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Capitulo 3

El trio acaba de comenzar su batalla contra el troll. La criatura saco un pilar del suelo y lo uso como arma cuerpo a cuerpo. Comenzó la batalla golpeando el pilar para aplastar a Kratos, pero el dios esquivó el ataque.

Kratos usó el hacha del Leviatán y comenzó su ataque con una serie de ataques de largo alcance. Lanzó el hacha al brazo del troll y luego la recuperó para lanzarla al otro brazo del troll.

Mientras Kratos lanzaba el hacha a la espalda de la criatura, Atreus disparó una andanada de flechas, y Berenice de un salto le dio un corte en el brazo con su espada. El troll bramó e intentó atacar a Kratos nuevamente con el pilar, tratándolo como un ariete. Kratos hizo otra maniobra evasiva y corrió hacia el troll, cortándole las piernas mientras Atreus disparaba más flechas a la espalda del troll. La criatura tropezó momentáneamente antes de pisotear sus piernas, obligando a Kratos a retroceder.

Atreus: ¡Es demasiado fuerte!

Berenice: Si, pero no es inteligente. Eso es un beneficio.

El troll levantó el pilar y lo volvió a golpear, moviéndolo violentamente en un intento de golpear a Kratos, pero el dios fue demasiado rápido. Atreus y Berenice continuaron sus propios ataques, disparando sus flechas y dandole cortes mientras Atreus se acercaba lentamente para apuntar mejor. El troll se irritó por el creciente número de flechas en su espalda y centró su atención en Atreus.

El troll intentó aplastar a los niños con el pilar, pero los jovenes rodaron rápidamente y esquivaron el ataque. Kratos corrió hacia adelante para recuperar la atención del troll y cortó las piernas del monstruo. El troll soltó otro bramido y continuó con su salvaje ataque anterior.

Atreus: ¡Seguimos dandole! ¿Por qué no cae?

Berenice: Tranquilo, Atreus. Ya caerá.

Kratos: Atrás, niños.

Mientras el monstruo agitaba su arma con furia, Kratos y Atreus continuaban con sus ataques de largo alcance. El Fantasma de Esparta seguía apuntando con cuidado su hacha a los brazos y piernas del troll, mientras que Atreus apuntaba sus flechas al estómago del monstruo, y Berenice de un salto le dio un corte en la espalda al troll.

Atreus: ¡Cae maldito! ¡Cae!

Kratos: ¡Contrólate niño!

Atreus: Estoy BIEN. ¡Mátalo!

Aunque este troll tenía fuerza, su falta de técnica y los esfuerzos combinados de Atreus, Berenice y Kratos serían su perdición.

Cuando terminó de agitarse salvajemente, respiró con dificultad varias veces y se arrodilló en el suelo. Los cortes y las flechas que le habían atravesado el cuerpo lo habían desgastado. Kratos aprovechó la oportunidad para lanzarse hacia delante y golpearlo con un uppercut. La criatura se tambaleó y Kratos saltó y le dio un puñetazo en la cabeza al monstruo. El impacto le rompió uno de los cuernos, que quedó indefenso mientras Kratos lo golpeaba. El dios agarró la cabeza del troll y lo golpeó contra el suelo y, con un movimiento rápido, le rompió el cuello.

La batalla había terminado. La chica respirá profundamente al ritmo de su corazón que late como loco por el cansancio. Pero Atreus, sin embargo, no había terminado.

En un ataque de rabia, el niño da un grito mientras sacó su cuchillo y comenzó a cortar salvajemente el cadáver del troll. Para él, esta criatura, incluso atreviéndose a intentar matarlos, era un insulto que no podía ignorar.

Atreus: ¡Eso te mereces!

Kratos: ¡Niño!

Kratos intentó hablar con su hijo, pero Atreus estaba demasiado cegado por la ira y no podía detener sus salvajes ataques, Berenice seguía viendo a su hermano estaba en un estado de ira y rabia incontrolable. Aunque su respiración se volvió entrecortada y la tos se le escapaba de la boca, el niño no se detuvo.

Atreus: No te tengo miedo. ¡No eres nada para mí! ¡¡Nada!!

Kratos: ¡¡Niño!!

Kratos se arrodilló y agarró a su hijo por los hombros.

Kratos: ¡Mírame! ¡Mírame, niño! Niño, ¡Mírame!

Berenice: Ya tranquilo. Ya lo derrotamos.

El temperamento de Atreus se fue calmando poco a poco a medida que su respiración volvía a la normalidad.

Atreus: Lo... lo hicimos.

Ahora que su ira se estaba desvaneciendo, el orgullo de cazar al ciervo y matar a ese troll reemplazó a su rabia. Estaba seguro de que su padre lo elogiaría, diciendo que este era un gran primer paso para Atreus. Pero las palabras que salieron de la boca de su padre acabaron con esas esperanzas.

Kratos: Aún no estás listo.

Atreus: ¿Qué? ¿Es en serio?

Atreus no podía comprender lo que decía su padre después de lo que acababa de lograr.

Atreus: Encontré al ciervo. Probé mi valor.

Lo dice mientras saca la flecha del troll.

Atreus: ¿Cómo que no estoy listo? ¿Y por qué a Berrie no le dices nada?

Kratos le devuelve abruptamente el arco a su hijo.

Kratos: Nos vamos a casa.

Mientras se levanta, Kratos se negó a dar más detalles sobre el tema, no ahora. Pero Atreus rápidamente sacó sus conclusiones sobre la declaración de su padre.

Atreus: No me he enfermado... en mucho tiempo. Puedo hacerlo.

Berenice: Pues la tos muestra lo contrario en que no te hayas enfermado.

Kratos: Tú no estás listo.

Esta vez, Kratos respondió con más severidad y persistencia a su hijo. No puede arriesgar la vida de Atreus en un viaje tan largo. Sabe que no estaba listo. A pesar de ello, Atreus siguió mostrándose desafiante.

Atreus: ESTOY preparado.

Kratos: No vuelvas a hablar.

Kratos no estaba de humor para discutir con su hijo en ese momento, y tampoco quería escuchar ninguna respuesta de su parte. Esto logró evitar que Atreus hablara.

Berenice: (Suspira y piensa) Sabía que esto iba a pasar. Me da mucha pena que mi hermanito no me acompañe, ¿Ahora que va a pasar?

Atreus: El camino a casa es por aquí. Dah.

Kratos no le presto atención a la burla, solo saltó por el acantilado mientras llevaba a su hijo con él. Los tres regresaron a casa por el camino que habían tomado. Mientras caminaban, Kratos y Berenice podían sentir un aura de hostilidad que rodeaba a Atreus. Podía decir que a Atreus no le gustaría nada más que darle una reprimenda a su padre, pero era lo suficientemente inteligente como para no incurrir en la ira de su padre. El aire de hostilidad a su alrededor hizo que la caminata fuera aún más incómoda.

En ese momento se encontraron a varios Drugrs, Atreus le dispara una flecha a uno, Kratos aprovecho a atacarlo con su hacha y Berenice se dirige a otro Draugr. Cuando quedo un Draugr, Kratos con sus dos manos lo agarra y le abre el pecho que lo mata. La batalla termino, Berenice vio una puerta frente a ellos a unos pasos de distancia, la puerta estaba sellada con hielo. Élla habia visto esas puertas antes, y sabe que nadie puede abrirla sin una herramienta adecuada.

Kratos sintió curiosidad por un momento y Atreus se dirigé a él respondiendole con ironia que irritó a su padre.

Atreus: Sigues sin poder abrir las puertas, ¿Eh?

Kratos: Silencio.

Berenice: Por el momento no podremos abrirla. Necesitaremos una herramienta adecuada.

Los tres continuan, el niño se acerco a su hermana para hablar en privado.

Atreus: El no confía en mí. Tienes suerte que él no te diga nada y a mí sí. A él no le importa.

Berenice: Entiendo, muchacho, pero como ya dije, así es padre. Pero mejor quedemonos en silencio por un rato y no lo molestes.

Atreus: ¿Cómo lo lograremos sin madre?

Berenice: Me aseguraré de que lo logremos. ¡Vamos!

