"¡Buena suerte en la escuela primaria, Jimin! ¡Estaré aquí para recogerte después de clase! Haz algunos amigos y no te asustes, ¿De acuerdo, cariño?"

"¡Está bien, mamá! ¡Lo intentaré! ¡Te amo!" Jimin abrazó fuerte a su mamá y entró corriendo al salón de clases con su colorida mochila balanceándose holgadamente sobre sus hombros.

Jimin tiró de la camisa de la maestra para preguntarle dónde sentarse. Cuando la maestra se dio la vuelta le dedicó una mirada compasiva de lástima, a lo que el niño ladeó la cabeza confundido.

"Oh, eres un chico tan dulce. Lamento que tengas que pasar por esto" Se puso en cuclillas y frotó su pulgar en la mejilla izquierda de Jimin.

Durante los primeros años de su infancia, a nadie parecía importarle la huella de la mano que apareció en la mejilla de Jimin, pero a medida que crecía, las cosas cambiaron rápidamente.

Dondequiera que caminaba, Jimin recibía miradas de lástima porque todos, incluido él mismo, sabían que su alma gemela lo abofetearía. Los niños solían intimidarlo en la escuela, lo llamaban inútil y le decían que incluso su alma gemela no podía soportarlo.

Fue entonces cuando Jimin le rogó a su mamá que le comprara maquillaje para cubrir la marca. La mujer accedió a regañadientes, no quería que se cubriera su marca porque pensó que él debería estar orgulloso de ella, pero tampoco quería que lo intimidaran.

Luego, en un pueblo diferente, otro niño estaba esperando. Esperando que un apretón de manos cambiara su vida.

Autor/a: KimSeokjinsWaist