Última parte
—¿Qué estás haciendo ahora, hijo? —preguntó Byakuya al ver a Senku muy concentrado escribiendo otro libro—. Te pedí que intentaras dormir hoy. —Suspiró pesadamente.
—No tengo tiempo para dormir, necesito terminar esto —murmuró sin verlo—. Cuando vaya con Kohaku, necesito dejarle más información a Chrome para que arregle ciertas cosas. Tiene mucho que hacer y yo no voy a estar ahí para ayudarlo.
—Pero Senku... apenas has dormido esta semana. —Lo miró con infinita preocupación—. No estás bien, hijo...
Claro que no estaba bien. Ya había decidido que, pasara lo que pasara, iba a quedarse en su propio mundo, ya que tenía una forma para intentar lograr descubrir la forma de viajar a distintos universos similares, con los conocimientos que ganó gracias al Dr. Rivas y también obteniendo cierto algo de parte del universo de Kohaku.
Cuando habló con Tsukasa, Taiju y Yuzuriha hace semanas, se dio cuenta de algo muy valioso, algo que tenían en el universo de Kohaku y no en el suyo. Ellos tenían a Whyman, y Senku podía dividir el portal en dos para ir a dos sitios diferentes en ese mundo, podía enviar a otra persona a buscar el arma petrificadora en la Isla del tesoro, y así obtendrían una vez más una fuente de valiosa información.
Con Whyman de su lado, sería más fácil retomar el nivel tecnológico que había estado comenzando a desarrollar en el mundo con el que soñó, el mundo en el que la petrificación llegó y su estatua no se rompió.
Y, quizás con Whyman podría encontrar una forma más eficiente para viajar entre universos, quizás el Dr. Rivas podría reencontrarse con su esposa, un encuentro que había estado esperando toda su vida. Y Senku sabía que se lo debía, ya que era solo gracias a él que podría volver a ver a Kohaku.
Entonces, cuando fuera a ver a Kohaku, tendría que pedirle que ella se fuera con él a su universo, que lo abandonara todo por él. Y no sabía si ella iba a aceptar.
El miedo al rechazo lo consumía, por lo que ahora le era difícil dormir y Byakuya tenía muchas razones para preocuparse.
—Por favor, hijo... Lo que sea que estés haciendo puede esperar a que duermas un poco. —Su padre colocó ambas manos en sus hombros—. No vas a funcionar correctamente sin dormir bien.
Senku dejó la libreta y el bolígrafo, notando que sus manos estaban temblando.
—Bien. —Tomó aire—. Lo intentaré.
—Eso dijiste antes y...
—Esta vez es en serio. —Pasó las manos por su rostro—. Tampoco me siento bien. Voy a dormir.
—Muy bien, gracias. —Sonrió con ojos llorosos, contribuyendo a hacerlo sentir culpable.
Estuvo una hora dando vueltas en la cama antes de finalmente lograr dormirse, y vaya que durmió, porque se levantó no al día siguiente, sino al día que le seguía a ese.
—No quisimos despertarte —dijo Lillian cuando bajó, sirviéndole el desayuno, ya que eran las seis de la mañana—. Byakuya estaba muy feliz de que estuvieras durmiendo bien.
Senku gruñó en respuesta y se decidió a comer, ya que se moría de hambre.
Lillian ahora era oficialmente novia de Byakuya, y se había mudado con ellos ahora que estaba en Japón descansando de tantas giras, por lo que Senku estaba agradecido de que ella insistiera en preparar sus desayunos. No era una experta cocinera, pero cocinaba mejor que él y el viejo.
Byakuya bajó poco después y quiso tirársele encima a abrazarlo, pero Lillian lo mantuvo a raya, bendita sea.
Después de desayunar empezó a revisar sus mensajes, viendo los últimos reportes del Dr. Rivas respecto a universo de Kohaku, aparte de ver los avances en conseguir permisos para minar la luna, y también el avance del laboratorio gigante, que ya estaba totalmente construido y solo necesitaba varios detalles finales en el reactor gigante de fusión nuclear y en otras maquinarias complejas. Para eso necesitaban materiales lunares, y eso estaba siendo más molesto de conseguir de lo que pensó, pero no era imposible. Al menos estaban avanzando.
Estaba un paso más cerca de Kohaku. Aunque quizás ni siquiera importara... quizás ella no querría ir con él... lo cual tenía sentido, ya que era muy egoísta de su parte pedirle abandonar todo solo por él...
¿Quizás debería considerar... quedarse con ella? El Dr. Rivas podría continuar su investigación por él, podían buscar más personas confiables, podrían...
—Senku. —Al ver su semblante deprimido, Byakuya colocó una mano en su hombro—. ¿Estás bien?
—Sí, bien. —Negó con la cabeza—. Será mejor que me vaya ahora. Tengo mucho que hacer en el laboratorio.
—De hecho... Antes de que te vayas, Lillian y yo tenemos que hablar contigo. —Tomó la mano de Lillian, que sonrió felizmente, con las mejillas enrojecidas.
—¿Ah?
—¡Tenemos buenas noticias! —chilló Lillian, con voz cantarina y alegre.
—¡Excelentes noticias! —El rostro de Byakuya también enrojeció mientras sonreía como un completo idiota—. ¡Tendrás un hermanito!
El rostro de Senku se desencajó.
—¡¿AH?!
Pues sí, aparentemente Byakuya y Lillian no perdieron el tiempo. Iban a tener un bebé y se casarían poco después de eso. La familia Ishigami oficialmente se agrandaría.
Senku pensó mucho en eso los siguientes días, mientras trabajaba en los detalles finales del laboratorio final, hasta que finalmente obtuvo los permisos para minar la luna.
Armar los planos para los robots que minarían los materiales y los llevarían a la Tierra a bajo coste fue un juego de niños, dejó que el Dr. Rivas los presentara por él en una junta internacional y su plan fue aceptado, aunque tendrían que compartir sus materiales con Estados Unidos, China y otros países importantes, pero le daba igual, él necesitaba sus materiales urgentemente.
Para este proyecto, se unió al Dr. Xeno para trabajar en la minería lunar, junto con otros científicos, aunque le gustaba mucho trabajar con aquel al que consideraba su mentor, pero una parte de él desconfiaba de los motivos de Xeno, sabiendo que podía ser un enemigo peligroso así como un aliado valioso dependiendo sus intereses.
Aun así, quería confiar que en el fondo era un amante de la ciencia tanto como él, así que lo trató como un aliado, solo que no le dijo mucho respecto a de dónde obtuvo sus conocimientos, simplemente lo mantuvo como su colega cercano y solo trabajaron en el proyecto de minería lunar.
Xeno estaba interesado en sus otros proyectos, hacía muchas preguntas, pero Senku sabía esquivarlo.
Quizás algún día le contaría la verdad, pero no por ahora.
La minería lunar se puso en marcha, así que Senku volvió a concentrarse en refinar todos los detalles que podía antes de contar con los materiales lunares, y además en el plan de obtener a Whyman de la isla del tesoro.
—¿Quieres que yo lo haga? —Tsukasa lo miró muy sorprendido cuando le propuso ser él quien fuera a quitarle el arma a Kirisame.
—Tienes que ser rápido, inteligente y fuerte, nadie cumple esos criterios mejor que tú. —Rio entre dientes—. Tenemos veinte minutos para estar allí, te haré aparecer directamente donde está la estatua del Cabeza de la isla, debes llamar la atención, noquear al que se te acerque y esperar a que Kirisame te lance el arma petrificadora. Cuando eso pase, usarás un dron que programaré de antemano para que su inteligencia artificial reconozca el arma y la robe.
—Ese plan tiene muchos riesgos. —Lo miró con ojos entrecerrados—. Me volvería una estatua también, y si son demasiadas personas armadas bien podrían matarme.
—Te daré un taser. —Rascó su oído con desinterés y Tsukasa lo miró mal—. Escucha, el plan es que Kirisame llegue rápido y puedas robarle el arma de inmediato e irte. Además, te daré un reloj que podrá administrar formula de despetrificación si lo necesitas. Si ves que el arma se acerca a ti y sospechas que podría petrificarte, entonces presionaras un botón y el reloj rociará dosis de la formula en diez segundos. Además, el dron se alejará unos metros cuando capture el arma, como estarás cerca del Cabeza y Kirisame no sabe que es una estatua, el rango no será tanto, así que puedo calcularlo.
—No lo sé, Senku, muchas cosas podrían salir mal. —Cruzó los brazos, calculando todos los posibles escenarios—. Podría ser que esa tal Kirisame ni siquiera esté cerca.
—Tienes veinte minutos para ver si llega o no, confió en tu juicio, si ella no llega simplemente veté, lo intentaremos luego, cuando el universo de Kohaku rebote y vuelva a acercarse al nuestro, aunque eso probablemente tomé diez años. —Bufó.
—Muy bien. —Finalmente, Tsukasa cedió—. Lo haré.
Senku sonrió.
Por ahora todo estaba marchando bien, solo quedaban ocho meses para el tiempo límite, y estimaban que tendrían todo listo en siete o seis meses, así que se sentía optimista en que lo lograrían.
Aunque el optimismo se le iba al pensar en el momento en el que tendría que pedirle a Kohaku abandonar todo por él.
Sabía lo mucho que ella amaba a su familia y a sus amigos, sabía que sería muy difícil, pero tenía que intentarlo.
Al menos debía intentarlo.
.
Para su plan de revivir a todos en Japón, Senku propuso crear una pequeña ciudad para las primeras cien personas que serían revividas. Sería con casas rudimentarias a las que irían mejorando poco a poco, pero quería que las personas revividas se asentaran y vivieran bien antes de empezar a ir por ahí reviviendo gente a lo loco.
