Al día siguiente, Goenji se preparó para lidiar con la terrible carga que tenía que caragar tras lo que había dicho su supuesto hijo del futuro. La verdad era que no sabía si creerle o no a ese extraño chico, aunque de cierta forma el tenía un aire aledaño y familiar, en especial al verlo dormir tan tranquilo con el pulgar en la boca y su torcida postura (Muy parecido a su forma de dormír). Además tenía ese extraño aire a la chica Raimon, la mujer con la que se casó en el futuro.

Fudo ciertamente era tran atractivo como Natsumi, delgado, rubio de cabello rebelde, su piel era ligeramente bronceada y esas sigulares pecas sobre la nariz que para su mala fortuna se parecía a la de su propia madre...
Aún asi seguía dudando. Si hasta hace poco el creía que el amor no era ni por asomo para alguien como el.

¿Quien podría amarlo, si todos lo creeian una persona demasiado distante?

Recordó entonces la pequeña conversación que habían tenido durante la noche...

—pero en el futuro somos personas demasiado normales, yo juego futbol pero soy defensa por ahora— soltó tras darle un sorbo a su soda.—Tu trabajo es demandante pero siemore vas a verme a los entrenamientos.

—¿Ya no juego futbol?— exaltado Goenji se puso de pié.

—¡Eres feliz con tu vida!...

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—¡Oye, son las 7:30 am y la primera clase es a las 8:am— Goenji movió a Fudo quien para su sorpresa se levantó de un solo salto y comenzó a correr desesperado por toda la habitación.

—¡LAS 7:30, DEBO PONERME LOS DIENTES Y CEPILLARME LOS PANTALONES!— Gritaba apresurado y mas loco que un gato encerrado.
Una gota de sudor corrió por la frente de Goenji mientras serio observaba tal alboroto...

7:45 am

—¡Vámonos, Vámonos!— apresuro el paso Fudo al estar en el la entrada, moviendo su mano con rapidez mostrado una sonrisa llena de energia y subiendo contento al auto del abuelo Katsuya. Por alguna extraña razón el doctor quien se había cruzado con los chicos durante el desayuno había adorado al interesante amigo de su hijo. Ademas Yuka pensaba exactamente lo mismo 'La presencia del chico les había sorprendido, pero por otro lado les inspiraba confianza' y sorprendentemente a esas alturas Fudo ya se había ganado a su familia del pasado. Incluso Katsuya admitió lo muy educado que era...

—¿Por que les caiste tan bien? Osea eres demasiado empalagoso— se quejó Shuya mientras miraba el soleado paisaje.—y estas usando demasiado rojo, incluso los calsetines.

—Pues solo tienes cosas rojas. No tenía ni por donde elegir— Soltó dejandose caer en el respaldo del asiento.

—¿Que? Eres bastante mal
agradecido — se exaltó y entonces miró fijamente a Yuka con una mueca de pena. Provocando que esta se pusiera algo sonrojada.

—¡YA TE DESCUBRÍ!— Gritó Fudo asustando a todos y rompiendo el momento entre los hermanos.
—jajajaja No seas envidioso Goenji-kun, el rojo me va muy bien, relajate soy una pequeña parte de ti— se burló y asi comenzaron una pequeña discusión que Yuka presenció divertida. '¡¿NO TE ASUSTES YUKA?!' gritaron al mismo tiempo dejando a la pobre niña mas muda que antes.

—¡Ay lo siento!— Fudo tomó las manos de la niña de las trecitas.
—Eres tan adorable como me contaron.

—Deja a mi hermana de una vez— ordenó molesto.

Padre e hijo se contemplaron, uno todo sonriente y brillante y el otro tratando de no explotar como una lata de soda agitada. Sin embargo Shuya notó que Fudo era bastante parecido a el y eso lo llenó de orgullo...
Y al entrar a la escuela todas las miradas calleron sobre ellos.

—¡Todos te miran!— susurro el rubio mayor.

—¡Nos miran!— escupió Fudo tras caminar tras su padre, básicamente había empujado a Endo quien en compañia de Kido miraban la triunfal entrada de los rubios...

—¡parece que Goenji tiene un clon!— dijo el chico de los gogles al mirar a ambos rubios. —Y uno bastante grosero.

—No lo juzgues quisas este pasando por una situación— contestó el siempre amable Endo...

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El plan era simple, Goenji entraria a todas sus clases mientras que Fudo se quedaria en los alrededores matando el rato, esperando a que las clases terminaran. Mas tarde cuando la campana del descanso sonara estos se verían en un parque aledaño al colegio. Un lugar donde no hubiera tanta gente...

Y quizas todo habría resultado de acuerdo al plan. Aburrido Fudo esperaba sentado a la sombra fresca de un frondose árbol. —¿que haces casi dormido?— dijo Goenji frente a su hijo.

—¡Estoy tan aburrido papá, vamos por algo de comer porfavor!...

