sesenta y cinco ✨
Empiezo a sentir miedo cuando después de unos minutos no siento las manos de Luke en mi cintura, me veo envuelta por los demás, que a la vez que gritan la letra de la canción; saltan y bailan. Estoy sofocada, puedo sentir una pequeña capa de sudor en mi frente así que paso el dorso de mi mano para secarme. Y a cómo puedo, busco salida de la pista de baile, fue sin dudas mala idea ir justo al centro. En mi camino, un chico que no reconozco me toma de la mano, deteniéndome.
— ¡Suéltame! —le grito, algo molesta. Me estoy preguntando seriamente a dónde se fue a meter Luke, porque a mi lado, por supuesto que no está.
— ¡Solamente una canción! —espeta, con un extraño mohín de diversión en su rostro, frunzo el ceño y aparto mi mano de la suya con todas mis fuerzas.
—No —pongo los ojos en blanco, continúo y alcanzo escuchar cómo el chico suelta un "Perra" a mis espaldas, pero bueno, eso no me importa, lo único que quiero es encontrar a Luke.
Cuando ya estoy a fuera, veo que todavía hay una gran cantidad de chicos saltando en el inflable como si sus vidas dependiesen de esto. Saco mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y trato de marcar el número de Luke.
—Por favor, contesta —susurro, viendo distraídamente en cómo un chico bebe una botella de vodka mientras es alentado por sus amigos.
—Hola, habla Luke, en este momento no puedo atenderte, probablemente esté ocupado en algo sin sentido, por favor...
Cuelgo, algo fastidiada. Sin dudas no esperaba que me saliese el correo de voz, Luke siempre, bueno, casi siempre está al pendiente de su celular.
Tengo la leve idea de que pudo ir al baño, pero no quiero ir a buscarlo, por más que deseo estar con él, no aspiro a ser esa novia acosadora. Pero, vamos, él me hubiese dicho que se iría, independientemente del lugar, me hubiese avisado, sin embargo me dejó tirada, bailando sola.
— ¿Darling? —escucho a mis espaldas, curiosa, volteo a ver y sonrío al encontrarme con Miranda Riggs.
—Hola, Miranda —saludo, ella se coloca al lado mío y me doy el permiso de observarla de reojo. Luce hermosa en ese vestido rosa, y ahora que lo noto, su cabello ya no está tan corto.
— ¿Sola de nuevo? —sé que está bromeando, pero no puedo evitar sentirme mal. No quiero que crea que mi novio siempre me deja abandonada.
— ¿Cómo te va con los arreglos para la despedida de nuestro último año? —pregunto, queriendo cambiar el tema, y me alivia ver que ella está dispuesta a hablarme sobre cómo todo está bajo control, que la presión de ser la presidente del comité no le trae tanto estrés porque todos aportan, y por unos minutos me pierdo en nuestra charla, donde solamente digo "Oh vaya, ¿En serio?"
Siento mi celular vibrar en mis manos e inmediato lo alzo para ver quién es. Es Luke, me está llamando.
—Disculpa un momento —le murmuro a Miranda, mientras me llevo el celular a la oreja. Ella me ve curiosa por unos segundos, pero luego se centra en el juego inflable.
— ¿Dónde demonios estás? —Luke grita, consigo escuchar de fondo la ridícula música haciendo eco y gritos. Lo mismo que estoy escuchando, en vivo. Por lo menos es grato saber que sigue aquí.
—No lo sé, dímelo tú.
—Darling...
—Afuera, por el inflable —respondo de mala manera y cuelgo.
Y cuestión de unos pocos minutos, tengo a Luke a mi lado, lleva una lata de cerveza en una de sus manos y en la otra su teléfono, le veo de reojo, sabiendo que él ya me está observando. Tiene una de sus cejas alzadas, es como si yo me hubiese escapado de sus manos, pero no es así, él me dejó. Por un momento olvido que Miranda está a mi otro lado, hasta que Luke menciona su nombre en forma de saludo.
— ¿Es una especie de tradición dejar a Darling sola en las fiestas? —le cuestiona de manera divertida, pero por el ceño que le da el rubio, sé que no le parece chistoso.
—No la dejé sola —dice, convencido. La castaña se encoje de hombros y antes de alejarse, me da una pequeña sonrisa—. Escucha, había ido a por unas cervezas porque supuse que estabas cansada, era rápido, lo juro, además estabas a gusto bailando.
—Está bien —digo, y tengo la esperanza de que siga explicándose.
—Y luego Michael me llamó, y tuve que ir a su habitación, lo siento.
Asiento, analizando sus palabras. Sus ojos azules me examinan, está preocupado, lo puedo percibir por cómo su semblante está levemente fruncido hacia abajo.
— ¿Él está bien?