Según Senku, con cien personas establecidas ya sería más fácil ir recuperando la civilización poco a poco, evitando los conflictos y viendo solo por el progreso y desarrollo de la civilización.
Tenían que crear muchas cosas desde cero, y debían ser muy cuidadosos al hacerlo para evitar enfrentamientos, así que iban con mucho cuidado.
Primero lo primero, revivieron bastante mano de obra para empezar con la construcción de las casas.
Ya con casi un año cumplido desde la última vez que vio a Senku, Kohaku ahora se encontraba ayudando a construir casas mientras Chrome se encargaba de crear una central eléctrica funcional que pudiera proveer de energía a la pequeña ciudad primitiva que estaban construyendo, con ayuda de Ukyo y un par de personas listas que Senku había pedido revivir.
Sin embargo, Senku les advirtió que solo conocía a esas personas de revistas científicas, por su recorrido académico, por lo que debían ser cautelosos con ellos, pero que sería una locura no revivir a más científicos teniendo la fórmula de despetrificación. Aunque por eso solo les pidió revivir a dos o tres, con conocimientos en áreas más o menos inofensivas y porque eran absolutamente necesarios. Les pidió ser muy cuidadosos con esas personas, que los vigilaran bien y que no les dieran demasiadas libertades, pero que tampoco los hicieran sentir perseguidos, simplemente que tuvieran cautela.
Ukyo se aseguraba de ello, y Kohaku confiaba en su juicio, así que se sentía tranquila.
Con la nueva mano de obra y los nuevos científicos, se estaban concentrando en la pequeña ciudad que sería el centro de la nueva civilización, pero además de eso Kohaku se sentía feliz de cada vez ver más y más caras conocidas.
Revivieron a Minami, que era la que más los ayudaba a encontrar a las personas que necesitaban.
Revivieron a Nikki, una valiosa guerrera confiable que les juró lealtad en el momento en el que le enseñaron la canción de Lillian.
Revivieron a muchas personas conocidas, y encontraron las estatuas de Tsukasa, Gen, Ryusui y Francois, pero prefirieron esperar un poco antes de revivirlos.
—Senku dice que tienen potencial de ser muy buenos amigos —murmuró Chrome, ojeando los libros—, pero que también tienen sus propios intereses y eso podría jugarnos en contra si no los revivimos en el momento adecuado, cuando realmente necesitemos de sus habilidades o cuando haya un sistema estable capaz de contenerlos de querer imponer sus propios ideales.
—Ja, Gen solo quiere estar con el equipo ganador, él no haría nada —aseguró Kohaku, sonriendo con nostalgia—, pero quizás debamos esperar a que haya más gente, entonces lo reviviremos y le pediremos actuar como mediador. ¡Ja, y si le ofrecemos esa bebida que tanto le gusta, seguro que nos jura lealtad! —Rio ante la idea.
—Sip, Senku también me dejo instrucciones de cómo hacer esa bebida —masculló Chrome con desgano, leyendo otro libro de Senku.
Después de otros tres meses de duro trabajo, las casas ya tenían electricidad, agua caliente y estufas para hacer sus comidas. Crearon vehículos para transportar materiales, aunque solo un par, todo con ayuda de Kaseki y un ingeniero que habían revivido, también crearon una especie de radio para mantener medianamente conectada a la población, ya que la pequeña ciudad estaba algo apartada de la aldea.
Todavía no habían creado el teléfono, pero era mucho más complicado, así que eso sería para luego.
Llegó el invierno y se detuvieron de revivir a más gente, haciendo una pausa en el progreso ya que el invierno era todavía una amenaza consideraba incluso con el agua caliente, las estufas y la electricidad.
Durante el invierno, se invirtió mucho en tecnologías de entretenimiento.
Minami hizo un show de radio, Nikki insistió en revivir algunos músicos, se organizaron fiestas, celebraron navidad y año nuevo, y fue entonces que Kohaku pidió que construyeran un observatorio para poder mirar a los planetas en el cielo. Varios lo creyeron una gran idea, en especial Chrome y Suika.
Insistió en terminar el observatorio en cuatro días, y la noche del cuatro de enero se pasó un largo rato observando el cielo nocturno, sola.
Saber que ese día debería haber sido el cumpleaños número diecisiete de Senku estando con ellos, aunque en su mundo no lo fuera realmente, la puso un poco nostálgica.
—¿Kohaku? —Suika se acercó a ella a pesar de que estuvieran en medio de la noche y estuviera nevando.
—Suika, no deberías estar aquí tan tarde. —Le sonrió apenas.
—¿Extrañas a Senku? —le preguntó, con su voz rezumando algo de tristeza. Kohaku bajó la mirada—. Yo también lo extraño. —Se sentó a su lado—. ¿Crees que volverá pronto?
—No lo sé... —Sonrió dolorosamente, mirando a las estrellas y pensando en esa maravillosa vida que se suponía que debieron vivir juntos—. Creo... No, sé que él va a volver, pero no sé cuándo. Quizás le tome muchos años.
Estaba segura de que él también lo vio. Esos años que vivieron juntos incluso después del viaje a la luna, los años que pasaron como pareja, como unieron sus vidas en matrimonio, como incluso estaban esperando un bebé. Estaba segura de que él no dejaría las cosas así, no después de saber lo que se suponía que debieron ser sus vidas.
Ellos debían estar juntos, no importa qué.
No podía hacer nada para volver con él, pero podía esperarlo. Y estaba dispuesta a esperar toda su vida.
Incluso si se volvía una ancianita arrugada y ya no podían tener hijos, incluso si era el último día de su vida, la última hora o el último minuto, ella quería volver a verlo.
De pronto, sintió la pequeña mano de Suika en su mejilla, limpiando una lágrima, cosa que la hizo jadear con sorpresa, puesto que ni siquiera se dio cuenta de que estaba llorando.
—Kohaku... No te preocupes. Estoy segura de que él no tardará. —Le sonrió de forma esperanzadora—. ¡Él volverá muy pronto y podrán estar juntos! Porque Senku es la persona más inteligente del mundo, ¡él puede hacer todo tipo de cosas increíbles! Seguro que volverá muy, muy pronto.
Kohaku sonrió con ojos llorosos, antes de abrazar cariñosamente a Suika.
—También lo creo. Sé que él volverá.
Ya fuera tarde o temprano, él regresaría. Y ella estaría allí esperando por él.
Pasaron los meses, el invierno pasó y volvieron a revivir personas, y fue entonces cuando Kohaku creyó que ya era hora de revivir a más de sus amigos.
—Ya somos muchos, hay ciertas discusiones y tensiones entre la gente —comentó al reunirse con Chrome, Ruri y Ukyo—. Creo que el murciélago... quiero decir, Gen, sería muy útil para mantener los ánimos y evitar conflictos.
—Me preocupa un poco sus intereses... pero si estás segura de que es una buena persona, creo que todo debería estar bien. —Ukyo sonrió nerviosamente—. Yo creo que está bien revivirlo.
Con el visto bueno de Ukyo, finalmente revivieron a Gen y le explicaron la situación. Al principio se notaba cierta desconfianza y desinterés en sus objetivos de restaurar la humanidad, pero le ofrecieron su refresco favorito y se calmó bastante, aunque siguió haciendo preguntas extrañas, buscando averiguar quiénes estaban a cargo, qué querían de él y probablemente cómo podría beneficiarse de todo. Ayudaba a mantener los buenos ánimos, pero se notaba que lo hacía más por mantener su estatus como una persona famosa.
Kohaku se contuvo de decirle la verdad de que lo conocía de otro mundo, pero Gen sospechó de inmediato que ella sabía algo de él, por lo que empezó a seguirla y a hacerle preguntas.
Luego de unas semanas, finalmente Kohaku se hartó y simplemente le dijo toda la verdad.
—¡¿Universos alternos?! —Y claro, Gen casi se desmaya, sin poder creerlo.
—Eso es lo que dijo Senku, sí. —Lo miró con cansancio—. Tú fuiste el que tanto quería saberlo, ahora te aguantas.
—Es muy difícil de creer... —Molesta, Kohaku le dio las fotos que tenía con Senku, Byakuya y Lillian en Tokio de la era moderna—. V-vaya, ahora estoy comenzando a volver a creer que esto es una broma de mi manager metiéndome en un programa de cámaras ocultas.
—¡Ja, no sé qué es eso, pero cuando vuelva la televisión deberías intentarlo! —No le dio mayor importancia y siguió trabajando.
Ahora estaban con el proyecto de hacer un barco grande, aunque no tanto como Perseo, para ir a poder buscar recursos a otros países en algún momento y así poder avanzar más la tecnología, aunque era más bien una misión secundaria y estaban muy lejos de eso, por ahora funcionaría como barco pesquero, y Kohaku sospechaba que Senku les había pedido construirlo más que nada como una excusa para sobornar a Ryusui y que estuviera más dispuesto a estar de su lado. De todas formas, el ritmo de construcción del barco no era muy rápido, ya que tenían otros proyectos, así que les tomaría varios años terminarlo.
De todos modos, esperaba que no tuvieran que esperar tanto para revivir a Ryusui y Francois, aunque Ryusui fuera un avaricioso, era un buen amigo... y, para ser honesta, extrañaba mucho la comida de Francois. Usaría cualquier excusa que pudiera para revivirlos pronto.
Hablando de excusas, desde hace tiempo que habían volado los cimientos que enterraron el hospital donde estaba la hermana de Tsukasa, allí encontraron a varios médicos, ya que tenían planeado construir hospitales en algún momento, y también encontraron a Mirai.
