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Mi respiración fue inexistente por unos segundos, donde la impresión no me permitió asimilar que lo que justamente había pensado sucedía sin escrúpulo alguno frente a tantos universitarios que nos conocían y no a la vez. En mi mente no existía el que, nos observaban, cada quien estaba en su royo, pero era el chico problemático que se hacía notar por su personalidad diferente y el chico de cabello de colores -como muchos otros- que trataba siempre de hacer conversación con quién sea -como muy pocos-.
Era imposible alejar el ojo juzgador de dos adultos jóvenes tallados para ser agua y aceite, pero que se besaban vestidos de dos personajes inesperadamente homosexuales. En una fiesta donde efectivamente era el amigo de la anfitriona y los otros dos que fervientemente buscaban dar la mejor de año nuevo.
Así mismo, dejé de sentir las manos de Jimin sobre mi cuerpo y sus labios también, sus ojos brillaron en cuanto abrí los míos, teniendo colores distintos por las luces neon y a veces desapareciendo.
Giré mi mirada intentando entender sobre mi nombre por arriba de la música, pero no había rastro de mis amigos o sus disfraces -de los cuales no tenía ni idea- y aún algo dudoso, me permití volver a distraerme cuando Jimin tiraba de mi mano entrelazada a la suya rumbo a la mesa donde los alcoholes y frituras permanecían sin el remolino de jovenes adultos consumiéndoles todavía. Tal vez era demasiado pronto para perder la cordura.
Impresionado, mucho más que antes y saliendo de mi burbuja cuando su reconocida mano tomó una de aquellas botellas que fueron las causantes de su primera borrachera en mi presencia. Mi mano tomó su muñeca evitando que la abriera y llevara a sus labios, para recibir su mirada con una ceja levantada.
⸺¿Estás seguro de que quieres tomar?
⸺No es una solución, pero es una experiencia que quiero vivir por mi cuenta sin miedo a mi padre. No voy a ser un dolor de cabeza como la vez pasada.
⸺No fuiste un dolor de cabeza ⸺realmente hablaba en serio, fue una experiencia diferente, agradable, memorable a excepción de ciertos momentos en que la soledad reflejaba sus ojos y la rabia surcaba sus labios ⸺. No eres una persona insoportable estando ebrio. Lo digo más por ti. Si quieres hacerlo puedes, te cuidaré.
Igualmente, le vi negar, arrastrando la botella en mi dirección para hacerme tomarla y buscando una más para él. Lo siguiente que hizo fue indicarme que los dos debíamos beber juntos y lo sentí realmente como una competencia cuando no dejó de tomar. De ser otra persona habría desconfiado, pero era Park Jimin, el chico que difícilmente había bebido alcohol porque arriesgarse era lo que menos hacía.
Aún algo preocupado por el estado de aquel decidí seguirle el juego, era más mi necesidad de hacerle sentir acompañado en esta travesía, porque realmente no estaba solo y si había entendido bien sus palabras anteriores, él trataba de ser diferente. ¿Qué mejor momento para ser todo lo que no puedes que una fiesta de año nuevo con personas que apenas conoces o te importan? Si regresando de clases había rumores de lo mucho que el chico problemático y de palabras mordaces bailó ebrio, era mejor que dijeran lo ardiente que había sido y que su acompañante de travesuras fui yo.
Empiné la botella, sabía de mi aguante al alcohol al no ser sinceramente la primera vez que tomaba y menos reciente el que lo hiciera. Mi primera vez bebiendo fue con trece años tras descubrir una lata de cerveza en la habitación de mi hermano mayor y creyendo que era refresco lo bebí sin más. Mis padres me regañaron, pero no me embriagué. La siguiente vez fue a los diecisiete y recuerdo bien que fue tras mi curiosidad por probar verdaderamente el alcohol. Después, junto a mis amigos, perdimos la virginidad en varias bebidas a la vez, aprendiendo a beber como era debido -al menos como nosotros entendíamos- en adolescentes queriendo ser grandes. Por eso no me preocupaba de terminar fuera de mis casillas y podría cuidar a mi amigo, el cual seguramente y con esa primera botella tomada como un shot -seguramente con toda la intención de embriagarse- perdería el sentido.
La botella azotó contra la mesa, haciendo brincar algunas frituras consigo y dejé la mía junto a esa vacía. Su confirmación fue mover mi botella sin notar rastro del trago, pero se sostenía de la mesa con una sonrisa que era burlesca, una expresión de reto, tomando una botella más para beber un trago lento con The Weeknd cantando The Hills por toda la casa de mi cercana amiga.
