La imagen de arriba es la apariencia de Gojira. Créditos a su respectivo autor.

Disculpen por la demora al hacer este capítulo, en especial por hacerlos esperar por tanto tiempo.

Disfruten de su lectura y les deseo un buen día a todos ustedes.

Un año después desde el nacimiento de los hermanos Godzilla y Dagon, comenzaron su entrenamiento una vez que aprendieron a caminar. Sin embargo, durante el tiempo el que se desarrollaban, Godzilla fue el más tímido, siempre quedándose cerca de su madre, la cuál intentaba que pudiera valerse de si mismo al igual que su hermano. En un mundo en donde el fuerte domina al débil, los pequeños son los más vulnerables y en el que si no sabes defenderte moriras.

A gojira no le gustaba eso, y consideraba una vergüenza que uno de sus crías sea débil. Mantenían oculto a Godzilla para que ningún súbdito de los reyes no lo vean, para que nadie intentara revelarse en contra ellos, por lo que causo que Godzilla casi no conociera nada del mundo exterior, acostumbrando a la protección de su madre.

Se la pasaba dibujando con sus garritas como podría ser el mundo exterior, dibujando un mundo lleno de árboles, ríos y lagos, y de otros kaijus amigables con los que podrían ser sus amigos o algo más.

Amaba a su madre, ya que era amable y muy cariñosa con el, al contrario de su padre que lo regañaba y le decía que tenía que ser como su hermano.

En su primer día de entrenamiento, gojira hizo que los dos pequeños se peleen entre ellos. Dagon estaba dispuesto a enseñarle a su hermanito a pelear para que pueda ser fuerte, pero Godzilla no soportaba la idea de lastimar al hermano que tanto quiere y admira. Mientras tanto, Gojira observaba como sus crías entrenan, molestandose cuándo alguno de ellos se niega a atacar.

Dagon: -rasguña con sus pequeñas garras a su hermano- ¡No bajes la guardia, Godzilla! -retrocede um poco, queriendo que contraataque para demostrarle a su padre que el podía ser fuerte-

Godzilla: ¡Auch...! -mira con miedo a dagon, mientras se aleja de el para no seguir recibiendo rasguños-

Dagon: vamos... si no peleas nuestro padre va a enojarse contigo... Atacame, tu puedes hacerlo -se acerca a el para que tenga algo de confianza-

Godzilla: -se voltea rápidamente para que no le haga daño, pero en vez de eso su cola golpea a Dagon- ¡P-perdón, por favor no te enojes...!

Gojira: Hmph... por fin hace algo útil esa cosa -estaba viendo a sus crías, impaciente para que continúen-

Dagon: tranquilo, no lo estoy... -se acerca lentamente a el para seguir-

Y así siguieron por varios días, con rasguños, golpes, coletazos y mordidas. Siempre acababan muy heridos por sus, por ahora, débiles escamas. Era tradición que no fueran tratados para que sus cuerpos se acostumbren y así ser más resistentes en medio de una pelea. Sin embargo, rozan sentía mucha lástima por ellos y sin que gojira se diera cuenta. Solamente curo algúnas partes pequeñas, pero suficientes para poder sentirse un poco mejor, para que su tirano rey no la descubriera.

Llego el momento de su siguiente entrenamiento. Está vez aprenderán a cazar, lo que significaba que sería la primera vez que godzilla saldría por primera vez de la pequeña cueva en ma que solamente el vivía escondido.

Gojira: Para este día van a aprender a como rastrear, acechar, y matar a una presa. Lo que vayan a cazar sera lo que comerán todo el día, así que si no logran cazar a una presa, se quedarán los próximos días sin comer hasta que logren hacerlo por si mismo, ¿Entendieron? -les dijo firmemente, mientras caminaba de izquierda a derecha al frente de ambos-

Rozan: ¿Por qué? Son solo unas crías, deben estar bien alimentados por mi hasta que sean adolescentes... -protesto para que no se expongan al peligro, ya que Godzilla medía 5 metros y Dagon 7, lo que les hacía más presas que cazadores-

Gojira: -la mira molesto- ¿Acaso pedí tu opinión? Ellos harán lo que yo les diga porqué soy el rey -se da medía vuelta y comienza a caminar- ¡Muevanse, o me iré sin ustedes!

Los dos, sin decir nada, lo siguieron. Vieron un momento a su madre, quién les dio una pequeña caricia con su cola.

Rozan: tengan cuidado, pequeños... Hagan lo que su padre diga, por favor

Mientras más caminaban por el bosque, que estaba oculto por unas montañas grande, de unos 94 metros de alto. Para Gojira no tuvo dificultades para superar esa altura, pero no se podía decir lo mismo para los hermanos, quiénes tenían que subir por peñascos y usar las huellas que su padre dejaba desinteresadamente.

Cuándo llegaron a la cima, Godzilla se quedo asombrado por el mundo que, hasta ahora, nunca pudo conocer.

Lagos y ríos que reflejaban la luz del sol, bosques rodeados por un valle llenos de vida, hectáreas y hectáreas en las que se presentaban animales pequeños que vivían entre aquellos árboles e insectos de gran tamaño, quienes tenían ese tamaño debido a la gran concentración de oxígeno cuál gozaba la tierra y a lo lejos se veía el océano más azul que ha visto. Todo eso unido en un solo continente, a la que fue llamada Pangea.

Godzilla y Dagon se quedaron maravillados por el paisaje, pero al ver que su padre se alejaba despreocupadamente sin ellos, apresuran el paso. Mientras más se adentran en el lado sur de Pangea, no tardaron mucho tiempo para ver que Godzilla pudiera ver aquello que anhelo ver: Kaijus. Una gran manada de Titanus Behemoths a 80 metros alejados de ellos, caminado al lado contrario de la família, a su vez, los hermanos vieron a un solo Titanus Methuselah, el cuál medía al rededor de 150 metros de altura, su enorme sombra cubría a los pequeños. Según los rumores entre los demás kaijus; se decía que Methuselah es el primero de todos, el primer kaiju en pisar la tierra y su especie casi fue extinta hace un millón de años antes.

Dagon: Cielos... Jamás pense que esto sería mucho más precioso de lo que imaginé

Godzilla: Dagon... E-es... -esta impactado y apenas podía mantener el equilibrio ante tal espectáculo. Su hermano lo sostuvo y solto una pequeña lágrima al ver el amanecer de un nuevo día-

Godzilla sonrió al ver lo hermoso que es su planeta y concluyo que pueden haber kaijus con un gran corazón como su madre y eso lo hizo muy alegre. Sin embargo, esa emoción cambio a completo horror al ver como en el cielo, justo encima de ellos, un grupo de Mutos, al parecer machos, estaban devorando vivo a un Titanus Rodan que luchaba para liberarse, pero todo esfuerzo era en vano. Un pedazo carne cayó a un lado de Dagon y este último aparto a su hermano cerca de su padre. Gojira al ver a los Mutos cargo un aliento atómico anaranjado contra ese grupo, matando a la gran mayoría, y los demás huyendo. No lo hizo para salvar a la presa que estaban devorando, ya que le había apuntado ha aquél Titanus rodan.

Gojira: Maldito enjambre de asquerosos parásitos... No descansaré hasta acabar con cada uno de ustedes -dijo con un tono de desprecio y arrogancia- ¡Ya casi llegamos, así que no pierdan el tiempo!

Godzilla estaba en shock y apuntó de vomitar al ver que otro pedazo de carne y sangre calló sobre el. Dicen que un infante debe que disfrutar de su niñez y vivir con inocencia, ¿pero como sería eso posible si la muerte estaba a la vuelta de la esquina? Volteo a ver a su hermano, el cuál rápidamente tomo un poco de agua de un río pequeño cercano a ellos, limpiando su cuerpo.

Godzilla: y-yo... L-lo han... Matado... M-mataron a ese pobre kaiju... -dijo temblando-

Penso que solo fue un mala experiencia que solo sucede en una en un millón, pero cuándo volvió a ver a la manada de los Titanus Behemoths, vio como estos eran atacados por unos Zillasaurus o Jirasaurus que los superaban en numero, como pirañas devorando un cadáver, pero esta vez, era mucho más gráfico. Los órganos de una pequeña cría estaban siendo consumidos por otras crías de Jirasaurus.

Dagon: ¡Godzilla, no mires! ¡Cierra los ojos ahora! -tapo los ojos de Godzilla y se lo llevo con su padre, poniéndose junto a el para que no viera aquella carnicería.

Tanto el como su hermanos, quedaron traumados, sintiendo un dolor en sus cabezas, como el estres o la jaqueca.

Pasaron unos minutos desde aquel horrible acontecimiento en los que Godzilla intentaba no pensar y estar firme como su hermano, pero cada paso que daba recordaba la sangre y este mundo es capaz de devorar lo que sea que se mueva y sin discriminación ¿Acaso sera por la satisfacción de ver la sangre de inocentes correr sobre ellos? ¿O es meramente un instinto de la supervivencia del más fuerte?.

Godzilla: (¿Por qué? ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué unos tienen que morir para satisfacer el hambre de otros? Mamá también lo hace, pero siempre me dice que es para ser fuerte. Pero papá parece cazar siempre y no se los come, ¿será que los guarda para después o para nosotros?) -pensó, mientras llegan a los bordes de Pangea-

Gojira: ¡Hey! ¡Hey! -empuja un poco a Godzilla con su cola, sacándolo de su transe y sus pensamientos- deja de divagar y concentrate o te van a comer como a esas cosas peludas, ¿Quiere eso? Responde

Godzilla: N-no, padre. Lo siento mucho... -baja la mirada y Dagon no dice nada-

Gojira: Escuchenme bien, ya que solo lo dire una vez: Este es el lugar más apropiado para cazar a varías presas, así que sean sigilosos, no llamen la atención y lo más importante: No se confíen o ustedes se volverán las presas, ¿Entendido?

Los dos: ¡Sí, padre! -asintieron, prestandole atención-

El padre se aproximó a una zona de grandes montañas, casi de su tamaño, caminando de forma cuadrúpeda para ser más sigiloso. Mientras que los dos hermanos lo seguían, Gojira miro a unas presas potenciales; lo que parecían ser simios gigantes de aproximadamente 80 metros, una família pequeña de tres miembros.

Gojira: Pense que ya estaban extintos... -susurro y sonrió, acercándose un poco a ellos- Está sera mi gran oportunidad de acabar con esa insignificante especie que tanto me ha molestado...

Dagon vio a una cría en el pecho de su madre y colocándose sobre su cuello, aparentemente un poco menor que ellos, contento y alegre con sus padres. Le dio envidia ver como su família no era como ellos y se sentía mal por ellos, tanto que, si pudiera, les avisaría del peligro inminente al que van a sufrir.

Antes de que pudieran reaccionar, los padres del pequeño simio fueron atacados. El padre se puso enmedio, defendiendo a su pareja y a su cría, golpeando a Gojira en sus agallas. Este último se molesto y atrapó su brazo con su poderosa mandíbula. El simio lanzó un rugido de dolor al sentir como sus huesos y sus venas son devorados por Gojira, mientras golpeaba su rostro para liberarse. Su pareja, quién había escondido a su pequeña cría, lo ayudo, mordiendo el cuello del actual rey y golpeando sus placas dorsales.

No retrocede de los dos y en lugar de eso carga su aliento atómico, no sin antes golpear a la hembra con su afilada cola y lanzando al macho contra ella. Fue ahí cuándo lanzó su ataque, lo que los empujó a una colina muy rocosa y les hizo dolorosas quemaduras.

Godzilla desvió la mirada para no ver como su padre acaba con ellos y al hacerlo, miro a la pequeña cría escondido dentro de una cueva muy pequeña, en la que solo el podía caber. El pequeño lo miro con una mirada suplicante y estaba aterrorizado, para que no le hiciera daño o no le dijera a su família donde estaba. Entendió el mensaje y no dijo nada, más bien se alejó para que ni su hermano, ni su padre supieran de su existencia.

El cadáver del macho cayo a un lado de los dos, mientras que la hembra era rematada por la cola de Gojira, quién lo encajó en el lado izquierdo de su pecho, atravesando su corazón y dándole una muerte rápida.

Gojira: Jaja cayeron como Meganeuras; simples monos patitecos que no merecen mi tiempo -Solamente recoje el cadaver del macho-

Dagon no quería quedarse atras,y por eso, se sumergió en el mar de Panthalassa, en dónde logro cazar a un Anomalocaris de 2 metros de largo. No era la primera vez el había comido uno de ellos, su madre le dió a el y a Godzilla uno hace un par de meses, disfrutando comer los ojos super desarrollados de los Anomalocaris; ojos grandes que sobresalían de sus cabezas y contaban con 30,000 lentillas en cada ojo.

Su padre lo felicitó por cazar a un depredador de ese tipo. Aunque no se podía decir lo mismo con Godzilla, ya que el no ha podido atrapar nada en el resto del día, lo que significa que regresa con el estómago vacío.

En la noche, Gojira se había ido sin avisar, como siempre. Regresaba a muy altas horas se la noche muy cansado y sin decirle nada a su pareja ni a sus hijos.

Rozan: Goji, ven. Come un poco, no quiero que pases hambre toda la noche -aprovecha que su rey no esta presente para alimentarlo-

Godzilla: Pero... Papá dijo que no tenía permitido comer, hay que hacerle caso. Soy débil y no puedo ser como Dagon. No he cazado nada hoy

Rozan: ¿Qué hay del día de mañana?¿Qué hay del siguiente? ¿Y qué hay de los que le siguen? No importa lo débil que seas, no puedes olvidar tu dignidad nunca. Come esto -Le entrega un pedazo grande de carne, casi del tamaño de su hijo- Crece grande y fuerte. Serás tú quién cuide de esta familia algún día, y te convertiras en un gran rey

Godzilla: -sus palabras lo motivaron y le dió una sonrisa, aceptando la comida- Gracias, mamá. Te prometo hacerme muy fuerte para poder cuidarte de papá

Rozan: ese es mi niño. Después de comer, ve a dormir, esta no es hora para alguien tan lindo como tu -lame la cabecita de Godzilla, mientras el se divertía y todas sus preocupaciones se iban-