Mirai era el seguro con el cual mantendrían a Tsukasa a raya, aunque sonaba feo decirlo, pero de otro modo sería muy peligroso.
Gen mantenía a todos los revividos bien controlados y a la gente con buenos ánimos, la verdad era muy útil, pero a veces igual habían peleas y era Kohaku la que se tenía que lanzar a detener los conflictos con fuerza bruta.
Incluso, a veces veían a Magma rondar por la zona, vigilándolos a la distancia.
Kohaku no le guardaba rencor, para ser honesta. Era un idiota, pero sabía que podía redimirse.
Con alguien tan fuerte como Tsukasa, quizás Magma se mantuviera a raya y pudiera reincorporarse a la sociedad.
Lo discutió con los demás, pero Chrome y su padre se oponían firmemente a la idea.
—¡Ese bastardo casi te mata! —rugió su padre.
—¡Sí, y por querer matarme a mí! —añadió Chrome—. ¡Y estoy seguro de que todavía quiere apoderarse de la aldea de alguna forma!
—Sé que Magma es un idiota, pero no creo que sea un caso totalmente perdido. —Bufó—. Tampoco es mi persona favorita, pero en el mundo de mis sueños él logró redimirse. Creo que, si tuviéramos algo que lo mantuviera a raya, una persona tan fuerte como Tsukasa o un sistema de policías, entonces Magma podría volver con la aldea y trabajar como cualquier otro.
—Sería un riesgo, un tipo así sin duda da miedo~ —opinó Gen, que últimamente siempre se colaba a las reuniones—, lo he visto y parece ser más músculos que cerebro, y si tiene ambiciones tan grandes es aún más peligroso.
—Bueno, en el mundo en el que soñé Magma una vez casi te mata dándote una paliza y apuñalándote con una lanza —murmuró Kohaku, pensativa.
—¡¿QUÉ?! —chilló Gen, palideciendo y casi desmayándose—. ¡D-definitivamente es demasiado peligroso!
—Aun así, quizás sea bueno instaurar un sistema de policías, de gente en la que podamos confiar —habló Ukyo, pensativo—, pero no me gustaría crear armas. Por otro lado, armas de fuego son lo único que podrían contener a gente como Tsukasa si se salen de control.
—¿No hay otra opción? —preguntó Kohaku, preocupada.
—Quizás, dardos tranquilizantes, armas de electrochoques, o simplemente tener mucha gente bien entrenada y confiable, pero deben tener un motivo para ser leales. Quizás... quizás sea hora de restaurar el sistema monetario, tener billetes oficiales y ofrecer productos y servicios a cambio, como dice en uno de los libros de Senku. —Ukyo también los había ojeado para ayudar a Chrome.
—Tendríamos que revivir a más gente —masculló Gen.
—¡Ja, con revivir a Ryusui sería suficiente! —aseguró Kohaku—. Él metió el dinero en un solo día apenas se despetrificó en el mundo en el que soñé, pero para tenerlo controlado a él debemos ofrecerle algo que le interesé.
—Senku no menciona nada de eso en sus libros. —Chrome bufó.
—No, pero yo sé que a Ryusui le interesara tener el barco para navegar por el mundo, y también tener el petróleo. —Cruzó los brazos, sonriendo confiada—. Además, si le ofrecemos eso, aunque no necesitemos viajar por el mundo por el momento, podemos ofrecerle ir por su hermano Sai a la India. Eso sin duda será de su interés.
—Bien, podemos hacer eso, es necesario un sistema estable para que todo se mantenga en orden, y la gente ya sabe manejarse con dinero —dijo Ukyo, ajustando su gorra—. Entonces, podemos revivir a este Ryusui y pedirle ayudarnos a construir el barco para que nos sirva como barco pesquero y en un futuro podamos buscar materiales en otros países.
—Él pedirá petróleo y los derechos de este, pero no hará un mal manejo del petróleo, además vendérselo mantendrá la economía estable —comentó Gen, que había estado indagando mucho respecto a los sueños de Kohaku y sabía bastante ya que a ella le gustaba hablar de eso.
—Generando dinero, tendremos un sistema estable que nos permitirá expandirnos más, aunque puede que varios se opongan. —Ukyo se vio preocupado.
—Sí~, pero con un sistema estable ya podremos comenzar a revivir a más gente~ —afirmó Gen—. Una vez tengamos este sistema y empecemos a revivirlos ya sin tanto cuidado, ellos aceptarán el mundo en el que son revividos, así funcionan los seres humanos, aceptarán las reglas que se les presenten. Aunque surjan los conflictos eventualmente, con esto ya podremos crear un sistema de policías, basados en que tendrán un sueldo y necesitan ese sueldo para tener cosas hechas con ciencia. Se les podrá controlar, seguirán el sistema y las cosas se mantendrán estables~.
—Supongo que tiene sentido. —Ukyo suspiró—. Bien, reviviremos a Ryusui, reinventaremos el dinero y haremos que paguen por ciertos productos y servicios. Eventualmente crearemos un sistema de policías y una vez este esté bien establecido podremos revivir gente como Tsukasa y reincorporar a la sociedad a gente como Magma. Suena a un buen plan con poco riesgo.
—¡Ja, me parece bien! El plan de Senku es revivir a todos, y él siempre ha dicho que todos son bienvenidos en el reino científico. —Kohaku apretó los puños, con ojos brillantes—. ¡Haciendo todo esto, nos volvemos cada vez más como el reino de la ciencia en mis sueños!
Todo estaba tomando su lugar, todo estaba saliendo bien, y Kohaku solo esperaba que alguna vez Senku pudiera ver lo mucho que lograron gracias a él, incluso aunque no estuviera con ellos.
Sin embargo, incluso aunque estuviera ausente, todo lo que lograban se lo debían a él.
.
Llegó la hora.
Había pasado más de un año y medio desde la última vez que Senku vio a Kohaku, casi dos años, pero por fin tenía la oportunidad de verla otra vez.
Tuvo que pasar por un camino muy tedioso, era difícil volverte rico y famoso cuando tú solo querías trabajar y trabajar, tuvo mucha presión, gente desconfiando, gobiernos queriendo contactarlo, políticos intentando meter las garras en su trabajo, organizaciones mundiales queriendo apoderarse de todo.
La familia Nanami tenía muchas conexiones, pero cuando Estados Unidos empezó a presionar a Japón para meter sus garras en el trabajo de Senku, de verdad se preocupó, creyendo que iban a entorpecer el ritmo de su trabajo.
Obviamente, lo que Estados Unidos quería era la clave para la fusión nuclear, parecían dispuestos incluso a amenazar con una guerra si no se las daba, pero a Senku le importaba un pepinillo partido al medio sus amenazas y el hecho de que enviaron a los mismísimos militares y políticos más importantes de USA para intentar "presionarlo".
—Sí, sí, lo que digan, aquí tienen mis planos, mis archivos y mis notas, hagan lo que quieran y déjenme trabajar. —Les entregó todo y se marchó de allí de una vez, haciendo a todas esas personas importantes caerse de espaldas por lo fácil que les entregó todo.
Daba igual, realmente. Él nunca impediría el avance de la ciencia, y, más importante, no quería perder el tiempo en esas tonterías, no cuando estaba tan cerca de volver a ver a su leona.
Ya que estaba tan dispuesto a cooperar, empezó a tener el respaldo del gobierno estadounidense y las organizaciones mundiales y otras potencias mundiales dejaron de intentar presionarlo por su lado, por lo que hasta tuvo más libertad de trabajar.
Trabajó duro junto con el Dr. Rivas en la máquina para conectar universos, con el Dr. Xeno para la minería lunar, y con muchas otras mentes brillantes que fue contratando a lo largo del camino para agilizar el proceso, incluso trajo al hermano de Ryusui, Sai, para ayudarlo en ciertos temas de programación del dron que ayudaría a Tsukasa. Je, y el entrometido de Gen volvió a meter sus narices para arreglar la relación entre ambos hermanos Nanami, eso fue un bono extra.
Faltando solo un mes y medio para que el universo de Kohaku quedara fuera de rango, Alejandro Rivas e Ishigami Senku lograron crear exitosamente un portal entre los dos universos, aunque no tendrían posibilidad de probarlo y solo deberían confiar en sus cálculos, pero era lo mejor que tenían y estaban dispuestos a correr el riesgo.
—El portal es totalmente seguro, en teoría —explicó el Dr. Rivas.
—¡¿Cómo que en teoría?! —Byakuya estaba muy nervioso por todo el asunto.
—Tranquilízate, viejo, las matemáticas nos respaldan. —Senku rio entre dientes, terminando de meter los últimos libros de instrucciones para Chrome en una gran mochila—. El riesgo es mínimo. Utilizamos la energía del mismísimo espacio-tiempo y la "moldeamos" a nuestro antojo, aunque moldearla requiere una cantidad absurda de energía aparte y por eso necesitábamos tanta antimateria, pero así creamos un ambiente seguro, imitamos las condiciones de la tierra con una gravedad aceptable y lo llenamos de aire respirable, entre otras cosas, además hay una corriente de empuje para asegurarse de que no nos quedemos atrapados allí, aunque el camino realmente sería muy largo y tardaría años en cruzarse de una forma lineal, pero utilizamos un sistema parecido a agujeros de gusano que nos permite el viaje duro solo uno o dos segundos a lo mucho, luego el Dr. Rivas solo debe invertir la corriente y así...
