Habian sido solo unos minutos lo que tardaron en realizar el viaje atraves del portal. Para Reborn eso solo habia sido un paseo, pero para el castaño habia significado un gran cambio que termino por agotar sus fuerzas y perdio el conocimiento.
El azabache sin dirigirle mas de una mirada fugaz se dirigio al interior del palacio, para su fortuna logro llegar a una de las habitaciones sin cruzarse con ningun habitante del lugar. No estaba de animos para responder preguntas. Ya dentro de uno de los cuartos principales deposito a su nuevo señor en la gran cama.
Ahora solo podia esperar a que el chico reaccionara para explicarle. Mientras esperaba detallo la figura que descansaba en el lecho, ahi se dio cuenta por primera vez que su aspecto habia cambiado, su cabello habia crecido un poco y habia tomado una tonalidad un poco mas clara su cuerpo se habia estirado algunos sentimentros y ya no tenia esa apariencia debil y enfermisa, su piel se habia aclarado hasta parecer una impecable porcelana, sus labios habian tomado un agradable tono rosado.
No sabia cuanto tiempo se perdio detallando la nueva apariencia de su señor, pero solo salio de ese trance cuando noto que se removia y sus parpados empezaron a abrirse, cuando volvio a ver a los ojos a su amo se quedo extaciado pues esas gemas de color miel que habia visto en el otro mundo ahora eran de un fascinate tono anaranjado.

El menor estaba aturdido, tenia demasiadas cosas en su mente pues los recuerdos de los ultimos hechos lo inundaban como un tsunami, rogaba que todo hubiera sido un descabellado sueño, pero al ver al hombre, que practicamente lo habia secuestrado, parado junto a la cama, acepto que su vida como la conocía había desaparecido, extrañamente no estaba asustado, algo le decia que todo iba a estar bien, así que con esa certeza opto por tratar de entender mejor su nueva situacion.

- disculpa, pero ¿podrías decirme quién eres? ¿dónde estoy? y ¿porque me trajiste aquí? -

Reborn no lo demostró, pero se sorprendió por la calma que noto en la voz del menor, ademas de que ahora su tono era mas suave al que le habia escuchado en el otro mundo, sinceramente habia creido que le gritaria o intentaria huir no que lo cuestionara y esperara pacintemente su explicacion. Le intrigaba esa actitud, pero dejo ese sentimiento de lado.

- estamos en el reino de Kei. Al otro lado del gran mar de nubes. Mi nombre es Reborn y a partir de ahora tu eres mi amo y el nuevo soberano del reino... - alli guardo silencio esperando la reacción del chico, fueron solo un par de minutos hasta que el castaño volvio a hablar

- nunca habia escuchado de ese reino, pero creo que estas equivocado yo no puedo ser tu amo y menos un rey, no tengo nada que ver con la nobleza, solo soy un estudiante de preparatoria comun y corriente-

- es cierto no tienes nada que ver con nobleza, pero eso no importa.
Aqui el trono no se hereda, el cielo es quien decide al nuevo gobernante y es a mi a quien toca entregarle el trono junto con mi lealtad, este no es el mundo que tu conoces, tendras que empezar de inmediato sobre tus obligaciones. Pero primero debemos subir a la montaña de los elementos a que oficialmente recibas el mandato del cielo y asciendas al trono-

- y ¿si no quiero asumir el trono? y ¿si quisiera regresar a casa? estoy seguro de que hay mejores opciones que yo para el puesto. -

- yo tambien creo que debe haber mejores opciones que tu...- solto el azabache con extrema sinceridad que rayaba en lo cruel- pero el cielo te escogio y yo ya hice el juramente.
Lo del monte solo es un formalismo. Cuando aceptaste mi lealtad aceptaste el trono pues yo soy quien lo representa. Puedes intentar regresar a tu mundo, pero ten en cuenta que eso arruinara aun mas al reino y tú y yo moriremos. -

-espera un momento, yo no acepte por gusto. Practicamente me obligaste a aceptar y ¿cómo es eso de que si abandono el trono tu y yo moriremos? -

- era necesario que aceptaras o no habrias sobrevivido al paso por el portal. En el momento en que se establecio el juramento tu dejaste de ser un simple humano. Ahora eres un rey inmortal, el tiempo no causara ninguna modificacion en ti, solo armas especiales podrian acabar con tu vida. - Reborn miraba detalladamente el rostro de su señor, pero no encontraba expresion alguna, lo unico que delataba un poco de su estado de animo eran sus ojos que mostraban desconcierto y dudas- mientras sigas el mandato del cielo todo estará bien.-

- no entiendo ¿cómo puedo ser rey en este lugar si yo no pertenezco a este mundo? - trato de poner ese argumento como excusa pero la respuesta del otro lo dejo sin palabras.

- simple tu originalmente pertenecías a este mundo, pero debido a una tormenta fuiste arrastrado hacia el otro lado, sencillamente te regrese al lugar en donde siempre debiste estar. -

 esta vez el silencio del castaño fue más largo, el azabache creyó que esta vez sí intentaría huir o exigir que lo llevara de regreso, pero de nuevo el menor lo sorprendió con su respuesta y más aún por la mirada firme y decida que le dedico

-entonces creo que deberé empezar por conocer el reino además de las costumbres y reglas de este mundo si es donde viviré de ahora en adelante. -