quince ✨
— ¿En serio las guardarás ahí? — me pregunta Luke, mientras se cruza de brazos y me ve resignado. Me encojo de hombros y trato de darle una mirada apenada. Pero es que por nada del mundo andaré por todo el colegio con un ramo de flores, mucho menos si todos saben que me las dio Luke. — Te hubiese traído un peluche, por lo menos no se dañaría al quererlo meter en tu casillero.
—Lo siento. — susurro, acomodo bien el ramo en el interior de mi casillero, colocándolo encima de mi libro de álgebra, luego cierro con cuidado la puerta mecánica, que por suerte tiene pequeñas ranuras de ventilación.
Cuando me giro por completo hacia Luke, él me sigue viendo serio, y me siento mal, su mirada me escanea todo el rostro, me pongo tensa cuando noto que levanta su mano y la dirige hacia mi rostro, me quedo estática, pero esto termina cuando él roza su pulgar con mi mejilla y luego sonríe.
—Tenías una pequeña mancha. — se explica, asiento, ignorando el hecho de que la zona donde el acarició me hormiguea y arde, aparto la mirada hacia mis zapatos, me alzo de puntillas y comienzo a balancearme sobre mis talones. Esto sí es incómodo. — Eres tan diferente y eso me hace explotar, Darling, me haces sentir confundido.
No digo nada, y no es porque no tenga algo que decir, sino porque me apena.
—Gracias por las flores, me han gustado, pero no debías moles...
—Quería hacerlo y me alegra que te hayan gustado. — me corta con una sonrisa en su rostro. — Te veo luego, Darling. — me dice mientras alza su mano y la mueve en una onda, de forma de despedida.
—Adiós. — le digo, arremedándole, le veo cuando gira, y a paso normal se va, dejándome aturdida.
***
Sin dudas he quedado marcada como "la nueva chica de Luke Hemmings" en todo el instituto.
No miento, he escuchado ese largo y molesto término como unas cinco veces en el día, lo peor de todo es que las chicas que hablan de mí no se toman la molestia de ver que si estoy detrás de ellas. Que irrespetuosas.
Estoy haciendo fila para poder comprar en la maquina dispensadora, unas dos chicas hablan, o más bien chismosean, saben, por mí no hay problema que la gente comente sobre cualquier mierda al azar, pero cuando se trata de mí, oh cielos, no lo soporto. Y las ganas de golpearlas es lo que están viniendo a mí en estos momentos.
—Es como si esa chica apareció de la nada, ni siquiera me he tomado el tiempo de verle bien, ¿Es linda? — habla una de cabello rizado y negro, observo como ella pone los ojos en blanco seguido de reír, la otra, una chica castaña y de cabello corto le imita y hace una mueca con su boca, seguido de decir algo muy ofensivo, que fue lo que me colmó.
—No sé quién es, dicen que es hermana de Irwin, lo cual es chistoso porque debe de ser la sombra de él, ya sabes, la tonta chica que cree que es popular porque su hermano lo fue. — hace un gesto con las manos, restándole importancia a lo que dice. — Pero me supongo que debe de ser linda... eso o es que en verdad es buena en la cama.
Siento un nudo en mi garganta, y no son sollozos sofocados, sino gritos de frustración y groserías retenidas, que por supuesto están a punto de salir.
Me cruzo de brazos, trato de poner mi semblante relajada, me aclaro la garganta, haciendo que las dos chicas de adelante me queden viendo de reojo, les muestro una sonrisa de amabilidad fingida y comienzo a hablar, o más bien a soltar cinismo. Mi especialidad después del sarcasmo.
—No pude evitar escuchar su conversación, pero, ¿No creen que es patético hablar de una persona sin siquiera conocerla? — hago una pausa para poder observar las expresiones de ambas chicas, la rizada me frunce el ceño y chista la lengua, sé que esta está apunto de alegar sobre "la nueva chica de Luke" y me alegra que no sepa que soy yo.
—Todos saben que cualquiera que se mete con Luke es una puta barata. — me dice ella, con una gran sonrisa en su rostro, que sin dudas quitaré.
— ¿Te has metido alguna vez con Luke? — le pregunto, su amiga le queda viendo y luego a mí, la rizada, que no me interesa saber su nombre niega y me mira a los ojos. — Que raro, porque tú pareces una.
Sonrío, pues su expresión es tan cómica y de enmarcar, ella eleva sus cejas y abre la boca para responderme con algo que seguro será listillo, pero inmediato la cierra al ver sobre mi hombro, frunzo el ceño, me digno a girar, pero cuando lo hago, siento un brazo pasando alrededor de mis hombros y una fuerte colonia combinada con menta me abarca las fosas nasales.
Miro al chico pelinegro y a su agarre, dudosa y extrañada, su mirada va de mí a las dos chicas que miran todo pasmadas, la castaña y la rizada se han quedado pálidas por la pena, pues, si no son estúpida, tal vez se han dado cuanta que yo soy la persona de la que han estado cotilleando.
— ¿Darling, te están molestando? — Michael muestra una pequeña sombra de sonrisa juguetona y niega divertido al ver las expresiones de las dos féminas.
—No, la verdad es que sus palabras equivalen a pura mierda para mí. — contesto, trato de soltarme del agarre del teñido, pero este no me deja, así que le obligo a que me siga, así que dejamos a los chicas patéticas solas y apenadas. En el camino me zafo de él y me detengo a verle a los ojos, estos de color verde, me inspeccionan de arriba a abajo, seguido de soltar un sonido que va parecido a una risita.
—Así que Darling, Luke me ha mandado a buscarte y resulta que te encuentro discutiendo con dos chicas, no una, dos. — me dice mientras se cruza de brazos, observo como su camisa se acopla a sus brazos, su cabello teñido es un desastre y lo único que hago cómo reacción a sus palabras es reír.
—Iré a ver que quiere ese idiota. — comento, él alza ambas cejas por mi vocabulario, pongo los ojos en blanco y sonrío falsamente. — por su culpa ya no me llamo Darling, sino "la nueva chica de Luke". — le explico frustrada.
Michael suelta una risotada, llevándose una de sus manos al estómago e inclinándose un poco para poder tomar algo de aire.
—Sin dudas no eres como las demás, qué lástima. — habla cuando por fin deja la risa atrás, su tono de voz es suave y perezoso, al igual que su caminado cuando se da la vuelta y se marcha.
Por una extraña razón, que no quiero darle vueltas, Michael siempre logra dejarme confundida cada vez que hablamos.
-
please voten y comenten, me hace feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro