¿Cuál es la parte más hermosa de los exámenes? Cuando se acaban, definitivamente.

Y es que, ¿Cómo no estar feliz? ¡Diciembre llegó y todos lo disfrutamos! Con todas sus fiestas y la nieve, sé que en el 99% del mundo no cae, pero no me importa porque esto es algo ficticio y yo mando, ¿Ok? Ok.

Retomando lo anterior...

JiSung apenas tuvo tiempo de respirar entre tantas tareas y exámenes, más ahora que era libre gracias a las vacaciones de invierno, estaba más feliz que nunca.

Felix y JeonGin estaban cada uno a su lado, haciéndolo ver como el hermano menor de dos tipos que miden veinte centímetros más que él, mientras iban tranquilamente a casa del pequeño.

O bueno, eso pensaba hacer hasta que alguien lo llamó a su espalda.

— ¡Sung! —corrió MinHo hasta él. — ¡No me buscaste! ¡Yo quería despedirme de ti!

— ¿Despedirte? —cuestionó JiSung sintiéndose pequeño cuando las manos del mayor tomaron las suyas.

— ¡Claro! Ya van a ser vacaciones y no sé cuando nos podamos ver de nuevo

MinHo detuvo sus palabras al ver al más pequeño de todos con los ojos vidriosos, confundiendolo notoriamente.

— ¿No pensabas verme en todos estos meses —preguntó en un hilo de voz, más su ceño fruncido se hizo notar. — ¡Entonces ya no me hables!

Felix negó con su cabeza cuando el menor vino a el para abrazarlo y llorar contra su pecho, evitando lo más posible la mirada de MinHo.

El cual, por cierto, seguía más perdido que un turista nuevo sin Google Maps.

— Pero- ¿Qué sucede?

— Vaya por dios. —dijo JeonGin resignado, como si le tocase resolver un problema diario. — En pocas palabras, Sung se lo tomó como si no quisieras verlo nunca más o hasta que las clases inicien de nuevo. —habló una vez sus dos amigos estaban lejos, Felix parecía más un padre molesto dedicándole miradas de odio a MinHo mientras seguía consolando a su pequeño niño.

— ¡Yo nunca dije eso! —mencionó desesperado MinHo, ¡Él no quiso herir a su pequeño y adorado sol!

Espera un momento, ahora que lo pensaba mejor, ¿Cómo Gin sabía con tanta precisión que pensaba Sung? Wow.

— Si, si, pero no importas ahora, el problema es allá. —señaló a Felix y JiSung. — Lixxie molesto no es lo que quieres en tu vida realmente, y créeme, puede que tu tengas la razón pero para Lix, JiSung tiene la razón por sobre el resto.

— Trataré de hablar con él.

— Ni se te ocurra, no, no, no, no y no. —Lo detuvo Gin antes de que fuese a cometer la estupidez más grande de su vida. — ¡Lee Felix molesto es peor que una madre enojada! Mira, mejor te ofrezco un trato.

— ¿Cuál?

— Yo me llevo a Felix y tu acompañas de JiSung a casa, verás que te perdona en tres segundos. ¿Hecho? —antes de que MinHo siquiera pudiese contestar, Gin dijo: Hecho, te lo dejo a ti. Si me entero de que hiciste llorar a Sung de nuevo ahí si habrá problemas más personales, ¿Okay? Okay.

MinHo no entendía como siquiera había llegado a esa situación. Caminando con un enojado chico a su lado que ni siquiera le sostenía la mirada cuando le hablaba.

Pero bueno, la vida es complicada y compleja, ¿Qué se le puede hacer?

— Sung yo- ¡Me entendiste mal! Yo nunca me refería a que no quería volver a verte.

Silencio absoluto.

— Vamos Sung... Respóndeme.

Nada, literalmente, nada, ninguna palabra.

Así, de esos silencios incómodos que te hacen razonar tu existencia a las tres de lamañana.

— ¡No quiero estar molesto contigo en vacaciones! ¡Incluso tenía planeado invitarte a salir la próxima semana! —dijo y, para su suerte, JiSung levantó la mirada con ahora una enorme sonrisa y sus ojos brillando.

— ¿En serio? —el bonito rostro feliz del pequeño JiSung derritió el corazón de MinHo al instante, pero...

— Si, pero tu pareces estar molesto conmigo... —bueno, aquí vamos con la venganza de Lee gato-apuesto MinHo.

— ¡No lo estoy! —negó rápidamente, pero ahora quien desviaba la mirada era MinHo.

— Me dijiste que no querías volver a hablar conmigo.

— P-pero yo...

Dramáticamente, como debía ser, se dió la vuelta dándole directamente la espalda al más pequeño, aunque para sus adentros MinHo deseaba abrazarlo y hacerle cariño, pero, ¿Qué tan malo sería hacerse de rogar?

— Yo no quiero decir eso, n-nunca quiero. —dijo casí inaudible, y rápidamente se pudo notar que tenía intenciones de volver a llorar.

Oh, no, definitivamente no había sido buena idea, ¿Qué haría si JeonGin se entera? Oh dios, de seguro terminará en el hospital.

Cuando MinHo intentó darse la vuelta para decirle que solo fue una broma y que no debía llorar, los brazos del menor lo detuvieron con un abrazo bastante fuerte, dejándole sentir como el cuerpo contrario temblaba un poco.

— Perdón, yo en serio no quería-... —JiSung guardo silencio cuando MinHo dió la vuelta entre sus brazos, tomándolo por las mejillas, y así obligandole a mirarlo directamente.

— ¡Estaba bromeando! No llores, no llores. —arrulló con calma, limpiando las lágrimas de sus mejillas con sus dedos.

Lo que MinHo esperaba -y supongo que el resto también- es que el menor lo soltará y se enojara, incluso que le llegase a gritar. Más, para sorpresa de todos, fue todo lo contrario.

Los ojitos de JiSung se llenaron de lágrimas que sin explicación alguna salieron, sus brazos seguían sin soltar el cuerpo del mayor, quien, por cierto, estaba realmente escandalizado.

— ¿P-por qué lloras? —dijo seriamente confundido, recibiendo como respuesta sollozos del pequeño mientras se ocultaba en su pecho.

— ¡Yo no quiero que te molestes conmigo! —habló de manera ahogada contra el pecho contrario.

— Pero ya te dije que no estoy molesto contigo, pequeño... —¿Ahora qué sucedía? ¿El bonito y pequeñito JiSung estaba sensible?

Bueno, MinHo ahora estaba obligado -aunque para él no era una obligación- a cuidar de un lindo JiSung con unas inmensas ganas de llorar.