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Que bruta – pensé – pero lo que más me llamo la atención fueron sus ojos cambiantes que te informaban de su grado de ira y odio.
El resto de la mañana fue bastante aburrido. Clase tras clase llego la hora de llenar el estómago y esperaba se dirigiera a la cafetería. Estaba famélico.
Después de pedir su comida, se sentó cerca de una de las puertas, y no ... había comenzado a comer ,se le acerco una iracunda rubia que le gritaba. Creo que era la novia del muchacho que.... la estaba amenazando.
Que pintas parece una zorra – pensé
Me llamo la atención el percibir, por un momento en el rostro de Gloria, que conocía a la rubia.
Ufff... parece que la cosa se está poniendo caliente. ¿Cómo pude esta insensata de la tal Verónica burlarse de Gloria The Killer?! Que no existe dice ¡-pensé
Salió y encamino sus pasos hacia al edificio de la biblioteca pero. No entro en ella .Se sentó en un banco y en ese momento llegaron la monja reconvertida y un muchacho que había hablado con ella anteriormente. Parece que va haciendo amigos...bueno una de cal y otra de arena. Pensé que era hora de que supiera que estaba cerca y, tras un a apoteósica entrada, me presente ante el grupo.
No fui muy bien recibido, pero no me importo .Comenzó a meterse con todo lo que hacía e incluso con mi masculinidad, como hacia siempre que le hacía ver sus errores.
Grito que no me metiera en su vida y que la dejara en paz.
Se dio la vuelta y se fue
Trate de seguirla pero me dio es quiñazo .Salte de tejado en tejado, de árbol en árbol hasta que divise como entraba en el gimnasio !Carámbano¡ ¿no ha tenido bastante ejercicio vapuleando a todo bicho viviente, que necesita más?
Desde mi posición, vi como entraba en el vestuario .Cuando salió todo el mundo la miraba .toda ella iba vendada. Me acomode en un saliente y observe su habilidad para dejar Kao a todos los púgiles que quisieron pelear con ella.
Gloria
Alterada, malhumorada y muy harta, decidí que tenía que relejarme y tranquilizarme o mi lado oscuro aparecería sin control ninguno .Así que me encamine hacia el gimnasio de la universidad. Me habían asegurado que tenían unas instalaciones buenísimas y se podía practicar boxeo. En los vestuarios me encontré con miradas de todo tipo, de pena, de interés, de sarcasmo e incluso burlonas,...pero tanto unas, como otras, me daban igual.
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