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"Yo Satoru Endo prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad en la felicidad y en la tristeza, en la riqueza y pobreza cuidar de tu amor hasta el último día de mi vida "
No, no, no cuidaste mi amor, me lastimaste. Duele. Endo...

-¡Natsumi despierta Natsumi!- una fuerte sacudida hizo que la castaña abriera los ojos, la oscura habitación la hizo sobre saltarse. Toda aquella situación, le dolía...le dolía estar recostada junto a un hombre y que ese hombre no fuera Endo.

-este es un sueño, este es un sueño, me case con Endo. estoy a su lado disfrutando nuestra luna de miel. Dime que es un sueño-dijo la muchacha cerrando los ojos como intentando despertar a la fuerza.

-Dejate de tonterias- la reprendió el rubio con severidad.
-tienes que ser fuerte...Si uno pudiera elegir de quien enamorarse la vida seria mas fácil, si su destino es estar juntos entonces vendrá a ti, no importa el tiempo- su voz ronca y sedosa hizo que ella al fin abriera los ojos. "Goenji-kun"
-Deja de llorar, Natsumi Raimon no es asi de débil- como si de un Flashback se tratara Natsumi abrió los ojos.
La habitación de la playa aparecio en su campo de visión, iluminada por los primeros rayos de luz del sol que penetraban el lugar.
Su cuerpo estába unido al de el rubio, en un abrazo, sus piernas unidas con las de el. Debajo de la sabana, su cabeza sobre el masculino pecho arrullandose con su tranquila respiración, logrando escuchar los fuertes latidos de su corazón resonando en su cabeza.
"Tienes que ser fuerte Natsumi" se exigió la castaña con determinación. Bueno eso hasta que calló en cuenta de su posición en ese momento...

-Kyaaaaaaa!!!!- de golpe se levanto, sobre saltando al joven quien cayo de la cama, pegándose realmente fuerte en la cara.

-Ahh!! ¿siempre tienes que levantarte así? Eso me dolio- decía molesto mientras se sobaba la cara, Natsumi lo miro de pies a cabeza, sin saber que decir, seguro aquella amabilidad demostrada horas antes había sido sólo un mal sueño. Tomo la poca dignida que le quedaba y abandonó la habitación dejando a un muy confundido Goenji.

-Esta mas loca de lo que crei- prosiguió sobando su adolorida cara.

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durante esa mañana se limitaron a mirarse, desayunaron separados y apenas y se dirigíeron la palabra...ella miraba un libro mientras que el nadaba frenéticamente en la enorme piscina de la casa. Las mujeres que estaban encargadas de la limpieza miraban extrañadas el comportamiento de los recien casados...

Al cabo de las horas los ojos de la castaña no pudieron estar más tiempo abiertos, no había escuchado la voz de Goenji en todo el día, así que aprovecho y se acomodo en el sofá de la estancia principal.
"Estoy orgullosa de ti pequeña, se fuerte y gentil" no sabía cuanto tiempo había pasado desde que cerro los ojos, sin embargo el recuerdo de su padre la hizo despertar. Su corazón latia muy fuerte, notó un manto azul cubriendo su delgado cuerpo dándole calor, el leve movimiento del viento en las cortinas la hizo reaccionar.  Estaba tendida en la cama de la habitación, parpadeo varias veces, recordado donde se había acostado en un principio.
Desconocia como había llegado del Sofá hasta la cama, tampoco habia solicitado ninguna manta a las señoras de la limpieza, es mas ellas ya habían terminado su hora de labores. "Goenji-kun" Alarmada se levanto de la cama, la casa estaba muy obscura a esa hora. Sin embargo la luz de la luna era de gran ayuda.

