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Ohh mierda – asustado Deadpool se fue corriendo perseguido por varias chicas .
Suerte Deadpool – y le salude con la mano – espero que te vaya bien sobre todo con las más locas.
Ya me las pagaras – le oí gritar
Bueno ya se fue el desgraciado – dije – como dije esta parte de mi historia y la final asi que empiezo
Llegue a New York .Mi primera misión fue buscar un apartamento discreto, que no llamara mucho la atención y estuviera alejado de la humanidad....a poder ser cerca de un bonito bosque. Cuando lo encontré...sonreí y dije...-este es-.
La primera noche que llegue no podía resistir las ganas de matar. Después de un montón de horas dentro de un avión, rodeada de vida, casi acabaron conmigo. Así que una vez instalada en un hotel...Salí de caza. Tuve mucha suerte porque deambulando por las calles oscuras de la ciudad, me topé con un grupo, que luego supe eran de la mafia rusa, y sin mediar ningún tipo de provocación, acabe con todos.
Go to sleep unhappy – dije y los mate
¡Qué cojones! – exclamo alguien que se cubría el rostro con una máscara.
Entonces apareció él,... un hombre disfrazado de súper héroe, ¡por todos los muertos del mundo! ¿Es enserio?
Oye niña – dijo el –¿ has matado tu a todos estos?
Vaya...la educación ante todo...buenas noches.¿ y tú eres? – Ironice con una sonrisa angelical– Oh...no me digas... Hombre con Mayas ¿te llamas así?¿Mayas de apellido?
Jaja muy graciosa – dijo el de la máscara – me llamo Deadpool
¿Y? – Pregunte – yo soy tu peor pesadilla, la de estos capullos y puede que la de alguien más.
¡Vaya que chica ruda! – dijo Deadpool – me encanta
Me las piro – di media vuelta y con el poder de ocultación que me regalo slenderman, un poder muy cool por cierto, me marche.
Cuando llegue a la habitación de hotel, me duche, prepare vendas nuevas y me puse una camiseta de mi hermano Driu....todavía conservaba su olor. Me acosté y lentamente caí en los brazos de Morfeo. Driu hermano – dije – lo siento
Deadpool
Esta noche tenía un encargo pero paso algo muy raro...alguien se me había adelantado. Cuando llegue al sitio, una muchacha llena de vendas y con los ojos más hermosos que he visto, acababa uno por uno con los integrantes de la banda. Su única arma, un cuchillo de cocina. Su mayor fuerza, la ira, la rabia, el dolor que yo percibí con cada puñalada.
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