Mi mirada viaja a la chica de cabello corto hasta su cuaderno de apuntes, en el cual las hojas son rosadas y en ellas están escritos horarios de clases y actividades. Jamás había conocido a alguien tan organizado en mi vida. Ella me sonríe amablemente, le observo meter su libreta en su bolso que no dudo que sea de diseñador, parece revolver su mano en busca de algo y cuando la saca, extrae una barra de chocolate, me la ofrece y la tomo diciendo un "gracias" totalmente cohibida.

-Esas malditas productoras de calorías me logran calmar. - me dice seguido de guiñarme uno de sus ojos azules que están delineados a la perfección. ¿Cómo?

-Gracias por sacarme de ahí, es una locura. - comienzo a hablar, la barra de chocolate la guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón, y miro que ella pone los ojos en blanco. - Gracias, Miranda.

-Descuida, pareces una chica agradable. - me sonríe la castaña mientras toma impulso para sentarse en el lavabo del baño, ahora sus piernas están colgando, pone sus manos a cada lado de su cuerpo y se induce un poco hacia adelante para verme a los ojos. - Hay algunas zorras que te tienen celos, no sé qué le ven a Luke, solamente es un pene cualquiera. - dice y no puedo evitar soltar una risa. Esta chica es hilarante.

-Todo esto es extraño, sabes. - me encojo de hombros y camino hacia una de las puertas de los cubículos para a recostarme ahí. - De la nada aparece Luke y me trata bien y hace todo por conquistarme, usa esa palabras y cumplidos que Dios sabe dónde los saca, todo eso me deja tan confundida, luego vienen estas zorras y me ordenan que me aleja de él, ya quisiera alejarme. - cuando termino de hablar, Miranda me ofrece una sonrisa llena de lástima y le escucho soltar un bufido.

-Los hombres son un asco, lo único que hacen es desordenar tu vida. - comenta, de un salto ella baja del lavabo, pasa sus manos por su blusa, toma su bolso y se lo cuelga en el brazo. - Darling, me caes bien, eres muy linda y sabes, creo saber por qué le gustas a Luke. - me dice con una sonrisa picarona.

- ¿Por qué?

-Le das trabajo qué hacer, él sabe que vales la pena. - explica, y enseguida aparece una sonrisa en mi rostro. - Por cierto, esto sonará extraño ahora, pero, ¿Cómo está Ashton?

Su pregunta me toma por sorpresa y ella lo nota.

- ¿Le hablabas a mi hermano?

-No, quise hacerlo, tenía un crush con él. - admite haciendo una mueca con su boca, le sonrío y observo cómo empieza a caminar a la salida del baño.

-Miranda. - le llamo haciendo que se voltee para verme. - Ashton está bien. - contesto a su pregunta inicial, Miranda sonríe mientras asiente y antes de salir por la puerta del baño me dice:

-Nos vemos luego, Irwin.

Cuando ya estoy sola, me acerco al lavabo para observarme en el gran espejo, dejo soltar un suspiro y me pregunto en qué clase de locura me he metido.

***

Al momento de arrojar mi mochila en el sillón de la sala de mi casa, me siento aliviada, haber escuchado el timbre de salida fue el mejor regalo que el director pudo haberme dado, lo juro, lo único que quería era salir de ese infierno. Cuando Miranda, una de las chicas más populares de la escuela por ser presidenta del comité estudiantil me ayudó a esquivar miradas incomodad en la hora de descanso llevándome al baño, me puse a pensar mucho cuando ella me dejó sola de nuevo, no sabía qué hacer cuando tocaran el timbre para regresar a las clases, todas las chicas me daban miradas de odio y la razón me parecía tan absurda. Yo ni siquiera quería robarles a Hemmings, era patético. Me había cansado, para decir que ni siquiera quise ver a Bridget o a Tobías, mucho menos a Luke.

Pensando en todo lo que pasó el día de hoy, me dirijo a las escalaras para ir a encerrarme en mi habitación, pero la pronunciación de mi nombre hace que pare. Es mi mamá, es su día libre ahora que lo recuerdo. Bueno, tal vez vaya a preguntarme por qué he venido un poco tarde y la justificación es que he pasado por una tienda para comprar unos dulces, el chocolate que me regaló Mirando no me había calmado lo suficiente.

-Sophia, ¿Podrías venir? - le oigo desde lejos, enseguida sé que está en la cocina, a pasos perezosos me dirijo donde ella, y estoy a punto de quejarme con ella por llamarme por mi segundo nombre cuando me quedo anonadada en la entrada, cualquier palabra que fuese a soltar está retenida en mi boca.

-Hola, Darling. - me saluda él y mi corazón comienza a latir demasiado deprisa, me pongo nerviosa y me digo que debo avanzar.

- ¿Qué haces aquí? - suelto de repente, mi mamá me lanza una mirada severa por no ser amable, pero ahora no tengo tiempo para eso.

