cuarenta y tres ✨
— ¿Puedes imaginarlo? —le pregunto animada a Bridget. Ambas caminamos por el pasillo hacia nuestro primer periodo de clases, algunos alumnos sacan apresurados sus cosas de los casilleros, a algunos ni siquiera les preocupa que el timbre ya haya sonado, pues se mantienen recostados en las cabinas de metal.
—Sí, Darling, puedo imaginármelo —dice ella con voz cansada y latosa. Le hago mala cara y aferro más a mí mi libro de biología. De todos modos, ¿cómo se atreve a destruir mi buen ánimo?
—Ugh, por eso no te cuento sobre Luke y yo —bufo, y pongo los ojos en blanco de una manera muy exagerada, ya saben, con esa expresión de fastidio.
—Te estaba escuchando, dijiste algo sobre el beso perfecto y ese tipo de chorradas clichés —defiendo su puesto como mejor amiga, sin dudas eso me hace reír, pero a la vez quiero estar molesta con ella. Es una situación muy difícil aquí.
—Chorradas clichés las tuyas —le grito antes de apresurar el paso para llegar a mi salón, le escucho desde atrás soltar una grosería, pero eso ya no importa, pues, cuando entro al aula de biología, justo en mi mesa me encuentro una sorpresa. Y ya quisiera que fuese un ramo de flores, globos o un peluche por parte de Luke, no señores. Son unas Barbies "made in china", tres para ser exacta, todas mirando a mi dirección, el motivo del por qué quieren importunarme me llega a la mente, haciéndome bufar. No otra vez, pensaba que este tipo de cosas ya habían quedado en el pasado.
—No —les digo antes de que cualquiera quiera soltar su basura. Una de ellas, la más oxigenada a mi parecer, se acerca a mí, poniendo su bolso al otro lado de la mesa, justo a la par de donde se encuentra mi mochila descansando. Usualmente, dejo que cualquiera se siente conmigo en esta clase porque ninguno de mis amigos la recibe conmigo, pero ella es una excepción. Observo cómo esta chica despide a sus amigas con la mano, las dos más le hacen caso, yéndose a otro asiento.
Intento no ponerle atención, pero su molesto bolso rojo chillante percibe toda mi mirada, ruego a que el maestro aparezca ya, deseo estudiar sobre los carbohidratos y los lípidos. En serio.
— ¿Darling, no? —escucho a mi lado, en mi interior dejo escapar un grito gutural de sofocación, pero le muestro una sonrisa fingida a la rubia, cuyo nombre recuerdo, es Marty, vaya, no la reconocía con ese color en la cabeza, pensé que era castaña, bueno, qué importa.
—Ajám.
— ¿Tú y Luke son novios?
¿Lo somos? Diablos. Nunca me había hecho esa pregunta, una muy buena pregunta, debo reconocer.
— ¿Por?
Marty me ve incrédula, por lo que veo, que le haya contestado con una pregunta no le gustó para nada, pero es lo que hay. Además, mi deseo por entablar una conversación con ella es de menos cero.
—Oh, bueno, es extraño que Lukey lleve demasiado tiempo contigo, así que todas nos preguntamos eso.
— ¿Qué les importa a ustedes? —suelto una risa carente de humor. Recojo un mechón de mi cabello que cuelga por mi mejilla y me lo llevo hacia atrás de la oreja. Ella pone los ojos en blanco y frunce su boca de color rosa chicle.
—Eres simple, aburrida, mírate, tu rostro es muy monótono, te hace falta rubor, por Dios, ese cabello, amárratelo. Y eso que no he mencionado tu forma de vestir tan monja, ¿Solamente tienes pantalones? —al terminar de hablar, alza una de sus cejas y en su feo rostro se dibuja una sonrisa hipócrita.
Es extraño que sus palabras hayan logrado afectar un poco en mí, pero lo hicieron, tal vez tengan razón. Insegura, bajo la mirada hacia mis piernas cubiertas por la tela de mis jeans favoritos y enseguida la vuelvo a alzar, para verla a los ojos.
—Me sorprende que sepas qué significa la palabra monótono —digo apenas, me aclaro la garganta, y sin pensarlo dos veces, cojo mi mochila para luego salir apresurada del aula, agradezco que el profesor no haya llegado aún, vale un comino la clase de biología.
Esa bruja ha logrado acabar con mi buen humor.
—💔💔💔—
— ¿Qué sucede? —me pregunta Luke, después de tragar una de sus papas. Me encojo de hombros, sus ojos se topan con los míos, pero aparto la mirada, dejando reposar mi cabeza en su hombro.
