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𝐓𝐰𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭

Se encontraba enfrascado en su lectura como de costumbre. Era lo único que lo distraía lo suficiente para no volver sus pensamientos a ese día.

Jimin saltaba su vista entre las páginas del libro número seis de su saga de las Nuevas Especies, que era su favorito.

Se le habían acabado los demás cuando iba por el número catorce, los otros dos no los tenía. Y no tenía el valor suficiente como para salir a comprarlos.

Pero le había dicho a su primo Hoseok que le hiciera el favor, ya que este trabajaba en una de las mayores librerías de Seúl.

Eran las siete y el sol ya se escondía detrás de las montañas dándole paso a la oscuridad. Su madre se encontraba trabajando, como cada domingo en la noche. Y por ende, Jimin estaba solo en casa, de nuevo.

Le hubiese pedido a Seokjin que se quedara con él, pero aún seguía enfadado con él. Así que no lo hizo.

Una semana había transcurrido desde el incidente en el bosque. Jimin intentaba mantener sus nervios a raya en cada minuto. Y es que, cada vez que abría los ojos para un nuevo día, se sentía como si estuviese allí de nuevo.

La sensación de miedo no desaparecía de su cuerpo. Era como si se sintiense observado todo el tiempo. Como si ese hombre estuviera a su alrededor, acechándolo. Por eso no quería salir de su casa.

No le había contado a nadie lo ocurrido esa noche. Tan solo le dijo a Jin que encontró el camino fácilmente y volvió a su casa. Su madre ni siquiera sabía de su salida, y así era mucho mejor.

Esa semana, tampoco habían tenido clases, debido al incidente de la chica asesinada. Mucho mejor para él, ya que no se había visto en la obligación de salir.

Pero todo llegaba a su fin, y al día siguiente se reanudaban las clases. Jimin debía admitir que estaba muy nervioso. Pensar en ese hombre le ponía los pelos de punta y, al mismo tiempo, había algo más.

Detuvo su lectura cuando los recuerdos pasaron por encima de ella. Dejó el libro bajo la almohada y se recostó de lado en la cama.

Sus dedos se posaron en sus labios, Jimin los acarició suavemente. Ese hombre lo había besado. No sólo eso, también le había tocado. Y sería un mentiroso si dijera que aún en medio del miedo, su cuerpo no se agitó un poco.

Así como mentiría si dijera que la curiosidad por saber quien era ese hombre no lo estaba matando, y que era muy atractivo, aún si la oscuridad no le hubiera permitido verlo bien.

Mentiría si dijera que no quería encontrarse de nuevo con ese desconocido . Sólo para saber quien era. Nada más.

Un suspiro tembloroso escapó de sus labios. Si el auto de esa señora no hubiese aparecido en ese momento. ¿Qué habría pasado? ¿Qué planeaba él hacer con su cuerpo?.

Escalofríos recorrieron toda su espina dorsal ante la imagen que se formó en su mente. Pero la apartó tan veloz como llegó.

El sonido del timbre en medio de toda la calma y el silencio de su casa hizo a su corazón saltar estrepitosamente en su pecho. Jimin maldijo en voz baja.

ㅡ¿Quién será?. ㅡMurmuró.

Le tomó toda la poca fuerza de voluntad que tenía ponerse de pie para bajar las escaleras y llegar a la puerta.

Cuando giró el pomo y abrió el rostro de su vecino, Félix, lo recibió del otro lado. Era un chico australiano que se había mudado hace más de diez años al frente de su casa.

Tenía un cabello rubio que le caía hasta los hombros. Su piel era tan blanca como la nieve, se veía casi pálido. Si los vampiros existieran, él podía fácilmente ser uno.

Jimin colocó una sonrisa en su rostro automáticamente. A decir verdad, el chico no le agradaba mucho, y al parecer el sentimiento era mutuo. Él no se veía muy cómodo.

ㅡDisculpa que te moleste Jimin. ㅡFueron las primeras palabras que salieron de su boca.

ㅡNo pasa nada. ¿Deseabas algo?. ㅡPreguntó, su voz sonando seria pero sin llegar a ser tosca. Que no le agradara no significaba que tuviera que tratarle mal.

La mano del chico se movía inquieta sobre su brazo. ㅡVerás, resulta que perdí a Tokito, y me preguntaba si no lo habías visto por ahí.