—De nuevo estás diciendo cosas que nadie entiende, cielos. —Gen le hizo un favor a todo el mundo interrumpiendo a Senku—. De todos modos, ¿para que llevas tanto equipaje? —Señaló las dos mochilas y dos grandes valijas que tenía al lado.
—Más importante, ¿podrás cargar tanto equipaje? —preguntó Lillian, preocupada.
—¡Yo podría ir contigo, Senku! —exclamó Taiju, muy decidido.
—Aunque las probabilidades de que el portal colapse son pocas, todavía existen. —Apretó los labios—. Mientras menos personas nos arriesguemos, mejor. Ya es un riesgo muy grande llevar a Tsukasa.
—Es un riesgo que yo estoy dispuesto a aceptar —aseguró el primate más fuerte, sosteniendo una caja con el dron ya programado que lo ayudaría en su misión de robarle el arma petrificadora a Kirisame.
—De todos modos, no debo cargar todo este equipaje tanto tiempo —aseguró Senku, señalando las valijas y las mochilas—. Apenas llegue a la aldea se lo daré a alguien más, la idea es darles todo esto.
—¿Y qué hay del generador grandote este? —preguntó Ryusui, señalando la caja enorme que contenía un generador de electricidad bastante grande y potente—. No hay forma de que puedas cargar esto.
—Por eso elegí uno lo suficientemente grande para caber por el portal. —Rascó su oído con desinterés—. Simplemente lo empujaremos.
—¿No se romperá? —Yuzuriha palideció un poco.
—Le pusimos algunas protecciones dentro de la caja, debería estar bien.
—Creo recordar que dijiste que le enseñaste a ese chico Chrome a generar electricidad él mismo en ese mundo primitivo —murmuró Byakuya, frotando su barbilla—. ¿Entonces para qué necesitaría el generador?
—No es tan sencillo controlar esa electricidad primitiva, solo le di instrucciones para abastecer de electricidad a las casas. Con el generador, que contiene entradas de electricidad adecuadas, podrá darle carga a las laptops, computadoras, televisiones, videojuegos, microondas y demás aparatos electrónicos que les llevaré. —Sonrió emocionado, señalando a las valijas que estaban llenas a reventar de artilugios científicos para los aldeanos.
—¿Están en un mundo primitivo y en vez de llevarles cosas de primera necesidad les llevas videojuegos? —El Dr. Rivas lo miró con cierta desaprobación.
—Es una forma de mantener a la gente motivada —se excusó, riendo—. Además, en las laptops y computadoras tienen muchos programas que diseñé junto con Sai para ayudarlos en muchas cosas como construcción, reconstruir maquinaria desde cero, etc. También deje muchos videos para ilustrar de manera audiovisual muchas cosas, con ejemplos gráficos para que entiendan mejor.
—Ok, entiendo. —Byakuya asintió, sonriendo con emoción por ver lo listo que era su muchacho—. Aunque... creo que no te lo había preguntado, ¿para qué es esta otra caja grande? —Señaló la caja detrás del generador, que era igual en tamaño, pero no tenía ninguna etiqueta.
—Esa... es otra que vamos a empujar por el portal, también tiene cosas que necesitaran los aldeanos. —Frunció el ceño.
—¿Qué tipo de cosas? —preguntó Ryusui, curioso.
—Materiales, compré silicio, les empaqué algunos diamantes, materiales que no encontraran en Japón. —Apartó la mirada.
Byakuya lo miró fijamente.
—¿Solo eso? —preguntó en un susurro, sospechando que algo les ocultaba.
—Eso y otro par de cosas, sí.
—Bien. —Sonrió genuinamente—. Sí tú crees que es necesario, estoy seguro de que lo es.
Senku lo miró de reojo, antes de sonreír levemente.
—Muy bien, yo ya tengo todo listo. ¿Qué tal tú, Tsukasa? —Miró a su amigo, que simplemente asintió—. ¿Recuerdas bien cómo utilizar el reloj?
—Claro, el primer botón es para programar el disparo de formula despetrificadora a los diez segundos, el segundo botón es para programarlo a los tres minutos si lo consideró necesario.
—¿Por qué podrías considerar necesario quedarte como estatua más tiempo en una zona enemiga? —preguntó Gen, totalmente horrorizado, sabiendo que él jamás haría algo así de riesgoso.
—Si Kirisame estuviera demasiado lejos y la zona no estuviera tan llena de soldados, quedarme como estatua más tiempo podría hacerla confiarse y acercarse más, en ese caso simplemente la noquearía y le robaría el arma con mis manos, es algo que ya planeamos con Senku.
—Aunque existe la posibilidad de que rompan tu estatua —dijo Senku, con rostro muy serio—. Para eso está el tercer botón. ¿Recuerdas lo que hace?
—Sí, sí. —Suspiró con cansancio—. Le envía una señal al Dr. Rivas en caso de que no esté seguro de que vaya a salir con vida o si voy a intentar la estrategia de los tres minutos. Y si a los cinco minutos no presionó el cuarto botón para confirmar que estoy bien, él enviará a alguien para ayudarme.
—¡Y ahí es donde entró yo, JA, JA! —Ryusui chasqueó los dedos, con una gran sonrisa—. Estaré listo para ir a recuperar los pedazos de tu estatua de ser necesario. ¡Con la patineta voladora que me hizo Senku, será pan comido!
—¡¿Le hiciste una patineta voladora?! —Sai miró a Senku con la mandíbula dislocada.
—Me aumentó muchísimo el presupuesto para hacerla, no pude rechazar la oferta. —Rascó su oído con una sonrisa maliciosa—. Además, realmente es una opción muy útil. Le hubiera hecho una a Tsukasa, pero fue difícil de crear y no tenía mucho tiempo. También, es bastante difícil de usar, aunque Ryusui la dominó bastante rápido, por eso lo dejaré llevarla en caso de emergencia, pero no es muy confiable.
—Yo prefiero no utilizar ese tipo de cosas extrañas, gracias. —Tsukasa confiaba en sus propias habilidades para controlar la situación.
—Tu misión requiere de mucha intuición y saber leer los ánimos de los enemigos, aparte de predecir sus movimientos —murmuró Gen, muy serio—. Senku-chan los conoce, así que te dio toda la información, pero no es lo mismo que conocerlos tú mismo. ¿Seguro que podrás con esto, Tsukasa-chan?
—No fallaré —aseguró—. Entiendo que en ese mundo que soñaron fui un enemigo para Senku, quise impedir el avance de la ciencia y también fui responsable de casi quitarle la vida, pero en este mundo somos amigos, y quiero mostrarte que puedes confiar en mí. —Miró directo a Senku, que le devolvió la mirada con rostro aturdido—. Aunque no sea ese Tsukasa, déjame redimirme de esas acciones. Traeré el artefacto, así que, si tanto te preocupa que la mujer que amas no quiera venir contigo, puedes decirle que no será un adiós para siempre de su mundo, que podrás dominar los viajes entre universos y así volver tarde o temprano, con la ciencia. —Sonrió sinceramente.
Senku se mantuvo en silencio un momento, antes de reír por lo bajo, rascando su oído con el meñique.
—Muy bien, entonces. Eso le diré.
—Si ya terminaron con su festival del amor... —El Dr. Rivas, cínico como siempre, los miró con cansancio—. ¿Qué les parece si empezamos? Esta situación me pone demasiado nervioso. —Retorció los dedos, haciendo tronar sus huesos—. Quiero que todo acabe de una vez.
—No eres el único. —Senku se colocó justo frente a la máquina que conectaría el puente entre universos—. Estoy listo. Cuando quieras.
—También estoy listo. —Tsukasa se paró justo detrás de Senku.
—Hijo. —Byakuya de repente corrió a colocar las manos en los hombros de Senku, haciendo que lo mirara con sorpresa—. Sé que tienes planeado regresar ya sea que ella quiera venir contigo o no, pero... si estando allá eliges no regresar... si prefieres quedarte con ella... —Sonrió, con lágrimas en los ojos— yo lo entenderé.
Senku lo miró con los ojos muy abiertos, y en ese momento el portal empezó a iluminarse.
—¡Muy bien, niños, estén muy atentos! —gritó Rivas, tecleando en la súper computadora del laboratorio—. ¡Sus veinte minutos limite comienzan desde... ya! ¡El portal conecta con la aldea Ishigami!
—¡Ahora, Tsukasa, Taiju! —Senku se hizo a un lado para que Taiju y Tsukasa empujaran las dos cajas grandes hasta la plataforma del portal, para luego cargarlas en brazos y empujarlas dentro.
—¡Tu turno, Senku! —gritó Taiju, con una sonrisa de ánimo.
Senku sonrió, tomando una gran bocanada de aire, antes de saltar al portal.
Apenas él se fue, Rivas volvió a teclear como loco.
—Muy bien, el portal ya conecta con la isla del tesoro esa, ¡tu turno, Tsukasa!
Tsukasa corrió al portal sin dudar, listo para enfrentarse al peligro y robar a aquel Whyman que era utilizado como arma para oprimir a los isleños.
Era una misión que no pensaba fallar.
Mientras tanto en la aldea Ishigami, Ryusui y Francois ya habían sido revividos, y la gente estaba concentrada en la búsqueda de mejores ingredientes para cocinar y además estaban a punto de comenzar la búsqueda del petróleo.
Kohaku recordaba más o menos dónde estaba, y en ese momento se encontraba junto a Ukyo revisando el mapa que Senku les dejó, buscando marcar la zona exacta antes de tener que salir de expedición.
Estaban en la ciudad, que estaba a unos dos kilómetros de la aldea, así que ni siquiera Ukyo pudo escuchar el grito de sorpresa que pegaron varios aldeanos cuando un portal de luz se apareció en medio de la aldea.
