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Capitulo 14

Una vez que llegaron al muelle, los tres bajan del bote, listos para ir a la puerta.

Atreus: La puerta azul... tiene que ser la entrada. ¡Vamos!

Atreus se adelanta el paso corriendo emocionado por el puente de luz.

Kratos: Cuidado, niño.

Pero antes de cruzar por el puente de luz, un ejambre de elfos oscuros vuelan alrededor del cristal que sostiene el puente de luz.

Berenice: Oh, no.

Atreus: ¿Qué hacen?

Los elfos cubren el cristal con su materia viva roja proveniente de la fuente de su luz roja, desapareciendo así también el puente.

Berenice: Maldita sea. Perdimos el puente.

Atreus: El puente desapareció. Cubriendo el cristal con esta cosa. ¿Por qué?

Kratos: Para evitar refuerzos.

Berenice: Tenemos que buscar la manera de traer de vuelta el puente.

Justo en ese momento, aparecen una manada de elfos oscuros los atacan, Berenice fue atacada por sorpresa que un elfo la inmoviliza contra el suelo, ella se lo saca dandole una patada en el pecho, saca su espada y le corta la cabeza, un elfo la iba a atacar por detras, pero Kratos lanza su hacha matando al elfo, Atreus le lanza una flecha a un elfo. Luego la batalla contra los elfos oscuros había terminado.

Atreus: Berrie, ¿Estás bien?

Berenice: Si, estoy bien. Ahora, volviendo al tema del puente, ¿Cómo pasaremos? Tenemos que sacar esa cosa del camino.

Atreus: ¿Tal vez podamos reparar el puente desde ahí abajo?

Berenice: Pero el unico problema aquí son los elfos oscuros, niño. Si no los eliminamos, no pasará nada.

Kratos mirá hacia el lado del muelle justo enfrente del borde del puente donde se encuentran dos engranajes. El espartano va desde el lado derecho y con su poder mueve la primera marcha, con lo que un gigantesco pilar de metal dorado en forma de curva salta del agua.

Atreus: Bien, eso hizo algo... creo.

En eso, vuelven a aparecer otra vez elfos oscuros que ellos lograrían derrotarlos.

Atreus: ¿Qué problema tiene con nosotros?

Kratos: Este no es nuestro lugar.

En la otra dirección, su padre sacude el otro engranaje del lado izquierdo y entonces otro pilar sale del agua y pasa por el otro pilar, por lo que ambos forman una especie de runas, pero en una combinación extraña.

Atreus: Espera. Al combinar esto así... como que parece una runa. Pero no tiene sentido...

Berenice: Los idiomas y las runas de Alfheim son extraños. Tambien desconocidos para nosotros... asi que dificilmente se podran interpretar.

Kratos: Vengan. Volvamos al cuenco de arena.

De regreso al bote, cruzan el hueco y el arco formado por los dos pilares, pasando rectos y en dirección al arenero.

Cuando llegan a la parte del arenero, moviéndose más apresuradamente y con más velocidad, Atreus ve que ahora frente a él, en la inmensidad del lago, se ha formado una línea de mosaicos dorados, delante de un anillo que simboliza las runas de los elfos.

Atreus: ¡Padre! ¡Berrie! ¡Los pilares y el anillo forman una runa élfica!

Berenice: ¡Es cierto!

Kratos: ¿Qué pregunta?

Sobre el cuenco de arena, el niño vuelve a leer la descripción y la frase que evoca algo sobre la luz de Alfheim.

Atreus: "Sin mí o dentro de mí la muerte es segura, pero dentro de tí soy la vida más pura".

Berenice: Ahora que lo recuerdo, ¿Esta frase debe aplicar al agua? Niño, intenta poner la palabra "agua" en el cuenco de arena con tu cuchillo.

Atreus: Sí... es el "agua", sin duda.

El niño iba a poner la palabra, pero en menos de 3 segundos es interrumpido cuando el pequeño nuevamente gime, grita de dolor y se agarra la cabeza antes de caer.

Berenice: ¡Pequeño! ¿Qué te ocurre?

Berenice lo sostiene y lo ayuda a no caerse.

Kratos: ¡Niño!

Berenice, preocupada y nuevamente aterrorizada, lo controla y lo tranquiliza lo mejor que puede para ayudarlo, mientras su padre, igualmente preocupado, los observa ansioso.

Berenice: Tranquilizaté, ya pasó.

Cuando ella le pone las manos en la cara y lo tranquiliza, el niño parece sobreponerse y dejar de oír voces. Se levanta lentamente, con la ayuda de Berenice que sigue tratándolo con ternura y amor, apoyándolo.

Atreus: Eran las voces otra vez... pero es diferente. Menos enfadadas. Pedían ayuda.

Berenice: ¿En serio? ¿Escuchaste alguien pidiendo ayuda?

Atreus: Si.

Kratos: Vinímos por la luz. No me importa quienes son ni qué quieren.

Atreus: (Murmurando) A ti nunca te importa nada.

Kratos: ¿Tienes algo que decir?

Atreus: No...

Berenice solo da un suspiro, sabiendo que esa era la respuesta que iba a dar su padre, pero no dice nada, por su parte piensa que tal vez puedan resolver ese tema de las voces más tarde. Atreus tallá las runas marcando la palabra "agua" en el cuenco de arena.

Atreus: Logr.

Y efectivamente el suelo en el que han estado durante tanto tiempo comienza a moverse y la tierra tiembla cuando el lago que encontraron antes se divide en dos y abre un agujero recto, en todo un camino que recibe dos cascadas de ambos lados, así y todos los pilares se mueven y hacen un camino a través del agua para que ellos crucen.