El rostro de Jimin cambió con rapidez. Tokito era un pequeño cachorro pequinés que el chico había adquirido hace tres años y por el cual él tenía un gran cariño.

El cachorro muchas veces se colaba en su casa en busca de algo de comida. Incluso llegaba a dormir con él.

ㅡLo siento mucho. Pero no lo he visto. ¿Desde cuando no aparece?.

ㅡHace dos días que no lo veo. Creía que estaba en algún lugar durmiendo, pero hoy cuando empecé a buscarlo por todos lados me di cuenta de que no estaba por la casa. Pensé que podía estar aquí. Pero veo que no...

Su rostro se tornó decaído, y Jimin sintió lástima por él.

ㅡSi llego a verlo te avisaré enseguida. ㅡDijo finalmente. Félix asintió y haciendo adiós con su mano se retiró.

Jimin cerró la puerta rápidamente y subió las escaleras de dos en dos hasta su habitación. La cerró con llave y apagó las luces. Suficiente por ese día. Se iría a dormir, tal vez así no pensaría tanto las cosas.

Seokjin lo recogió al día siguiente para ir a la universidad y Jimin estuvo más que agradecido de que lo hiciera. Ya que no quería estar solo en las calles.

ㅡ¿Aún sigues enfadado conmigo Jiminie?. ㅡEl chico lo empujó con su hombro. Luego de quince minutos de viaje, se encontraban sentados en el salón de clases para Biología.

ㅡNo estoy enfadado contigo Seokjin.

Su amigo hizo una mueca.

ㅡClaro, y por eso me dices Seokjin. Como si no te conociera. ㅡJimin bufó. ㅡOye, está bien lo siento. Pero te prometo que no volveré a meterte en una de mis locuras. Además, no es como si te hubiera comido el lobo. ㅡDijo, acompañado de una carcajada.

ㅡPues casi lo hace... ㅡMurmuró, tan bajo que ni él mismo era capaz de escucharlo.

ㅡ¿Qué dijiste?. ㅡPreguntó Jin a su lado. Negando, Jimin decidió dejar el tema.

ㅡNada, dije que si sigues molestándome en serio no te perdonaré. Así que cállate y déjame escuchar la clase.

ㅡ¡Señor sí señor!. ㅡSeokjin hizo un saludo militar y Jimin no pudo evitar reír.

ㅡIdiota.

ㅡPark Jimin y Kim Seokjin, si no les interesa lo que estoy explicando, pueden amablemente retirarse de mi clase. ㅡEl profesor Namjoon los miró acusatoriamente.

ㅡDisculpe profesor.

El hombre negó y se giró para continuar su clase.

El resto del día pasó demasiado rápido para su gusto, aunque estaba agradecido de poder regresar a su casa. Jin lo despidió desde su auto en la entrada de la misma antes de marcharse.

❂✿❂✿❂✿❂✿❂

ㅡ¿Qué tal tu día de clase cariño?. ㅡPreguntó su madre cuando la mesa estuvo lista y se acomodaron a comer.

ㅡBien mamá, aburrido. ㅡDijo, tomando un pedazo de carne con desgano. Se había comido una hamburguesa doble de queso antes de llegar a la casa junto a Seokjin. Así que no estaba muy hambriento.

Pero era de los pocos días en que su madre comía junto a él por lo que no podía sólo ignorar lo que ella le había cocinado.

ㅡNada interesante que tengas que decirme. No lo sé, alguna chica. O tal vez un chico. ㅡLa mujer apoyó sus codos en la mesa como un niño pequeño esperando un dulce.

ㅡNo mamá, ninguna chica ni chico interesante.

ㅡOh vamos cachorro, alguien tiene que llamarte la atención al menos un poco.

ㅡPues no hay nadie... ㅡRefutó. La imagen de cierto hombre con cabellos negros y ojos profundos pasó por su mente. Jimin casi se atraganta por sus pensamientos.

ㅡEstoy segura de que ya llegará alguien que te haga caer. Alguien para convertir en tu lugar seguro.

Jimin se quedó mirándola en silencio. Analizando sus palabras y buscando el significado detrás de ellas.

ㅡUn lugar seguro eh. ㅡMurmulló. ㅡNo creo que eso exista.

ㅡ¿Por qué dices eso?. ㅡLa mujer inquirió.

Se encogió de hombros.

