22
Me acostumbré a tenerte conmigo, a estar a tu lado. Por eso, cuando pasaste el recreo con tus amigos, me alarmé. Un millón de pensamientos cruzaron mi mente. ¿Y si ya no soy lo suficiente para ti? ¿Y si ya te cansaste de mi? ¿Qué haría después? Porque, al final, era yo la que estaba perdidamente enamorada de ti.
Te pregunté si pasaba algo. Me respondiste que no, pero que querías pasar tiempo con tus amigos porque estabas siempre conmigo. No lo dijiste dulcemente.
Al día siguiente, estuviste todo el día sacándote fotos con mi mejor amiga y otra amiguita tuya. Sin invitarme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro