¿El primer que? —habló alarmado

—Torpemente guardé esto pero se acabó, déjame ser tuya esta noche —de nuevo lo beso apasionadamente.

—No digas locuras, ¿Solo es broma verdad? ¿Natsumi? —pero al verla en paños menores se dio cuenta de que iva enserio —Mira espera —se logro levantar un poco —Lo hablaremos un momento y nos calmaremos.

—¿No crees que soy linda Goenji-kun?

—No es eso, eres muy hermosa pero...

—No se diga mas —y de nuevo lo lanzó a la cama. —Déjate llevar, no tengas miedo

—No tengo miedo —dijo sonrojado.

—igual, déjame tener el control —el calor del momento lo hizo dejarse llevar al punto de perder la camisa y los pantalones
—Es..espera ¿qué pasará si quedas embarazada?

—Todo esta calculado —sacó un condón de quien sabe donde y de nuevo lo beso.

Lo siguiente fue extremadamente borroso Entre gruñidos Goenji penetraba a Natsumi, la fricción de sus cuerpos provocaba que la cama se moviera y crujiera tan alto como sus sexos eróticamente sonaban gracias a la húmedad de la dulce mujer quien se contraía y arqueaba su espalda ya casi llegando al orgasmo.

Shuya tomo a Natsumi en sus brazos levantándola de la cama y ella para sostenerse aferró sus piernas en las caderas del rubio y las manos en su cuello, la sostuvo entre su cuerpo y la pared más cercana penetrándola con más brusquedad, haciéndola saltar y que sus generosos pechos se movieran, no dudó en tomar uno de sus pechos con su boca succionando el pezón de la mujer que tenía entre sus brazos.

— ¡Goenji-jun! —Natsumi llegó al ansiado orgasmo cuando el mordió su pezón y la penetró hasta el fondo dándole en su punto más sensible, poco después Shuya se descargó dentro de ella al sentir las contraídas paredes vaginales de ella apretarlo con fuerza en medio de su orgasmo haciéndolo que él mismo recibiera también su orgasmo.

Con los cuerpos sudorosos y las respiraciones erráticas se miraron el uno al otro. El color negro de los ojos de Hans miraban los suaves ojos de Natsumi quien le dedicó una sonrisa cansina y el reaccionó apartando los húmedos cabellos castaño de su rostro para besarla lleno de vitalidad, mientras la sostenía entre sus brazos.

—Goenji-kun... —Suspiro su nombre cuando lo sintió salir de su interior y mantuvo unos segundos más sus ojos cerrados, su sexo se sentía hinchado y sensible gracias a los dos orgasmos que había compartido con el. Abrió sus ojos para sorprenderlo mirarla con devoción, de una forma en la que nadie la miró jamás. Natsumi apoyo su frente contra la de él sin poder dejar de sonreír.

No sé dijeron nada, las palabras sobraban ambos se sentían tan unidos con sus cuerpos tocándose y besándose en las penumbras de la habitación.

(...)

Sobre saltado se levantó un poco de la cama. —¡Nooooh! —gritó pero rápidamente una mano lo silencio.

—Por favor no grites —la cabeza le dolia tanto que apenas y asimiló aquella situación, miró a Goenji un momento y entonces grito igual de asustada tratando de cubrirse —¡¿que me hiciste maldito pervertído?! —gritó con una cara llena de confusión...

Continuará....

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Hola amigas hoy empiezo esta nueva historia esperando que les gusté mucho.

No puedo resistir a hacerla...amo a estos 2 personajes
Pero mas amo verlos juntos❤
Y le dpy las gracias al maravilloso mkndo del Fanfic que me permite unirlos...

Sin mas me despido

Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía...

Si les gusto no olviden comentar como siempre su opinión es importante❤❤