—Irás a la fiesta de Michael este viernes, ¿No? —es lo primero que me dice Luke al momento en el que se sienta a mi lado en la mesa, en el aula de matemáticas. Escudriño la pizarra limpia y luego le veo a él. Sus ojos me miran atentos, a la espera de una respuesta, y después de unos segundos me encojo de hombros.

—No creo.

—Darling, no —niega rápidamente y toma una de mis manos para entrelazarla con la suya, bajo mi vista a nuestra unión y sonrío levemente—, Nadie responde con un "no creo"

—Bueno, pues, yo lo hago.

— ¡Absolutamente no!

Su pequeño grito llama la atención de nuestros compañeros de alrededor, y trato de ofrecerles una sonrisa para evitar malos entendidos. Mis ojos van hacia los de Luke y achico mi mirada, fulminándole.

—Dijiste que sí irías —esta vez lo dice con tono bajo, amable.

—Las personas cambian de opinión.

—Esa fiesta no será lo mismo sin ti.

—Lo mismo dijiste la otra vez y me dejaste abandonada, totalmente ebria con Miranda y sus amigas.

Y es ahí cuando quiero reír porque la expresión que me da es de consternación, sabe que lo he atrapado, y se siente tan bien tener tanta razón.

—Touché —murmura serio—, Pero esa vez fue diferente.

—Eres necio.

—Y tú indecisa —pone los ojos en blanco y separa su mano de la mía para poder cruzarse de brazos—, Dijiste que irías.

Y eso es lo único que dice porque al instante entra el profesor Charles al salón, diciendo los buenos días. Veo de reojo a Luke y no puedo creer que su expresión esté tan seria, pero vamos, se le pasará.

—El día de hoy haremos un pequeño trabajo en parejas, quiero que trabajen con las personas que tienen al lado, nada de cambiar —Comunica el maestro mientras escribe algunos incisos en la pizarra, y la verdad es que quiero gritar de frustración porque justo hoy, él tenía que ponernos a trabajar juntos, y ver la actitud de niño que tiene Luke en estos momentos me hace reconsiderar si es buena idea siquiera preguntarle quién hace qué—, Nada de pedir ayuda a los demás, solamente a sus parejas. En la pizarra acabo de poner lo que harán.

Y maldigo, maldigo porque no le entiendo a las ecuaciones, mucho menos a los ejercicios. Creo que fue mala idea no poner atención en la clase pasada.

—Luke —le llamo, pero él tiene toda su atención en la pizarra, está copiando todo en una hoja aparte, y por encima de su hombro llego a observar que a medida que va copiando cada ejercicio, lo va resolviendo.

¿Ni siquiera me dejará hacer algo?

—Ve haciendo la hoja de presentación —me pide, sin ni siquiera voltear a verme.

—Luke —llamo de nuevo, esta vez, poniéndome algo molesta, pero él sigue sin hacerme caso. Así que decido arrebatarle el lápiz de la mano, causando que de inmediato él gire su rostro para verme a los ojos.

—Has hecho que manchara la hoja —acusa, y tiene levemente fruncido el ceño.

— ¿Por qué te comportas así? —pregunto en un susurro para que nadie más que él escuche. Luke se encoje de hombros y trata de tomar su lápiz otra vez, pero lo impido.

—Porque me molesta que alguien diga que hará algo y luego no lo cumple —escupe rápidamente, sus ojos se quedan puestos en los míos durante un tiempo, pero los quita para girarse hacia el otro lado para coger su mochila, le veo sacar un lapicero, y eso me hace poner los ojos en blanco.

—Ten —pongo su lápiz encima de su cuaderno y suelto un bufido—, Por lo menos déjame ayudar con el trabajo, se supone que es en parejas.

— ¿Al menos le entiendes? —Cuestiona con una ceja alzada y eso me llega como un puñetazo justo en el estómago, y de nuevo pongo los ojos en blanco—, Eso pensé... Haz la hoja de presentación.

—Le entendería si el día que dieron la clase sobre esto, no me hubieses distraído con tus tontos chistes —trato de justificarme, y eso provoca que él deje de escribir para poner su atención en mí.

—Haz la hoja de presentación, ¿Tan difícil es eso? Por Dios, Darling.

—Oh, vaya, ahora me estás tratando como una niña —le veo mal, enojada. Luke cierra sus ojos por un momento y pasa una de sus manos por su rostro.

—Te estás portando como una niña.

—Pelea de tortolos —escucho decir a alguien detrás nuestro, alzo la mirada y es ahí cuando me doy cuenta de que casi todo el salón tiene su atención puesta en nosotros. Diablos. Luke también se ha dado cuenta, pero parece no importarle porque en vez de decir algo, o darme una mirada para tranquilizarme, a como antes, él simplemente se limita a seguir resolviendo los ejercicios.

—No lo entiendo —le digo después de unos minutos en los cuales estuvimos en silencio. Y realmente agradezco que esta vez, él se digne a verme.

— ¿El qué?

—Esto. Tu actitud —tomo una gran bocanada de aire para lo siguiente que voy a decir—, ¿Por qué es importante que vaya a esa fiesta?

—No es importante —me contesta rápido, para luego encogerse de hombros—, Simplemente quiero pasar tiempo contigo mientras hacemos algo me gusta. Últimamente se me es difícil estar con mis amigos. E ir a una fiesta combina dos cosas que me gustan; estar contigo, porque en serio te amo, y estar con los chicos. En el ambiente en el que solía estar antes, Darling, antes de conocer tu existencia, iba a fiestas como cuatro veces a la semana, sin importarme si tenía clases al día siguiente. Pero luego te conocí y eso se redujo abruptamente. Yo solamente quiero poder ir a una fiesta, pero que también estés ahí, acompañándome, siendo mi novia. Y me frustra que me niegues eso.

No sé qué decir. Y lo mejor que encuentro para hacer, es tomar una hoja en blanco y comenzar a escribir la presentación. Luke me sigue observando, pero luego de un rato le escucho soltar un bufido. Le veo de reojo y de nuevo se ha centrado en los ejercicios. No me gusta verle molesto, mucho menos si ese enojo es hacia mí.

—Iré a esa fiesta —le digo después de haber terminado la hoja, él dirige su mirada a la mía, y lo único que hago como señal de paz es darle la presentación—, No quiero que te enojes conmigo, pero tampoco me gusta que adoptes esa actitud y me trates mal, Luke.

—Lo siento, no quise tratarte mal, Darling.

—Me gustas mucho, como persona y novio, eres un chico demasiado lindo en todos los sentidos. Y es tonto, pero ahora siento que soy la culpable de que hayas dejado su vida de fiesta atrás.

—No, Darling, no lo dije con esa intención —Él niega, su mirada está en los ejercicios ya resueltos y se encoje de hombros—, Me gustas tanto que eso ya no me importa, prefiero estar contigo, te prefiero a ti.

Y le doy una sonrisa, y la que él me da es una sonrisa sincera, llena de cariño. Después de todo, no importa si discutimos, siempre volvemos a estar igual. 

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por alguna equis razón amé escribir este cap... me va a dar lástima terminar esta fanfic de kk :( ya saben, voten y comenten, les quiero tanto que subí dos cap en un día, vieron? <3