El juego de la venganza
Jimin entró a aquella oficina con incertidumbre, desde que había regresado a Corea, intentó mantener un perfil bajo, sobre todo con la confirmación de su falsa relación con Jungkook, no deseaba que le preguntaran sobre ella, porque ni siquiera él sabía lo que estaba pasando, ni mucho menos el por qué había tomado aquella decisión, ¿Qué ganaba con eso? No lo sabía, pero sería suficiente para mantener a Yoongi al margen.
—Buenos días—dijo al momento que entraba.
Kwon JiYong le miró con seriedad, mientras le indicaba que tomara asiento frente a él. Jimin lo hizo, colocó sus manos en su regazo, jugando con sus dedos, estaba nervioso, pero intentaba mantener la calma.
—Jimin ¿Por qué no me dijiste que estabas en una relación con Jeon? —preguntó con una ceja alzada—. Muchas veces te pedí explicaciones y siempre dijiste que eran amigos ¿Desde cuándo me estas mintiendo?
—No he mentido, nosotros fuimos amigos hasta el viaje a Japón, pensamos que era buena idea intentar algo, pero no pensamos que seríamos descubiertos—explicó, siendo un experto en el arte de la mentira, su voz sonó tan mortificada y apenada que vio como JiYong suspiraba y le miraba con compasión.
—No te voy a mentir, esto puede ser malo para tu carrera, pero afortunadamente hay más personas que los apoyan, mantendrás un perfil bajo hasta que sea el estreno del programa donde eres coach, claro, pagarás la multa por infligir parte del contrato.
—Lo sé—asintió con una mueca.
—Deja de usar tus redes por un tiempo, hasta que se evalúe la situación, pero antes tienes que disculparte—alargó la mano para poner frente a él una hoja—. Puedes escribirla como quieras, pero aquí están los puntos que debes tomar y lo que debes evitar, manda la carta al manager para que la revise, sé que no te gusta, pero es lo que tenemos que hacer si no queremos que la situación se salga de control, es por tu bien, por el de Jungkook y por el nuestro.
—Entiendo—bajo la mirada a la hoja, sintiendo una opresión en su pecho, aquella que le recordaba que, si quería la fama, tenía que seguir el protocolo de una persona perfecta, cosa que estaba lejos de la realidad.
—Hay algo más—dijo JiYong mirándolo con cautela—. Kim Namjoon me llamó, me dijo que Min Yoongi se ha retractado, ya no quiere hacer la colaboración, no dio más detalles, pero supongo que es por la situación.
Jimin le miró al instante confundido, todo a su alrededor se detuvo por un momento, comenzó a negar ligeramente boqueando, no encontraba qué decir, entrecerró los ojos e hizo puños las manos.
—Él no puede hacer eso—dijo molesto, aunque en su interior comenzó a temer—. Teníamos un trato.
—En realidad fue algo apalabrado Jimin, no hubo contrato aún, alguno de los dos puede negarse y fue Yoongi quien lo hizo.
—Tienes que evitarlo—farfulló frunciendo más el ceño.
JiYong levantó una ceja. —No puedo hacer algo como eso, Jimin ¿Qué sucede? ¿Por qué es tan importante la colaboración con Yoongi? Podemos encontrar otro artista...
—No quiero a otro artista, quiero a Min Yoongi—interrumpió con indignación.
—Pues eso es imposible, porque Min Yoongi no quiere hace esa canción contigo, así que te aconsejo que te tranquilices y te centres en lo importante en este momento, en tu carrera.
Jimin estuvo a punto de decir algo, pero prefirió callarse, asintió guardando en su interior aquel enojo, combinado con las ganas impetuosas de comenzar a llorar.
—Excelente.