Las dos cajas salieron del portal y aterrizaron levantando polvo en el suelo.
Segundos después, Senku llegó también, casi chocándose de cara con las cajas.
De inmediato varios aldeanos lo señalaron.
—¡Es el fantasma cabeza de lechuga con ropa rara! —gritaron unos niños, horrorizados.
Ah, el viejo apodo de cuando trabajaba a escondidas con Chrome y los demás, qué nostalgia.
—T-tú... —Al escuchar la voz de Ruri, Senku volteó, viendo el rostro sorprendido de la que en otra vida era su cuñada—. Tú eres Senku, ¿verdad? ¡En serio volviste, tal como Kohaku esperaba! —Sonrió, con ojos llorosos.
Así que ella lo esperaba, ¿eh? Típico de su leona, siempre confiando en él.
—¿Dónde está Kohaku?
—¡D-debe estar en la ciudad con Ukyo y Chrome! ¡Jasper, Turquoise, tienen que ir a buscarlos! —le pidió a sus guardaespaldas.
Jasper asintió y corrió de inmediato. Turquoise dudó un poco, pero al final corrió detrás del hombre.
Senku observó todo a su alrededor mientras soltaba las valijas y bajaba las mochilas de sus hombros, dándose cuenta de que las casas de la aldea estaban mejoradas y podía ver señales de un sistema eléctrico y sistema de cañerías.
No pudo evitar una sonrisa orgullosa, sabiendo que Chrome, Kaseki, Kohaku y todos los aldeanos habían decidido seguir su plan y lo habían hecho maravillosamente.
—¡¿Tú eres Senku?! —De pronto, unos niñitos aldeanos corrieron hasta él—. ¡Increíble, nos han dicho mucho de ti!
—¡¿Qué es esta cosa brillante?! —Un par de niñitos se acercaron al portal también.
—Eh, no toquen eso. —Los hizo apartarse del portal—. Esta es una puerta a mi mundo.
—¡¿En serio?!
—¡¿Entonces aparte de ciencia haces magia?!
—No. —Rio entre dientes—. Aunque incluso la gente moderna podría creer que esto es magia, pero esto es ciencia. Ciencia muy avanzada.
—¡WOW!
Mientras Senku explicaba algunas cosas a los niños y a los aldeanos que se iban acercando lentamente, Jasper llegó hasta donde estaba Kohaku con Chrome, Ukyo y Suika.
—¡Kohaku! —la llamó—. ¡Tienes que correr a la aldea! ¡Senku... está ahí!
—¡¿Qué?! —Se puso de pie de inmediato y luego, sin siquiera pensarlo dos veces o querer confirmar lo que escuchó, corrió a la aldea, con el corazón latiéndole a mil por minuto en el pecho.
—¡Genial! ¡Senku volvió! —Chrome alzó un puño al aire, emocionado, y entonces Turquoise llegó—. ¡Ah, Jasper, Turquoise, por favor avísenle a Kaseki, Suika y los demás que Senku regresó! ¡Seguro todos querrán verlo! —Luego de decir eso, corrió para recibir a su amigo, seguido de Ukyo que también quería conocer al famoso Senku.
Kohaku tardó solo unos pocos segundos en llegar a la aldea, deteniéndose a medio kilómetro de distancia al ver a Senku a lo lejos.
Jadeó, con sus ojos inundándose de lágrimas de inmediato.
Sonrió, ahogando un sollozo, antes de correr hacia él con todas sus fuerzas.
—¡Senku! —Cuando él escuchó su voz, de inmediato giró el cuello en su dirección, quedándose sin aliento al verla otra vez, sonriendo hermosamente y con lágrimas deslizándose por su rostro.
No tuvo tiempo ni de procesarlo y ella ya se le tiró encima, lanzándolo al piso y devorándole la boca a besos.
—Sabía que volverías, lo sabía, lo sabía —dijo entre beso y beso, tomando sus mejillas y llenándole todo el rostro de beso, abrumada por todos los sentimientos que la inundaban—. ¡Regresaste! —Normalmente las palabras no eran necesarias entre ellos, pero había estado tan asustada de nunca volver a verlo que no pudo evitarlo, así como tampoco pudo evitar llorar.
Él rio suavemente, correspondiendo a sus besos de forma mucho más suave y casi dulce, haciéndola bajar un poco la intensidad de sus besos, antes de apartarla con delicadeza, viendo que todos los estaban mirando.
—No tengo mucho tiempo, leona —advirtió, yendo directo al grano—. ¿Ves esa esfera de luz detrás de mí? Es un portal entre nuestros mundos, y se cerrará en menos de veinte minutos.
—¿Veinte minutos? —Se separó de él, poniéndose en pie y ayudándolo a pararse también—. ¿O sea... que tenemos tan poco tiempo juntos? —Su gesto decayó.
—No es solo eso. —Tragó saliva, pero no tenía tiempo para decir las cosas con tacto—. Kohaku, vine a pedirte que vengas conmigo a mi mundo.
Ella lo miró boquiabierta.
—Y-yo...
—Sé que es una decisión difícil. —Apretó los puños, alejándose un paso de ella, como para darle espacio—. Te estoy pidiendo que abandones todo, que dejes a tu familia y a tus amigos y todo por lo que has trabajado aquí, te estoy pidiendo que dejes todo y vengas a un lugar desconocido por mí. Lo sé.
Kohaku no pudo evitar una risita, triste y con un toque de burla.
—Siempre dices todo de la peor forma posible, ¿eh?... —Sonrió dolorosamente—. Senku, estos años sin ti hemos trabajado duro para devolver la civilización, los corazones de todos se unieron y hemos logrado grandes cosas, todo gracias a ti, pero... todavía falta mucho por hacer. —Miró a toda la gente alrededor de ellos—. ¿No podrías... quedarte tú? Hay... Hay tanto por hacer. Y este mundo te necesita. —Lo miró fijamente a los ojos.
Senku apretó los labios en una fina línea.
—Temía que dirías eso... Escucha, no es que no quiera, —Bajó la mirada— pero también hay muchas cosas que debo hacer en mi propio mundo. Tengo proyectos muy grandes y... si me quedara aquí, es muy posible que nunca podría volver a mi mundo, pero si nos vamos a mi mundo, hay diez billones de posibilidades de que podremos volver a visitar tu mundo, aunque tomaría años —dijo sinceramente.
—¿Podríamos volver aquí? —Lo miró sorprendida y algo esperanzada—. ¿En cuántos años?
—En el mejor de los casos... unos cinco años. En el peor de los casos... más de diez años.
—Son... muchos años. —Apartó la mirada, también retrocediendo un paso y abrazándose a sí misma.
—¡Senku! ¡Regresaste! —En ese momento, Chrome llegó gritando como loco, riendo de felicidad—. ¡Qué malote! ¡Tienes que explicarme muchas cosas! ¡Tengo un montón de preguntas! —Agitó los brazos con emoción.
Senku miró de reojo a Kohaku, que ahora estaba mirando a Ruri.
—Kohaku —la llamó—, necesito hablar con Chrome. Le daré diez minutos a él y luego volveré a hablar contigo. Mientras tanto, piensa en la decisión que tomarás. ¿Está bien?
—Bien... —susurró, con voz apenas audible.
—Así que tú eres Senku. —Ukyo estaba con Chrome, mirando con interés a Senku—. Me alegra confirmar que eres real, porque la historia de Kohaku-chan era muy difícil de creer, realmente.
—Sí, soy consciente, pero sabía que eras lo suficientemente perspicaz para darte cuenta de que ella es sincera. —Rio entre dientes—. En fin, me encantaría perder el tiempo preguntando qué tanto avanzaron y en qué puedo ayudarlos para resolver dudas o pulir detalles, pero no tengo tiempo. Les traje más materiales y más planes para que avancen la civilización.
—Genial, vino a darnos más trabajo, debí suponerlo. —Chrome bufó.
—En el momento en el que les dejé los viejos planes no tenía tantos conocimientos, pero luego de cortar la conexión con Kohaku aprendí mucho más. Les hice una lista con más personas confiables y científicos brillantes que podrán ayudarlos.
—Eso es muy útil, contamos con muy poco personal científico. —Ukyo sonrió, aliviado—. Y si tú dices que son confiables entonces será un alivio no tener que temer que vayan a colapsar nuestra sociedad.
—Sí, sí, tengo al ingeniero Hoshieda Yoshio como persona confiable, y es muy brillante, él podrá ser muy útil, también tengo a varios doctores para empezar con un mejor sistema de salud. Y... —Se interrumpió al ver más personas llegar, entre esos Gen, Ryusui y Francois—. Ah, veo que revivieron a varias caras conocidas. ¿Ya están utilizando dragos como moneda? —Ukyo asintió—. Bien, eso es un buen incentivo. ¿Comenzaron un sistema de policías?
—Estábamos cerca de comenzarlo, pero vamos lentamente —informó Ukyo—. E-esperábamos que Kohaku pudiera ser la jefa de policías.
Senku apretó los labios, mirando de reojo a Kohaku, que ahora estaba abrazada a su hermana, hablando a susurros con ella.
—Ella tal vez venga conmigo y no podremos regresar por varios años, así que...
—¡¿Qué?! ¡¿Nos vas a dejar solos con tanto trabajo por varios años?! —Chrome de nuevo empezó a protestar.