Podía colapsar en ese momento, con ese disfraz haciendo lucir al pelinegro más sexy de lo normal. Más cuando, dejó perder su rojiza mirada en sus parpados cerrados para cantar la canción. Mi respiración se aceleró, aludía el calor de mi cuerpo a la bebida reciente, no quería confirmar que mi estado sumaba una intensidad ferviente por tener sus labios una vez más e imaginaba esos azulados ojos observándome en mi habitación cuando éramos solamente él y yo.
Volvimos a entrelazar nuestras manos para continuar bailando con las botellas colgando de entre nuestros dígitos, sus cuellos eran sostenidos por nuestro agarre y mi piel no dejaba de sentir la suya al no querer separarnos. Sin embargo, no importó ese aterrador miedo de perderle de vista, cuando lo tenía nuevamente a mi espalda sosteniendo mis caderas con su mano libre y su botella descansando en mi costado.
Nada importaba si tenía a Jimin así, con su cuerpo junto al mío, casi sin espacio y su respiración cerca de mi cuerpo. Le sentía beber, perder su botella y rodearme con sus brazos. Lo escuchaba cantar las canciones como cuando nos encerramos entre mis paredes y alocado dejaba sonar sus playlists en mi celular. No me importaba nada si era este momento en el que nuestra burbuja ignoraba, sacaba, eliminaba a cada ser y cosa fuera de ella, para ser solamente nosotros dos existiendo. Por eso me giré, para poder recibir su mirada cubierta de esos pupilentes y sonreírle de forma tímida por lo sorprendentemente relajado que se veía, calmado y atractivo, seguro de sí mismo, haciéndome suspirar.
Pero las sorpresas no se acabaron cuando encontré un juego de tragos ideado por Frank, estudiante de arquitectura con el que me relacioné inesperadamente tras pelear con la máquina expendedora. Los ojos de Jimin estaban en dicho lugar y queriendo hacerle probar más cosas tiré de él a ese rumbo, donde ambos éramos un equipo tirando pelotitas para que el otro equipo tomara. Tener a Jimin en mi equipo y no como mi rival se sintió mucho mejor, lo sentí en LOL, lo sentía ahora y aunque Frank era bueno, nadie era mejor que Jimin, quien olímpicamente tiró la pelotita en cada vaso sin botar ninguna fuera de la línea. Y, en los turnos donde alguno de nosotros tenía que beber, no me permitió tomar ningún vaso, escuchando la ola de "fondo" que gritaba al tocar la orilla blanca en el desechable rojo los hinchados labios que me gustaba probar.
Luego, tuve que llevarme a Jimin con Girls & Boys de Jesse de fondo al verlo encenderse con las bromas de mal perdedor que Frank y su compañero hicieron; "la mesa esta inclinada", "los vaso están más cerca", "tal vez consume drogas como los ciclistas", "la pelotita está truqueada". Era esa batería y el comienzo de la voz principal que me hacía arrastrar al enojado toro que Park estaba siendo, aunque no evitó que botara la mesa y el acohol sobrante cayera sobre Frank. Lo siento mucho, amigo de la máquina expendedora, no sabía que eras tan idiota.
Pasamos tiempo hablando de conspiraciones en el pasto de la entrada, comiendo de las frituras que robamos, porque era el boul entero para nosotros solos. Entonces, distraídamente, saqué mi celular, enfocando la cámara en él. Su intento de alcanzar la misma terminó en el botando todas las frituras y ambos tirados en el recién podado verde, pero estaba riendo a carcajadas. Fue un momento oportuno para tener una selfie de ambos con mi boca en labios de pez y un amor y paz. Una pose claramente atrapada en el dos mil diesciseis.
Fue un divertido rato, atrapados en la música que era una playlist entera de canciones del ahora, moviendonos al interior del hogar nuevamente en busca de más comida y, obviamente, más alcohol. Pero Cherry de Lana del Rey nos atrapó en la pista una vez más con las botellas colgando de nuestros brazos, porque era una canción lenta que podíamos bailar más cerca, con mis brazos colgando de sus hombros y sus manos ubicadas en mi cadera. No sabía la letra, no me di el tiempo de buscarla y mi inglés era lo suficienteente bueno como para decir "hola", "¿dónde está el baño?" y "¿me puede dar esto?", pero Jimin parecía saberla muy bien porque no dejaba de pronunciarla correctamente como muchas otras. Era su brillante mente aprendiendo las letras exactas de cada canción que le gustaba. Me la cantaba. Buscaría la letra después, así la sentiría mía complemente.
Entonces empezó couting crimes de Nessa Barret. Mi inferior se movió atrapado entre mis dientes y giré la mirada encontrando a tres power rangers.
Curiosamente los power rangers median lo mismo que mis amigos, contando que la rosa portaba unos tacones a la medida de London. Me sorprendí cuando el power ranger negro sacaba su máscara para mostrar la estupefacta cara de Ame, mientras que el amarillo hacia lo mismo y la rosa no estaba sorprendida, sino molesta, muy molesta.
Inmediatamente trazaba su camino hasta a mí, tomando mi muñeca y tirando de ella para hablarme en dirección a su patio trasero, seguidamente de nosotros venían Ame, Aungus y Jimin.
⸺¿Por qué no estás disfrazado del Power ranger rojo, Jungkook? Quedamos en que te disfrazarías del rojo ⸺casi gritó London y era la primera vez que la veía así de alterada.
⸺¿Quedamos? ¿Cuando quedamos? ¿De qué hablas?
⸺Ese día de la reunión quedamos los cuatro que seríamos los power ranger. ¡Aceptaste cuando te dije el rojo!
⸺¿Yo? Ni siquiera sabía eso. Ese día quedé por mensaje con Jimin en hacer disfraz couple. London, me estás lastimando con tus uñas ⸺agregué, teniendo una risa nerviosa, realmente la situación me estaba poniendo algo tenso ⸺. ¿Me puedes soltar, por favor?
⸺¡Pero tú dijiste que harías con nosotros, no con él! Incluso decoré una parte de la casa con cosas de los power ranger para tomarnos fotos especiales disfrazados los cuatro. Nosotros cuatro. ¡Y estás de esta cosa rosa con ese tipo! ¡Todo lo haces con este tipo que claramente es malo para ti! Nos dejas por él.
⸺Wow, amiga, tranquila. Claramente esto fue un problema de comunicación entre nosotros. Es un mal entendido ⸺intervino Aungus.
Un suspiro en medio de la música y sentí la pesada presencia de Jimin justo al lado mío, con su mano encima de la muñeca de London. Sentí el tirón de sus dedos en ella, su expresión de dolor en la misma me hizo entender la fuerza de mi amigo interviniendo entre nosotros. London por fin me soltó y noté las marcas encima de mi maquillaje rosado, los ojos rojos de Park fulminaban a mi amiga y sus labios despintados marcaban mordaz su ronca voz por la bebida y el clima de diciembre.
⸺Deja la mierda, maldita sea. Tanto drama por un estúpido disfraz. Específicamente te dijo que lo lastimabas. Piensa un poco en él y deja de ser tan maldita pretenciosa, niña presumida.
Mis ojos se abrieron ante las palabras de Jimin, que tras ello decidí acercarme para tomar su mano y poner una enfrente de London.
⸺¿Disculpa?
⸺Él no quiso decir eso, de verdad. Todo está bien. Aquí todos somos amigos. Amor y paz.
London sostenía su muñeca por arriba del rosado traje, su alborotado cabello delineaba su rostro en una perfecta expresión de indignación. Pocas veces la había visto fuera de sí, nunca enojada, siempre asqueada o sonriente dependiendo del tema o las personas. Era puramente agradable todo el tiempo que la conocí.
⸺¿Y qué sabes tú sobre Jungkook? Solo has estado un par de meses con él y te sientes súper importante. Claramente eres uno más, Park. Nosotros hemos estado juntos años, no te sientas la gran cosa solo por tener mínima atención de él.
⸺¡London! ⸺gritamos Aungus, Ame y yo. Seguido de ello estaba mi amiga pelinegra acercándose para enfrentar a la de frondosos cabellos ⸺. ¿Qué diablos te pasa? Controlate un poco. No es momento de pelear, es una fiesta de año nuevo. Disculpate con Jimin, claramente no tiene la culpa.
⸺¿Disculparme como por qué? Es él quien debe disculparse. Encima ni siquiera está invitado.
⸺Creí que habíamos dejado en claro eso ⸺marqué enojado también ⸺. Era un tema del pasado. Puedo perfectamente largarme de aquí con él justo ahora porque estás siendo una idiota, London.
Oh, sus ojos su acuaron.
⸺Te vas arrepentir de elegirlo a él.
Pero poco me importaba con el alcohol encima, entrelacé mi mano con la de Jimin ynos movimos rumbo a fuera de la casa. No importaba si mis amigos gritaban mi nombre y me seguían detrás, claramente decepcionados del comportamiento de London. Yo lo estaba tan bien, aunque más confundido que todo y preocupado por la expresión oscura que Jimin traía al salir de la casa.
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