Hoseok miró el celular que estaba sobre su escritorio con una mueca, pensativo, una oleada de misterio giraba alrededor de aquel artefacto, el cual, tenía temor de mirar. Desde que lo había encontrado esa noche no dejaba de recibir mensajes, de súplica, amenazantes y negativos, las carpetas estaban bloqueadas, por lo que pidió ayuda a un amigo que estaba seguro podía ayudarlo, porque era un genio de la informática, fue cuando se dio cuenta de lo que contenía aquel celular y por qué aquella persona estaba desesperada por recuperarlo.

Eran unas veinte carpetas llenas de fotografías, mensajes y videos, de Yoongi, Taehyung, su hijo, Jungkook y Jimin, sobretodo este último, aquel aparato pertenecía a un acosador. Sabía que era su deber informar a Namjoon, tenían un equipo legal que se encargaba de todo, pero uno de los mensajes de esa persona le detuvo.

No estoy intentando hacerles daño, sólo quiero la verdad, esto es importante. Tienes que creer en mí, sólo intentaba encontrarlos, si quisiera lastimarlos ya lo hubiera hecho.

Aquello no estaba bien, con la información de ese teléfono bien podrían descubrir que Taehyung y Jungkook estaban casados, porque había fotografías de este último con Jungwoon, además de que Jimin con diferentes personas que parecían muy sospechosas le preocupaba, mordió su labio inferior, lo que estaba planeando hacer era una estupidez y estaba seguro de que podía salir muy mal si no tenía cuidado, aun sabiendo esto tomó el teléfono y mandó el mensaje.

En esta dirección, hoy a las nueve.

Al poco tiempo de haberlo mandado maldijo internamente al recordar algo muy importante, bufó tomando su cabello con desespero, pero no podía retractarse, eso no era para él, sino para descubrir quién estaba detrás de sus amigos. Tomó su propio celular y marcó al número ya conocido.

—¿Bueno? ¿Yoongi? —dijo en la línea.

—No jodas Hobi, te dije que no quería beber, pero ya que insistes, bien, nos vemos a la salida—su risa hizo que él mismo riera.

—No es por eso que te llamo idiota, quiero pedirte un favor.

—Dime, soy todo oídos, si me conviene bien.

—Quiero que pases por Taehyung esta tarde, Namjoon me pidió trabajar en algunas cosas y no podré terminar a tiempo, sólo llévalo a casa, hoy tiene una prueba de vestuario para el estreno de aquel reality, donde esta Jimin.

—Paso—dijo de inmediato—. Hazlo tú, yo no me lo cojo.

—No maldito, no comiences, anda, Taehyung tiene que ser visto contigo para que la mierda de la relación falsa funcione.

—Bien, pero si lo beso es mi pago.

—No, aléjate de él, no lo toques ¿Entendido?

—Que aburrido, pero bueno—suspiró—. Nos vemos mañana para que me invites a beber.

—Perfecto—cortó la llamada mordiendo su labio inferior, no estaba seguro de que tanto le gustaba que Yoongi estuviera a solas con Taehyung, pero había otras cosas de las cuales tenía que ocuparse.

—Vendré en la noche por ti—dijo besando la frente de su hijo quien asintió entrando al departamento de sus abuelos.

Taehyung lo observó alejarse, hasta que pudo borrar aquella falsa sonrisa en su rostro, su madre le observó con una ceja alzada. —¿Estás molesto? ¿Ocurrió algo en la empresa?

—¿Le dijiste a Jungkook que dejé las anticonceptivas?

—Tae...

—¿No crees que no debiste decir algo tan íntimo? —cuestionó con el ceño fruncido—. No tienes que decirle nada sobre mí, nada.

—Taehyung, él sólo me preguntó si tú y Hoseok iban en serio, tal vez fue una estupidez, pero sabes que no lo soporto, le dije que tú y Hoseok estaban tan felices que dejaste los anticonceptivos.

—¡Mamá! —bufó—. Sabes bien que no los deje por eso, además Hoseok y yo no somos pareja.

—Deberían, eres más que una diversión de un rato y ahora que lo dices espero que te estes cuidando—chasqueo la lengua—. Y lamento lo que dije, es sólo que...no soporto a ese...sólo lo acepto porque es el padre de Jungwoon y si así no viene, si lo trato mal menos lo hará.

—Ya no le digas nada—dijo con una mueca.

—Hablando de ese tema ¿Cuándo irás al doctor? ¿Te has sentido mejor?

—Sí—mintió—. Se me hace tarde, nos vemos—la miró con cariño—. Boca cerrada mamá.

—Lo prometo—asintió apenada.

Se dio la vuelta derrotado, aquellos días habían sido completamente exhaustos, desde su horario laboral, sus tiempos libres de padre y el miedo, Taehyung estaba aterrado, y no podía encontrar la salida, porque las palabras de Jungkook resonaban en su cabeza, con una advertencia que no quería que se hiciera realidad.