—Si Kohaku va conmigo, también tengo una lista de peleadores confiables que podrán manejar un arma y no hacer nada malo con ella. —Sacó esa libreta de un bolsillo de su bata de laboratorio y se la dio a Ukyo—. En la lista te doy una explicación detallada de las pocas personas que son confiables para llevar armas y de personas que no son tan confiables, pero que serían buenos policías y si el sistema se restaura seguramente no harían nada malo, pero por las dudas hay que ir con cuidado. Todo está explicado allí.
—Gracias, me alegra ver qué piensas en todo. —Sonrió aliviado—. De verdad eres una persona confiable.
—Y... —Le hizo una seña a Ukyo para que se acercara más. Rodeó sus hombros con un brazo y susurró algo en su oído— en la caja sin etiqueta, dentro de un cofre, hay varias armas de fuego, armas poderosas, están con candado y la clave es la fecha en la que naciste. Espero que no sean necesarias, hagan armas normales con Yoshio y hagan que los policías usen esas, pero si hay un problema, tú debes ser el único con acceso a las armas de ese cofre. Escóndelo y úsalo solo de ser necesario —susurró en un volumen casi inaudible y hablando en inglés, asegurándose de que solo Ukyo lo escuchara.
Ukyo lo miró mortalmente serio, pero asintió.
—Entiendo que es un asunto muy delicado, gracias por confiar en mí. Te aseguró que administrare todo con cuidado y trataré de jamás llegar al punto de tener que usarlas —susurró en inglés también.
—¿Qué tanto murmuran ustedes? —preguntó Chrome, algo ofendido.
—¡Senku! —En ese momento, Suika llegó corriendo, gritando de alegría y llorando, y se lanzó a abrazar a Senku, que rio, frotando su casco-sandia cariñosamente.
—Veo que has crecido un poco, Suika. Diez billones de puntos para ti.
—¡Suika te ha extrañado mucho! —lloriqueó, sonriendo felizmente, secándose las lágrimas—. ¡¿Te vas a quedar, Senku?! ¡¿Ya no te irás?! —preguntó con una sonrisa ilusionada.
Senku sonrió dolorosamente, volviendo a llevar una mano a su cabeza.
—Lo siento... Solo me quedaré unos minutos más, debo volver a mi mundo.
Suika jadeó de tristeza, antes de mirar a Kohaku, que estaba mirando a Senku con rostro lleno de dudas.
—Pe-pero... ¡¿no quieres estar con Kohaku?! ¿No quieres que estén juntos?...
—Yo... le pedí a Kohaku venir conmigo...
—¡¿Qué le pediste qué?! —Kokuyo llegó en ese momento, con Jasper y Turquoise detrás de él—. ¡¿Quieres llevarte a mi hija y ni siquiera le pides permiso a su familia?! ¡Y eso que casi me caías bien de tanto que hablaban maravillas de ti, maldito forastero! —Se acercó a él con pose amenazante, pero Kohaku se puso delante de él.
—¡Esta es mi decisión, padre! —le gritó, alzando mucho la barbilla—. ¡Yo soy la única que decidirá si se irá o no! Y yo... aún no sé qué es lo que voy a hacer... —Al ver su semblante llenarse de tanta angustia, Kokuyo suavizó la mirada y relajó su postura.
—Pero si te vas... ¿no volveremos a verte?...
—No necesariamente. —Senku se paró junto a Kohaku, todavía con Suika colgada de su cintura—. Solo que tendría que esperar varios años para que pueda construir otro portal a este mundo. Cinco o diez años, no estoy seguro.
—Es mucho tiempo. —Kokuyo tensó la mandíbula.
—Es algo que debe decidir Kohaku, papá. —Ruri intervino, colocando una mano en el hombro de su padre—. Ya has visto lo triste que estuvo por separarse de él, no quieras ser el responsable de que vuelva a ponerse así... Ella es la que debe elegir.
Senku miró fijamente a Kohaku, que le devolvió la mirada con pesadez.
—Te... te daré más tiempo para pensar. —Suspiró—. Necesito aclararle otras cosas a Chrome y los demás, tienes cinco minutos, y solo me quedarán cinco minutos después de eso, entonces deberé regresar sí o sí.
Mientras Senku se enfrascaba en hablar con Chrome, Ukyo y Ryusui también (aparte de Gen que se metió de colado), Kohaku se abrazó a sí misma, mordiendo su labio con fuerza, pensando en qué era lo que realmente quería.
Por supuesto que quería ir con él, lo había extrañado demasiado, pero... había tantas cosas que necesitaba hacer en su propio mundo. Tenía que construir más viviendas, seguir despetrificando a la gente, ¡a sus amigos! Ellos estaban vivos allí, como estatuas, esperando a ser salvados, y se suponía que ella se convertiría en policía para mantener todo bajo control, sus amigos contaban con ella y... ¿no era egoísta de su parte querer abandonarlos a todos para irse con Senku?
Mientras ella pensaba y Senku hablaba, Tsukasa tenía sus propios problemas en la isla del tesoro.
Al llegar, de inmediato llamó la atención de varios soldados, mismos a los que tuvo que noquear, cosa fácil, realmente, los derribó a todos de un golpe.
Se suponía que debía llamar la atención, así que cortó una rama grande con una katana que tenía en caso de emergencia.
Al hacer todo ese escándalo, llamó la atención de Ibara, que no tenía idea de quién era él, pero supo de inmediato que era una amenaza para sus planes.
—¡Rápido, llamen a Kirisame! —ordenó a unos hombres, que de inmediato salieron corriendo a buscar a la guerrera que había ido a encargarse de unos revoltosos en una aldea cercana—. ¡Mozu! —Por suerte, su guerrero más fuerte estaba cerca—. ¡Ve a encargarte de ese brujo extraño! ¡Y cuidado con esa bola de luz rara que tiene con él, podría ser peligrosa!
—Hmm, se ve fuerte. —Mozu tomó su lanza con una sonrisa confiada—. Esto debería ser divertido.
Saltó hasta la cima del árbol, donde de inmediato se lanzó al ataque.
Tsukasa lo bloqueó con facilidad y enfundó la katana para golpearlo sin cortarlo, logrando luego asestarle un puñetazo tan fuerte en el estómago que Mozu de inmediato supo que se estaba enfrentando contra un ser descomunalmente superior. Por primera vez, se vio superado por otro hombre, así que no dudó en tomar el camino del cobarde y llamó refuerzos.
Al ver tantos soldados acercarse, Tsukasa dejó la caja con el dron en el suelo cerca del portal y sacó la pistola de electrochoques.
Oarashi rio como loco al acercarse a él, listo para demostrarle su fuerza devastadora, pero Tsukasa esquivó su puñetazo, le clavó un rodillazo en la mandíbula y le dio un golpe con la pistola, haciéndolo caer como gusano al suelo, retorciéndose.
—¡Brujería! —gritaron los soldados, arrojándoles lanzas que él esquivó con facilidad.
Hmm, un ejército contra él solo, esto podría no ser tan sencillo.
Mozu no había caído aún, se lanzó a atacarlo con todo, y se vio ayudado por tantos soldados llegando de abajo y de los costados. Tsukasa tuvo que cortar el puente en un arranque de ingenio, logrando tomar distancia de los que llegaban por el costado, pero Mozu saltó esa distancia y siguió atacándolo con todo.
Tsukasa no quería matar a nadie, así que planeaba arrojarlo a lo más bajo del árbol, donde las ramas amortiguarían su caída, pero no era tan sencillo atrapar a Mozu, después del primer golpe devastador, mantenía su guardia muy alta y ahora daba una batalla más digna, pero seguía siendo muy inferior a él, solo que Tsukasa era constantemente distraído por los otros soldados, y además tenía que proteger la caja del dron.
Intentó usar la pistola en Mozu, pero él ya había visto lo que le hizo a Oarashi, así que la esquivaba, y no era tan sencillo manejarla.
La presión era demasiada y en un momento una lanza entre tantas llegó a insertarse dolorosamente en su hombro, arrancándole sangre y casi perforando un órgano vital.
Maldición.
El golpe lo tambaleó, pero en ningún momento se permitió caer.
Él prometió cumplir esta misión, y vaya que lo lograría. No le rompería una promesa a su amigo.
—¿Te dolió, hechicero? —Mozu intentó aprovechar esa oportunidad para darle un golpe devastador con su lanza-hacha, con todas sus fuerzas, pero Tsukasa detuvo el golpe con una mano, dejando a Mozu y a todos los soldados con las mandíbulas dislocadas ante tal demostración de fuerza pura y bruta.
Y, en otra demostración de su enorme poder, destrozó la madera de la lanza como si fuera papel, llenándose la mano de sangre y astillas.
Mozu retrocedió, horrorizado.
—¿Quién mierda eres tú?... ¡Esa fuerza solo puede ser brujería! —gritó, enardecido de furia y miedo.
—¿Brujería? —En ese momento, Tsukasa recordó las horas que Senku pasó ayudando con su ciencia a mejorar su rendimiento como luchador, a pesar de que no entendía y no le gustaba nada relacionado a las luchas, él se interesó y lo ayudó por ser su amigo. Senku fue su primer amigo, y estaba haciendo esto por él—. Ciencia, más bien. —Sonrió ladinamente, antes de encajarle una poderosa patada que finalmente lanzó a Mozu hacia la zona más baja del árbol.
—¡No puede ser!
—¡Derrotó a Mozu!
—¡Es un monstruo invencible!
—¡Es un brujo guerrero imparable!
—¡KIRISAME! —Ibara, lleno de pánico al ver todo su imperio tambalearse, llamó a gritos a la guerrera con el arma petrificadora.
Ella ya estaba en camino y, al escuchar a Ibara, corrió más rápido para llegar allí.