Sonrió ladino, sin despegar la mirada de aquel ser, parecía salido de aquellos cuentos de ficción, en donde se describía a un ser humano con una belleza inigualable, bajo el cargo de príncipe, sin duda lo era, un príncipe, sin reino y sin corona, pero con una belleza envidiable. Ambivalente, con facciones duras que podían ser profundizadas a tal manera de hacerse ver un hombre sensual y frío, pero que cuando deseaba, podía transmitir pura ternura, con una sonrisa singular, sus ojos eran expresivos, el pecado o el sueño, ambos, con una vitalidad que le robaba el aliento, siempre le gustó verlo, desde el primer momento en el que lo conoció, su belleza fue lo primero que le atrajo, su cuerpo había cambiado, no era extremadamente delgado, tenía musculo y volumen en los lugares indicados. Su cabello castaño brillaba bajo las luces del estudio, estaba vestido de negro, sobre esto llevaba un abrigo de imitación de piel de animal variopinto.
Llevo a sus delgados labios la pajilla donde bebió de su café americano, esto mientras esperaba a que la sesión de fotos de Taehyung terminara. Después de saber lo de Jimin se había encerrado por días en su estudio y en su departamento, no quiso atender las llamadas o recibir visitas, sin importar quien fuera, necesitaba ahogarse en su propia miseria, para poder enfrentar al mundo que lo rodeaba.
Nadie podía comprender lo que sentía, más que una persona, lo confirmo cuando sus ojos se encontraron, a pesar de que en la sesión Taehyung tenía que parecer sensual y seductor, muy dentro de ellos la tristeza ensombrecía sus gestos, sus ojos rojizos, lo que decía, que al igual que él, se había mantenido en vela o llorando.
—Terminamos—dijo el fotógrafo.
Taehyung se levantó, agradeció a todos con inclinaciones de cabeza, antes de acercarse, les echó un vistazo demasiado rápido a las fotografías, volvió a agradecer y se dirigió hacia él. Yoongi alargó la mano y le tendió un vaso.
—Es té, todo para el bebé—dijo encogiéndose de hombros.
—Lo necesitaba—le sonrió amablemente—. Vamos al camerino.
—Bien—asintió agachando un poco la mirada, siguiéndolo por el pasillo hasta una puerta blanca, ahí entró, ahí estaban algunas chicas, quienes le ayudaron a quitarse lo que llevaba puesto. Yoongi esperó en la esquina, concentrado en el piso, para no incomodar a nadie.
—Ya puedes voltear—dijo Taehyung llamando su atención.
Cuando volvió la vista hacia él, se dio cuenta que estaban solos en aquel camerino, Taehyung llevaba ropa negra, pero más cómoda, se sentó frente al espejo y tomo toallitas con desmaquillante, él se sentó a su lado, observando como comenzaba a pasar la toalla delicadamente por su piel.
—¿Esas son las expresiones que pones en la cama? —le preguntó de forma casual, haciendo que Taehyung comenzara a reír antes de mirarlo.
—Eres un idiota, no te he visto en días y esto es lo único que dices ¿En serio?
—Soy serio cuando hablo de expresiones sexuales—levantó una ceja de forma juguetona.
—Pregúntale a Hoseok—bufó.
—Aunch—rio por lo bajo—. También te sientes como la mierda ¿O soy sólo yo?
—Depende ¿Sientes como si te hubieran encajado una daga ardiendo en el pecho? —sonrió con melancolía—. No era como si no lo esperaba ¿Sabes? Jimin siempre es la prioridad, dime Yoongi ¿Qué es lo que tiene Jimin?
Yoongi apretó la mandíbula antes de tragar. —Jimin, es aquello que necesitas, pero ni siquiera lo sabes, no hasta que no logras probar un poco de sus labios, entonces entras a un viaje sin retorno, porque una vez que te enamoras de él, no hay marcha atrás. Es un hechizo del que no quiero despertar.
—Entonces tiene sentido que, en todos estos años, él, no me haya elegido a mí. No importa que le haya dado un hijo, que haya dejado detrás mi sueño para que él cumpliera el suyo—una ligera lágrima descendió por su mejilla.