Luke parece pensar en mi pregunta, y cuando entiende que hablo de Michael, asiente, encogiéndose de hombros.
—Sí, solamente es culpa.
Y por muy extraño que parezca, nos sumimos en un incómodo silencio, ambos observamos a los demás divertirse en el inflable, no sé qué decir, por lo general es él quien empieza nuestras charlas, pero esta vez no lo hace, solamente se limita a darle pequeños sorbos a su cerveza, me estoy desesperando, quiero decirle que continuos bailando o que hagamos cualquier tontería, pero me veo interrumpida cuando una chica rubia se pone justo al frente de Luke y eso sin dudas, me hace fruncir el ceño.
—Dijiste que volverías —le reclama ella, y no puedo evitar estar confundida. Luke niega, es ahí cuando su mirada se topa con la mía y todo se vuelve extremadamente raro, la tensión es palpable, y esta chica que al parecer no sabe el concepto de vestir apropiadamente, lo único que hace es ver al rubio con una sonrisa.
—No —musita Luke, está realmente incómodo—, Te dije que fueras con Michael.
Y eso colma mi paciencia, el hecho de que le hable como si nada, como si la conociera de toda la vida, y que lo haga justo al frente de mí.
—Luke —digo su nombre, enojada. La chica se percata de mi presencia, me hace un gesto de desagrado y luego dirige su mirada hacia él, otra vez.
— ¿Ella es Darling? —Pregunta, divertida—, Luke, lindo, pensé que tu gustos eran otros.
Estoy impactada y Luke lo nota.
— ¡Taylor, vete! Lo estás arruinando todo —grita, frustrado. Ella pone un estúpido puchero, que da ganas de vomitar, y ciertamente me estoy preguntando qué hago aquí.
—No, yo me voy —espeto comenzando a alejarme de ahí, pero un agarre en mi brazo me hace detener. Sé que es él, así que ni me molesto por voltear a ver—, Suéltame.
—Vamos, Irwin, no seas paranoica —giro para enfrentarlo, mis ojos chocan con los suyos y estoy anonadada, jamás me había llamado por mi apellido—, Es prima de Michael.
—No quiero explicaciones —le digo, logrando zafarme de su agarre.
Hago mi camino hacia el interior de la casa, subo las escaleras de manera rápida, en mi trayecto se me topan chicos ebrios que tratan de ligar conmigo, pero los ignoro, en el gran pasillo donde hay demasiadas entradas, puedo ver a unas cuentas parejas besándose, algunas entrando a una habitación, después de un tiempo logro encontrar las puertas hacia el balcón, no hay nadie ahí y lo agradezco porque quiero estar sola. No sé cómo sentirme con el hecho de que Luke no me haya seguido. Tal vez tiene razón y estoy de paranoica.
Me dejo caer en unas de las sillas que hay ahí y cierro mis ojos, estoy cansada, me quiero ir a mi casa, y por muy estúpido que suene, me estoy empezando a sentir tonta, la mayor tonta del mundo.
—💔💔💔—
No sé cuánto tiempo pasa, quizás una hora y algo, sigo sola en el balcón, no pude evitar llorar, me sentía mal, Luke nunca vino a buscarme en todo este periodo, y sé que se está divirtiendo porque hace como quince minutos, su apellido fue coreado cerca del barril de cerveza. Bien, es obvio que ahora está ebrio.
Patética, es así como me siento.
— ¿Bebé, eres tú? —las puertas corredizas se abren de golpe, dejando ver a un Luke. No puedo creerlo, luce pésimo, su cabello es un jodido desastre, su camisa a cuadros ya no está abotonada hasta el cuello, y puedo jurar que hay manchas rojas por el camino de su cuello y mejillas. Mi corazón se rompe al comprobar que se trata de labial.
—Vete —espeto enojada. Le escucho soltar una fuerte carcajada, lo observo confundida, él cierra las puertas y a pasos lentos va hacia la otra silla, que está al frente de la mía, cuando ya está sentado, lo único que nos separa es una pequeña mesa redonda.
— ¿Quieres que me vaya? —pregunta con una estúpida sonrisa en su rostro, seguido de sorber su nariz con el dorso de su mano. Asiento—, ¿Cómo regresarás a casa?
— ¿Te importa? —le veo mal y sus ojos no se despegan con los míos cuando niega.
—No me importa, solamente estaba tratando de ser bueno.
—Luke, ¿Qué te pasa? —mi voz se quiebra y me odio por eso. No quiero que él me vea llorar.
—Escucha, todo salió mal, no es como yo lo esperaba, todo es culpa del imbécil de Michael y su estúpida prima —se queja, deja escapar un gruñido de frustración, sus codos se apoyan en sus piernas y esconde su rostro entre sus manos por unos segundos—, Es mejor que te lo diga todo, no vale la pena seguir con esta mierda —dice, y coloca sus manos a cada lado de su cara, dándole un aspecto de niño bueno.
— ¿Qué?
—Soy un tremendo hijo de puta, no puedo evitarlo, lo siento —comienza, haciéndome fruncir mi ceño, él lo nota porque suelta una risa desganada—, Eres algo tonta, debiste hacerle caso a tu estúpido hermano, a Bridget Lynn y a todo aquel que te advirtió de mí.
Mi mirada choca con la suya, buscando algún rastro de mentira, pero no lo hay, esos ojos azules muestran tanta franqueza y crueldad que me llego a estremecer en mi lugar.
—Luke, yo no...
— ¿Sigues sin entender? —Pregunta incrédulo, le veo poner los ojos en blanco, se deja caer en su asiento hasta chocar su espalda con el respaldar, entonces me ve, serio—, Salía contigo para joder a tu hermano, ¡Qué sorpresa!
— ¿Estás de broma? —espeto, molesta. Siento una leve presión en mi pecho, quiero ignorar el hecho de que me estoy sintiendo fatal, como si el aire me faltara y hago un esfuerzo por verle directo a los ojos.
—Joder, no —suelta, fastidiado—, ¿Realmente creías que me enamoraría de una chica tan aburrida como tú? Por suerte no morí.
— ¡Eres una basura! —las lágrimas comienzan a caer, me levanto de la silla, no quiero verlo. Me aferro con fuerza de las barandillas, tratando de tranquilizar mi respiración. Abajo, hay chicos riendo y gritando, puedo llegar a observar a Miranda desde aquí, está riendo con un grupo de chicas, al otro extremo veo a la rubia de antes, está colgada en los brazos de un chico. Todos parecen divertirse en lo que parece ser mi infierno personalizado. Ahora lo entiendo. Esta maldita fiesta es una trampa.
—Darling, escucha, se supone que esto no era así, era algo peor donde tú me descubrías en la cama con otra, saldrías llorando y yo te seguiría, te diría todo, me burlaría de ti, te dejaría hecha pedazos... pero no fue así —me explica, y no puedo creer que siquiera tenga la cara de hablarme como si nada. Se ha levantado también, está detrás de mí, puedo sentirlo—, Michael se arrepintió a último momento.
— ¿Michael siempre supo? —pregunto perpleja, dándome la vuelta para verle. Y Luke solamente se encoge de hombros, como si eso fuese algo obvio. Pues claro que lo es, mi pregunta es estúpida.
—Él fue responsable de gran parte de la idea.
— ¿Por qué? —mi voz se quiebra, pero ya no importa, más humillada no me puedo sentir—, ¿Qué te hice?
—Escucha, que eso mejor te lo diga Ashton, él lo sabe muy bien —me muestra una sonrisa ladeada—, Solamente eras una carnada, una muy fácil y tonta.
—Púdrete —le grito y sin pensarlo mucho, le suelto una cachetada, cuando estoy a punto de soltarle otra, su mano agarra la mía.
—Vaya, la aburrida Darling está dejando salir a su fiera —se burla, dándome una de esas sonrisas ladeadas.
—Eres un imbécil, pensé que... —la respiración me hace falta, es como una gran opresión en mi pecho, duele, estoy a punto de desvanecerme, me siento pálida, con ganas de vomitar. Luke me suelta y da unos cuantos pasos hacia atrás, para guardar distancia entre nosotros.
— ¿Pensaste qué? ¿Que te amaba tanto, que eras mi todo, que había cambiado por ti? Joder, Darling, no. Solamente estaba fingiendo.
No digo nada, le veo mal, las lágrimas siguen saliendo y mi pecho duele, son como fuertes pinchazos que van directo a mi corazón, haciéndome sentir fatal. Nunca me había sentido de esta manera, y me estoy odiando cuando recuerdo lo que me dijo Ashton hace tiempo.
"Darling, lo que te hará Luke Hemmings no se comparará con lo que te hizo Calum Hood."
Los ojos de Luke no se despegan de los míos, sus facciones estás serias, como si estuviese aburrido, con esa postura despreocupada. Y lo que veo, es él, el Luke Hemmings de verdad. El patán. El chico del que todos hablan. El chico que decían que rompería mi corazón.
—Púdrete —le espeto y hago un gran esfuerzo por salir de ahí, salgo corriendo de esa casa, en el camino puedo escuchar mi nombre siendo gritado, pero no me detengo, no quiero que nadie me vea llorando, que me vean destruida.
Siento que estoy acabada.
-
hay como dos chicas que descubrieron a la perfección lo que pasaba o iba a pasar, yo solamente les respondí con un "te amo" AJAJAJAJA
ik, esto es predecible. voten y comenten su odio hacia Luke, lmao.
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