Propulsados ​​por los colmillos de Behemoth que rasgaban la pared, trozos de la Muralla Maria fueron lanzados a través de la ciudad, aterrizando con choques explosivos. Entonces, los Titanes comenzaron a llegar desde el exterior.

De pie en la sección destruida de la pared, Behemoth observó cómo comenzaron a causar estragos. Aunque había soldados estacionados en la parte superior de las paredes, eran completamente ineficaces contra la piel de Behemoth, que era tan gruesa que el equipo ODM, las armas e incluso los cañones no pudieron perforarla.

Los soldados se dieron cuenta rápidamente de que no podían hacer absolutamente nada y abandonaron ese esfuerzo en favor de retirarse de Shiganshina. El muro, que se había mantenido erguido durante más de un siglo, se había roto, desafiando toda lógica conocida por la humanidad. Ahora, la única opción que quedaba parecía ser evacuar a la mayor cantidad de ciudadanos posible de Shiganshina, y luego sellarla. Incluso si los Titanes que inundaban la ciudad pudieran ser asesinados, más simplemente tomarían su lugar.

Shiganshina fue declarada una pérdida total solo diez minutos después de la aparición de Behemoth. Las autoridades de la ciudad decidieron entonces que darían veinte minutos más para los esfuerzos de evacuación, y luego se cerrarían las puertas que conducen al resto de Eldia.
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Tan pronto como la conmoción del ataque desapareció, Eren se dirigió hacia su casa con Mikasa justo detrás de él. Armin se había ido a buscar a su abuelo, diciendo que encontraría a Eren y Mikasa más tarde.

Corriendo por las calles de Shiganshina, Eren trató de ignorar una sensación de temor que lentamente consumía su mente. Había visto un trozo de la pared aterrizar justo en el área de la ciudad donde vivía, y esperaba desesperadamente que no hubiera golpeado su casa.

Eren: Mamá estára bien, tiene que estarlo. Estaba en casa, no hay forma de que esté herida. Mikasa y yo llegaremos a casa, encontraremos a mi mamá, luego aparecerá mi papá y saldremos de Shiganshina. Armin y su abuelo estarán allí, y todo estará bien. Tiene que estar bien!

Cuando Eren dobló la esquina y su casa apareció a la vista, se congeló por completo. Mikasa se estrelló contra él y ambos cayeron al suelo. Mikasa levantó la vista y su corazón cayó. La casa fue aplastada bajo un trozo gigante de la pared. Eren gritó de horror y saltó sobre sus pies, corriendo hacia él.

Eren: "¡MAMÁ!" Gritó cuando llegó a donde había estado la puerta principal. Miró a su alrededor desesperado, esperando que ella no hubiera estado dentro cuando fue golpeado.

Carla: "Eren".

Escuchó la voz de su madre gritar débilmente. Era de la parte de atrás de la casa. El alivio lo inundó mientras corría alrededor de las ruinas de la casa con Mikasa justo detrás de él.

Eren: "¡Mamá! ¿Dónde estás? ¿Estás-"

Eren jadeó ante la vista. Su madre quedó atrapada con las piernas atrapadas debajo de una sección derrumbada de la casa.

Eren: "Mamá…." Llamó débilmente mientras se precipitaba hacia adelante, agarrándola por los brazos y tirando.

Carla: (Gritando de dolor) "¡Alto! ¡Alto, por favor!" Las lágrimas ya corrían por sus mejillas mientras su rostro comunicaba la desesperanza de la situación.

Eren: (Gritó) "¡Mikasa!". "¡Ayudame!".

Eren se agarró a los escombros que sujetaban a Carla y comenzó a intentar levantar. Mikasa se adelantó y se unió a él, a pesar de saber que ya era demasiado tarde.

Carla: "Eren, escúchame", dijo  desesperadamente. "¡Necesitas correr, ahora!".

Eren: "¡No!" Grito. "¡No te dejaré!"

Carla: "¡No tienes elección ! ¡Tienes que correr, ahora!"

Eren: "¡No!".

Eren se negó a darse por vencido mientras continuaba tratando de levantar los escombros. Cuando Mikasa trató de ayudarlo, miró a Carla con aire de abatimiento.

Mikasa: "Eren ..." dijo suavemente. "Es demasiado tarde.".

No hubo respuesta de él ya que los ignoró a ambos, negándose a aceptar la situación.

La realidad de la situación golpeó a Mikasa.

Mikasa: "Está sucediendo de nuevo", murmuró para sí misma.