Atreus: Vaaaya... ¡Mira lo que encontramos!

Y el suelo bajo ellos empieza a descender lentamente, y a ellos también, hacia la profundidad donde este camino termina con las cataratas del lago. Quizá después de todo su camino no partía de un solo punto.

Atreus: Padre... Berrie...

Kratos: ¿Sí?

Berenice: ¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien?

Atreus: Si. No te preocupes. Las voces que escuché eran dificiles de distinguir, pero en el fondo, estoy seguro de que escuché a... madre.

Cuando el padre y la hija oyen esto se sorprenden, ya que su madre está muerta, por supuesto, pero de alguna manera, el niño oye su voz, algo bastante extraño.

Kratos: Eso no es posible.

Atreus: Pero yo sé lo que escuché...

Kratos: Atreus. Basta.

Berenice: Mira, Atreus, este lugar probablemente juega con tu mente. Y probablemente deberías ignorar lo que oíste. No sabemos cómo funcionan las cosas aquí. No caigas en sus trampas.

Atreus piensa en las palabras de su hermana y piensa que tal vez tiene razón, asi que solo asiente con un "si".

Atreus: Esta bien, hermana. Confío en tí.

Mientras baja, frente a ellos aparece un elfo oscuro aparentemente superior con mejor armadura y cuernos más grandes, obviamente enojado porque los ve y les dice algo en su propio idioma.

Atreus: Se ve diferente. Miren esos cuernos.

Kratos: Detras de nosotros, niño.

Cuando el terreno por el que han estado avanzando finalmente llega al fondo, se disgustan al descubrir que el líder ha pedido refuerzos y otros elfos se han reunido debajo de ellos, agresivos y enojados.

Atreus: No puede ser nada bueno.

Los tres se preparan para pelear contra los elfos, esta vez, Berenice recordó bien como acabar con ellos, y tiene que ser rapida con dar ataques fuertes, esquivar, usar ataques runicos con la espada y romperles la defensa con el escudo como lo hace su padre.

Cuando queda un último elfo oscuro, Kratos con su brazo lo embistió contra el suelo, se iba a escapar volando, pero Kratos le agarra su lanza sacandosela de las manos, Kratos le tira la lanza hacia el pecho que lo manda a volar y termina encrustado contra una pared.

Una vez que la batalla terminó, es ahora cuando se dan cuenta de que ahí están, más cerca de la luz, aunque la base está a varios metros de ellos. En la base subterránea a la que llegaron ven varias habitaciones secretas, algunas cerradas y otras abiertas en las que tiene o bien cofres, o bien jaulas que están vacías, o que contienen monstruos en su interior. Quizá esa base subterránea sea una prisión.

Kratos: No te acerques a esas jaulas.

Atreus: Me pregunto por qué están cerradas.

Berenice: ¿Tú que crees? Debe ser una prisión.

Después de recoger un ataque runico, vuelven a lo principal, pero vuelven a encontrarse con elfos oscuros, incluyendo un draugr musculoso.

Después de eso, toman el engraje que baja llevandolos a través de un pasillo lateral que probablemente los llevará al templo.

Cuando lo cruzan, llegan a una habitación llena de entradas a otras habitaciones que podrían llevarlos a donde necesitan estar. Pero cuando continúan, el niño inicia una nueva conversación.

Atreus: Antes se equivocaron.

Kratos: ¿Eh...?

Berenice: ¿Equivocarnos? ¿Qué quieres decir con eso?

Atreus: Conozco la voz de madre mejor que nadie. Era ella.

Kratos: Ella ya no está, niño. No se hablé más.

Atreus: Bien.

Berenice: Ya te lo dije. Este lugar juega con tu mente. Madre... no puede estar en Alfheim.

Atreus inclina la cabeza, decepcionado por haber perdido la esperanza de volver a ver a su madre, incluso de escucharla, y Berenice lo comprende y se arrodilla, hablándole con calma.

Berenice: Escucha, sé que realmente esperabas haberla escuchado, pero estamos haciendo todo este viaje por ella. Piensa en cómo llevamos sus cenizas con nosotros todo el camino. Son juegos mentales. Sé que la extrañas. Sé que te gustaría volver a verla. A mí me gustaría lo mismo. No sabes cuánto me gustaría eso...

El niño le sonríe y, por la forma en que se miran, se ve claramente que los hermanos comparten el mismo sentimiento. El mismo sentimiento de pérdida.

Las palabras de Berenice hacen que Atreus se dé cuenta de que realmente tiene que creer que se trata de una alucinación y que no deben distraerse, aunque extrañen a su querida madre.

Berenice: Vamos, sigamos adelante.

Mientras caminan, Berenice rodea con su brazo los hombros de su hermano, acunándolo en sus brazos, en los que el niño se siente seguro y protegido.

Cuando Kratos ve que sus hijos son tan unidos entre sí y que pueden cooperar, comprende que Faye hizo un excelente trabajo al criarlos. Ella crió a dos hermanos amados, que se apoyan, se cuidan, se aman y se cuidan. Siempre, desde que eran pequeños. Kratos tambien estuvo preparando a su hija para que pueda aprender a defenderse.

Pero eso no era suficiente. Con esto Kratos vuelve a sentirse como basura frente al hermoso, brillante y abierto corazón de Faye. Él nunca podría criar a sus hijos como ella los crió. Él, está destinado a matar, lo cual no cumpliría su deseo de ser el padre que una vez fue. Kratos no sabía como expresarse de manera adecuada. Él siente que sigue siendo un monstruo. Él no quiere esto. Quiere ser el esposo de Faye, el padre de los niños y no seguir siendo el Dios de la guerra, el Fantasma de Esparta...

Continuara...

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