Espero que les guste~

-Te ves horrible...- Five hizo una ligera mueca al ver a su compañera acostada boca arriba en el sillón.

-Me veo increíble- dijo Miko antes de subir los pies al sillón y retorcerse hasta quedar de costado, acurrucándose con un gélido lastimero. Él suspiro y rodeo el mueble para estar frente a ella, agachándose y estirando la mano lentamente, para pasar lo dedos por debajo del flequillo ajeno y logrando que su palma hiciera contacto con su frente, haciendo una mueca.

-Tienes fiebre- ella no se movió no un poco. -Estas enferma- eso era una simple afirmación de los hechos.

-No lo estoy- ella es terca, así que lo niega y entonces, la alarma de Glitch de sus pulseras suena con fuerza. Miko se levanta con un gemido y se aleja algo tambaleante hacia el auto pero él no le permite ir muy lejos, colocándose en su camino.

-Nop- la hace darse vuelta y la empuja hasta el sillón, obligándola a sentarse. Habla con su jefe, quien hace una mueca pero acepta que se vallan, se cambia y después de una pequeña discusión, logra que ella se cambie. La sube a su espalda al verla, tiene las mejillas más rojas que antes y jadea, luciendo como si se fuera a desmayar en cualquier momento. La acomoda lo mejor posible, sintiéndose preocupado ante la fiebre ajena, empezando a caminar hacia su casa. Su nuevo trabajo lo mantiene bastante activo y en relativa forma, así que es mucho esfuerzo caminar con ella en su espalda. Esta muy quieta y silenciosa, sin siquiera murmurar nada entre dientes o tararear la canción de uno de los juegos que tanto adora. Five apura un poco el paso, ansioso por llegar a su casa y ya pensando si tiene todo lo que puede necesitar. Quiere que ella se recupere, ya extraña sus grandes sonrisas y su entusiasmo.