Una voz repentinamente rompió el aire.

Grisha: "¡Carla!".

Fue Grisha, quien vino corriendo desde la dirección de su clínica. Puso su maletín en el suelo y rápidamente examinó la situación. En cuestión de segundos, llegó a la misma conclusión horrible que tenía Mikasa. Con una mirada embrujada en sus ojos, suavemente tomó a Eren por los hombros y lo apartó de su madre. 

Grisha: "No sirve de nada", le dijo a su hijo. Eren miró el rostro de su padre, esperando encontrar alguna apariencia de esperanza.

No hubo ninguno.

Carla miró a su esposo mientras él se paraba sobre ella con una expresión arrepentida. Una conversación tácita pasó entre ellos en el lapso de unos segundos. Terminó cuando Carla finalmente habló.

Carla: "Solo lleva a Eren y Mikasa a un lugar seguro. Encuentra a Armin también. Los tres necesitan permanecer juntos".

Después de un momento de vacilación, Grisha asintió. Se inclinó y le dio a su esposa un último beso. 

Carla:  "Adios, te amo."

Un ruido sordo sorprendió a todos. Grisha se volvió y abrió mucho los ojos. Era un Titán, parado sobre los cuatro. Grisha lo miró por varios momentos, y pareció devolverle la mirada. Sus ojos los escanearon, después de un momento de silencio helado, Grisha estalló en movimiento.

Levantó a Eren en un brazo mientras extendía una mano hacia Mikasa.

Grisha: "¡Mikasa, toma mi maletín!".

Mikasa cogió el maletín de Grisha con una mano y agarró su mano extendida con la otra. Salieron corriendo cuando el Titán se agachó y comenzó a cavar los escombros que inmovilizaban a Carla.

Se cubrió la boca con la mano para evitar gritar de miedo.

Las lágrimas fluyeron por su rostro cuando el Titán la liberó, revelando sus piernas aplastadas. El Titán la levantó y comenzó a levantarla hacia su boca.

Eren observó con los ojos muy abiertos mientras trataba de liberarse de las garras de su padre.

Eren: (Gritando) "¡MAMÁ! ¡NO! ¡PAPÁ, REGRESE! ¡REGRESE POR ELLA! ¡NO LA DEJE MORIR!"

Grisha ignoró los gritos de su hijo mientras avanzaba, cada paso le hacía otro agujero en el corazón. Mikasa mantuvo su mirada hacia adelante, no queriendo ver lo que estaba por suceder.

Eren no miró hacia otro lado. Observó horrorizado cómo los dientes del Titán se cerraban alrededor de su madre.

Carla cerró los ojos por última vez al pensar en su familia.

CRACK!

Incluso desde la distancia, Eren podía escuchar el chasquido de la columna de su madre cuando los dientes del Titán la partieron en dos.
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Grisha se abrió paso a través de las multitudes de personas pulsantes y aterrorizadas mientras intentaba desesperadamente alcanzar la puerta que daba a Shiganshina.

Grisha: "Vamos vamos vamos…." Murmuró para sí mismo. Mantuvo un sólido agarre en la mano de Mikasa mientras avanzaba, no queriendo que accidentalmente la soltara y se quedara atrás. Eren ya estaba corriendo junto a él, sosteniendo su otra mano.

Ambos niños estaban en completo silencio.

Armin: "¡Eren! ¡Mikasa!"

Grisha se volvió y suspiró aliviada. Fueron Armin y su abuelo, quienes parecieron ilesos.

Grisha: "¿Estas bien?" 

Abuelo de Armin: "Estamos bien", dijo con gravedad. "Salgamos de aquí".

Grisha asintió y los cinco se pusieron en marcha.
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Juntos, lograron atravesar la puerta un minuto antes de que se cerrara, atrapando a miles de personas en la ciudad. Después de abordar un ferry que transportaba refugiados a las profundidades de la Muralla Maria, tuvieron un momento para detenerse y descansar.

Armin se acercó con cautela a sus amigos mientras su abuelo y Grisha hablaban juntos. Sabía que no debía preguntar dónde estaba la madre de Eren. Era obvio que algo le había pasado. 

Armin: "¿Están bien chicos?" Su voz tenía un borde nervioso.

Mikasa miró en silencio a Armin mientras Eren mantenía su mirada fija en la pared que se retiraba. Armin asintió en voz baja con resignación y se sentó junto a ellos. No tenía idea de lo que debía hacer o decir. Decidió en cambio escuchar la conversación del adulto.

Abuelo de Armin: "Probablemente tendrán que reubicarnos a todos", dijo en voz baja a Grisha, quien asintió en respuesta mientras se sentaban junto a los niños.

Grisha: "Esto no tiene precedentes", acordó sombríamente. "La humanidad acaba de perder terreno por primera vez en más de un siglo. Sin embargo, me temo que esto es solo el comienzo".

Un rayo, seguido de un rugido chirriante, de repente vino de dentro de Shiganshina.

Armin sacudió la cabeza en estado de shock mientras Grisha visiblemente se estremeció ante el ruido.

Abuelo de Armin: "Dios mío", dijo suavemente. "Ese es el mismo tipo de rayo que cayó cuando apareció ese primer monstruo. ¿Eso significa ..."

Súbitas pisadas vinieron repentinamente de Shiganshina, acercándose rápidamente a la Muralla Maria. La gente en el ferry comenzó a entrar en pánico alarmada mientras los miembros de la Guarnición saltaban del barco, usando su equipo ODM para escapar. Con una explosión colosal, un segundo monstruo atravesó la pared.

Este monstruo más tarde se conocería como Kiseiga. Con una altura de 50 metros con un tono gris, se parecía claramente a un artrópodo, con ocho patas articuladas y un exoesqueleto quitinoso.

(Nota: Para que no saben, este Kiseiga o Muto es una Reina. Y ademas el director de Godzilla 2: Rey de los Monstruos, Michael Dougherty, se llama "Barb" o Reina muto, y las cicatrices, es porque tuvo una batalla o simplemente una muestra de apareamiento).

Lanzó un rugido retumbante que resonó en el paisaje cuando trozos de la pared impactaron en el suelo cercano. Un trozo casi golpeó el ferry, aterrizando justo detrás de él a solo unos metros en el canal, rociando a todos a bordo con agua.

Mientras Mikasa se cubrió la cara con la bufanda y Armin se cubrió la cabeza con las manos, Eren se puso de pie. Grisha extendió la mano para intentar tirar de Eren hacia el suelo, solo para que Eren lo golpeara con ira.

Eren: (Enojado) "No", dijo con los dientes apretados mientras se volvía para mirar a Kiseiga. "Hiciste esto. ¡Hiciste esto!"

Los otros pasajeros a bordo se miraron nerviosos mientras Eren comenzaba a gritar de rabia. Kiseiga no lo notó, por supuesto, pero aun así puso a todos nerviosos.

Grisha: "Eren", dijo  débilmente. "Por favor, siéntate. Gritar no ayudará en nada".

Eren: (Gritó) "¡No me importa!". "¡Hizo esto! ¡Estos monstruos la mataron! ¡LA MATO! Yo ...

Eren se desplomó en la cubierta del ferry y comenzó a sollozar. Los otros pasajeros miraron hacia otro lado con pena, mientras Grisha reunía a su hijo en sus brazos.

Eren: (Llorando) "No era lo suficientemente fuerte", gimió. "No pude salvarla. Es mi culpa que esté muerta".

Armin trató de callar los sonidos de su mejor amigo destrozándose. Mikasa le pasó un brazo por los hombros y aceptó agradecido ponerse en contacto. Ahora sabía que las cosas habían empeorado un millón de veces. Ahora, los Titanes podían derramarse dentro de la Muralla Maria, y no había forma de detenerlos.

Este fue el principio del fin.
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Grisha llevó a Eren mientras conducía a su hijo al bosque cerca del campo de refugiados que se había establecido justo al norte de Trost, la ciudad sureña de la Muralla Rose. Eren no tenía idea de lo que estaba pasando. Todo lo que sabía era que su padre había regresado después de que se hizo un anuncio público en Trost con una expresión de pánico, e inmediatamente alejó a Eren de sus amigos, diciendo que tenían que salir a caminar.

Ahora, estaban a varias millas de distancia de cualquier otro ser humano, y Eren estaba terriblemente confundido.

Eren: (Confundido) "Papá, ¿qué está pasando?"

Grisha se volvió hacia su hijo y suspiró. Dejó su maletín y lo abrió, revelando una variedad de suministros médicos.

Grisha: "Eren", comenzó. "Hay mucho que no sabes sobre nuestro mundo. La razón por la que existen los muros. Por qué existen los monstruos. Qué son los titanes y por qué se aprovechan de nosotros. Todo está conectado".

Eren: "¿Qué?"

Grisha suspiró. Sacó una jeringa de su maletín y la cerró de golpe. Después de examinar la jeringa, parecía satisfecho. Se volvió hacia Eren con una expresión triste.

Grisha: "No vas a recordar nada de esta conversación. Nadie lo hace. Descubrirás lo que he hecho aquí, eventualmente, y te lo digo ahora, lo siento mucho. No debería haberlo hecho". para ser tú, pero lo es. Este será tu poder ahora. Lo he tenido durante demasiado tiempo, y no puedo arriesgarme a que se pierda antes de poder encontrar un candidato adecuado. Solo tengo que esperar que seas capaz de hacer lo que sea necesario ".

Eren se alejó nerviosamente de su padre.

Eren: "Papá ... ¿qué estás haciendo?".

Grisha respiró hondo y hundió la jeringa en la parte posterior de su propio cuello. Hizo una mueca mientras extraía un fluido brillante del hueso del eje, la segunda vértebra superior del cuello humano. Sacó la jeringa y se volvió hacia Eren.

Grisha: "Eren. Lo siento mucho", dijo. Una expresión de pesar cruzó su rostro. "Te quiero."

Eren gritó cuando su padre lo agarró.

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Eren jadeó cuando abrió los ojos. Se sentó rápidamente, solo para encontrar un par de manos gentiles que lo empujaban hacia abajo.

Mikasa: "Está bien. Descansa".

 Fue Mikasa. Eren se relajó un poco y se frotó la frente.

Eren: "Qué pasó", murmuró.

Mikasa: "No estamos seguros. Tu padre te llevó al bosque hace varias horas. Cuando nunca volviste, Armin y yo llevamos a su abuelo a buscarte. Te encontramos tirado en el bosque, inconsciente. el maletín estaba sentado a tu lado, pero no había señales de él. Te llevé de regreso aquí, y Armin y su abuelo deberían volver pronto. Con suerte, encontraron a tu padre ".

Eren trató de recordar lo que pasó, pero por la vida de él, no pudo. De repente hizo una mueca cuando un dolor fantasma le subió por la columna. Levantó la mano hacia la parte posterior de su cuello.

Mikasa: "¿Qué es?" preguntó mientras la preocupación llenaba sus ojos.

Eren: "No es nada", dijo al sentir la piel suave en la parte posterior de su cuello. No estaba seguro de lo que estaba buscando, pero fuera lo que fuera, no existía.

Eren: "Gracias", dijo en voz baja. 

Mikasa levantó la vista en estado de shock.

Mikasa: "¿Para qué?"

Eren: "Por llevarme aquí. Lo aprecio". 

Después de una pausa, Eren respiró hondo. 

Eren: "Sé que no he sido muy amable contigo, y lo siento. Sé que lo que sucedió el año pasado no fue culpa tuya, estaba tan enojado que necesitaba culpar a alguien".

Mikasa miró a Eren con cuidado, sin decir nada.

Eren: "Supongo que ahora", continuó lentamente, "eso parece tan insignificante en comparación con lo que sucedió hoy".

 Él saltó cuando sintió que Mikasa le puso la mano en el hombro. Casi se alejó, pero logró forzarse a relajarse.

Mikasa: "Gracias", susurró.

Eren pudo dar una pequeña sonrisa a cambio.
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Dos años más tarde

Armin y su abuelo nunca encontraron al padre de Eren. Regresaron varias horas después de que Eren se despertó, ambos completamente exhaustos, y colapsaron de inmediato, disculpándose profusamente con Eren.

Eren estaba más confundido que nada.

Al día siguiente, descubrió por qué su padre había entrado en pánico tan repentinamente. Resultó que las cuatro ciudades a lo largo de la Muralla Maria, no solo Shiganshina, habían sido atacadas por un par de monstruos que lideraban una horda de Titán. Estos monstruos llegaron a ser conocidos como Titanes Alfas, y en cada ciudad, los eventos se desarrollaron de la misma manera que habían sucedido en Shiganshina. Ahora, toda la población de la Muralla Maria estaba huyendo dentro de la Muralla Rose.

Fue un desastre humanitario. Se había perdido tanta tierra que la hambruna se convirtió en una seria amenaza. Aunque los Titanes Alfas literalmente desaparecieron en el caos y nunca atacaron a la Muralla Rose, parecía que la humanidad perecería de todos modos.

En su desesperación, el gobierno de Eldia declaró una operación masiva para retomar la Muralla Maria. Participaron más del veinte por ciento de la población, incluido el abuelo de Armin. Casi todos fueron asesinados.

Sin embargo, salvó a Eldia del hambre. Con gran parte de la población adulta de la Muralla Maria habiendo participado en el esfuerzo, quedaron muchos niños abandonados, sin familia después. El gobierno pronto los puso a todos a trabajar en la agricultura dentro de la Muralla Rose. Esto incluyó a Eren, Mikasa y Armin, quienes se mantuvieron unidos durante los largos dos años posteriores a la caída de la Muralla Maria.

No fue hasta que tuvieron doce años que las cosas comenzaron a cambiar.
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Eren: "Me estoy uniendo al ejército", dijo de repente un día mientras los tres estaban almorzando.

Armin se volvió hacia Eren alarmado mientras Mikasa miraba al frente, absorbiendo la declaración de Eren. 

Armin: "¡Pero es peligroso!" dijo preocupado. "¡Muchos cadetes terminan muriendo en cuerpo de entrenamiento!".

Eren: "No me importa", dijo con determinación. Por primera vez en mucho tiempo, el fuego apareció en sus ojos. Meses seguidos llenos de nada más que trabajos domésticos lo habían vuelto loco, y estaba decidido a aprovechar la oportunidad para hacer algo diferente.

Eren: "He pasado el tiempo suficiente excavando en la tierra. Sé lo que quiero hacer con mi vida".

Eren miró hacia el sur, la dirección donde habían perdido todo. Permitió que los pensamientos de su madre muerta llenaran su mente, y se alimentó de su ira. 

Eren: "Voy a matar a los Titanes. Hasta el último de ellos. Voy a borrarlos de la faz de la Tierra. Y luego, mataré a los Titanes Alfas que derribaron las paredes. Los ocho . No me importa cuánto tiempo tome, ni cuánto tenga que sacrificar. Mi madre merece justicia por lo que le sucedió. Lo juro. ¡Los mataré a todos! "

Eren miró a Armin y Mikasa, y descubrió que ambos lo miraban nerviosos. Después de un momento, la expresión de Eren se suavizó. Se volvió hacia ellos e intentó sonreír. 

Eren: "He decidido que eso es lo que quiero hacer con mi vida. No hay cambio de opinión. No se preocupen, los visitaré siempre que pueda. Han estado a mi lado estos últimos años, a pesar de que nunca he sido un muy buen amigo. Los aprecio muchachos, incluso si soy un asco al mostrarlo".

Armin miró a Eren con una sorpresa oculta. Una sonrisa cruzó lentamente su rostro.

Armin: "Eren, ¿es eso humildad lo que escucho?"

Eren: "No se acostumbren. Solo digo que no los merezco, chicos, y los extrañaré".

Mikasa de repente habló. 

Mikasa: "Voy contigo."

Después de un momento de silencio, Armin se echó a reír.

Armin: (Riendo) "Por supuesto que sí. Y yo también voy".

Eren: "¿Qué?" no pudo ocultar la sorpresa en su voz. "¿Pero por qué?".

Armin: "¿Estás bromeando?"puso los ojos en blanco. 

Armin: "Honestamente, Eren, eres un poco idiota. ¡Si no te acompañamos, terminarás siendo asesinado tu primera semana de entrenamiento!".

Mikasa sonrió mientras Eren farfullaba, tratando de defenderse.

Eren: "Vamos, yo no estoy de que gran parte de un idiota."

Armin trató de mantener la boca cerrada, pero cuando atrapó la mirada de Mikasa, que parecía que estaba tratando de no reír, no pudo evitarlo.

Armin: "Sí, eres un poco".

Eren gimió juguetonamente en respuesta. Después de un momento, sin embargo, su expresión se volvió seria.

Eren: (Serio) "¿Están seguros de esto? No tienen que venir conmigo".

Mikasa miró a Armin, quien le dio un pequeño asentimiento.

Mikasa: "Eren", dijo ella. "Donde vayas, nosotros vamos. Así es como es, y así será siempre".
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Nota del autor: Como la historia de fondo de este universo alternativo es muy diferente de lo que era en el canon, Grisha estaba en Shiganshina para el ataque. Debido a esto, decidí que estaría presente por la muerte de Carla, en lugar de Hannes, ya que sentí que era más impactante emocionalmente.

Otra cosa que también será diferente del canon es la historia de fondo de Mikasa, que he estado insinuando intencionalmente, y que se explicará en un par de capítulos.

¡Gracias por leer, y los comentarios siempre son apreciados!

¡Hasta la proxima!

Proximo capitulo: La 104a División.

Chao.