Llego hasta la zona de la piscina y fue alli que lo encontró, durmiendo en uno de los sillones. Sus ojos estaban cerrados, la luna iluminaba su rostro mostrando perfectamente su ceño fruncido y sus masculinas facciones lncluso dormido era todo un misterio, un hombre de verdad "atractivo".
La muchacha se acerco un poco y lo observo dormir. Estaba totalmente destapado, mientras que el sillon lucia un poco inclinado hacia atrás, seguro era incómodo dormir ahí, pero a el parecía no molestarle.
"¿Que clase de sujeto eres, tu?"
Tentada a cubrirlo, tomo la lijera sabana en sus manos. Sin embargo opto por no hacerlo. Tras un suspiro se levanto en silencio, solo para dirigirse al baño, el corazón le latia demasiado fuerte. Al entrar al enorme lugar, observo su aspecto en el espejo.
Su largo cabello caia en hondas por au espalda, tomo una toalla y la humedecio, quitando cualquier rastro de maquillaje corrido en sus ojos. "Natsumi Raimon debe lucir siempre perfecta" se dijo a si misma apesar de lucir pálida, pero no era para menos, habían susedido muchas cosas últimamente, ademas no estaba acostumbrada a tanto calor y convivir con su esposo, no era nada sencillo.
Miro el anillo de oro blanco que adornaba su mano y suspiro. "De alguna manera debia adaptarse a su nueva vida" Al salir cerro con delicadeza la puerta, el aire estaba algo frio, asi que de nuevo camino hacia afuera, se acercó a Goenji quien continúba profundamente dormido.
Natsumi deseaba decirle que fuera a la cama, pues era bastante grande y a ella no le afectaba en nada compartirla con el.  pero el lucia como un niño indefenso, dormido.
"Era realmente precioso". El recuerdo de los votos regreso a su mente, su gruesa voz diciendo una promesa, falsa. De nuevo observó él anillo en su mano izquierda, el sello de su unión era hermoso pero falso como toda su relación, sólo era un contrato.
Su apasionado beso, ocurrido en el altar, su mano acariciandole la mejilla, su respiración mezclándose con la suya. Todo dio le dio vueltas en la cabeza, hasta que el recuerdo de Endo la invadió.
"Fui yo quien te arrastro a este infierno...de verdad lo siento" pronuncio ella sin dejar de mirar al rubio.
Resignada Decido dejar la cómoda cama y sentarse a su lado, sin embargo esta vez el sueño había desaparecido. Se dispuso a observar el cielo pero no logro apreciar nada en la oscuridad de la casa, aún era de madrugada.
Una vez mas miro a Goenji removerse en su lugar... Desde que llegaron a la casa no habian hablado más de diez minutos. Su falso esposo y ella solo habian hablado para pelear.
Pero siendo honesta ¿de que podian hablar? No conocia nada de él... estudiaron juntos la secundaria y estuvieron juntos durante aquellas aventuras de Raimon, pero apenas y cruzaron palabra. Shuya era el mejor amigo de su novio, pero para ella era un completo desconocido.
Con pesadez lo escucho suspirar, miro de nuevo a la nada y recordo que siempre que Endo hablaba de el, mencionaba su gran corazón. Era verdad Goenji amaba incondicionalmente a su hermanita, por ella siempre hacia grandes sacrificios, sin dejar de mencionar que unos dias entes de su boda decidió buscarlo por Google, debido a lo bien que le habia ido con el futbol ayudaba asociaciones que indicaban que él era el mayor benefactor en campañas para ayudar a niños sin padres. Ademas de cursar el ultimo año de medicina. Si su corazón era grande. Eso la hizo recordar que el no era mala persona. Mas bien las circunstancias habian convertido sus vidas en una locura.
La castaña decidio usar la manta azul y cubrirse con esta, de reojo observa a Goenji y con sumo cuidado lo cubrio también con la manta. Y sin más cerró los ojos.

