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cinco


Al regresar a su departamento sintió un gran alivio, porque tuvo que cargar tres personas hechas una mierda. Logro quitar a Jeonghan de aquella persona, y logro separar a Seokmin de Chan, esos niños realmente estaban dando pasos muy rápidos. Incluso el conductor del taxi los miro extraño, como si fueran severos locos en plena madrugada.

Era casi las cinco y ellos realmente no podían levantarse. Luego de recordar que sus amigos habían limpiado todo, decidió que era mejor dejarlos en el piso acostados, les coloco una manta y agua porque sabía que los tres tendrían resaca en unas cuantas horas y tal vez vomitarían durante unas horas después. Pensándolo bien, no sabía dónde meterlos, tal vez meter una cama al baño no era mala idea, ahora será el nuevo método que usará cuando sus amigos estén tan borrachos.

Suspiro mirando la hora en el reloj, Jun no tenía sueño solo estaba aburrido. Tampoco estaba bajo el efecto del alcohol así que estaba bien, toco inconscientemente sus labios donde podía sentir el leve sabor de Jihoon en ellos, sin duda fueron los más suaves que haya tocado, ni siquiera los de Eunyeong o sus otras exparejas podrían compararle. También estaba el hecho de que tuvo que ingeniárselas para abalanzarse sobre ese chico pequeño porque Jihoon era extremadamente más bajo que cualquier otro chico.

En cierto punto le causaba ternura, cuando lo vio sentarse los pies le colgaban y era casi gracioso, porque las mujeres solían ser tiernas en cualquier situación y Jihoon lo era siendo chico.

Nunca había conocido a un chico que amara tanto la coca cola, el hecho de haber comprado dos bolsas llenas de latas de coca cola era demasiado, hasta que lo vio tomárselos en ese mismo rato, había logrado intrigarse por el chico. Además, por el hecho de que este no se negaba a ser besado por Jun, lo disfruto mucho, ahora se arrepentía por no haberle dado su número.

Los primeros rayos de sol se colaron entre las cortinas, corrió a cerrarlas para que sus amigos no sufrieran, y decidió irse a dormir a su habitación.

Tal vez en unas horas iría a encontrarse con Jihoon para llevarle más latas.

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Sus amigos fueron los primeros en levantarse, lo supo porque olía a comida, y ese olor delicioso era de la comida que preparaba Chan. Se levanto viendo a Jeonghan casi muerto entre la sala y Seokmin sentado en el sofá.

— ¿Está vivo? —pregunto señalando a Jeonghan.

Asintieron los dos chicos, y pareciera que los dos despiertos no se habían dirigido la palabra, tal vez estaban avergonzados porque ayer casi se devoraban entre sí, realmente quiso borrar esos recuerdos que ahora permanecían en su cabeza.

— El desayuno estará listo. —aviso Chan.

— Son casi las cuatro, ya debería ser casi la cena. —susurro Seokmin.

Y era cierto. Eran casi las cuatro, ¿durmieron tanto? Jeonghan seguía sin recuperar conciencia, hasta que termino por acercarse para comprobar que respiraba y efectivamente, seguía vivo.

— Jun —era Jeonghan quien lo llamaba desde el piso. — Me duele la cabeza. —oh que bien, se estaba quejando.

— Eso te pasa por ser mal bebedor. —regaño Chan cruzándose de brazos.

— Según era para distraer a Jun y terminaste por pasarte de copas. —Seokmin le siguió.

Jeonghan bufo, era el mayor de los tres y estaba comportándose como un tonto y un berrinchudo, no recordaba la mayor parte que había hecho solo donde tomo tragos y tragos hasta que perdió la conciencia y dejo que su cuerpo lo guiara siguiendo la música, sin duda debía dejar el alcohol e inscribirse a alcohólicos anónimos. Bien, ahora tenía una meta en la vida.

— ¿Estas bien? —preguntaron y las miradas cayeron sobre Jun.

— Si —respondió seguro, estuvo bien incluso antes de que su exnovia lo cortara.

Pero no estaba del todo bien al conocer a Jihoon y besarlo.

Era extraño.

Después de haber almorzado todos se fueron a sus respectivas casas, Seokmin se llevó a Jeonghan arrastrando mientras que Chan iba reclamándole el mal ejemplo que era. A este punto Chan se veía más responsable que Jeonghan o Seokmin, incluso más que Jun. Igual no dijo nada.

Los vio alejarse para entrar a cambiarse. Definitivamente iría a buscar a Jihoon y llevarle más latas.

Al llegar al bar tomo el lugar donde conoció a Jihoon, era bastante temprano para estar en un bar, incluso pidió la cena en el lugar que por suerte si llego, esperaría ahí hasta que Jihoon aparecía.

Ese día no llego. Termino por quedarse hasta el siguiente día por esperarlo.

El segundo día no fue.

El tercero tampoco.

Y el cuarto menos.

Y así siguió la semana sin rastro de Jihoon, era desesperante, incluso no se dejó besar los las chicas que lo acorralaban en el bar. Era miércoles otra vez, así que esperaba que Jihoon hiciera su aparición o terminaría por buscarlo como acosador por todos lados, a decir verdad, extrañaba un poco a Jihoon, solo un poco.

Miro los chicos y después a las chicas, ahí también estaba Minghao tomando vino, no importaba, era un chico molesto después de todo.

Esta vez vino por sí mismo, sus amigos estaban en tiempos de exámenes así que terminaron por dejar a Jun irse solo al bar, Jun dejo la mitad de su carrera la puso en pausa hasta que terminara el año porque quería distraerse. La escuela lo agobiaba y los profesores lo reprimían con tareas, sin duda no era gusto de Jun.

— ¿Estas solo? —escucho una pequeña voz. Era una chica delgada y bonita.

Negó. Le ofreció a sentarse a su lado y pidió dos copas más de vino. Sin duda era algo así como su tipo de chica deseada, era casi parecida a su exnovia.

— ¿Vienes a menudo aquí? —le pregunto.

— Solo cuando tengo tiempo libre. —respondió. — ¿Te gusta el vino?

A lo que la chica asintió y bebió.

— ¿Cómo te llamas?

— Jun.

— Oh, me llamo Haewon.

Jun la ignoro un rato, parecía tan carismática hablando de su vida que interesándose en él. Miro la entrada y luego la mesa donde estuvo con Jihoon hace una semana, volvió la mirada a la mesa y después a la entrada.

— Eres muy atractivo, ¿estas soltero?

Asintió. Era un problema decir que sí. La chica de nombre Hae, tenía aretes más grandes que sus pequeñas orejas, también llevaba un labial rojo intenso que hacía juego con el vestido y un pequeño bolso. Nunca fue fan de la moda, pero sin duda se veía hermosa, ambos conectaron miradas y Jun paso al siguiente paso, besarle hasta llegar a algo, fuera bueno o fuera malo.

El labial se entremetía en la saliva, era raro besar de ese modo, por eso siempre escogía besar a las chicas sin maquillaje. Toco la pequeña cintura de la chica y la atrajo para sí mismo para profundizar el beso.

La chica correspondió al beso al instante, así que estaba bien, pero cuando vio a Jihoon mirándolos desde la entrada entonces sintió que no todo estaba bien.

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