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Puedo ser sincero conmigo mismo. Disfruto mucho la universidad, disfruto mucho el tiempo con mi familia, disfruto mucho el tiempo con mis amigos. Sin embargo, nada se compara con lo mucho que disfruto estar junto a Jimin.
Tal vez sea una injusticia y mis cercanos, llegados antes que este chico desastroso con problemas de ira, se sentirían mal, tal vez. Tal vez pensarían que es una injusticia que su historia individual conmigo importe menos que la que estoy teniendo con Jimin. No es que importe menos. Se trata sencillamente de que, de alguna manera, Jimin tiene más peso. Menos mal esto era un pensamiento recurrente que no había compartido con nadie, de lo contrario quedaría muy mal.
He visto a Jimin avanzar. Y disfruto verlo así.
Disfruto ver a Jimin dejar el gateo para usar muletas y luego, poco a poco, tomar un bastón, con el que sigue luchando para caminar como es debido en el difícil, curvo, lleno de rocas, baches y trampas que es el camino de la vida. El camino de su vida.
Vale demasiado, esa sonrisa fina que permanece en sus labios, mientras miro a todos contándoles sobre el próximo concurso de invierno que tendremos debido al juego, las anécdotas pasadas, mis anécdotas jugando solo y como aprendí a usar variedad de campeones.
Jimin dibuja en su servilleta varias expresiones de un personaje chibi y entiendo que soy yo cuando dibuja un pequeño tucán al lado. Era adorable, sabiendo que, en algún momento durante la noche en la que estuvimos juntos, Jimin me confesó con voz vaga, que no tenía la nariz como un tucán y era su necesidad de dañar a las personas lo que le llevó a hablar de mi físico.
"Nadie debería meterse con el cuerpo de nadie. Lamento mucho los insultos que llegué a decir y te lastimaron o lastimaron a otras personas. Tal vez ellos se lo merecían. Sin embargo, tú no."
No te preocupes, Jimin. Confío en ti. Confío en que no me harás daño y que lo que sucedió antes de poder entenderte tenía, razones válidas, que tal vez no justifican nada para el resto del mundo, pero para mí importan, para mí lo hacen. Para mí eres alguien a quien quiero cuidar, entender y apoyar.
Te voy a ayudar a salir de todo eso.
Porque vale demasiado la sonrisa que das ahora y el hecho de que te costó mucho tiempo poder hacerlo con seguridad frente a mí, frente a mis amigos, frente a desconocidos. Porque estás riendo con mis chistes tontos y bromeas también.
Vale cada dolor que me has expresado verbalmente, fisicamente e incosciente de las cosas que sufres en casa, en la universidad y contigo mismo. Sé que estás luchando, sé que te está costando, sé que duele y quiero hacer algo, quiero ayudarte. Quiero estar para ti y que la vida sea mejor.
¿Lo he logrado un poco? ¿He podido ser alguien en quien puedes confiar? No me quiero separar de tu lado.
Mi cuchillo se escuchó contra el plato, porque estaba emocionado, mi esperado desayuno estaba frente a mí. Una torre de panqueques con lechera, dulce de leche y chocolate, decorado con fresas y rebanadas de plátano. Aún cuando Jimin no era fanático del plátano, igualmente picó mi comida para tomar un pedazo de panqueque entre sus dedos y comerlo.
Pasó trago con su café recién traído y me di cuenta de una foto en nuestra dirección debido al flash. Jimin tenía su brazo extendido en el respaldo y yo no perdía tiempo en consumir mi antojo. Ame ignoraba el semi-gruñido del vampiro para hacer quién sabe que cosa en su celular. Luego, estaba siendo etiquetado en facebook, delatada aquella acción por su notificación.
Después de revisar la publicación, lugar donde Jimin no estaba etiquetado pues ellos no sabían de su facebook. Pero, le enseñé la foto desde mi celular y sonrió con levedad.
⸺Nosotros ya nos vamos. Iremos a ver como está London y ayudaremos a recoger. ¿Regresarán?
No dije nada. Jimin tampoco, él más bien esperaba mi respuesta y al hacer una mueca, fue claro para cada uno de ellos.
Mis amigos asintieron moviéndose fuera de la mesa, pagando lo que consumieron y saliendo del establecimiento tiempo después. Aún con el espacio libre al frente, Jimin no abandonó mi lado.
⸺¿Estás bien? ⸺preguntó en su lugar, tanteando el terreno con su café meciendose entre sus manos ⸺. Ya sabes, por lo de London.
No sabía.
No entendía que responderle. Era una nueva situación en la que estaba peleando con uno mis amigos. Pocas eran las veces que solíamos discutir y por lo regular siempre eran discusiones pequeñas basadas en tonterías.