—No, no tiene sentido—se acercó, tomando sus mejillas y mirándolo fijamente—. No tiene sentido que él no te haya elegido, porque, aunque ame a Jimin, aunque mi cuerpo y mi alma estén tatuados con su nombre, puedo decir sin miedo a equivocarme, que tú Kim Taehyung, eres un ángel, la belleza personificada, no hablo de tu rostro habló de tu interior. Todo sería más fácil si ellos supieran que nadie los va a amar como nosotros lo hacemos.
Taehyung ladeo la cabeza, para sorpresa de Yoongi, se lanzó a sus brazos, para llorar, él lo sostuvo, porque sostenerlo, era como sostenerse a sí mismo, no le gustaba demostrar sus emociones cuando estas estaban a flor de piel, pero, en ese momento, tomándolo, entendió que hay cosas que son inevitables, no lloró, pero si abrió su corazón para consolar al otro.
—Yo creo que tú y yo deberíamos de casarnos ¿No lo crees? ¿JungWon me aceptaría como padre?
Escuchó la risa cantarina, que le hizo sentir mucho mejor, Taehyung se separó de su cuerpo y limpió sus lágrimas, negó tomando de nuevo la toallita para seguir desmaquillándose.
—No me vas a llevar a la cama Yoongi—rio—. Además, Hoseok se molestará.
—Tae—suspiró—. Sé que siempre avivo ese sentimiento, lo que sucede entre ustedes, porque sé, que no encontraras a otro hombre como Jung Hoseok, pero al verte aquí y así, tengo que preguntarte ¿Crees que en algún momento puedas elegirlo a él?
—Quiero hacerlo, porque él me haría feliz, pero estoy tan confundido, aunque definitivamente no quiero tener nada que ver con Jungkook, él mato todo lo que llevó dentro—dijo con enojo—. Estoy en duelo, no por mí, sino por el estúpido niño de quince años que se enamoró, lloro por lo que pudo haber sido y por cómo terminó.
—¿Qué tienes en la mejilla? —preguntó entrecerrando los ojos, tomó su mentón e hizo que le mirara.
—Me golpee con la puerta—respondió nervioso, quitándose de su agarre para mirarse nuevamente al espejo. Había un pequeño moretón rodeando el rasguño en su pómulo.
—¿Seguro no te caíste en el baño? ¿No es eso lo que dicen las esposas golpeadas? —bufó cruzándose de brazos—. Ya tengo otra razón para romperle la cara.
—Yo también quise golpearlo—dijo por lo bajo—. Ambos peleamos, es culpa de los dos.
—Si sigues justificando todo lo que hace, quien terminara mal serás tú—chasqueo la lengua.
—¿Tú no haces eso por Jimin?
—No, yo sé qué clase de persona es Jimin, no me ciego, sólo que creí que esta vez sería diferente—rio por lo bajo negando—. Creo que somos iguales. Vamos, beberemos en mi departamento, llamaremos a Hoseok y a Jin y beberemos con las personas que nos aman.
—No puedo beber mucho, tengo un hijo que cuida—tomó sus cosas y se levantó.
—Algún día lo llevaré a jugar básquet—dijo antes de guiñarle un ojo.
—No quiero beber—suspiró Taehyung cuando Jin le ofreció un vaso de Whisky.
—Vamos, lo necesitas—insistió—. Además, aún es temprano, para cuando volvamos al departamento estaras fresco como lechuga.
Taehyung terminó aceptando, aún sabiendo que él no bebía mucho, de hecho, casi nunca lo hacia, pero últimamente le había ayudado a mantener la calma, le costaba admitir que lo sucedido con Jungkook le había afectado demasiado, nadie sabía lo que sucedió entre ambos y era mejor de esa manera, porque entonces, su corazón no sería el único roto, Hoseok le miró con una sonrisa tranquilizadora, él pensaba que estaba así por el miedo de que su hijo hiciera preguntas o se entristeciera, le había vendido la primicia de padre preocupado, no era que no lo estuviera, pero Jungwon era más fuerte que él. Su hijo era la mejor versión de sí mismo.
