Hace rato que deberías haberlo hecho... maricon – dije mientras me daba la vuelta para sacar las tostadas del tostador.

¡Y dale vueltas al torno¡ – echándose las manos a la cabeza.

Desayune, sin prisa, analizando los sueños que había tenido .¿Serian premoniciones de lo que faltaba por pasar?¿avisos?¿mensajes? .Entre tal galimatías se colaron pensamientos mucho más agradables .El rostro de Jeff se fue haciendo más nítido en mi mente.

Ojala estuvieras aquí mi amado Jeff – pensé

Salte de la silla y un poco más animada me dirigí al gimnasio para repartir golpes con mucha más alegría.

Deadpool

Gloria estuvo bastante rato en el gimnasio aquella tarde .Repartió golpes como si no hubiera un mañana. Lo más sorprendente es que sus habilidades le proporcionar un montón de admiradores. Fueron unas horas interminables y aburridas pero...no podía apartar los ojos de ese cuerpo frágil combatiendo con hombres que doblaban su peso. Cuando acabo cogió sus cosas y, sin pararse, se dirigió a su casa. Allí la deje...No creo que sea una mala chica...tan solo le pierde su poca paciencia.

Cuando la deje en su casa, se preparaba para hacerse la cena, así que yo dirigí mis pasos hacia la zona Este de la ciudad. Tenía un par de trabajitos que tenía que acabar. Acabar con los malos es mi tarea...a eso me dedico.

Trabaje hasta tarde...estas mafias cada vez están mejor preparadas y...!cojones que cantidad de armas más sofisticadas utilizan ¡.No tuve tiempo ni de cenar. Viendo la hora que era y lo que me rugían las tripas, pensé que Gloria estaría a punto de desayunar .Encamine mis pasos hacia su casa. Entre por una de las ventanas....uhmmm...bonita casa, pensé, me gusta.

Oí ruidos en la planta de arriba, era Gloria. Bajo por las escaleras.

¡Vaya choza¡–y antes de terminar la frase .un cuchillo se clavó en la pared...muy cerca de mi oreja derecha. Acto seguido empezaron los insultos y los malos modales.

¡Genial ¿– dijo ella –¡ el maricon está en mi casa¡

Parece que no estaba de muy buen humor. Quise interesarme por sus actividades nocturnas. Me grito que no me importaba .Así que viendo que no le iba a sacar una palabra cortes y oyendo a mi estómago....me auto invité a desayunar. La verdad es que no fue una buena idea...Salí de la casa tan hambriento o más que antes y con un alegato feminista de tres pares de cojones.

Es una mujer de pesadilla.