ㅡNo creo que ninguna persona se pueda considerar un lugar seguro en estos tiempos. A penas y sabemos quien es cada quién mamá. Incluso tu propia familia puede ser quien mata personas todos los días en la calle.

ㅡQué cosas dices Jimin. Cómo van las personas a desconfiar de su familia. Eso es algo imposible. ㅡSu madre lucía casi aterrorizada.

Jimin negó. ㅡNo importa mamá, dejemos eso y mejor comamos. De todas maneras nosotros no vamos a solucionar nada.

Suhee asintió, aún impresionada por las palabras de su hijo. Sin embargo le dejaron un sabor amargo en la boca. Él tenía razón. Cualquiera podría estar escondido como un cordero en medio del rebaño y ser realmente el lobo.

ㅡ¿Y qué tal las cosas en el trabajo?. ㅡPreguntó el chico, queriendo pasar página en el tema.

ㅡBien supongo. Ya sabes, lo normal, cada día aparecen nuevas personas y en el último mes, las condiciones son más deplorables. Horribles.

Al parecer era imposible cambiar el tema. Porque era lo único que predominaba en la ciudad, en todas partes.

ㅡ¿A qué te refieres con "más deplorables"?. ㅡCurioseó.

Su madre dejó su plato a un lado, luego de tomar el último bocado.

ㅡNo quieres saberlo. ㅡFinalizó. Levantándose de la mesa y recogiendo sus cosas para llevarlas a la cocina. Jimin divisó como desaparecía tras la puerta.

A decir verdad, sí quería saberlo.

❂✿❂✿❂✿❂✿❂

ㅡHasta mañana cariño. ㅡSu madre depositó un beso en su sien y tras abrazarlo se marchó a su trabajo.

Jimin dejó escapar todo el aire que tenía contenido por el miedo que le causaba tener que quedarse solo. La luz del sol era consumida por la oscuridad de una manera tan rápida que era posible creer que el mundo quería permanecer a oscuras.

Poco a poco, observó como el sol desaparecía detrás de las montañas. Y cuando sólo quedó él, de pie frente a su casa, se dió la vuelta para adentrarse a su hogar.

El sonido de una rama ser quebrada lo paralizó. Jimin se quedó inmóvil frente a la puerta, sin saber si entrar corriendo o girarse a ver que era.

Al final, la curiosidad pudo más que el miedo. Así que se giró.

El ruido provenía de el jardín. Jimin fijó su vista allí. El foco que estaba en el patio de la casa alumbraba casi todo al rededor. Pero no tan profundo dentro de la pequeña arboleda que estaba al lado de su hogar.

Algo se movió dentro de unas hojas y aunque el miedo lo estuviera carcomiendo por dentro, Jimin se acercó un poco, agudizando su vista para ver de qué se trataba.

Se detuvo el movimiento y el sonido. Y justo cuando pretendía respirar y volver a su casa, una pequeña cosa blanca saltó encima de él.

Jimin gritó intentando sacarse lo que sea que fuera. Hasta que el animalito chilló cuando lo lanzó al suelo. Se detuvo de nuevo, y fue solo entonces cuando cayó en cuenta de que lo que había estado allí era sólo Tokito, el perro de su vecino.

ㅡDios, pequeñín que susto me has dado. ㅡSe llevó la mano al pecho, antes de sonreír y tomarlo entre sus brazos.

El animal lamió su cara. Jimin dejó escapar una pequeña risa porque le causaba cosquillas y caminó de vuelta a su casa con el cachorro en brazos.

ㅡTu dueño estará muy feliz de verte pequeñín. Lo has preocupado mucho. ㅡMusitó, acariciándolo.

ㅡTan feliz como estás tú de verme bebé. ㅡEscuchó una voz ronca hablar, provenía de delante de él.

Ni siquiera tuvo tiempo a pensar en que hacer. Jimin levantó la vista al frente. Sus ojos se desorbitaron al observar a ese hombre. Recostado en la puerta de su casa con una sonrisa en su rostro.

Jimin jadeó y las palabras se quedaron atascadas en su garganta. Sus pies parecían estar pegados al suelo en ese momento. Porque aún si en su mente gritaba "corre", era incapaz de mover un sólo músculo.

El miedo es una de esas sensaciones que nos acompañan en la vida desde que nacemos hasta que morimos. Es esa angustia que sentimos cuando nos pasa (o creemos que nos pasará) algo malo y nuestro cuerpo y nuestra mente intentan avisarnos de la tragedia que se cierne sobre nosotros.