Los chicos discutían con suma tranquilidad, sin imaginar que unos curiosos ojos observaban la situación desdes las sombras; a pesar de eso ambos jovencitos enlazados con un parentesco de diferencia abismal de 20 años entre los hilos del tiempo que se tejían por extraños acontecimientos que se llamaban destino, no se percataron en ningun momento.

—¡Olvide mensionar algo Fudo!

—¿Que cosa viejo?— Cantó recibiendo una rebanada de Pizza. Para Shuya Fudo se estaba volviendo una molestia y odiba que lo llamara viejo, pero era su hijo (supuestamente) y el jamas dejaria a su hijo morir de hambre.

—¡No me digas viejo, ni papá!— reclamó perdiendo rapidísimo la paciencia. Fudo soltó una carcajada confiado y movio su mano frente a el, acercandose de forma disimulada.

—¡Tu solo eres grosero cuando la situacion te supera, asi que Calma, calma!— lo hizo calmarse deteniendo sus acciones y atenciones hacía el rubio, para proseguir a darle un mordisco a la pizza. Al saborearlo y sentir el saborcito en su boca soltó un extraño grito de disgusto. —¡Que asco, pensé que en el pasado sería mejor pero me equivoque. ¡Odio la pizza!— confesó con una mueca y sacando un rubor completo a su acompañante; Quizas si era su hijo. Había pasado la primera prueba de compatibilidad con el y había salido positiva al cien por ciento.

—Eres un mal agradecido.

—Pues la pizza es una porquería. Debiste comprarme Ramen... Digo si vas a ser un favor haslo bien ¿No?.

—Que exagerado— se quejó Shuya apretando los dientes y sacando otra carcajada a su hijo.

—Tu también lo eres pap-...— paró en seco cuando su querido padre lo encaró con furia. Indicando que si quería seguir viviendo no pronunciara esa palabra.
—Shuyi.

—¡¿Que, como se te ocurre decirme asi tonto?!— arremetió completamente rojo por escuchar ese apodo tan personal. (Yuka solia decirle asi cuando era muy pequeña) hizo un puchero y entonces a Goenji le pareció ver la cara de la chica Raimon por un breve instante...

—Es que mami dijo que no debía llamarte por tu nombre— se quejó
—Ademas tu siempre te vez muy feliz cuando ella te llama con ese apodo. ¿por que yo no te puedo decir así?— sentenció, volviendo a hacer un pequeño puchero. Sin darse cuenta que sus inocentes palabras habían dejado al goleador de fuego en deplorables condiciones. —¡Vamos por Ramen!— suplicó.

Confirmando por su imprudencia al decir las cosas que si era su hijo. Todo cuadraba.

—¿Cuanto tiempo estarás aqui? ¿Cuanto tiempo tenemos para que ella se enamore de mi?— comento Goenji desvíando la vista para no ver como su hijo ponía una cara picara y se burlaba de el.

—Menos de una sema— la simplicidad con lo que lo dijo lo acompañó con una enorme sonrisa en sus labios.

—¿Que? ¿Tan poco tiempo?

—El tiempo sabiendolo aprovechar por mas corto que sea es util— suspiró con simpleza dejando a Goenji en una zanja de emociones negativas. No era que el dudara de sus habilidades, el sabía que podia hacer cualquier cosa que deseara, esforzándose se llega hasta el cielo. Sin embargo el jamas había buscado una relación romantica y lo mas cercano a una pretendiente era la señora del almuerzo que alagaba su porte y eso daba bastante asco. Y ahora aparecía un hijo del futuro que le decía que y lo había tenido con la única mujer que el jamas escogería. Era linda pero demasiado pretenciosa de todos modos, parecía que pensaba que el mundo no la merecia...
¿Como mierda debía reaccionar? Pero apesar de todo, sus inseguridades no le impidieron pensar con un poco de calma, debatiendo mentalmente que si había sido acertada la teoria de su hijo su madre todavía estaba enamorada de su amlgo Endo.

Esa trama parecía ser la típica trama romántica del chico enamorado de una chica que ya estaba enamorada de otro chico que no se daba cuenta(Explosión cerebral) Natsumi Raimon quería a Endo pero este la rechazaba por que a el le importa mas el futbol. Entonces allí entraba el, la consolaba y esta se enamoraba pérfidamente al punto de tener sexo y crear un hijo. Típico cliche de libro romántico. Sin embargo tenía menos de una semana para logra enamorarla ¿Como lograría eso? Si ella era Natsumi Raimon ¿Como la enamoraria?...

—¿papá?— dijo Fudo dandole un pequeño golpecito en la mejilla, enloqueciendo por completo a Shuya pues lo había sacado de sus pensamientos...

—¿Que pasaria si por alguna razón ella no se enamora de mi? ¿Que pasaría?— cuestionó sin ver en ningún momento a su hijo. Simplemente mirando sus manos...

—Pues en primera Endo y Aki Kino no se enamorarían. Aki se da cuenta que ama a Endo por que el muy tonto se interesa en mamá cuando ella se enamora de ti...

—¿Esto que tiene que ver con Aki y Endo?

—Ello se tienen que casar para que Raimon no cierre ¿No es obvio?— a Shuya casi se le caen los calzones de la impresión —El abuelo estaba haciendo las cosas mal, estaba confiando en gente mala y eso quebrara su economía. y habrá caos pero tu y Endo lo ayudaran asi que no te preocuoes tanto— suspiró con pesadez.  —Tienes que esforzarte o no te quedaras con mamá y estarían incompletos el uno sin el otro. Además yo no naceria— susurró con una pequeña pizca de sorpresa.
Shuya mordió sus labios y apretó su corazó que parecio sentir un dolor tremendo. Un futuro sin Raimon y el sin Natsumi y sin su mocoso ruidoso.
¡NO QUERIA ESO! enrojeció de golpe y tubo que arquear las cejas antes de tomar la decisión de golpearse con fuerza las mejillas con las manos.

Fudo soltó un grito. —¡¿PAPÁ?!

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Mas tarde

Se encontraban en los alrededores de la tore de metal.
Tal y como Fudo lo había predicho de forma certera el ambiente entre Natsumi y Endo era tensó y romántico. (Los habían seguido básicamente todo el día) ambos rubios disimulaban mientras se encontraban a solo unas cuantas bancas de distancia. Estaban esperando la confesión de amor de Natsumi que cabe mencionar estaba mas bonita que nunca.

Shuya tenía los puños apretados ante la asfixiante idea que tenía dentro de su cabeza. Por fin podia admitirlo abiertamente: Odiaba ver a Natsumi tan enamorada de Endo ¿por que el? Fudo tampoco se sentía bien, sin duda se asqueo al escuchar a su madre decirle "me gustas" a un hombre diferente a su papá y peor aún al saber que sería rechazada.

—lo siento Natsumi, pero creí que solo eramos buenos amigos— los dos hombres agenos al asunto escucharon de forma clara esas palabras. Los dos sudaron frío y de nuevo una horrible sensación los invadió. Endo seguía hablando pero Natsumi parecía perderse y soltar una ingenua sonrisa.

—¡¿Fudo?!— interrogó de forma exagerada el chico, perdiendo por completo el hilo de la conversación. Se perdió en las sinceras lagrimas que salían de los ojos de su hijo, el chico trataba de ocultar su rostro lloroso con sus brazos. Shuya no tenía ni idea de que hacer ¿Ahora tenía que consolar a dos personas? —¿Por que lloras tonto?— indagó pasando una mano sobre su cabello y los acaricio de forma violenta. Fudo lloraba de forma violenta mientras detenía a medio camino la mano de su padre, para acto seguido abrazarlo y pegar su rostro en su camisa, restregando sus lagrimas, babas y mocos sobre esta.  —¡Ay que asco Fudo, Fu, basta ¿sabes lo extraño que esto es?— regaño al chico tratando de alejarlo de el en vano. Asi que Goenji solo se resigno y le dio un par de palmaditas en la espalda...

—¡Perdón pa!— sollozó con timidez, su enrojecido rostro. Sorbió sus mocos sacando un asco disimulado a Shuya junto con la nota mental de lavar su ropa al llegar a casa.

Pronto Endo se alejó de Natsumi con cierto aire incomodo y con las mejillas rojas. Pasó un corto rato y entonces Natsumi también se levantó dispuesta a ir a casa...

—¡Aqui viene!— gritó Fudo cambiando su dramatica expresión y sacando un terrible susto a su papá. —Pon tu cara mas seductora...

—¿Que mierda significa eso?...

Lo aventó y este cayó frente a Natsumi.

—¿Goenji-kun?— lo miró expectante con los ojos abiertos. La luz del sol parecia beneficiar su gentil sonrisa "Que linda"

—En-Endo te dejo sola— soltó casi sin pensarlo ante la mirada de su hijo quien solo se golpeó la frente.

—Eso creo— contestó con la voz entrecortada, al tiempo que sus ojos se iban volviendo cristalinos de poco en poco, cruzando miradas con los castaños ojos del muchacho que tenía de frente. Natsumi simpre le pareció lejana como el horizonte sin embargo en ese momento ella estaba allí.

Su fortuna.

Su castigo.

—¿Que te pasa?

—Nada— sonrió, pero en un parpadeo rompio sus propias palabras y unas cuantas lagrimas brotaron. Eso fue suficiente para hacer actuar a Goenji. Rodó sus ojos y no pudo evitar acercarse un poco mas a ella. —No quiero llorar, no esta bien— sonrió.

—Oye— dijo sin remordimiento. Shuya enrojeció con suavidad, fruncio el ceño y suspiró con pesades logrando estirar su tembloroso brazo, colocando una de sus torpes manos sobre el rostro de Natsumi.

—¡¿Ah!?

—Esta bien. Incluso los fuertes lloran aveces— palabras suficientes para que Natsumi se quedara sin palabras.

CONTINUARÁ...

Queridos amigos ya estoy devuelta, con un capitulo mas...

Bueno

Sin mas me despido
Gracias por leer y perdon por las faltas de ortografia, si les gusto no olviden votar o comentar. Como siempre su opinion es lo mas impotante❤❤