—El cambio climático, ¿sabías que dentro de unos años los polos se derretirán un noventa por ciento haciendo que la mayoría de especies que viven ahí queden en peligro de extinción o ya no estén? —hablo de manera seria, escucho la risa de Luke y el sonido de su bolsa de papas fritas siendo esculcada.
—Darling —me advierte, pongo los ojos en blanco y dejo escapar un largo suspiro. Él solamente se limita a llevarse otra papa a su boca en la espera de una respuesta.
— ¿No te pone triste que los osos polares mueran? Las imágenes de ellos aferrándose a la vida en unos pequeños cubos de hielo son muy crueles. Me deprimen, Luke —otro suspiro proviene de mí, en total desesperanza.
—Lo sé, es muy triste, pero en parte nosotros, los humanos somos los culpables, talando árboles, arrojando basura y ese tipo de cosas —comenta igual de serio que yo, asiento en acuerdo a sus palabras, agarro una de sus papas y me la como. Ambos decidimos pasar el descanso en una de las bancas que quedan por la cancha de fútbol, son pocos los que vienen por estos lados por no dejar la comodidad de las mesas del campo. A decir verdad, aquí también es tranquilo—. Ahora dime la verdad de por qué estás triste —vuelve a hablar, mirándome minuciosamente sobre su hombro, suelto un quejido y no me importa si llego a sonar como animal moribundo.
— ¿Por qué no me dejas estar deprimida? —lanzo, fastidiada.
—Porque no me gusta verte así, Darling, me deprimes también —explica como si fuese la cosa más obvia. Me reincorporo, apartándome de él, me giro un poco para poder verle de frente, hace lo mismo y ahí estamos, viéndonos fijamente a los ojos. Me cruzo de brazos, tratando de lucir furiosa, Luke reprime una sonrisa, pero a los segundos la ensancha en todo su rostro, haciendo que yo del mismo modo sonría. Maldito—. Así está mejor.
—Oh, cállate —le señalo con mi dedo, lo acerco lo necesario a su rostro para poder presionar su nariz seguido de hacer un sonido de «pop»—. No me dejas estar triste, eso es nefasto, Luke, ¿Has visto Intensamente? —Él asiente a mi pregunta—. Pues deberías de saber que está bien estar triste. Jesucristo. Qué haré contigo, muchachito —ahí va de nuevo, vuelvo a cruzar mis brazos en señal de molestia. Luke niega rápidamente mientras trata de agarrarme ambas manos, ha dejado su sobre de frituras a un lado y ahora separa mi agarre para poder entrelazar nuestros dedos.
— ¿Qué haré yo contigo, Darling? —Se pregunta, reprimo una sonrisa y me encojo de hombros—. ¿Por qué estabas triste?
— ¡Dios mío! Si te lo digo te reirás de mí, ahora que lo pienso, el motivo es tan estúpido. Luke, no me hagas decírtelo —ruego por un poco de piedad, él hace una mueca divertida, como restándole importancia al asunto.
—Vamos, dime.
—Ugh —me quejo, le hago mala cara y me preparo para ser la chica más patética del universo—. Resumiéndolo todo, una zorra dijo que yo era fea —Luke alza ambas cejas, en señal de incredulidad. Ya puedo oír su risa venir—. Y que cómo era posible que te fijaras en mí —eso último lo digo en un murmuro, estoy apenada. Oh por Dios.
—Darling —el tono con el cual dice mi nombre hace que no quiera verle a los ojos, por eso decido ver a lo rasgado de su pantalón negro, Luke me ofrece un apretón en ambas manos, cosa que me hace sonreír.
—No intentes darme ánimos —suelto una risa floja. Me dispongo a verle a los ojos, y quizás ahora quiera llorar porque la mirada que me da me hace encoger.
— ¿En serio? Pensé que eso tipo de cosas no te afectaban, pensé que a la Darling que conozco, a mi Darling, no le importaba un comino toda la basura de esas idiotas, ¿O estuve equivocado siempre? — Espeta con tono de voz seria, niego lentamente, pero al momento me encojo de hombros, indecisa—. Ay, Darling, que no te importe lo que digan los demás, eres más que bellísima para mí.
— ¿Sí?
—Pues sí —me muestra una sonrisa, que marca sus hoyuelos. Acerco mis manos a cada lado de su rostro, acaricio sus mejillas y lo acerco al mío para dale un beso en los labios, donde puedo sentir lo salado de las papas ingeridas, pero no importa.
—Te amo —susurro.
Ups.
-
lo siento, se suponía que iba a actualizar antes, pero no pude porque estaba deprimida, mi mascota falleció hace unos días y no quería conectarme y eso. -kat
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