"Sal de ahí", parecen decir nuestro corazón acelerado, o "no bajes la guardia", grita nuestra adrenalina en sangre. Pocas cosas pueden ser tan irracionales y al mismo tiempo tan lógicas como el miedo.

Y era justo ese miedo el que estaba llenando todo su cuerpo en ese momento. Jimin quería correr, a cualquier lugar lejos de ese hombre. Pero su cuerpo se negaba a responder. Incluso, incluso parecía que le gustaba esa sensación de temor.

Él empezó a caminar. Con pasos suaves y calmados, sus labios torcidos en una sonrisa mientras le miraba.

Tokito se removió en sus brazos, y un momento después estaba saltando de ellos y corriendo. Él también podía sentir el miedo.

El animal desapareció de su vista y lo único que podía ver era a esa persona cada vez más cerca de su cuerpo. Jimin dió unos pasos hacia atrás a medida que él avanzaba. Y al extraño parecía gustarle aquello.

ㅡ¿Quieres que juguemos al gato y al ratón bebé?. Uhm. ㅡRelamió sus labios. ㅡSé un buen ratoncito y no huyas tanto de mí bonito.

Jimin pasó saliva cuando el rostro del hombre quedó a centímetros del suyo. Ni siquiera había sido consciente del momento en que se movió tan rápido.

Pero ahora, sus enormes manos estaban sujetando sus brazos, acariciándolos con la llema de sus dedos.

ㅡNo hay manera de que escapes de mí cariño. No esta noche.

Sintiendo la adrenalina correr por sus venas, Jimin impulsó su rodilla y acertó un golpe justo en la entepierna del hombre.

El extraño se apartó de él quejándose. Jimin aprovechó la oportunidad y corrió hacia su casa.

ㅡUhmm... ㅡJungkook gruñó. Que niño más resistente.

Jimin cerró la puerta de un portazo y colocó el seguro. Sentía el corazón latiéndole en la garganta. Intentó respirar calmadamente mientras subía apresurado las escaleras hacia su habitación.

ㅡ¡Entonces vamos a jugar así bebé!. ㅡLo escuchó gritar. Sus pies se detuvieron en el último escalón.

ㅡMierda, mierda, mierda. ㅡAgitado, se pasó las manos por su cabello y se quedó observando la puerta. Él no intentó forzarla. ㅡNo escucho nada.

Y eso nunca era una buena señal.

Pero Jimin no sabía eso, ¿cierto?. Así que entró al cuarto y se encerró dentro. Pasando los cuatro seguros que tenía en su puerta. Se recostó contra ella y su cabeza chocó con la madera.

ㅡEstoy bien. ㅡMurmuró para sí mismo.

ㅡClaro que lo estás bonito. Y eso que aún no he empezado contigo.

Cuando abrió sus ojos. El hombre estaba parado frente a su cama.

ㅡEres difícil de atrapar Park Jimin. ㅡÉl acarició el borde del cabecero de su cama, pasando las miradas entre ella y el chico que prácticamente temblaba recostado de la puerta.

ㅡ¿Q-qué es-está haciendo aquí... ? ㅡJungkook sonrió.

ㅡResulta que me aburría solito. Entonces, ¿por qué no cazar a un pequeño corderito que se me escapó?. ㅡRelamió sus labios lascivamente y los mordió. Jimin abrió la boca al observar dos afilados colmillos entre sus dientes. ㅡUhmm... Deberías cerrar tu boquita. No me des ideas.

La mirada de Jungkook recorrió el cuerpo del chico de arriba a abajo, era una divina cosita. Se lo comería, se lo comería todo.

Sus pasos resonaron en el suelo de madera mientras se acercaba a él. Jimin no se movió. No tenía a donde ir. No estaba seguro ni de que pudiera respirar correctamente. Las lágrimas se estaban acumulando en sus ojos con cada paso de ese hombre hacia donde él estaba.

ㅡNo tengas miedo de mí bebé. Sólo voy a comerte. ㅡUn sonido lastimero escapó de los labios del menor cuando el hombre lo acorraló entre sus brazos de nuevo.

No podía correr. Y golpearlo no era una opción. Él era tres veces más fuerte que sus delgados brazos.

