5

La fiesta numero 6 de Fudo Goenji era todo un exito. Sus amigitos y los amigos de sus padres se habían reunido como en los viejos tiempos y eso tenía muy feliz a todo el mundo.
—Mi querido Fudo— su abuelo Katsuya estiró sus mejillas con mucho cariño. —Eres cada vez mas grande.
—¡Dejame mejillas Katsuya También quiero darle amor a mi nieto— sonrió su abuelo Souichiro, quien cargaba una enorme pila de juguetes.
—¡Fudo-chan!— habló fuerte, su joven y bella tia, quien corrió animada a los brazos de su sobrino, para rescatarlo de las extremas muestras de afecto de los abuelos...
Yuka se había convertido en una chica demasiado linda.
—Tia adivina. Ayer logré meterle un gol a Koko-chan, al fin.
—Increíble cielo, pero que mas se podría esperar del hijo de un gran atleta— simultáneamente miraron a Shuya quien trataba de separar a los abuelos que discutían por el derecho de apretar las mejillas de Fudo. (El tiempo los había convertido en hombre mas relajados) Cuando de la nada un balon de de futbol golpeó la espalda de Endo, que tranquilo bebía un poco de jugo.
—¡Takuya-chan!— gruñó Haruna al darse cuenta de las travesuras de su hijo.
—¿Como lo supiste mamá?
—Yo lo se todo.
—¡Pero pensé que te estabas besando con papá a escondidas!— contestó uno de los gemelos Fubiki que llevaba de nombre Takuya: el niño de cabello azul claro y enormes ojos verdes, muy parecidos a los de su padre.
—¿Que dices?—Haruna se puso tan roja como un tomate y como si de eso dependiera su vida el niño se echó a correr, temiendo las represarías que tomaria se madre.
—¡Ah! ¡Todo esta bien,
todo esta bien!— sonrió Shiro, cargando a su pequeña y hermosa hija Yukiko, (la gemela de cabello azulado claro y ojos azules) Shiro trataba de disimular mientras miraba a su esposa e hijo discutiendo. Takuya eran un demonio que siempre terminada metiéndose en problemas.
Mientras que Yukiko su adorada hija era dulce, tranquila y muy timida.
Al parecer estas características hacían que pequeño Fudo siempre mirara en silencio y muy atento a la niña.
—Pareces bobo— el niño de cabello lila no dudó en darle un zape a su amigo. —Escuché a Papá decir que Fubuki-sama se volvera nuestro nuevo entrenador y Otonashi-san nuestra maestra, y que por eso ya no vivirán en Hokkaido. Asi verás mas seguido a Yukiko.
—¡Callate Yuta!— fingiendo indignación huyó de su mejor amigo, quien era hijo de nada mas y nada menos que...
—¡Oye Fudo!— era su padre llamandolo, para que se acercara a su pastel color azul cielo con hermosas nubes; hecho obviamente por el mejor pastelero de todo Japon, un regalo tan extravagante como lo era su abuelo materno.
—El pastel mas bonito de todo el mudo para el niño mas hermoso de todo el mundo— habló alegre Natsumi al ver la cara feliz del pequeño rubio.
—¡cargame mami!— sonriente, abrió los brazos para que su mamá lo cargara. —Quiero que me cargues.
—Ahora tu madre no puede
hacer eso— dijo su papá tomandolo en brazos y alzandolo tan alto como el niño quería. —Eso podría asustar a tu hermanito— señaló Shuya, el ya muy abultado vientre de su esposa.
—Cuando Kenta llegue, te cargaré todo lo que tu quieres cariño— la castaña acunó la cara de su pequeño y con su conocida calidez lo abrazó y luego depósito un pequeño beso en su nariz.
Entonces Fudo sonrío todavía mas.
—¡Vamos a soplar, a soplar!—Rio mucho mas ampliamente el niño tras jalar la mano de su papá, quien feliz lo cargaba.
—¡Muy bien cariño a la de tres,
¿vale?— Natsumi se colocó detras del pequeño, quien feliz afirmaba con su cabeza ante las palabras de su madre. Emocionado esperando. — Uno, dos y tres.
¡Que todos los deseos de Fudo se hagan realidad!
Su padre lo abrazó con fuerza.
Los latidos de su corazón se habían tranquilizado al sentirse proteguido por el. —Oye, Fudo.
—¿Que?
—Abre los ojos bobo— dijo
con una sonrisa.
Impresionado volvió a la realidad al fin abriendo los ojos.
Fue alli que sintió como su joven padre lo sacudía para hacerlo volver.
Todo habia sido un simple sueño.
—Vamos, bobo despierta— Decía el chico desesperado.
—¿pa?
—¿Piensas que es gracioso asustarme? pensé que... Pense que algo malo te había sucedido, ¿sueles llorar mientras duermes?— el rubio estaba medio molesto mirando a su joven hijo a los ojos con severidad. —¿A caso me escuchaste?— lo miraba extrañado, con una ceja levantada y el típico toque serio que lo caracterizaba.
—Lo siento— se disculpó y eso preocupó a Shuya, pues le parecia raro que Fudo no dijera nada mas.
El Goenji mayor notó sus sonrojadas mejillas y tocó su frente para sentír mejor su temperatura corporal. Pero estaba muy normal, parecía que solo había sido un muy mal sueño. —¿Fue una pesadilla? No te preocupes los malos sueños son solo eso.
—No, en realidad fue un sueño genial, Dios, todo lucia tan real y... mamá ella estaba allí...— Fudo trataba de retomar la compostura pero le era muy dificil debido a como se sentía.
—¿por que lloras si fue un buen sueño?
—yo...— suspiró con cansancio y aguantado el llanto. —Quería que fuera real, quiero que sea real otra vez.
Silencio
Y entonces inesperamente su padre se levantó y con una extraña sonrisa le ofreció la mano.
Sin entender mucho, el rubió aceptó la mano que le ofrecía y para su sorpresa ocurrió lo que menos esperaba...
Eran apenas las 4:00 am y Shuya lo llevó a un lugar que no estaba nada cerca de su casa, sin embargo ese era su lugar favorito para practicar y sobre todo pensar.
Con un rostro serio se paró en medio de la enorme y solitaria cancha de futbol. — Bienvenido al mejor lugar de desahogo del mundo— el muchacho le lanzó el balon y sonrió.
Fudo se sintió más seguro y en confianza para poder moverse en medio del campo.
Era veloz y eso enorgullecía mucho a su padre, que en poco tiempo le alcanzó, moviéndose con mas naturalidad.
—¡Padre!— Soltó Fudo con los ojos muy abiertos.
El balón estaba en el aire, luego con una poderosa agilidad, Shuya giró subiendo hacía el balón creando con sus piernas un tornado de Fuego, con fuerza finalmente pateó con la pierna izquierda directo a la portería.
El soberbio disparo en el aire había envuelto al balón en llamas y lo había llevadó a atravesar la portería con tanto poder que Fudo apenas y pudo creerlo. —¡Papá!— el chico corrió hasta donde su padre y muy impresionado comenzó a alabarlo.
—Eso fue lo mas genial que e visto.
Shuya abrió los ojos y sonrió. —No me digas que no te eh enseñando el tornado de fuego.
—No, no es eso. Es que verte hacerlo es tan genial como lo describió mamá, realmente eres increíble— la enorme sonrisa de Fudo sin duda lo avergonzó un poco asi que en respuesta colocó la mano sobre la cabeza de su hijo y sonrio.
—En el futuro recuerdame mostrarte todas mis técnicas. Te vas a volver el mejor delantero que haya dado Raimon.
—¡Papá!— con los ojos llenos de lagrimas corrió a los brazos de su padre, lloriqueando y pegando todos lo fluidos que fabricaba su cara.
—Ya basta. No abuses— el muchacho no pudo continuar, al notar como los ojos de Fudo se humedecían de nuevo. Con la poca paciencia que tenía, se masajeo la nuca y respiro profundo. —Escucha te dejaré abrarme un poco mas pero es todo ¿ok?.
— No importaba que momento sea, en el futuro y en el pasado, Goenji tu eres la persona mas genial de todas.
Tras esas palabras los ojos le comenzaron a arder, sin embargo jamas dejaría que Fudo lo viera llorar.
Con un lloron ya era suficiente...
Mas tarde recibieron el amanecer en el puente de la Ribera.
—En este lugar.
—¿Que cosa? Es un lugar muy bonito.
—fue en este lugar que hablé por primera vez con Natsumi— soltó Shuya con los ojos cerrados y dejando que los primeros rayos del sol lo bañaran. —Ese día simplemente apareció, jamas me había percatado de su presencia. Quizas por que era nuevo en Raimon, estacionó su auto juto a mi para hablarme desde la ventanilla. Y fue entonces que al fin pude verla: Sus ojos brillan como las inesperada gotas de lluvia en el verano. Sin duda alguna la chica que en ese momento tenia enfrente era la mas hermosa que habia contemplado.
(...)
—Mucho gusto Goenji mi nombre es Natsumi Raimon— saludó ella con una soberbia sonrisa.
—Hola Natsumi— apenas y contestó tratando de ser amable.
