Para cuando llegan al departamento Jihoon lo primero que ve es un cuadro entre la oscura habitación, y cuando Jun enciende las luces el cuadro se vuelve colorido con la imagen de un gato abstracto.

Jihoon entra en sigilo hasta la sala, hay un sillón extremadamente grande o tal vez de tamaño normal porque a los ojos de él se ve enorme. Solo decide sentarse sin escuchar una cordial invitación. Deja la bolsa sobre la mesa, era pesada porque estaba llena.

Jun se siente impaciente teniendo a Jihoon ahí, lo ve sentado en su sillón y le parece adorable como este mira a su alrededor de forma discreta intentando no ser grosero. Realmente no sabe que decir o que hacer, solo se las ingenio para traer a Jihoon y ¿luego qué?, no tuvo un plan, solo actuó por impulso. Al menos vive solo y sabe que nadie lo interrumpirá si esta con Jihoon. Así que decide tomarlo de los hombros y mirarlo, esos ojos se conectan intentando averiguar qué piensan. Pero de nuevo, no puede, Jihoon lo aparta.

— Te dije que olías a perfume de mujer, ve a bañarte.

Y así lo hizo sin antes bufar molesto, porque Jihoon parecía una madre ordenándole. Tomo las ropas de su cajón y comenzó a guiarse hasta el baño.

— Bien, quédate ahí y no huyas esta vez.

Asintió. Porque Jihoon no sabia a donde ir, era casi media noche así que el metro estaría cerrado y pedir un taxi era tedioso.

Cuando Jun salió de la sala y había ido al baño Jihoon vio la oportunidad para escabullirse entre la sala, era espaciosa y una cocina por detrás, miro una estufa y un microondas, luego un refri y unas cuantas cosas entre los cajones que no habían cerrado con totalidad. Miro la bolsa llena de latas y era mejor meterlas al refrigerador porque sabe que una coca cola natural no sabe bien, y a Jihoon le disgusta que no tenga el gas.

Al abrirlo no puede creer lo que ve.

— Me tuviste esperando una semana. —escucha a Jun susurrarle en su oído, muy cerca que el jabón le penetra contra su piel. — Durante una semana he guardado todas las latas de coca cola esperándote para cuando regresaras me devolvieras todo lo que me hiciste sufrir. —¿sufrir? Jihoon siente las pequeñas gotas que caen en su hombro.

Jun había salido de bañarse y Jihoon solo puede cerrar la puerta del refrigerador.

Estaba lleno, completamente lleno que era imposible saber cuando colapsaría, ¿realmente Jun había estado guardando todas esas latas para él?

— ¿Tanto me extrañabas? —pregunta.

Jun lo mira sonriendo, porque no lo extrañaba en su totalidad. O eso cree cuando hace voltear a Jihoon y lo besa, casi desesperado que los deja sin respirar.

No podía decirle que sí, pero tampoco podía decir que no, y su mejor opción es besarlo sin contestarle.

Jihoon no lo aparta, lo deja que manipule, aunque sabe mejor que nadie que es a Jun a quien manipula.

Jun parece caer en una trampa, porque Jihoon lo mira y Jun lo hace también, ninguno para sin separar la vista. Ambos lo sienten, pero fingen no saberlo. Solo es un beso intenso, nada del otro mundo y Jihoon se siente a gusto con eso, le gusta ser besado por Jun, pero cuando siente los restos de labial contra su sabida lo aparta, casi golpeándolo, porque le da asco.

— Sabes a labial de esa mujer. —le dice y Jun cree que es un chiste.

No puede creer que no sea capaz de admitir que se siente celoso porque se beso con otra chica, solo le dijo que no importaba porque no eran nada, pero ahora le recalca que le da asco, ¿no estaba siendo celoso? Jun termina por acceder, se va y se lava los dientes, tan fuerte que termina por lastimar una de sus ensillas.

A Jihoon le divierte un poco, porque ve a Jun molesto intentando cumplir todos sus caprichos para que pueda besarlo, se siente de alguna manera satisfecho y conmocionado.

— Dijiste que no estabas celoso.

— Y tu dijiste que no me extrañabas.

Ambos sonríen, porque ambos mienten sin saberlo.

Jihoon toca la mejía de Jun por instinto, quita los restos de la espuma del colgate y hace un intento en remover la sangre, ya casi no sale.

Siente unos brazos rodear su cintura, atrayéndolo al cuerpo del chico, se miran, suspiran y casi hacen que sus corazones de sincronicen, Jihoon hace el ademan de suplicarle y Jun accede, por alguna razón se siente extraño, esta siendo dominado por un chico, un chico mas bajo que él y mas persuasivo. No tiene idea que pasa por la cabeza de Jihoon, y no puede entenderlo ni siquiera haciéndolo hablar.

Jun se acerca casi aspirando el aliento que sale de los labios de él, mira sus ojos y luego sus labios y Jihoon es el primero en acercarse, tan torpe, como la primera vez.

Ya no se siente tan tímido y avergonzado, solo quiere ser besado, sentir los labios de Jihoon y embriagarse con el sabor de la coca cola.

Ambos cierran los ojos, porque se concentran en mezclar. El beso es desesperado y frenético, les gusta y ambos se guían hasta llegar al sofá y se quedan ahí sin separarse, no saben qué hacer.

Las ventanas están cerradas, y el sofá parece incomodo para estar acostado, no, no debería pensar así.

Solo regresa a donde estaba, al beso.

___________________________________________

*bolsa de latas ha salido del chat*

namas tengo tres capítulos más, no sé si publicarlos o dejarlos para después, en fin.

gracias por leer <3