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Un movimiento hizo que su cuerpo temblara, desconcertada abrio los ojos, pero la luz de la mañana la hizo cerrarlos de nuevo.
Natsumi Parpadeo varias veces hasta que pudo acoplar sus ojos a la luz. Adormilada se acomoda en su asiento y observo a su lado. Goenji la estába mirandola fijamente. Ese extraño Sentimiento la invadió de nuevo, el rubio la mira de una manera diferente, con curiosida por encontrala a su lado quizás.

-Dejaste la cama- dijo con su ronca voz. Lucia espectacular, sus castaños y brillantes ojos, su perfecto cabello rubio un poco despeinado.

-iba a despertarte para que pudieras dormir en la cama, pero parecías mas cómodo durmiendo aqui- contesto ella rápidamente

-¿Y por qué te quedaste aquí?- pregunto dudosamente.

-sinceramente, no tenía sueño y pensé que ibas a despertar pero no lo hiciste así que cerré mis ojos un momento, pero supongo que igual que tu me quede dormida!- pronuncio en un susurro.

-¿Estas pálida te sientes bien?- sin permiso poso una de sus manos sobre la frente de la chica, quien inmediatamente se alejo.

-debe ser por el calor de la playa no estoy acostumbrada a este clima- en realidad, no estaba acostumbrada a estar casada.

-¿desayunaste ya?- Natsumi no logró gesticular palabra alguna, sólo observo su mirada, sus labios gruesos, y sus perfectos dientes.

-¡Natsumi!- su voz la saco del trance

- sí lo siento....no en realidad es muy temprano ¿no crees?-  alejando la mirada.

-Yo...creo que necesitamos comer. Si te soy sincero la cena no fue muy apetitosa- una discreta sonrisa se hizo presente en sus labios, de un salto se puso de pie y indicándole a la chica que lo siguiera.
El destino, la cosina y como si de un experto se tratara comenzó a preparar el desayuno.

-Tienes que prestar atención Natsumi, los hotcakes deben quedar muy esponjosos...si no es asi entonces debes correr- la chica miraba atenta, el olor era delicioso, y los Hotcakes tenian muy buena pinta y es que la verdad era que en la cosina no era nada buena. Pero el parecía saber muy bien lo que hacia.
Con esfuerzo, preparo un par de Hotcakes y al terminar se sentaron en la barra a simplemente disfrutar.

-Con, helado es delicioso-

-Bromeas, eso es una bonba de azucar-

-Solo pruebalos, uno no te matara- el bote de helado estaba frente a ella y el parecía estar disfrutando tanto, que no pudo mas.
Comia como si de eso dependiera su vida.

-¿Tu, comes muchos dulces?- pregunto de lo mas relajada.

-Em realidad, es mas bien un habito que me contagio Yuka-

-¿Ustedes, son muy cercanos?-

-en el pasado, lo eramos pero debido a las obligaciones de ambos, ya no nos vemos Como a mi me gustaría- su mirada se torno triste, así que Natsumi decidió no seguir.

-El regreso a Inazuma sera difícil, todos los medios y...yo...espero y no intentes escapar-

-No intentaré nada, hicimos una promesa, no la romperé, y no me iré si no intentas nada estúpido- Contestó el, con un gesto divertido en la cara

-¿a que te refieres?-

-No dejare que vuelvas a sobre pasarte Conmigo,  no me tocarás ni un pelo, recuerda que es un acuerdo todo esto es una farsa-

-¿Que? Yo. ¿Propasarme contigo? sigue soñando- grito molesta y acalorada...se levanto de la silla con gran indignación.
Goenji apenas y podía contener la risa, pero lo peor paso cuando con elegancia la castaña regreso por sus plato de Hotcakes.

-Estos los hice yo!!- marchandose definitivamente.

CONTINUARÁ...

AL FIN ACTUALIZO DESPUÉS DE MUCHO.

COMO SIEMPRE ESPERANDO Y LES GUSTE MUCHO.

BUENO

Sin mas me despido

Gracias leer y perdon por las faltas de ortografia si les gusto no olviden votar o comentar su opinio es importante!!!❤❤