Tsukasa la reconoció por las descripciones de Senku y de inmediato sacó al dron, dejándolo elevarse al cielo, listo parar robar el arma. Con cierta tecnología extraña de camuflaje, era invisible para ellos, así que no había riesgo de que le lanzaran lanzas al considerarlo una amenaza.
—¡Petrifica a ese brujo, Kirisame! ¡Ahora! ¡Nos matará a todos! —le gritó, para luego carraspear y mirar con nerviosismo a sus soldados—. ¡Atención todos, cierren los ojos! ¡El Cabeza usará su poder para enseñarle a este intruso que nadie puede desafiarlo! ¡Si abren los ojos se convertirán en piedra también!
Para asegurarse de que no se cayera al ser estatua, Tsukasa tomó una postura en cuclillas, intentando que tampoco fuera tan sencillo empujarlo para hacerlo pedazos, aunque por suerte los soldados que estaban más cerca de él se alejaron con miedo luego de que derrotara a Mozu.
Vio el arma elevarse y posó su dedo en el primer botón. Apenas vio la luz verde comenzar a expandirse, presionó el botón. Pocos segundos después, todo se volvió negro para él.
Al ver a Tsukasa convertirse en estatua, Ibara sintió una sensación de victoria, pero entonces Kirisame jaló la cuerda del arma y los ojos casi se le salen de sus cuencas al ver la cuerda rota.
—¡¿PERO QUÉ?! —Al ver la cuerda, Ibara casi tiene un ataque.
Resulta que el dron tenía equipadas unas tijeras, con la tecnología de siglo XXI, los conocimientos de Senku y la programación de Sai, era un juego de niños programar a una IA para ser capaz de cortar una cuerda y guardar cuidadosamente el arma en su interior, por lo que se volvió invisible al estar dentro del dron camuflado. Luego, el robot se guardó cómodamente en su cajita.
El reloj se activó, la formula se dispersó y Tsukasa volvió a la normalidad, viendo con sorpresa y alivio que su herida también había sido curada.
—¡ESTO NO ES POSIBLE! —gritó Ibara al ver a Tsukasa vivo otra vez.
Tsukasa tomó la caja, la cerró y se acercó al portal, pero entonces recordó algo que Senku le había pedido hacer en caso de que le sobrara tiempo y tuviera la oportunidad.
—¡Kirisame! ¡Todos! —gritó con voz seria—. ¡Sé que no me conocen, pero deben saber que Ibara los engaña! ¡El Cabeza de la isla es una estatua de piedra desde hace años! —Todos jadearon e Ibara palideció todavía más—. ¡Pueden comprobarlo ustedes mismos entrando a verlo! —Sin más que decir, saltó al portal, listo para volver a casa.
Kirisame volteó a ver a Ibara, justo a tiempo para ver su gesto de ira desmedida.
De inmediato, el primer impulso de Ibara fue matarla, sabiendo que a los demás podría manipularlos, pero no a ella. Aun así, Kirisame estaba a un par de pasos de distancia y eso fue suficiente para que pudiera reaccionar y darle una fuerte patada que lo mandó al piso.
—Viendo tu reacción, imaginó que lo que dijo ese hechicero fue verdad. —Apretó los puños con fuerza, mirándolo con odio y repulsión absoluta—. Se acabó, Ibara.
Los soldados lo rodearon con expresiones molestas, e Ibara supo que finalmente estaba perdido.
Mientras tanto, Senku acabó de darle las instrucciones a Chrome y los demás, y en ese momento le llegó desde un auricular un pitido que indicaba que Tsukasa había completado su misión exitosamente. Bien.
—Una última cosa. —Al ver a Soyuz en la multitud, se acercó a él y le dio un mapa y otra libreta individual—. Ahí hay muchas cosas que debes saber, si no has aprendido a leer, aprende, luego lee esto. Es sobre tu lugar de nacimiento, Soyuz. —Le sonrió.
—¿Cómo sabes que...?
—Espero que terminen pronto ese barco. —Le dio la espalda sin más y se acercó a Ryusui—. Sé que tienes tus propios intereses, pero te encargó a estas personas, si es necesario te traeré una montaña de diamantes cuando vuelva dentro de años, capitán avaricioso.
—¡JA, JA, lo hubiera hecho de todos modos, pero aceptó la oferta! —Chasqueó los dedos con emoción.
—Mentalista, intenta no interesarte solo en ti mismo y no ser tan flojo, créeme que esto acabará beneficiándote también. —Miró a Gen, que solo rio nerviosamente.
—Bueno, si me lo dice alguien que vino a través de un portal de luz, supongo que lo creeré~.
—Suika... —Senku se apoyó en una rodilla y colocó las manos en los hombros de la niña—. Crecerás para ser una gran científica, ayudarás a muchas personas. —Sonrió suavemente—. Lamento no poder quedarme...
—T-te extrañaré... —Suika no pudo evitar sollozar.
Luego de acariciar su cabeza una última vez, Senku volteó hacia Kohaku.
Ella se estaba abrazando a sí misma, y tenía el rostro lleno de tanta tristeza que Senku supo de inmediato que ya había tomado una decisión.
Y supo de inmediato que volvería a su hogar solo.
—Senku... No puedo irme... —Lo miró con los ojos inundados de lágrimas—. Hay... Hay mucho que debo hacer. Yo... los extrañaría demasiado a todos... ¿No puedes... quedarte?...
—También hay demasiado que debo hacer... por eso respeto tu decisión. —El corazón se le estaba retorciendo con agonía, pero ignoró eso y le sonrió ladinamente—. Voy a volver... No sé si en cinco o en diez años, pero volveré. Quizás en ese entonces quiera quedarme aquí o tú... quieras irte allá. Si es que todavía me quieres para ese entonces.
—Claro que sí. —Se lanzó a abrazarlo con fuerza—. ¡Por supuesto que todavía te querré, bastardo!
—Lo sé... —Cada vez era más difícil ignorar el dolor, pero le correspondió el abrazo, sabiendo que esta era la última vez que podría tocarla en un largo tiempo—. Voy a volver por ti...
Tomaron un poco de distancia para mirarse fijamente, y luego compartieron un beso lento, suave y triste, un beso de despedida.
Se separaron y volvieron a mirarse, queriendo decirse muchas cosas más, pero incapaces de hablar.
Lentamente, comenzaron a alejarse más y más el uno del otro, caminando sin dejar de verse, hasta que Senku por fin le dio la espalda, acercándose al portal.
—Se me acaba el tiempo —le dijo, a ella y a todos—. Lamento no poder hacer más por ustedes, mi tiempo era limitado, también mis recursos, pero la próxima vez volveré más preparado. Solo que no sé cuánto vaya a tardar. —Volteó a ver a Kohaku una última vez—. Adiós.
Con los ojos ardiéndole, pero negándose a derramar ni una sola lágrima, Senku saltó al portal con las manos vacías, solo.
Sabía que esto pasaría... era el precio de vivir en mundos separados, era algo que tenía que aceptar.
Así como él no quería abandonar su mundo, ella no quería abandonar el suyo, era lógico.
No importaba lo mucho que le doliera.
Apenas él se fue, Kohaku cayó de rodillas al suelo, sollozando, con las lágrimas corriéndole por el rostro.
Otra vez...
Otra vez se habían separado, solo que esta vez pudieron despedirse adecuadamente, pudieron pensarlo bien, hablarlo y...
Y no estaba feliz. No estaba contenta con la decisión que tomó.
Quería ir con él... no quería perderlo... ¡no otra vez!
Levantó la mirada, con las lágrimas nublándole la vista, pero entonces se dio cuenta de algo.
El portal seguía abierto.
Su boca cayó.
Se puso en pie de inmediato y corrió hasta el portal, casi se lanza sin pensarlo, pero entonces miró atrás, a su familia.
Ruri le sonrió amorosamente.
—Ve con él, Kohaku... Nosotros entendemos. Y no será un adiós para siempre. —Miró a su padre, que asintió, aunque viéndose triste, pero comprensivo.
Kohaku quiso ir a abrazarlos, pero entonces Suika gritó:
—¡El portal se hace más pequeño, seguro lo están cerrando! ¡Les diré que no lo cierren, que vas a ir! —Y saltó al portal.
—¡Suika! —Kohaku de inmediato saltó detrás de ella, con pánico en los ojos, sin siquiera pensarlo.
Segundos después, el portal se cerró, dejando a todos con las bocas por el piso.
—Bu-bueno... —Chrome frotó su nuca incómodamente—. Creo que estarán bien. Estarán con Senku.
—Oh-jo, voy a extrañar a la pequeña Suika —Kaseki se frotó los ojos—, pero estará con Kohaku y con Senku, seguro la cuidaran bien.
—Y no es un adiós para siempre. —Ruri abrazó a su padre al verlo tan triste—. Ellas volverán, solo debemos esperar.
—¡Y no solo esperar, sino que tenemos muchas cosas para hacer! —Chrome levantó varios libros con emoción—. ¡Tenemos que impresionarlos cuando regresen! ¡Haremos una civilización súper científica malota que los dejará súper impresionados! ¡Les mostraremos de lo que somos capaces!
—¡SÍÍÍ! —Ante las palabras de Chrome, todos recuperaron los buenos ánimos y las ganas de restaurar la civilización y salvar a la humanidad.
Ni siquiera estaban solos en esto, tendrían ayuda, así que eso los motivaba todavía más. Solo debían esperar un poco más para volver a ver a sus amigos.
.
Senku cayó en el piso de laboratorio de rodillas, con las manos en el piso, totalmente devastado.
—Hijo... —Byakuya fue el primero en acercarse a él—. Lo siento mucho...
—Está bien... No tenía derecho a alejarla de su vida. —Sonrió dolorosamente.
—Eh, Senku, detecto algo en el portal —dijo Rivas, con los ojos muy abiertos—. Creo que...
—¡Senku! —En ese momento, Suika salió del portal, cayendo de cara en la espalda de Senku, estrellándolo contra el piso y quitándole todo el aire de los pulmones—. ¡Oh, lo siento! —Se le quitó de encima con preocupación.
En ese momento, Kohaku salió del portal, cayendo sentada en la espalda de Senku, haciendo crujir todos sus huesos y arrancándole un sonoro grito de dolor.
—¡UY! —Muchos se retorcieron de dolor con solo escuchar el crujir de huesos.
—¡Suika! —Kohaku ni siquiera le prestó atención y abrazó a la niña, sin quitarse de encima de Senku.
—¡MALDICIÓN, LEONA! —Solo cuando él le gritó lleno de enfado ella se dio cuenta de lo que hizo y se levantó de golpe.
—Ups, creo que esta vez sí lo rompí... —Rio nerviosamente, arrodillándose a su lado y tratando de ayudar a levantarlo, cosa difícil porque no dejaba de retorcerse de dolor.
Lo hizo abrazarla y se puso de pie lentamente, frotando con cariño su espalda, con una sonrisa culpable.
—M-maldición... —Senku tomó aire y la miró con confusión—. ¿Q-qué haces aquí?... Pensé que...
—No pude... No quería perderte otra vez... —Sonrió, con ojos llorosos—. Aunque sabía que ibas a venir otra vez, yo... no quería esperar. Cuando vi el portal abierto... tuve que venir.
Senku la miró fijamente, sin palabras, antes de reír por lo bajo y besarla, transmitiendo en su beso toda su alegría y alivio, cosa que la hizo volver a llorar inevitablemente.
—Aw. —Lillian frotó sus ojos, conmovida—. Qué bueno verlos juntos otra vez...
Al escucharla, Kohaku rompió el beso y volteó a verla, sorprendiéndose al ver su enorme vientre de embarazada.
—¡Oh! —Se emocionó—. ¡Senku! ¡¿Tendrás un hermano?!
—¿Cómo supiste que era mío? —preguntó Byakuya, boquiabierto.
—Por favor, viejo, era obvio. —Senku rodó los ojos.
—Bu-bueno, de todos modos, hace poco supimos que era niña, así que tendrá una hermanita, más bien.
Cuando Kohaku fue a abrazar a Lillian, Senku se arrodilló frente a Suika, con algo de dificultad por seguir adolorido.
—Suika... ¿Tú también quisiste venir? —La miró con los ojos muy abiertos.
—Bueno... la verdad no lo pensé mucho. —Rio nerviosamente—. ¡P-pero quiero mucho a Kohaku, y también a ti! ¡Los hubiera extrañado demasiado si se iban! —Sus ojos se aguaron.
—¡Oh! ¡¿Qué tenemos aquí?! —Byakuya también se arrodilló frente a la pequeña niña—. ¡Hola, soy Byakuya, soy el papá de Senku! Te llamas Suika, ¿verdad? —La pequeña asintió, algo sonrojada—. Suika... ¿Dónde están tus padres? ¿Por qué te separaste de ellos?
—Yo no tengo papás —contestó simplemente.
—Qué terrible. —Lillian se acercó también luego de romper el abrazo con Kohaku—. ¿Quién cuidaba de ti en tu aldea?
—Las ancianas, ¡pero a Suika le gustaba más estar con Kohaku!
—¿Qué van a hacer con una niña pequeña aquí? —preguntó Rivas, con su voz ácida de siempre—. Alguien tendrá que cuidarla, ¿Senku y Kohaku la adoptaran o qué?
—Somos menores de edad. —Senku lo miró con fastidio.
En ese momento, al mismo tiempo, Byakuya y Lillian intercambiaron miradas, con ojos brillantes.
Senku supo exactamente lo que iban a hacer, y supo que ahora en vez de una tendría dos hermanitas.
La verdad, no sonaba nada mal.
Como tenían el arma petrificadora, Senku decidió hacerle una prueba preliminar para curarse el dolor de espalda que le dejaron las dos aldeanas al aterrizar en su espalda, luego presentó a Kohaku con todos, que igual que con Senku se extrañaron al ver que ella ya los conocía bien.
Le presentó al Dr. Alejandro Rivas, diciéndole que gracias a él pudo lograr volver con ella y básicamente todo.
—¡Ja, muchas gracias! —Kohaku le dio un rápido abrazo, cosa que pareció suavizar un poco el gesto normalmente amargado del doctor—. ¡Eres genial, Alejandro! ¿Puedo llamarte así?
—Puedes llamarme Alex. —Le sonrió suavemente.
—Hmm, a ella si la tratas bien, ¿eh? —Senku bufó, haciendo reír a todos.
—Ya que ya tienes a tu novia... Yo... creo que volveré a España un tiempo —dijo Alex, dándoles la espalda—. Hemos ganado mucha fama estos meses, fue agobiante. Necesito... un poco de tiempo a solas.
—Muy bien... Luego iré a darte una visita —aseguró Senku.
El Dr. Rivas asintió sin muchas ganas, antes de retirarse sin más.
Senku sabía que probablemente se sentía mal de ver que él pudo recuperar a Kohaku, siendo que jamás recuperó a Ellen a pesar de invertir toda su vida en ello. Pronto tendría que decirle su plan para facilitar el viaje entre universos, pero primero tenía que hablar con Whyman para confirmar ciertas cosas, así que por el momento decidió darle algo de espacio.
En las semanas siguientes, decidió tomar vacaciones y dejar sus experimentos en manos de colegas, para poder pasar algo de tiempo a solas con Kohaku.
Byakuya y Lillian habían adoptado a Suika y los tres se llevaban tan bien que era ridículo, así que la niña estuvo feliz de quedarse con ellos, ya incluso estaba comenzando a llamarlos "papá y mamá" por tanta insistencia de Byakuya.
—Ja, es raro que Suika ahora sea tu hermana —comentó Kohaku relajada mientras se apoyaba en la barandilla de un yate rentado en las aguas más tranquilas de una playa privada de Okinawa.
Ya que se ganó tanto dinero con sus inventos, había decidido darse algunos lujos ahora que estaba con Kohaku, además de que quería estar a solas ya que desde que regresó ella se le lanzaba encima a cada momento, por lo que veía muy razonable rentar una playa solo para ellos.
—No es tan raro, ya era como una hermana para ti, ahora será oficialmente tu hermana-en-ley. —Rio divertido, rascando su oído con su meñique.
—¿Y cuándo vamos a casarnos? —le preguntó emocionada—. También te quedaste en la parte en la que íbamos a tener un bebé en los sueños, ¿verdad?
—Sí, es una lástima, quería conocer a nuestro mocoso. —Sonrió con nostalgia.
—Entonces... —Ella le sonrió coquetamente.
—Ah-ah, alto ahí, leona insaciable, aquí somos muy jóvenes para tener hijos aún. —Rio divertido—. Sé que mentalmente tenemos veintisiete años, pero aquí tenemos diecisiete. Tenemos tiempo para eso. Tomémoslo con calma.
—Oh. —Bufó, inclinándose más en la barandilla del yate—. Bueno, está bien, de todos modos, quiero ayudarte en ese plan que tienes para ayudar a Alex a encontrarse con su esposa Ellen.
—Eso tomará al menos un par de años, pero lo intentaré, se lo debo. —Frunció el ceño—. Por cierto, hablando de que me ayudes, ¿qué piensas de volver a la escuela? Todavía me falta terminar un año escolar. Podemos ir juntos, y puedes aprender más de estos tiempos modernos.
—¡¿En serio?! —La idea la hizo sonreír llena de emoción—. ¡Ja, eso me encantaría! —Se lanzó a besarlo de inmediato y él le correspondió riendo.
Ahora era una de las personas más importantes del mundo, un genio reconocido mundialmente, nominado a varios premios Nobel, nadie sabía en qué se había gastado tantos millones de millones de dólares, nadie sabía que Kohaku era de otro universo y por ser su novia también estaría en el ojo público, pero lo superarían.
Irían a la escuela e intentarían llevar una vida normal, cosa difícil, pero al menos estarían juntos.
Estarían juntos... incluso siendo de universos diferentes, incluso después de tantos problemas, después de tantas dudas y tanto temor de no poder amarse, finalmente estarían juntos.
Y eso era todo lo que les importaba.
Fin.
Holaaaaa :'D
Ay, siempre me duele terminar un fic TTwTT
Y a Glitches le tengo mucho cariño, en serio QwQ
Quizás le haga un epilogo y/o algunos fanfics individuales en el mismo semi-AU en el futuro, una Kohaku primitiva en el mundo moderno tiene potencial xD pero pues... ya era hora de terminar esta historia :')
Les agradezco de todo corazón a aquellos que apoyaron este fic todos estos años, porque empece esto en el 2020 y recién ahora lo termine JAJAJA X'D
Perdón por eso xP Y perdón de nuevo por el bait de que terminaba en el quinto capitulo, pero fue divertido, no lo resisti :P
Ojala que este final les haya gustado, la verdad a mí sí me gusto mucho :'3
Este capítulo final es un regalo para mi querida Juanita Ari!
Todas las gracias a ella por darme una excusa para al fin terminar este lindo fic! TwT
En fin... este es el adiós... Q-Q
Gracias por leer y no olviden que se les ama!~ *w*
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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