Planes de vuelo
El silencio era sepulcral, tal y como si estuvieran en un entierro, se miraban fijamente, sentado uno frente al otro, sus manos en sus piernas tensas, era esa tensión que nunca habían experimentado al estar cerca del otro, era una sensación nueva que les llenaba de confusión y pesar, porque habían sido amigos por mucho tiempo, conocían todo del otro y eran esos recuerdos los que no se podían desprender con facilidad, que los orillaban a sentirse miserables, Yoongi aclaró su garganta, tenía tanto qué decir, pero las palabras no salían.
—¿Qué es lo que quieres?
Yoongi suspiro pesadamente, la persona que estaba frente a él de repente era irreconocible, pero no podía sentirse víctima, porque él mismo había causado su disgusto.
—Primero, quiero hablar de lo que pasó, quiero disculparme contigo, sé que la cague, te juro que en ese momento no pensé en las consecuencias, sólo pensé en mí mismo como siempre porque soy un puto egoísta.
—Lo eres—dijo Hoseok con seriedad—. Siempre lo has sido, no te importa nadie más que tú mismo, siempre lo supe, pero pensé que por ser tu mejor amigo no me harías una estupidez, te defendí y sonsaque tus tonterías, pero me has herido, y nada de lo que digas ahora va a cambiar eso.
—Lo sé, se bien que jodi todo, y que te herí, no era mi intención hacerlo, y sé que nada de lo que diga va a arreglarlo, pero tienes que saber que estoy arrepentido, que me haces falta, porque puedo vivir sin cualquiera, menos contigo, eres mi hermano, te amo, y me duele hacerte hecho sufrir, sé que no vas a perdonarme, pero quiero que sepas que voy a esperar el tiempo que sea necesario, que no quiero hacerte daño y que quiero que me perdones, te necesito de vuelta.
Hoseok desvió la mirada, estaba afectado por sus palabras, su corazón se sentía pesado y su mente le gritaba que lo perdonara, pero no podía hacer eso, porque aunque quisiera demasiado a Yoongi, este era inestable y jamás aprendería la lección, además de que no quería estar cerca de él en ese momento, no sin las ganas de golpearlo.
—Sabías que amaba a Taehyung, que me enamoré de él desde siempre, que lo adoraba y también a Jungwon, lo sabías bien, y no te importó, sólo lo viste como una nueva conquista y me da coraje, porque él no representa ni la mitad de lo que representaba para mí. Ambos jugaron conmigo cuando yo no hice más que estar a su lado y apoyarlos. Eso es lo que me tiene mal Yoongi, que la traición vino de alguien que creía mi hermano.
Yoongi tuvo ganas de llorar, aquel nudo en su garganta se acrecentó, había dañado a la única persona que estaba a su lado de forma incondicional, quien le había salvado de la oscuridad en múltiples ocasiones, y no sabía de qué manera remediarlo.
—Lo siento, Hoseok, de verdad lo lamento, créeme que estar separado de ti, me hizo darme cuenta que soy la persona que soy por ti, que me haces mucha falta y que me odio por haberte alejado.
Hoseok bajo la mirada, para él nada de lo que estaba pasando era fácil, mucho menos ahora que tenía que ver en todas partes la noticia de la relación de Yoongi y Taehyung, estaba destrozado, había perdido a dos personas muy importantes para él, y ahora no sabía qué hacer.
—Viniste aquí por algo, no sólo a disculparte ¿Qué ocurre? —no podía evitar preocuparse por él, porque era una persona importante.
—Me vas a odiar, pero no hay nadie que nos pueda ayudar más que tú, me siento un hijo de puta pidiéndotelo.
—Habla—dijo entrecerrando los ojos, tanto misterio no le gustaba.
—Necesito de tu ayuda para entrar al hospital de tu padre sin que nadie se entere, algo discreto.
—¿Por qué? ¿Sucede algo? —preguntó con preocupación.
—Taehyung quiere realizarse un aborto.
La cara de Hoseok fue un poema, se quedó petrificado, mirando a Yoongi como si este hubiese perdido la cabeza, de repente sus ojos se entrecerraron, sus manos comenzaron a temblar, estaba a punto de levantarse y romper algo.
—Estás de joda, ahora quieres que te ayude a deshacerte de la estupidez que hicieron ¿De verdad?
—Alto—dijo con una mueca—. No es mi hijo, entre nosotros no ha pasado más que unos besos, es hijo de Jungkook. Taehyung no le ha dicho a nadie y no quiere tenerlo.
Hoseok bufó, cerró los ojos y apretó el puente de su nariz con los dedos. —Siempre fue un idiota, siempre creyendo en las promesas de ese estupido, a pesar de que este nunca le dio nada más que dolor y ahora, esto. Carajo, quiero matarlos.
—Sé que deberías ser la última persona a la cual debemos buscar por ayudar, pero no confiamos en nadie más, tú sabes que en este medio, las amistades verdaderas son pocas, sé que puedes estar muy molesto, odiandonos, pero también entiendes que Taehyung está tomando la mejor decisión. No te pido que nos perdones, sólo que ayudes en esto.
Hoseok levantó la mirada y le observó con una mueca. —Me está matando ¿No lo entiendes? Si fuera Jimin el que estuviera en esto y te pidiera ayuda para deshacerse del bebé de otro sabiendo que lo amas ¿Qué carajo harías?
—Lo ayudaría—dijo sin pensarlo—. Porque soy un idiota, y porque sé que si me está pidiendo ayuda es por algo.
—¿Y por qué no vino él a pedirmelo? —preguntó con una ceja alzada.
—Porque no tiene la cara para presentarse frente a ti, porque sabe que lo que hizo con tu corazón está mal, y porque yo quería hablar contigo primero, porque te conozco mejor que nadie y sé que aunque nos odias nos vas a ayudar.
—Son una mierda, los odio con todo mi corazón—gruñó poniéndose de pie—. Largo de mi casa ¡Largo!
Yoongi suspiró levantándose, le miró con melancolía antes de darse la vuelta. Hoseok pateó la mesa.
—Te llamaré para decirte el día que tiene que ir—dijo con frialdad—. Esto no significa nada, no lo hago por ustedes, sino por Jungwon.
Yoongi le miró sobre su hombro y le sonrió. —Gracias.
Lo vio irse, y se echó en el sillón cansado, suspiró profundamente, estaba cabreado, odiaba tanto a esos dos, odiaba sentirse de esa manera y no poder ser fuerte para darles la espalda, odiaba tanto ese momento.
—¿Estás bien? —preguntó EunHa quien había permanecido escondida en la cocina, escuchando todo.
—No.
—Lo lamento—suspiró sentándose a su lado—. Al perecer no sólo Jimin y Jungkook tienen secretos, aunque el niño se parece a...—paró cuando vio el semblante herido de Hoseok—. ¿Lo amas?
—Lo hago—asintió cerrando los ojos y recargando la cabeza en el sofá—. ¿Le dirás a alguien lo que escuchaste?
—Podría hacerlo como venganza, para hacerte sentir mejor.
—Herirlos no me hará sentir mejor, yo no soy como ellos. Y espero que tú tampoco.
EunHa asintió con una mueca. —Entonces ¿De verdad los vas a ayudar?
—Soy un idiota ¿No?
—No Hoseok, sólo tienes un buen corazón.
SeokJin estaba mirando el montón de ropa que tenía sobre la cama, suspiro sonoramente, mentiría si dijera que no estaba nervioso por el viaje de esa noche, trataba de no pensar, pero la realidad era que se sentía entusiasmado y expectante, no sabía lo que ese viaje le deparaba, sin embargo, no bajaría la guardia.
No confiaba en Namjoon, ni en sus tácticas para enamorarlo, pero no podía negar que le gustaba, siempre le había gustado, desde el primer momento en que lo vio, no podía decir que estaba enamorado, porque nunca lo había estado y no sabía cómo era la sensación del enamoramiento, lo único que tenía claro era que le gustaba y que estaba entusiasmado con la idea de que este intentara entrar en su corazón.
Dejó en las maletas lo que pensaba que estaba bien para un viaje a los Emiratos, nunca había ido, pero era una buena oportunidad para conocer un lugar nuevo, quien sabe, muchas cosas podían pasar ahí.
—¿Empacaste lencería sexy? —preguntó Taehyung quien entraba a la habitación con una sonrisa llena de picardía.
—Vamos a un viaje de trabajo, no sé que es lo que piensas pervertido.
—Quien sabe, muchas cosas pueden pasar y lo mejor es estar preparado ¿Nervioso?
—¿De dejar a mi pequeño contigo? Sí, pobre de Jungwonie tendrá que comer comida comprada.
—Basta, lo cuidaré bien, es mi hijo—bufó.
—No te metas en problemas mientras no estoy—le advirtió con la mirada.
Taehyung desvió la vista. —No sé por quién me tomas, todo estará bien, no tienes de qué preocuparte, bueno, sí, preocúpate por llevar muchos condones.
—Basta—le lanzó un suéter a la cara—. Namjoon y yo somos profesionales y amigos, no soy como tú, yo no me acuesto con mis amigos.
—Me hieres Jin—gruñó.
SeokJin rio por lo bajo, le gustaba molestar a Taehyung, ahora que sentía que las cosas estaban mejor en su vida, podía tomar las cosas con humor, no estaba muy de acuerdo con lo que su amigo hacía, pero sabía que aunque interviniera, este terminaría haciendo lo que le venía en gana, es por eso que intentaba no atosigarlo con indicaciones tontas.
—Regresaré pronto, no olvides limpiar.
—Tengo todo en orden. Iré a bañarme.
Asintió, dejó que se fuera para tomar un par de bragas que sin pensar metió en la maleta, siempre era bueno estar preparado, aunque juraba que nada de eso pasaría en ese viaje.
—¿Estás listo tío Jin?
Se volvió para mirar a Jungwon quien le sonreía de forma tierna e infantil, le asintió, antes de alargar la mano para que se acercara, le dio un abrazo, amaba a ese niño como si fuera suyo, lo había criado y le vio crecer, se preocupaba por él y por el desastre del que él no era consciente, pero que podía arruinar su vida. Quería mantener intacta su inocencia el tiempo que fuera necesario.
—Todo está en orden. ¿Me vas a extrañar?
Jungwon asintió. —Diviértete mucho y cuídate mucho. Regresa con bien tío.
—Lo haré cariño, mientras no estoy ¿Puedes hacer algo por mí?
—Lo que sea—asintió.
—Cuida de papá y mantenme al tanto de lo que pase, recuerda que te quiero mucho y que si me necesitas estaré disponible para hablar, sabes mi número, así que no dudes en llamar ¿Entendido?
—Muy bien, entendido.
Volvió a abrazarlo. —Duerme temprano, come tus vegetales, no dejes de desayunar y pon atención en clases. Te traeré algo lindo.
—Sólo regresa bien tío, te voy a extrañar mucho.
—Serán unos días solamente. Volveré.
Las despedidas nunca habían sido lo suyo, las odiaba, por lo que no dejó que Taehyung y Jungwon fueran al aeropuerto a despedirlo, no quería llorar, les dio un abrazo a ambos y bajo con las maletas al auto que le esperaba, no estaba Namjoon cerca, ellos tenían que irse por separado para evitar algún inconveniente o rumores estupidos. Las personas trataban de descubrir qué es lo que pasaba en su vida privada, sin saber que todo era muy aburrido.
Llegó al aeropuerto, saludó a las cámaras y a los fans que habían ido a despedirlo y se adentró, fue llevado a una sala especial, viajaría en un jet privado junto a Namjoon, no le sorprendía, este siempre quería llamar la atención mostrando su poder y los lujos.
—Bienvenido—dijo en cuanto le vio, regalándole una hermosa sonrisa, siempre le había gustado la forma en la que sus hoyuelos se marcaban cada que sonreía—. ¿Listo para la diversión?
—Contigo dudo mucho que me divierta—bufó sin dejar de sonreír.
—Haré de este viaje uno inolvidable Jinnie, el que le contaremos a nuestros hijos.
—Sigues con eso—rodó los ojos.
—Serán dos niños y una niña, ya me los imagino, tan hermosos como tú.
—Con que no hereden tu torpeza, está bien.
Namjoon soltó una carcajada antes de alargar la mano para acariciar su mejilla. —Me tienes a tus pies Kim SeokJin.
Y por un momento las mejillas de Jin se sonrojaron, antes de desviar la mirada y ver por la ventanilla, sólo estaba seguro de una cosa, no saldría ileso de ese viaje.
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