—¿Esto es tu celular? —pregunto Jin recogiendo pedazos de algo plateado del piso, le examino con una mueca, mientras en su mano había una copa de vino.
—Créeme, era lo mejor, pude haber llamado a Jimin lloriqueando o a la prensa y todos sabemos que la segunda opción no era la ideal—rio por lo bajo, aunque no lo dijo, su semblante demostraba que estaba avergonzado.
SeokJin levantó una ceja. —No comprendo su obsesión, carajo, pasaron años y sigue teniendo el poder de joderte la vida.
—No lo entiendes, porque nunca has amado a nadie más que a ti mismo—le respondo tajante.
—Dejar que una persona tenga el control completo de tus emociones, de tu comportamiento, llenando de infelicidad tus días, haciéndote caer al abismo ¿A eso tú le llamas amor? ¿Desde cuándo la toxicidad se ha interpuesto al romanticismo? No quieras llamar amor a algo que te está destruyendo. Si es así, entonces no gracias, no queiro enamorarme, soy feliz conmigo mismo, no necesito esa clase de drama—negó con una mueca inconforme—. No necesito esperar algo que no llegará, porque Yoongi, Jimin no dejará de jugar, no sabe lo que quiere y Taehyung, bueno, Jungkook es un hijo de puta, debes alejarte por completo.
Los nombrados se quedaron en silencio, una de las cosas que les martillaba la cabeza, eran los sermones de SeokJin, acertados, pero fríos y demasiado directos, nadie a su alrededor que supiera sus historias se atreverían a decirles la realidad, pero Kim SeokJin tenía una lengua filosa.
—Lo que ellos necesitan es un escarmiento—suspiró Hoseok—. Porque sí, Jin tiene toda la razón, ustedes son tontos por amor o lo que creen que es amor, pero ellos han propiciado esa ilusión inadecuada, la idea errónea del amor, sólo los han usado, cuando todo estaba en orden contigo Yoongi, bueno, dejando de lado tus problemas de comportamiento, llega Jimin y te hace caer, después juega a huir y empieza una relación pública con Jungkook, quien es un desgraciado, realmente jamás le ha importado su hijo, sólo lastima a Taehyung haciéndole creer que será un buen padre, una mentira más a su colección. Ellos merecen un escarmiento.
—¿Qué tipo de escarmiento? —susurró Taehyung con una mueca—. Jungkook ha hecho cosas cuestionables, pero sigue siendo el padre de mí hijo, no queiro verlo destruido, porque eso afectaría a mi niño.
—Ok, entendemos tu papel de padre soltero abnegado—río Jin de forma burlesca—. Pero también sabemos que hace mucho tiempo que queires que Jungkook sienta lo que has sentido estos diez años.
—Se supone que el de la mente maquiavélica soy yo—bufó Yoongi con los brazos cruzados, pero expectante ante lo que sus amigos decían.
—Tú eres idiota cuando se trata de Jimin—atacó Hoseok de manera burda—. Ellos han hecho su movimiento ¿Leyeron la carta de Jungkook y la de Jimin? Son malditas patrañas, ellos quieren atención, quieren más fama, quieren la maldita gloria, pero para tener la gloria, tienes que redimirte en el purgatorio o incluso pasar por el infierno. Nada en esta vida es gratis.
—Al grano Hoseok ¿Qué pensaste? —gruñó Yoongi ansioso.
—Hacer lo mismo, una relación falsa—dijo con seriedad.
Los demás se quedaron en silencio. SeokJin comenzó a reír, llamando la atención de Taehyung quien miraba a Hoseok como si hablara en otro idioma.
—No entiendo—termino diciendo, acrecentando su incomodidad.
—¡Imaginen esto!—exclamó SeokJin de repente extasiado—. Mim Yoongi el rapero indomable ha caído rendido a los pies de Kim Taehyung, el romántico que busca amar de nuevo. No sé ustedes, pero esto suena increíble.
—Estas de broma—bufó Taehyung molesto—. ¡No mentire sobre eso! Mentir siempre trae problemas.