En el camino se volvieron a encontrar más Draugrs, pero cuando acabaron con todos, apareció una criatura parecida a un draugr, pero congelado. Berenice al ver que era de hielo, analiza al hacha de su padre y al caminante de Hel, y se da cuenta que el hacha de su padre seria inutil con esa criatura.

Berenice: Padre, tu hacha será inutil con esa criatura. Si quieres vencerlo, tendras que usar los puños.

Kratos asimilo lo que dijo y decidió hacer lo que dijo, Berenice con su espada le hizo daño a la criatura, y Kratos uso los puños y patadas con la criatura, cuando estuvo aturdida, Kratos lo agarro del brazo para darle un puñetazo en el estomago, luego lo derriba al suelo agarrandolo de las piernas, para luego poner su pie en su cabeza y de un fuerte pisoton explotarsela.

Atreus: Te dije que algo había cambiado en el bosque.

Kratos: Y yo te dije que no hablaras.

Kratos saco su hacha y la lanzo sacando la madera que sostenia las ramas con una soga que terminaron al suelo. Kratos fue el primero en saltar, luego Berenice, Atreus fue el ultimo en saltar que Berenice lo atrapo con sus manos para que aterrice bien y no se haga daño. Los tres estaban en el patio trasero de la casa y mientras Berenice permanecía en silencio, el pequeño seguía con su delirio.

Atreus: ¿Pero por qué un troll de fuego quemaría el jardin de madre? ¿Y desde cuándo hay Draugr tan cerca de la casa? ¿Y qué era eso que nos atacó?

Kratos: No lo sé. Ahora, silencio... ya casi llegamos a casa.

Cuando llegaron la casa, el espartano abrio la puerta e hizo entrar a su hijo.

Kratos: Entra aquí, niño.

Atreus fue el primero en entrar a la casa, Kratos vio a su hija y con una seña con la cabeza le pidio que vaya con él para calmarlo y élla hizo caso. Una vez que entro, cerro la puerta detras de élla.

Mientras sus hijos estaban solos dentro, Kratos se acercó a las brasas ardientes que una vez fueron el cuerpo de su esposa. Kratos se arrodilló solemnemente y comenzó a recoger las cenizas que pudo en su mano. Luego puso estas cenizas en una bolsa y la sostuvo con cuidado. Pensar que, en sus manos, estaban los restos de su esposa. Su rostro se suavizó al recordar lo que había perdido. Faye estaba muerta. Ahora, su deber era cumplir su último deseo y esparcir estas cenizas en el pico más alto de los Nueve Reinos. Y ahora, la pregunta candente era si su hijo lo acompañaría junto a su hija o no para cumplir esta misión. En caso de que no, dejaria a su hija acargo de cuidar a su hermano.

El dios de la guerra endureció su rostro nuevamente y entró a la casa. Cuando entró, pudo ver a su hijo sentado impaciente en su cama a lado de su hermana que le ponia una mano en la espalda para calmarlo, el chico estaba murmurando para sí mismo sobre la injusticia de su situación. Kratos se acercó a sus hijos, sabiendo que tendrían que discutir lo sucedido con Atreus.

Kratos: Perdiste el control.

Atreus: Esa cosa trató de matarnos. Como si tú no te enojaras en una pelea... y ni siquiera le dices nada a mi hermana.

Kratos: La ira puede ser un arma. Si la controlas, úsala. Tu hermana mostró control en la pelea. Obio no es tu caso. Cuando pierdes...

Atreus: Pero hace mucho que estoy sano. Ahora estoy mejor.

Kratos: Bien.

El dios de la guerra se arrodilló para mirar a su hijo a los ojos y extendió ambas palmas.

Kratos: Vamos.

Berenice se hizo a un lado, y Atreus sintió la necesidad de burlarse. 

Atreus: ¿Quieres que te golpee?

Kratos: Quiero que lo intentes.

El niño dejó escapar un suspiro y procedió a hacer lo que le pidió su padre. Golpeó suavemente la palma izquierda de su padre, pero Kratos le dio una palmada en el brazo antes de que pudiera alcanzar su palma. 

Atreus: ¡¡Auuu!! Pero ¿Qué...?

Kratos: Otra vez.

Atreus repitió la acción con el otro brazo, pero una vez más, Kratos golpeó la mano de su hijo en el aire. El niño se estaba poniendo nervioso. Se puso de pie, sus ojos comenzaban a supurar con las brasas de la rabia.

Atreus: ¿Por qué haces eso?

Kratos: Muy lento. Otra vez.

Atreus apuntó su puño a la mano de su padre, pero Kratos desvió el golpe una vez más.

Atreus: ¡Ya basta!

Kratos: Debil. Otra vez.

Otro golpe vino, y otro golpe fue desviado.

Kratos: Otra vez.

Atreus: ¡¡Basta!!

Kratos: ¡Otra vez!

Atreus, dominado por la ira, soltó rápidamente otro puñetazo, esta vez con todo el peso de su cuerpo. El niño cayó al suelo avergonzado mientras tosia, la ira se apoderó de él. Kratos se acercó a él, levantó a Atreus del suelo y sujetó con firmeza el brazo de su hijo mientras se arrodillaba a su altura.

El niño miro a su padre con ojos llenos de hostilidad.

Kratos: Tu rabia... puede hacer que te pierdas...

Atreus intento safarse del agarre de su padre, pero Kratos lo atrajo de vuelta.

Kratos: Viene un camino muy difícil... Y tú Atreus, no estas preparado.

El niño se suelta del agarre de su padre. Atreus todavía no podía aceptar las palabras de su padre. Berenice veía que existía una brecha, un callejón sin salida entre los dos. Atreus todavía estaba lidiando con muchas cosas y su ira se estaba desatando de una manera que tendría consecuencias peligrosas. Kratos, por otro lado, no sabía cómo alejar a su hijo de ese camino de ira, con su hija no le fue tan dificil, pero con Atreus no sabía cómo colmarlo de amor y compasión. ¿Cómo trabajarían para cerrar esa brecha?

De repente, la casa empezó a temblar. Desde afuera, el gruñido de una gran criatura resonó en el aire.

Atreus: ¿Qué fue eso?

Kratos: Silencio.

Kratos se levanto y los tres se quedaron quietos, preguntándose qué significaba aquello. En cuestión de segundos, oyeron un fuerte golpe en la puerta.

??: ¡Muéstrate! No tiene sentido seguir ocultandote.

Al otro lado de la puerta, un hombre habló. Kratos se acercó a la puerta y la mantuvo cerrada. El extraño continuó hablando.

??: Yo sé quien eres...

Atreus: (Susurrando) ¿Qué sucede? ¿Lo conoces?

Berenice: (Susurrando) Silencio, Atreus.

??: Y más importante: ¡Sé lo que eres!

Kratos sintió una sensación incómoda en el estómago. ¿Quién era ese hombre? ¿Sabía su verdadera identidad? ¿Por qué estaba allí? Una cosa era segura: Sus hijos tenían que ser protegidos. Asi que empieza a hablarle en susurros a sus hijos.

Kratos: Niños. Bajo el suelo. Ahora...

Atreus: Pero dijiste que nunca bajaramos.

Berenice: Pues parece que ahora no tenemos opción.

Atreus: ¿Quién es?

Kratos: No lo sé.

Kratos tiró la alfombra a un lado y levantó la tabla del suelo.

Atreus: ¿De qué esta hablando?

Kratos: No lo sé. Entren.

Berenice: Supongo que lo descubriremos después de que padre se encargue de esto.

Los dos hicieron lo que le indicaron y se dejaron caer.  Kratos cerró rápidamente la tabla del suelo y la volvió a cubrir con la alfombra.

??: ¡Solo dime lo que quiero saber! No hace falta derramar sangre.

El espartano caminó lentamente hacia la puerta, sintiendo que sus pies se volvían más pesados ​​con cada paso. Había esperado evitar la vida que una vez vivió, el camino del conflicto y derramar sangre que había traído tantas muertes. Ahora, había un hombre aquí que decía saber quién era. ¿Qué sucedería? ¿Quién era él? Kratos se armó de valor. Cualquiera que fuera lo que viniera después, tendría que estar listo para cualquier cosa.

Continuara...

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