ㅡPor cierto. ㅡSu aliento chocó contra él, justo en la comisura de sus labios. Jimin reprimió un grito y se sostuvo con mas fuerza de la madera detrás de él. Como si pudiera fundirse en ella. ㅡMe llamo Jungkook precioso.

Jungkook.

"Haré que nunca olvides mi nombre."

Tal vez no lo entendió en ese momento. Pero luego, su cuerpo fue girado y Jungkook lo empujó contra la pared. Su cara quedó pegada a la misma.

Sus piernas se convirtieron en gelatina cuando las manos del pelinegro tomaron su trasero con fuerza.

ㅡ¡¿Q-qué estás...

No gritó, no tuvo tiempo de hacerlo. No cuando su lengua saboreó la piel de su cuello y un escalofrío lo recorrió hasta llegar a la punta de los dedos de sus pies.

ㅡDelicioso. ㅡJungkook susurró en su oído, antes de pasar su húmedo músculo por allí, dejó que sus dientes rasparan la piel mientras bajaba lentamente, hasta llegar a su hombro y apretar con más fuerza.

ㅡNo...

ㅡSilencio. ㅡMurmuró. Pegando su cuerpo contra el pequeño frente a él. Estaba duro sólo de ver lo asustado que Jimin se encontraba. Era la primera vez que le pasaba eso. El miedo nunca había sido un factor que le gustara. Pero esta vez... Era demasiado placentero causarlo.

Metió una de sus manos bajo la camisa que llevaba puesta el chico. Jimin se retorció e intentó apartar su mano. Su pecho vibró en un gruñido. No estaba acostumbrado a que se resistieran a él.

Lo giró como un muñequito en sus brazos. Pudo ver él miedo en su mirada perdida. Pero sabía que desaparecería pronto. Él se encargaría de ello. Pronto, lo único que su cuerpo sentiría era placer. Del más sucio y delicioso placer.

Lanzó su pequeño cuerpo sobre la cama. Jimin cayó aturdido contra la superficie. Mirando a los lados intentando buscar una salida.

Jungkook se quitó su camisa y desabrochó sus pantalones. Su boca se hizo agua. Él se veía como el más delicioso manjar existente, con sus piernas abiertas y su respiración agitada.

Gateó hasta colocarse encima de su cuerpo. Jimin lo miró con ojos enormes. Aún así, no fue capaz de hacer nada para quitarlo de arriba.

Y es que aunque estuviera temblando de miedo. No pudo evitar fijarse de más en lo bien que se veía su cuerpo. Sus firmes brazos llenos de músculos y las venas sobresalían en ellos. Lo bien formado que estaba su abdomen. ¿Acaso era así como se veía un demonio?.

Porque no creía que algo que fuese malo se pudiera ver tan bien.

Sus brazos quedaron encima de su cabeza. El pelinegro los sujetó con una mano y atacó su cuello con sus labios, besó y chupó toda la porción a su antojo.

Jimin sintió su propia entrepierna doler cuando él comenzó leves vaivenes contra su cuerpo y la fricción hizo que reaccionara.

No era su culpa, él no deseaba eso. Solo era una reacción normal a la estimulación. Como cualquier hombre.

No tenía nada que ver con este tal Jungkook en especial. No era nadie. Sólo un maldito que se estaba aprovechando de su cuerpo. ¿Así era?.

Entonces porque no estaba haciendo nada para apartarlo. ¿Por qué su cuerpo estaba tan dócil a sus caricias?.

Por qué razón estaba dejando que quitara su ropa y profanara su piel como si fuese suya. Tal vez no había una respuesta coherente para ello.

No la había realmente.

Tampoco cuando sus besos bajaron por su abdomen, dejando un reguero de saliva por donde pasaban sus labios. Ni cuando sacó su ropa interior y él quedó expuesto totalmente ante sus ojos.

Jimin no supo que hacer, ni que decir cuando su boca tomó su miembro y lo degustó como si fuese una paleta, o un helado.

Sus manos se aferraron a su cabello al momento en que sus dedos tantearon más abajo de su intimidad. Buscando ese lugar que nunca había sido tocado por nadie, ni por él mismo.

Soltó un grito ahogado cuando lo acarició allí, presionado la llema de su dedo contra su cuerpo. Apretó sus piernas, intentando buscar una salida de aquella extraña sensación.

No era dolorosa, pero demasiado extraña para su cuerpo inexperto.

Luego, el dedo entró.

ㅡUhmm...

Jimin tomó aire. Se agarró a las sábanas y enterró las uñas en ellas, necesitando aferrarse a algo. Se sujetó a los brazos del pelinegro cuando este se cernió sobre su cuerpo, ni siquiera avisó. Para cuando fue consciente, él estaba tomando su boca y el dedo dentro de él se movía de adentro hacia afuera.

La sensación fue cambiando. Y la incomodidad se tornó placentera cuando tocó algo dentro de él y añadió dos dedos más de golpe en su interior. Jimin no pudo contener un gemido. Pasó de vergonzoso, pero estaba comenzando a sentirse demasiado bien, muy rápido.

¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué se sentía tan bueno?.

Más preguntas sin respuestas.

ㅡVes bonito. ㅡEl pelinegro habló sobre sus labios, dejando lamidas con su lengua sobre ellos. Su voz rozaba lo ronco. Retiró sus dedos de su cuerpo y se alejó de su cuerpo. ㅡDime que tan bien se siente.

Jimin negó una y otra vez.

ㅡN-nunca...

Jungkook elevó la comisura de sus labios hasta formar una sonrisa.

ㅡYa veremos eso.

Entonces lo estaba volteando en la cama. Dejando de lado los juegos. Jungkook haría suyo a Park Jimin, lo haría gemir su nombre y desear mantenerse a su lado por siempre.

Después de esta noche, las cosas no serían iguales, nunca más. Para bien o para mal, esa era otra pregunta sin respuesta.

Sus manos acariciaron toda la extensión de la espalda del chico, con cada parte que tocaba hacía que su cuerpo temblara.

Jimin dejó caer la cabeza contra la almohada, no estaba seguro de estar del todo consciente de lo que estaba ocurriendo en ese momento. Justo ahora, se sentía como una pequeña mascota, haciendo y obedeciendo a todo lo que su amo le ordenaba.

Aunque Jungkook no le estaba ordenando nada realmente, pero asi lo sentía por la manera en que estaba dejando su cuerpo a su merced.

Perdido en el limbo, era la definición perfecta para como se encontraba en ese instante.

Su cuerpo se tensó por completo al sentir la corona de su miembro presionar allí. Descendió su boca sobre su hombro y presionó contra la carne, sin llegar a lastimarlo.

Jimin gimoteó ruidosamente mientras sentía eso tan duro y grande abrirse paso dentro de él. La sensación terminó por abrumarlo por completo.

Sintió como el aire escapaba de sus pulmones cuando él se detuvo. Estaba dentro, todo.

Jungkook soltó su hombro y descendió una de sus manos para agarrar su culo. Jimin casi gritó cuando se retiró de su interior para volver a descender pesadamente sobre él.

Condujo sus caderas hacia adelante y disfrutó la sensación de llenarlo. Había deseado hacerlo desde el momento en que lo vió en el bosque. Tan asustado y desorientado. Era como un animalito con miedo.

Pero se veía tan bonito, tan follable, tan comestible. Nunca antes se había fijado en ningún humano. En especial porque no tenía idea de si alguno podría ser un cazador.

Y justo ahora que había llegado a Seúl en busca de su hermana que se había separado de su manada, y que, la había encontrado muerta, tenia que aparecer este chico y volver su cabeza al revés.

Se detuvo un momento, dejando que se acostumbrara a él, y porque se sentía asfixiado dentro de su interior. Tan caliente y apretado.

Se retiró un poco y empujó hacia adelante. Jimin juró haber visto estrellitas detrás de sus párpados. Mordió sus labios insistente para no gemir. Porque se sentía...

Jungkook sacudió sus caderas, moviéndose lento a un ritmo constante. Sin apuros, pero profundo, buscando atormentarlo y tenerlo en el borde como deseaba.

Acarició sus muslos y llevó su boca a su cuello para lamer, succionar y morderlo suavemente en el lugar. Todo su cuello estaba rojo por sus chupetones y era más que seguro que tendría infinidad de marcas luego. Pero Jimin no podía pensar en ello. No tenía cabeza para nada que no fuese lo bien que se estaba sintiendo con todo aquello.

Era morboso. Porque Jungkook era un total desconocido para él, pero eso no quitaba que a su cuerpo le gustara lo que estaban haciendo.

Jungkook dejó escapar un gruñido y paró de contenerse haciéndolo suave cuando lo que realmente quería era follarlo duro y rápido. Así que lo hizo.

Empujó una y otra vez de manera constante, pausando para arremeter con más fuerza contra él. Jimin maldijo a todos los dioses que conocía en su cabeza cuando sintió como tocaba algo dentro de él que lo hizo vibrar.

ㅡMghmm...

Un gemido escapó de sus labios. Jungkook sonrió complacido y repitió la acción, otra vez, otra, y otra más. Apretó sus glúteos entre sus manos y lo aferró a él tan fuerte a la vez que golpeaba sin control dentro de su cuerpo que sabía que estaba por llegar.

El calor subió por todo su cuerpo como su fuese fuego y Jungkook se corrió en su interior al mismo tiempo en que Jimin se dejó ir sobre sus sábanas.

ㅡMierda. ㅡEl pelinegro farfulló, sin dejar de moverse hasta que sus brazos se quedaron sin fuerza y se apoyó sobre sus codos con cansancio.

El sudor corría por su frente y lo único que se escuchaba era su respiración y la de Jimin agitada dentro de la habitación.

Se retiró de su cuerpo y se quedó boca arriba a su lado en la cama mirando el techo e intentando controlar su respiración.

A su lado, Jimin se mantenía acostado, todo su cuerpo estaba sudoroso, se veía incluso más hermoso así. Cansado y deshecho sobre la cama.

Y todo eso lo había hecho él. Podría fácilmente volverse adicto a ese chico. Relamió sus labios y con sus manos volteó su rostro para que lo mirara. Sus ojos estaban nublados cuando enfocaron a los suyos.

Jimin espabiló al sentir como lo atraía a su cuerpo. A sus brazos.

ㅡ¿Q-qué ha...

ㅡCalla bonito. ㅡJungkook lo envolvió. Descansó su cabeza sobre su pecho y acarició su cabello.

Jimin se dejó hacer, de nuevo. Mareado por todo lo que había sucedido. Sólo entonces cayó en cuenta de que su miedo se había esfumado para esos momentos. Tan solo estaba cansado y somnoliento.

Sintió sus párpados pesados cerrarse. Se aferró a uno de los brazos de Jungkook antes de que el sueño lo venciera.

ㅡDuerme bonito. ㅡEl pelinegro observó la luna por la ventana.

Cuarto menguante, no le quedaba tiempo. Tenía que marcharse lo más rápido posible.

Suspiró mirando al chico entre sus brazos. Esto había sido un error, lo sabía y una pérdida de tiempo también. Pero él había vuelto loco al animal dentro de su cuerpo y no pudo evitarlo.

Por ahora, debía salir de Seúl. O tendría el mismo destino de su hermana. No sabía quienes eran los cazadores esta vez. Pero si lo encontraban terminaría cortado por la mitad.

Poniéndose de pie, cubrió él pequeño cuerpo sobre la cama con una sábana y tomó su ropa para vestirse. Se acercó al chico, acarició su rostro con sus manos y depositó un beso sobre su mejilla.

Era tan bonito. Que se sintió mal por haberle hecho eso y ahora marcharse. Tan bonito como para lograr cautivarlo por completo. Algo que nunca había sentido.

ㅡRegresaré a por tí bonito. ㅡJungkook susurró, dejando un beso sobre sus labios. ㅡTan sólo espérame.

Alejándose de él, se quitó el anillo que llevaba en su dedo anular y lo colocó en el del chico. Un recuerdo, para que supiera que él había sido real.

Jungkook sonrió, antes de acercarse a la ventana y descender por ella. Desapareció entre la oscuridad de la noche. Como mismo llegó se marchó.

Una noche fugaz que desencadenó miles de sensaciones en él. En ellos. Dos personas completamente diferentes. Que tal vez volverían a encontrarse algún día. O quizás nunca lo hicieran.

Todo era cuestión de sobrevivir el tiempo suficiente.

ㅡNo dejes que nadie te atrape bonito. ㅡUn lobo aulló a lo lejos. ㅡHasta que yo vuelva, mantente a salvo Jimin.






...♡...
Fin






¿Se acabó o no?😳
👀Me encantó escribir esto☺ Tal vez no haya quedado muy bueno pero a mi me gustó.

No se quedará así bonitxs 🤭 así que no me maten aún😂 tendrá un extra que ya está en proceso. Así que esperenlo.

Espero que les haya gustado✨
Besitos😽
Con mucho amor<33

Lele✨💙

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