Creía imposible cómo Jungkook aún podía meterse en su mente para aterrorizarlo, pero no le restaba culpa a sus malas decisiones, se arrepentía de haber vuelto a caer en sus redes. Algo que estaba seguro no volvería a ocurrir. El camino a la televisora que transmitiría el programa fue más corto de lo que hubiese deseado, su manager le sonrió intentando darle ánimo, pero él sabía que aquello no era más que un campo minado.

Aunque era famoso, no tenía la atención que Jimin obtenía a cada lugar que asistía, pero intentó que eso no le afectara, saludo a los miembros del staff, ese día tenían las pruebas de vestuario, pues en una semana serían las grabaciones.

—Hola Taehyung-ssi—dijo una mujer con una enorme sonrisa—. Vas después de Jimin.

—¿Ya está aquí? —preguntó con una ceja alzada.

—Sí—le indicó que le acompañara a uno de los camerinos—. Puedes esperar aquí.

—Gracias—suspiró satisfecho de no tener que estar cerca de él, se miró en el espejo con una sonrisa, se veía bien, le gustaba saber que su rostro había cambiado con el tiempo haciéndolo ver mucho más atractivo. Vivía de su rostro y eso siempre le levantaría el ánimo.

—Estamos listos—dijo una persona entrando con los trajes que usaría—. Comencemos.

Después de algunos trajes, que eran muy lindos, quienes estaban ahí halagaban lo bien que se veía en cualquier cosa que le ponían, al mirarse al espejo se sentía poderoso, era así como quería sentirse siempre, pero regresando a su realidad se sentía menos que nada.

—Mandaremos las fotos a los diseñadores y ellos elegirán quien llevara que atuendo, no tenemos problemas contigo, hay tela que quitar no que agregar—lo dijo en un tono de burla que le hizo entrecerrar los ojos confundido por unos momentos hasta que se dio cuenta que hablaba de Jimin—. El niño de oro no es tan perfecto como todos piensan.

—¿Por qué dices eso? —preguntó mirándola fijamente.

—Tenía chupetes en todo el pecho—susurró riendo—. Creo que él se divierte mucho con Jungkook, ahhh pero que envidia, quien no quisiera estar con él ¿Lo conoce?

—Lamentablemente sí—chasqueo la lengua.

—Está aquí—dijo acomodando el cuello de su camisa—. O al menos lo estará en unos momentos, mientras arreglábamos a Jimin le llamó y dijo que pasaría por él, tal vez tengan una cita o...algo más.

Taehyung se puso serio, con una mirada fría, rodó los ojos, imaginarlos juntos, besándose o amándose era algo que le hacía hervir la sangre, estaba enojado, dejando de prestar atención a los halagos que recibía, así hasta que lo dejaron solo para que pudiera volver a ponerse su ropa, Hoseok le había avisado que Yoongi pasaría por él, no les molestaba eran buenos amigos, pero hubiera querido pasar tiempo con quien se suponía tenía algo.

Se sentó para seguir mirándose en el espejo. —Soy más hermoso yo.

—¿La locura hace que hables solo? —la voz que llegó a sus oídos hizo que maldijera internamente.

—Deberías aprender a leer, este es mi camerino—dijo volviéndose para mirarlo.

—Vine a saludar ¿No deberíamos hacer las paces? —preguntó con una falsa sonrisa.

Taehyung soltó una carcajada. —¿Qué mierda quieres?

—Sabes que las personas están comenzando a especular cosas sobre ti y sobre Yoongi ¿Verdad? Dicen que los sonidos en la canción eran tuyos, pero ambos sabemos que no, son míos—dijo con una sonrisa de satisfacción.

—Claro que eran tuyos, sonaba como una ardilla siendo asesinada, los míos son más elegantes, puedes preguntarle al falso de tu novio.

—Oh Tae ¿Vamos a pelear por un hombre? —bufó con una ceja alzada.

—¿No es a lo que viniste? —dijo con una sonrisa al momento que se ponía de pie—. Sólo lo diré una vez, porque creo que necesitas más que señales para entenderlo, aléjate de mí, me importa un carajo que Jungkook te coja como la zorra que eres, es todo tuyo, pero a mí y a mis amigos nos dejas en paz.

—¿O si no qué? —retó con la mirada—. No te hagas el santo, hace una semana estabas saliendo con Hoseok, antes de mi cumpleaños cogiste con Jungkook y ahora Yoongi ¿Y yo soy un puto? Cuida tus palabras y acciones, tú tienes un hijo, sé un buen ejemplo para el niño.

Taehyung se acercó a él sin despegar la mirada de sus ojos. —No Jimin, no nombres a mi hijo aquí, que no dudaré en partirte la cara.

—Hazlo y destruyo tu carrera, sólo me bastará con hablar de Kim Taehyung quien tuvo un hijo de Jeon JungKook y se lo ocultó muchos años, un egoísta hijo de puta, que se mete en donde no lo llaman ¿Quieres eso?

Su sangre hirvió, no dudó ni un segundo en empujarlo a la pared, haciendo que se escuchara el estruendo, puso las manos en su camisa y le miró furico.

—Habla, quiero que hables para yo mostrar las fotos que mandaste desnudo en la madrugada mientras eras cogido por un desconocido.

