veinticinco ✨
Cuando Luke entra al salón de clases, viene hacia mí con una gran sonrisa, deja su mochila roja sobre la mesa y se sienta a mi lado, estoy mirando a la pizarra en blanco, pero mi visión se me es interrumpida. Me confunde el hecho de que él esté sosteniendo una tarjeta de cumpleaños de las tortugas ninjas frente a mi rostro, cuando le veo, su expresión es divertida, y no logro comprender el porqué.
—Estás invitada al cumpleaños de mi sobrino. — me informa colocando la invitación sobre mi cuaderno de matemáticas, no le digo nada pues tardo un instante en salir de mi confusión. — Será divertido...
—No entiendo. — le digo cruzándome de brazos. Él frunce el ceño, pero se digna a explicarme.
—Verás, el hijo de mi hermano está cumpliendo seis años, la fiesta será en la casa de mis padres pues el patio trasero es más grande, la temática será de las tortugas ninjas, habrá pastel, una piñata y caramelos...
—Luke, para, sé qué es una fiesta de cumpleaños, pero ¿Por qué estoy invitada? — le interrumpo ahora sofocada.
—Porque sí.
Le quedo viendo incrédula, él se encoje de hombros, pero a los instantes se rinde, pues me muestra una sonrisa seguido de tomar mis manos y unirlas con las suyas. Sigo sin acostumbrarme a su tacto para ser sincera.
—Me pareció buena idea invitarte porque quiero que conozcas a mi familia...
¡Simulacro! ¡Alguien llame a los bomberos! ¡Ayuda!
Siento cómo mi rostro se torna caliente por el sonrojo que sé que es notorio, mi corazón comienza a ir más rápido, y me pregunto en qué momento me desmayaré. ¿Conocer a su familia? ¡Está demente!
—Luke.
—Darling, sé que es algo aterradora la idea para ti, pero...
—No, digo, te pusiste enojado cuando me llevaste donde tus amigos, ahora cuando me lleves con tu familia, ¿cómo te pondrás? — les cuestiono de mala gana. Él asiente triste, observo cómo toma la invitación infantil de vuelta y alza su mirada lejos de la mía.
Le he lastimado.
—Luke... — le llamo en un susurro, pero él no voltea a verme. — Lo siento, es solamente que me intimida conocer a tu familia, ¿qué pasa si no les agrado? No quisiera arruinar la fiesta de tu sobrino... — confieso de forma tímida, Luke parece relajarse en su asiento y cuando al fin me mira a los ojos me pierdo en ese azul tan penetrante que me hace temblar.
—Darling, te amarán. — dice en un murmuro, me siento mal, pues he hecho que se sienta dolido. Tras unos segundos, me encuentro peleando conmigo misma sobre qué hacer para contentarlo, me digo que me arrepentiré después de hacerlo, pero ¿qué tan malo puede ser?
Me inclino sobre mi asiento hasta llegar a su altura, con mis manos le tomo el rostro y le sonrío cuando él ve me confundido, entonces, me acerco lo suficiente hasta depositar un pequeño beso en unas de sus mejillas, haciendo que se ponga tenso por mi repentina decisión.
—Iré al cumpleaños de tu sobrino. — acepto y regreso a mi antigua posición, tratando de ignorar el hecho de que los que están en el salón nos ven intrigados y que ahora Luke me ofrece una sonrisa boba.
***
—De seguro quiere que vayas para que seas el remplazo del payaso. — me dice Tobías totalmente divertido cuando termino de contarles a él y a Bridget sobre la repentina invitación de Luke. Bridget se ríe del comentario del castaño y yo solamente les miro mal. — Sabes que te quiero, Darling, solamente bromeo.
—Lo sé, Jeffy. — tomo una gran bocana de aire y me cruzo de brazos.
—Pensándolo mejor, quieren que asustes a todos los niños. — me espeta este, indignado por haberle llamado de esa manera, le pongo los ojos en blanco y me centro en mi amiga, que desde que llegué ha estado callada, y digamos que eso no es nada común en ella.
— ¿Tú qué piensas sobre todo esto? — le pregunto, ella se encoje de hombros, mira a Tobías, quien reprime una sonrisa haciéndome confundir. ¿De qué me perdí? — ¿Qué?
—Bridget no piensa opinar nada sobre los trucos de Hemmings cuando yo esté presente, cree que soy malo con ella. — confiesa el castaño poniendo los ojos en blanco, suelto una risa y asiento en su dirección.
—Tobías, eres una persona muy mala, en serio. — le regaño, este hace una mueca e intenta ignorarme mirando hacia otro lado. Bridget suelta una risa y entonces habla.
—Tus nuevos amigos te esperan. — informa, frunzo el ceño al no comprender, pero al escuchar mi nombre ser gritado desde distancia, ya sé a qué se refiere. La voz de Michael llega a mí rápidamente, me giro hacia la mesa de los populares y puedo notar que Luke está ahí ofreciéndome una sonrisa, Chris y Cameron alzan sus manos llamando mi atención y eso me hace reír, pero me interrumpo a mí misma cuando escucho claramente a Tobías aclararse la garganta.
— ¿Tan rápido me cambiaste? — me pregunta, él se lleva una mano hacia el pecho, justo donde se supone que está situado el corazón y me muestra una expresión dolida. — ¿Y por unos chicos patéticamente guapos? No lo puedo creer, pensé que no eras así.
—Sé cómo te sientes, castaño. — comenta Bridget, siguiéndole el juego a Tobías. Pongo los ojos en blanco y me acerco más a ellos.
—No sean idiotas, ustedes son mis verdaderos amigos y les quiero. — les aclaro con una gran sonrisa en mi rostro, los acerco a ambos abrazándoles a la misma vez, Tobías suelta un quejido y se aparta de mí.
—Hueles a chica. — me dice e inmediato pongo los ojos en blanco, pero jamás olvidando la diversión.
—Se supone que soy una chica. — le digo obvia, él sonríe y pone su brazo alrededor de los hombros de Bridget, quien se queja por unos segundos.
—Claro, vete, aquí estaremos cuando regreses de ser genial. — me dice él, Bridget se ríe entre dientes para luego asentir en acuerdo. — Adiós. — espeta, en señal de que ya no me quiere ahí.
—Adiós. — le digo en el mismo tono y no puedo evitar sonreír, Tobías siempre me saca una sonrisa con esa actitud tan drástica que tiene.
Cuando me doy la vuelta para ir donde Luke y sus amigos me percato que Michael me espera en pie, lleva una bolsa de frituras en una de sus manos, el rubio me sonríe al verme cerca y le devuelvo el gesto, él parece tranquilo, no como la primera vez.
—Darling. — saluda el teñido, cediéndome el lugar donde estaba sentado antes, que está al lado de Luke.
—Hola. — les digo a todos, estos me responden, hasta las chicas que están hasta el fondo de la mesa, lo cual me toma por sorpresa. Miranda me sonríe anchamente al igual que yo, Cameron me entrega una soda Sprite, y la tomo algo tímida. — Gracias. — él me guiña uno de sus ojos azules para después voltearse hacia sus otros amigos y seguir con su conversación, al igual que los demás.
Siento el tacto de Luke cogerme la mano por debajo de la mesa y no puedo reprimir la sonrisa que a los segundos se pone en mi rostro.
Oh, Darling, esto está mal.
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