Cuando llega viernes, lo último que espero —y quiero— es tener a Ashton en mi habitación haciéndome un interrogatorio mientras ve me maquillarme, pero la vida me odia.

— ¿No deberías de estar en alguna fiesta de hermandad en la universidad? — le pregunto cansada y me concentro en aplicar el polvo compacto en mis pómulos. Ashton suelta un bufido para luego arrojarse en mi cama, por el espejo de mi tocador le observo llevar uno de mis cojines para abrazarlo.

—Quiero no entender de qué va esto, para no entrometerme. — me dice con un tono de voz automática y cansada. — Pero sé que estás saliendo con Luke Hemmings y que ahora irás a la fiesta de Michael Clifford, su mejor amigo.

Sus palabras me dejan estática, la brocha de maquillaje queda quieta en mi mejilla, me digo a mi misma que ya valí, que Ashton estará enfadado conmigo, que jamás volverá a confiar en mí y eso me duele.

—No hay Robert, ¿Uhm? — su mirada choca con la mía por el espejo, está tan serio como para ser Ashton Irwin, mi hermano el divertido. — No soy idiota, Darling, nunca me tragué tus mentiras, te conozco a la perfección, sé cuándo mientes.

Ya no me importa mi maquillaje, dejo todo en el tocador para levantarme del banco, voy directo a mi cama para sentarme en la orilla y poder hablar con mi hermano.

—Siento no haberte dicho la verdad desde un inicio, pero sabía que te molestarías conmigo, sé que no te agrada Luke... — él me ve en silencio, deja a un lado el cojín y se inclina hacia mía apoyándose en uno de sus codos.

—Darling, a veces me pregunto si me escuchas bien. — dice de manera triste. — Luke Hemmings no te conviene, él solamente te lastimará a como las demás. — gruñe molesto, sé que está frustrado.

—No, Ashton. — suelto y trato de verme animada para que él me crea todo lo que voy a decirle. — Le gusto de verdad a Luke, ¿Sabes? al principio pensé que estaba jugando conmigo, pero él me fue mostrando que no es así, que le gusto...

La risa de Ashton me hace callar, de repente me siento dolida, él niega divertido y sus ojos me penetran tanto que me hace sentir cohibida. Me siento como cuando tenía siete años y Ashton nueve y él me obligaba a decirle la verdad a mamá de mis travesuras.

—La única persona que puede amar Luke, es a él mismo, es egoísta, narcisista y no tiene sentimientos por nadie o al menos ya no. — espeta, frunzo el ceño porque esa descripción que me da no encaja con el Luke que conozco. — deja de ser tan crédula, te irá mal, lo sé.

—No lo conoces. — le digo ahora molesta, con mis brazos cruzados a la altura de mi pecho.

—Lo conozco mejor que tú, Darling.

Trato de mostrar que aquello no me dolió, tal vez tenga razón, tal vez no.

—Darling, lo que te hará Luke Hemmings no se comparará con lo que te hizo Calum Hood.

—Es suficiente, vete. — le grito furiosa, no tiene el derecho de hablar de aquello, no tiene el derecho de meterse en lo que hago.

—Darling... — Ashton me ve con ojos tristes, casi decepcionados, pero no me importa. Él se levanta de mi cama y cuando va directo a la puerta se da la vuelta para verme por última vez. — Piensa en ello, por favor.

— ¡Dije que te fueras!

♥♥♥

Cuando bajo de mi habitación, me encuentro con una escena que en otra ocasión me hubiese dado ternura y hecho unirme, pero el hecho de que siga enojada con mi hermano me lo impide. Ashton tiene su cabeza en el hombro de mi madre mientras ambos ven televisión, mi mamá luce cansada, acaba de venir de una larga jordana de trabajo, lo sé porque su bolso está tirado en uno de los sofás y aún sigue en su traje de oficina, ellos parecen ajenos de mi presencia, así que decido no importunarlos. Pero eso de no llamar la atención o ser sigilosa no es lo mío, pues mamá gira su cabeza e inmediato me ve con una gran sonrisa.

— ¡Darling, que hermosa que estás! — me dice, alegre. Ashton ni siquiera me mira y trato de ignorar el dolor que eso me llega a provocar.

—Gracias, pronto vendrán a por mí, iré a fuera a esperar. — me justifico mientras camino hacia la puerta, la verdad es que no deseo que Luke venga a buscarme hasta la puerta, se armaría la tercera guerra mundial. Todo parece ir bien hasta que mi madre me llama de nuevo.

— ¿Robert vendrá por ti? — me pregunta, de manera disimulada veo a mi hermano, quien le sonríe a la pantalla de la tv, espero que no le diga nada a nuestra madre, pero al parecer mi petición es demasiado para ser cumplida.

—Se llama Luke, madre. — dice él con tono monótono.

— ¿Qué? — ella frunce el ceño mientras me ve a mí y luego a su otro hijo.

— ¡Déjalo estar, Ashton! — le grito furiosa, él se gira completamente hasta poder verme a los ojos y asiente. Nuestra madre sigue confundida.

—Perfecto, muy perfecto, Darling Sophia. — me suelta enojado.

—Tengo curiosidad por saber qué pasa aquí. — habla mi madre, viendo de mí a Ashton.

De fondo llego a escuchar la bocina de un coche, sé que es Luke y no pienso hacerlo esperar ni que venga hasta aquí.

—Ahora no, mañana. — le doy una mirada tranquila a ella, quien asiente y dirige su mirada celeste en mi hermano, que hierve en el sillón. — Adiós.

Luke al verme salir, me ofrece una gran sonrisa, de aquella que solamente puedes ver en los anuncios de dentífrico, luce hermoso en esa camiseta a cuadros azules, por dentro lleva una camisa negra y sus pantalones negros ajustados. Sus ojos resaltan bajo la luz del faro público de la calle, y trato de no mostrar mi temperamento con él.

— ¿Lista para esta fabulosa noche? — me pregunta cuando llego a su lado, con una sonrisa boba en mi rostro le asiento, él me imita y ambos nos limitamos a subirnos al coche negro, el mismo que usó para llevarme al autocinema. Sé que es de su hermano Jack.

Algo me dice que hoy será un caos, pero al ver a Luke me tranquilizo, ¿Qué puede ir mal en una fiesta donde hay mucho alcohol? Oh, diablos, realmente muchas cosas.

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qué creen que pase? apoyan a Ashton? 

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