Los ojos de Jimin se agrandaron. —¿Cómo mierda sabes eso?

—Ddaeng—sonrió ladino apretando con más fuerza—. Te lo diré de nuevo, no te acerques a mí, mantén tu distancia.

—¿Taehyung? —la voz de Jungkook irrumpió el momento.

Soltó a Jimin con un suspiró, acomodó su ropa y les miró a ambos. —Llegó el padre delo año. Oh, sí, me tengo que callar, ayyy, creo que saber tanto a veces no me permite tener en cuenta qué puedo y que no puedo decir—rio por lo bajo—. ¿Les gusta su maldita carrera? Entonces dejen de joder conmigo, así de simple.

Le miraron desconociéndolo, Jimin estaba por abalanzarse hacía él y darle un golpe, pero Jungkook lo detuvo del brazo, un aplauso se presentó, se volvieron a ver a Yoongi quien portaba una enorme sonrisa.

—Creo que esta temporada será muy buena—rio negando—. Vamos brabucón, tenemos que embriagarnos.

—Con gusto—suspiró tomando sus cosas, salió rápidamente tomando el brazo de Yoongi y llevándoselo lejos.

Jungkook y Jimin miraron la escena, el primero vio a su amigo con una ceja alzada. —¿Qué le dijiste?

—Nada—gruñó molesto.

—Un consejo Jimin, Kim Taehyung es peor que Min Yoongi, así que cuidado. 

—¿Por qué me trajiste a tu departamento? —inquirió con una ceja alzada mientras se sentaba en uno de los taburetes de la barra de alimentos.

—No era broma cuando te dije que nos íbamos a emborrachar—soltó sacando de su nevera una botella de suju y dos pequeños vasos.

—No me gusta—chasqueo la legua.

—Pero lo harás—dijo poniendo el vaso a su lado y sentándose frente—. Bebamos como dos amigos mientras hablamos de los sexy que te ves amenazando a la gente, ¿Crees que Hoseok acepte que los vea mientras....?

—No comiences—gruñó—. Se supone que hoy tendríamos una cita.

—Pero no es así, tendrás una cita de bebida conmigo.

—¿No estás molesto por qué casi le rompo la cara a tu amado? —levantó una ceja.

—Se lo merecía, Jimin siempre tuvo una boca grande y no sólo para...—rio cuando vio la cara de asco de Taehyung—. Bebe.

—Tengo que regresar a casa, tengo un hijo.

—Dile a tus padres que lo cuiden o que Jin lo haga—se encogió de hombros—. Necesitas relajarte.

—No me pondré lo suficientemente ebrio como para tener sexo contigo—dijo burlón.

—No quiero tener sexo contigo Tae, me agradas—suspiró—. Mejor bebamos.

—Sólo por hoy—dijo tomando de un trago el líquido haciendo una mueca después—. Lo odio.

—Es bueno. Te acostumbras—dijo sirviéndole de nuevo.

—No hablo del suju, hablo de Jimin y Jungkook, los odio—suspiró—. Mucho.

—Lo que dijo Jimin ¿Es verdad?

—¿Escuchaste? —dijo con una mueca.

—Jungkook y yo escuchábamos—se encogió de hombros—. Era interesante. ¿Te acostaste con él?

—Sí—asintió—. Hoseok no lo sabe.

—Obviamente no lo sabe, te dejaría, mi amigo es un amor, pero él tiene claros sus principios—suspiró—. Es mejor que todos nosotros, yo me acosté con Jimin, estamos en las mismas.

—Deberíamos tener un código, cada que vayamos a hacer una estupidez, tenemos que llamar al otro para pararlo ¿Estás de acuerdo?

—Me parece bien—rio volviéndose a servir.

Escucharon música, mientras reían, hablando de ellos mismos no de lo que sucedía en sus catastróficas vidas, desde lo que les gustaba, sus infancias y sueños, sobre todo, esto último que hizo que Taehyung comenzara a llorar.

—Eres un bebé—dijo poniéndose de pie y yendo a limpiar sus lágrimas, rio por lo bajo—. Lo vas a lograr Tae, cualquier cosa que quieras y desees, lo harás, porque lo mereces.

Subió la mirada observando sus ojos, mientras los largos y fríos dedos acariciaban sus mejillas, tal vez era el alcohol, la sensación de consuelo, o que la cercanía después de una profunda plática había aflorado sus más dolorosas emociones, que hizo de aquel momento el indicado para que Yoongi bajara el rostro y lo besara, Taehyung abrió mucho los ojos, pero segundos después, los cerró y llevó sus manos a los hombros de Yoongi, siguiendo el ritmo del beso, abriendo sus labios en un movimiento lento y acompasado, comenzó a sentir una serie de sensaciones que le agradaron, porque Min Yoongi besaba muy bien.

—Mierda—susurró el pálido cuando se separaron—. Hoseok me matará.

Taehyung relamió sus labios. —Es el alcohol.

Ambos se miraron por un momento antes de acercarse nuevamente y volver a besarse, esta vez con mucha más intensidad, sintiendo aquello algo tan nuevo y placentero. 

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