-Darling, por Dios, ¿Así se trata a un invitado? - me reprende ella, pongo los ojos en blanco para luego mirar al chico que ha venido a invadir mi casa y probablemente a ganarse a mi madre con bonitas palabras.

-No se moleste, estoy acostumbrado a Darling siendo así. - expone Luke, él se encoje de hombros restándole importancia al asunto y mi madre le sonríe, pero a mí no. ¡Soy su hija! Que injusto.

-Darling es una joyita, Robert. - le dice mi madre en respuesta, por un momento me quedo confundida porque ella le llamó así, pero luego recuerdo todo el asunto que me inventé con Bridget para que Ashton no supiese que salía con Luke cuando mi madre le contara.

-Sí, lo sé.

-Así que, Robert. - le llamo, él dirige su mirada azulada en mí, en ella puedo notar arrepentimiento, sé que está aquí para hablar sobre lo de la mañana y me alegra. - ¿Viniste a tomar el té con mi madre?

-No, Darling. - responde divertido. - Vine a hablar contigo.

-Ah. - suelto, de nuevo mi mamá me da esa mirada de regaño y me rindo. - Vale, ven conmigo. - le digo a él. - Mamá estaremos en mi habitación. - le informo a mi progenitora, esta asiente tratando de ocultar una sonrisa picarona, eso sin dudas me hace poner los ojos en blanco, al parecer Luke también lo notó pues suelta una risa pequeña.

-Con permiso. - dice el rubio, mi mamá le sonríe amablemente y nos deja ir.

- ¿A qué hora viene Ashton? - me detengo de caminar para hacerle esa pregunta, mi madre me ve seria y luego a Luke que está detrás de mí ahora.

-Viene hasta noche, se ha quedado con unos amigos en la biblioteca de la universidad para hacer un trabajo. - contesta y asiento procesando la información. Por lo menos voy a poder hablar con Luke sin preocuparme de que mi hermano irrumpa en la habitación para matar al rubio, si eso pasara todo esto sería una historia de horror, y sí, yo sería la chica de los gritos agudos.

-Vamos. - le digo a Luke, ambos subimos en silencio las escaleras hasta llegar al pasillo donde está la puerta de mi habitación, es ahí cuando me detengo de golpe y giro para encararle. - ¿Qué demonios crees que haces? - le espeto en un susurro, apuntándole con mi dedo, él lo mira y luego a mí, seguido de soltar un suspiro.

-Vengo a disculparme contigo. - alega también en susurro.

-Ah, mira qué bien.

-Darling, vamos a tu habitación, no pienso estar cuchicheando en el pasillo contigo. - se queja, esta vez ya no susurra, asintiendo retomo el camino hacia mi cuarto y cuando toco la cerradura no sé si está bien que él esté en mi pieza solo conmigo. - Darling. - suelta impaciente, le callo y por fin entramos en mi habitación.

-Esto será rápido. - le informo, pero al parecer él me ignora pues mira entretenido todo el contenido, le observo ir hasta mi repisa, parece absorto viendo mis fotos de cuando era pequeña y eso me hace sonreír de manera tierna.

-Eras una niña muy menuda y pálida, por Dios, Darling, eras tan linda. - dice, sus palabras me hacen sonrojar y trato de desvanecerlo, pero no puedo. - Sigues siendo linda. - continua, pero esta vez me mira a los ojos.

-Luke, basta, estás aquí para que hablemos no para acortejarme.

-Vale, lo capto. - asiente. - Entonces... en verdad lo siento.

- ¿Por qué? - me cruzo de brazos y le veo expectante, él muestra una sonrisa y comienza a hablar.

-Porque no hice nada para que te sintieras cómoda con mis amigos, no sé qué pasó exactamente, pero me descolocó verte hablando con Cameron y los demás, se me hizo tan raro, no sabía qué hacer, estaba buscando una manera de que ya no tuvieses que lidiar con chicas envidiosas viniendo a ti, que se me olvidó que lo único que importaba era el hecho de que te sintieras bien, siento que estoy soltando basura, ¿Lo estoy? - Luke se detiene de hablar, sus ojos buscan los míos, parece sofocado con la situación y eso me hace mostrarle una sonrisa para tranquilizarlo.

-No lo estás. - le respondo. - Está bien, Luke, ya no es necesario hablar de ello, ninguno tiene la culpa de que chicas sin cerebro se mueran por ti, lo entiendo, eres Luke Hemmings.

-Y eso responde tus preguntas. - me dice en modo de recordatorio, su rostro se alumbra con una sonrisa al igual que el mío.

-Y eso responde a mis preguntas. - repito divertida y esta vez no me pongo nerviosa cuando le observo acercarse a mí con los brazos abiertos para abrazarme.

-Me gustas mucho, Darling. - murmura sobre mi coronilla, su cuerpo se siente tan cálido y estoy dudando seriamente en no separarme de él.

-Lo sé, Luke.

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LUKE TE AMO!!!1!1! JAJAJAJAJ