—Este no es el camino que tomas para regresar a casa ¿o si?— el rubio la miró extrañado sin entender a donde queria llegar esa chica y esta al ver su cara de confusión decidió ir al grano. —Disculpa la intromisión, pero me tomé la molestia de investigarte, también lo que le sucedio a tu hermana— eso último molestó al muchacho quien en un acto grosero le dio la espalda dispuesto a ignorarla, pero no esperaba que ella alzara la voz. —¡¿No Piensas hacer Nada?!— insistió con determinación, pues no iba a desistir hasta hacer que el chico entrara en razón. —mi intuición me dice que quieres jugar con ese equipo, por eso siempre tomas esta ruta.
—¡No me molestes!— escupió con indiferencia y algo de molestia.
—¿crees que renunciando al futbol, ayudaras ala recuperación de tu hermana?— esto último lo dijo con una voz mas sueve. — Lo siento pero estas cometiendo un grave error, ¿Recuerdas quien era la persona a la que mas le gustaba verte jugar futbol?.
los recuerdos de su pequeña hermana lo invadieron y eso lo hizo voltear hasta aquella chica. —Ah, Mi...Hermana— quedó impactado mientras ella solo sonreía.
—¡Bien, vamonos ya!— y sin mas se alejo. Dejando convencido, al muchacho de lo que debia hacer.
Los ojos de Goenji al fn se abrieron para fijarse en los de Fudo y sonrió como si de alguna forma hubiera vuelto a vivir ese momento. —Tienes los ojos de ella.
—¿ah?
— de allí en adelante siempre la observé, Natsumi tiene una particular forma de ser, creo que en realidad la miraba tanto por que me gustaba y por eso quise respetar sus sentimientos. Ella amaba a Endo y yo acepte su decisión.
—Papá
—Que tu existas, me confirma que respetarla fue la elección correcta.
.
.
.
Por otro lado.
La mirada de la castaña, se posó sobre el techo se su habitación.
Sus manos recién había soltado el peluche que por nervios había estado abrazando. Despertar temprano no la había distraido de sus pepensamientos, pues por alguna razón no dejaba de pensar en ese chico y sus extrañas palabras.
Goenji nunca habían sido de esa forma, incluso parecía que trataba de conquistarla.
Rápidamente buscó el celular.
Era la primera vez que lo llamaría, pues apesar de tener el numero de todos los de el equico ella jamas había llamado a Shuya.
Nerviosa alzó la mirada, buscando el número. «Quiero que tengas razones para que te quedes conmigo siempre» Que tipo tan raro, aún que a decir verdad eso lo volvía mas interesante. ¿que planeabas con todo eso? Se pregunto la chica mientras distraída jugaba con el celuar rosado que apenas había sacado de su bolso...
Y entonces después de pensarlo un rato se armo de valor, dispuesta a llamarlo pero inesperadamente el celuar comenzó a sonar....
—¿Natsumi?— se escuchó del otro lado.
—¿Endo?— sus ojos reflejaron una inevitable alegría al oir la conocida voz..
—¡Lo siento, si estas ocupada te llamo mas tarde...
—No, para nada, no tienes que preocuparte. ¿Que ocurre?— habló saliendo de su trance.
Silencio
—Ah, yo, ¿Quires que salgamos?
—¡¿Que dices?!— el rostro de la castaña se enrojecio ante la apresurada petición.
—¡Ahm, si!— ni lo pensó.
—Bueno, quizás podemos comer un ramen después de clase.
—¡Helado estaria bien, un helado. Algo mas sueve ¿no?
—Helado entonces...
—Si...
Estupidamente eso fue lo único que se dijeron. La chica colgó el teléfono y suspiró largamente. El recuerdo del muchacho llego a su mente, su alegre voz y esa energía.
Pero el ambiente cambió cuando observó de nuevo el celular con el numero y su nombre.
Shuya Goenji.
Todo dio le dio vueltas en la cabeza, decidio dejar la cómoda cama y sentarse en su solitaria ventana, se dispuso a observar el cielo pero no logró apreciar nada. ¿De que hablaria con Endo? ellos solo sabían hablar sobre futbol y siendo honesta ¿de que más podian hablar? Sin embargo había algo que la atraía a el como las abejas a las flores...
Mas tarde
Goenji llegó a Raimon dispuesto a todo.
Invitaría a Natsumi a una cita y eso lo tenía medio nervioso, mas no soportaba la idea de desistir.
—¡Goenji-kun!
Fue entonces que volteo un poco y se dio cuenta que Haruna corría hasta el.
—¿Haruna?— sus ojos se posaron sobre el de inmediato... —¿Que pasa?
—Natsumi y Endo tendrán una cita.
CONTINUARÁ...
HASTA AQUI EL CAPITULO.
LO MEJOR APENAS ESTA POR VENIR..
bueno
sin mas me despido.
Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gusto no olviden votar o comentar...como siempre su opinión es MUY IMPORTANTE. ❤❤
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