Pero tuve mucha curiosidad de escuchar ese cuestionamiento desde la melodiosa voz llena de preocupación y fingida calma que portaba Jimin.
⸺Creo que es la primera vez que me preguntas si estoy bien.
⸺¿Lo es? ⸺pude entender que su mirada se escuadriñó al sentirse un mal amigo. Su lenguaje corporal me lo decía y sabía leer aquella inseguridad marcada en su expresión. Aún siendo un vampiro de mirada rojiza, noté el hielo cubriendo su mirada ⸺. Lo siento.
No, no, no. Siempre me preguntas como estoy, aún cuando podría ser mera educación de todos, tu costumbre realmente tiene bases sinceras. Conoces más de mí de lo que podría decir de otras personas a excepción de mi familia. Tienes los detalles fijados aún si parece que no prestas atención. No tienes que preocuparte. No tienes que sentirte mal.
No es tu culpa tener la cabeza en otro lado.
⸺No eres un mal amigo, Jimin. No dije que fuera algo malo. De inmediato te estás preocupando por mí. Más bien, creo que soy yo quien difícilmente tiene un momento malo ⸺relamí mis labios, el dulce escurría de mi comisura por ser tan apurado a comer ⸺. Afortunadamente tengo una buena familia que me ha educado con amor y cuidado. Por eso mismo puedo reconocer que el actuar de London no fue el correcto. No supe que hacer, porque ella nunca había sido así y yo le tengo mucho cariño, además de que antes me gustaba. Pero, estoy bien. Simplemente me siento molesto, ella no debió actuar así. Se pasó.
Él asintió, desconcertado, a lo que decía. Suspiré con la mirada en mi comida y mi puño se apretó con el tenedor.
⸺Tal vez lo más sano y correcto sea ir ahora a hablar con ella. Tal vez no lo sea y tengo que dejar que pase el tiempo hasta que se acerque a disculparse o yo me acerque a preguntarle qué le pasó. Desde nuestro punto ella cometió el error. Sin embargo, puede ser que sea yo quien haya hecho algo que le hizo actuar así. Solo dejaré que pase el tiempo. No va a terminar nuestra amistad por un mal entendido, después de todo, llevamos años siendo amigos y estando bien. No solo debió ser mi amor por ella el que me hizo entender que fue amable todo el tiempo. Ella de verdad es buena amiga.
Jimin prolongó un suspiro, llamándome de inmediato a colar mi brazo por sus hombros y atraerlo a mí. Después de dejar un sonoro beso en su mejilla que lo hizo obligarme a alejarme por su repentina rabieta, seguimos conversando de otro tipo de cosas que no tenían que ver con el suceso ocurrido hace un par de horas.
[...]
No era opción regresar a la fiesta y parecía ser que no estábamos tan bebidos como antes. Lo más apto para nosotros sería en todo caso, ubicarnos en mi hogar, desmaquillarnos y dormir para esperar la terrible resaca que seguramente tendríamos.
Pero, Jimin prefirió pasar a su casa antes de ir a la mía. Era de madrugada, estábamos borrachos y él quería entrar a su casa por alguna extraña razón. Su excusa fue "necesito algo con urgencia porque lo voy a olvidar como todo este maldito tiempo".
Mi amigo tuvo dificultad de abrir su propia casa al no encontrar la cerradura con la punta de su metálica llave de la cual colgaba un pequeño dead pool y una cabecita de Batman. Tuve que ayudarlo, aunque se supone que estábamos igual de ebrios, considerando que tomamos lo mismo. Aunque, ciertamente no teníamos el mismo aguante.
Entró con cuidado a su habitación, dejándome afuera en su espera y recibiendo de inmediato una sudadera suya, observandola portar una caja de cartón mientras también intentaba cubrirse del frío.
⸺¿Qué cosa traes ahí? ¿Comida? ¿Es cereal?
⸺¿Cereal? Es una simple caja de cartón café. Cállate, deja de preguntar, haces mucho ruido.
Una risita se dejó oír, pero asentí de inmediato colocando mi dedo sobre mis labios y tomando camino rumbo a mi casa. ¿Qué hacíamos caminando en medio de un no amanecer con distancias tan prolongadas? Era más divertido estar juntos por el frío, hablando de cualquier cosa sin vergüenza, jugueteando con nuestra confianzuda interacción.
Al llegar a mi casa, con el mismo cuidado risueño que tuvimos en su puerta, subimos mis escaleras y entramos a mi habitación. Tuve que saludar a mi padre a los pies de mi puerta e indicarle que volviera a dormir y a Jimin permitirle mi baño mientras me sacaba la ropa para tomar una ducha. Aunque tuve más curiosidad por la caja.
⸺¿Puedo ver qué es?
⸺¡No! ⸺gritó desde mi baño, el agua se escuchaba correr ⸺. ¡Mejor sí! ¡Cómo sea! ¡Haz lo que te dé la gana!
⸺Aún si es advertencia voy a ver qué es porque yo me tomo en serio esa frase.
El agua paró, la puerta corrediza se abrió, salió de prisa con la toalla enroscandose apenas en sus caderas y aún con el cabello mojado y su nuevamente mirada azul, tomó mi brazo rosado evitando que tomara la caja entre mis manos.
⸺Deja la mierda ⸺dijo con simpleza ⸺. Ve a ducharte.
⸺¿Ya terminaste? Aún te veo jabón en el cabello.
⸺No te puedo dejar cerca de mi caja.
⸺Entonces toma una ducha conmigo. Vigilame de cerca.
⸺¿No tienes tantito pudor con tu familia aquí?
Me encogí de hombros, dejando la caja para ser yo ahora el que tomaba su muñeca y tiraba de su húmedo cuerpo rumbo al baño.
Nunca fue mi plan. Hasta que encontré su desnudo pecho demasiado atractivo con pequeñas gotas apenas visibles, fue lo único que mi mente cálculo con la poca luz entrando por la ventana y la que venía desde el baño. No pude pensar en nada más que en el deseo de sentir su cuerpo y vivir la experiencia de sexo en la ducha con él.
Más sin embargo, me descolocó el ver pequeñas marcas y moretones en diferentes zonas de su cuerpo, principalmente en su quijada y parte de su labio. Dude, apenas unos segundos, comprobando si lo que veía era real o una ilusión óptica debido a las diferentes luces y la aún notable grisácea pintura en su piel. Pero, el brillo de sus ojos, esa inseguridad no me dejó preguntar. ¿Qué pasaba por su cabeza? ¿Qué pasó antes de verle?
Dudar no era correcto. No cuando descaradamente había sido yo quien le invitó y conociendo su forma de ser, ignorarlo por ahora, hacerlo sentir bien y después intentar saber lo ocurrido era mejor que interrumpir está situación.
Así que, decidí continuar, cerrando la puerta del baño y comenzando a desnudarme con la mirada en él. De pronto, estaba sintiendo timidez por ser observando cuando él aún tenía la toalla sobre sus caderas, con hambrientos ojos esperaba que sacara todas las prendas y de no tener el maquillaje rosado, seguramente habría visto mis mejillas teñirse del color que fueron sus ojos durante toda la fiesta.
Terminé, sin absolutamente nada y, muy a pesar de la repentina vergüenza que en mí hubo, pude acercarme a él, tomar el nudo de la toalla en su costado y dejarla caer a la altura de sus pies. Su respiración fue tan irregular como el latir de mi corazón.
⸺¿Puedes hacerme tuyo? ⸺pregunté en medio de un susurro, aún si nadie pudiera escucharnos, era este un intimo momento ⸺. Por favor, follame contra los mosaicos del baño mientras el agua de la ducha corre.
Esa larga sonrisa que me dió, pudo revolver en mi estómago toda la seguridad que pude juntar en escasos segundos. Arrasó conmigo en el primer momento que a pesar de su baja estatura estaba dominandome en el beso y enterraba sus dedos en mi nuca intentando extraer todo de mí. Me volví loco cuando tocó mi piel con sus manos frías, volviéndose un tacto caliente el bajar por todo mi estómago, teniendo mi eje entre sus dígitos y con su otra mano empujando mi pecho, guiando mis pasos hacia atrás a la par en la que abría la puerta corrediza, buscando a tientas la llave del agua.
¿Regular la temperatura para evitar perder el color de mi cabello? No pensé en nada más que no separarme de los labios del pelinegro, ni siquiera en que tan gracioso podía verme con manos, cuello y rostro pintados aún si todo el resto de mi cuerpo no lo estaba.
Así que, perdí la noción de la pintura cayendo de mi cuerpo, lavé mi rostro con sus labios en mi cuello, descubrí el desorden de mi mente al tener que apoyar mis manos en la cuadriculada pared y mi boca detalló el placer al necesitar abrirse por falta de aire.
Sencillamente, sus manos en mis caderas, su erección entrando en mí y la seguridad que me entregaba al cumplir, esta no dicha fantasia, sin rechistar un poco porque ambos no deseábamos de forma absoluta, con la leve ebriedad flotando en el aire y el vapor envolviendo nuestros cuerpos... Era sublime. Era magnifico. Una sensación y satisfacción inigualable.
⸺Es curioso como puedes ser tan indeciso para hacer cientos de cosas, Jimin ⸺recordé a falto de aire ⸺. Y aún así estás tomándome con seguridad. Haces lo que quieres conmigo y es tan sensual.
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