—Bueno, a tu esposo le ha traído gloria ¿Por qué tu no puedes jugar un poco? —le reto con la mirada—. Jimin necesita saber que no siempre que lo quiera Yoongi estará a sus pies y Jungkook tiene que entender de una vez por todas que no es tu dueño y que alguien más puede valorarte. Tienen que pagar y sólo lo harán viendo por sus ojos lo que han perdido, no se esperan que hagan algo público, el factor sorpresa es importante.
Yoongi miró a SeokJin impresionado. —No creo que a sus fanáticos les encante la idea de vernos juntos—chasqueo la lengua—. Hasta en eso Jimin y Jungkook nos ganan—rio amargamente.
—Por eso seremos precavidos, les daremos una romántica historia de amor ficticia, venderemos un cuento de hadas, que sean incapaces de creer, comienza así, salidas públicas, idas a comer, tal vez un like en Instagram, poner un emoji, contestar historias, ropa de pareja, quien sabe, en una de esas Yoongi puede ser visto jugando baloncesto con el querido hijo de Taehyung.
—A mi hijo no lo metas—dijo de inmediato con una mirada feroz.
—Tú hijo está involucrado en todo Taehyung, tiene un club de fans, le mandan regalos en sus cumpleaños, por favor, piensa, siempre has querido que Jungkook se involucre, que sea el padre que se supone que tiene que ser, ¿Qué piensas que sentirá cuando vea que Yoongi hace todo lo que él no puede hacer con su hijo? Convivir, tomarse fotos, salir por helado y jugar, será un golpe bajo.
—Jimin tampoco se la verá fácil—continuó Hoseok—. Él siempre quiso que de alguna manera Yoongi se interpusiera ante todo el mundo, gritar que lo ama, ahora lo va a hacer, pero con alguien muy diferente, Taehyung puede provocarlo, hasta que caiga en desesperación. Ellos saben lo que hacen, ustedes sólo estarán respondiendo.
—¿Y tú? —cuestionó Yoongi mirando a Hoseok con una ceja alzada—. ¿Estás bien con eso? Porque cualquier cosa que suceda entre ustedes puede complicarse.
Hoseok miró a Taehyung quien hizo una ligera mueca, antes de levantar la mirada para conectar sus ojos. Ambos se observaron, había algo que querían decir en voz alta, pero sobraban las palabras. Taehyung suspiró.
—A Jungkook le dolerá más saber que tengo una relación pública con Yoongi y una privada con Hoseok.
—Ya era hora que comenzarás a participar—dijo Jin con una ligera sonrisa en su rostro—. Sé que no les gusta la idea, pero piensen, ellos necesitan un escarmiento, además, será interesante, vamos, les gusta hacerse notar.
—Hay un problema—dijo Hoseok con una mueca—. Namjoon.
—No debe ser un problema, Jin puede ayudarnos con él ¿No es así? —Taehyung atacó con una sonrisa ladina.
—De Namjoon me encargo yo, él va a aceptar y nos ayudará—SeokJin bufó, haciendo un ademán con su mano que le restaba importancia a la situación.
—Entonces no hay mucho que decir, supongo que debemos empezar poco a poco, que la noticia detone cuando este en aquel programa, quiero ver el rostro de Jimin cuando eso pase—rio Taehyung, tratando de esconder su inseguridad y el dolor.
—Taehyung habla con Jungwon, él entenderá—sonrió Jin—. Bien, vamos a planearlo.
Yoongi miró a Taehyung quien parecía perdido en sus propios pensamientos, al igual que él estaba dubitativo entre realizar ese plan o dejarlo se lado, en cualquiera de las dos opciones sufriría, una, viendo a Jimin jugar con alguien más y en la otra viendo como Jimin sufre por su causa, aunque, al mismo tiempo una pregunta rondaba por su mente ¿Jimin lo amaba como para salir afectado por su relación ficticia con Taehyung?
Espero que les haya gustado 😄
🖤🖤🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro