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Una vez de regreso en casa, Audrey se encuentra en el comedor cenando con su hermana mientras hablan de la cita que tuvo está mañana con JJ.

─¿Entonces se besaron? ─pregunta Abigail mientras mueve sus cejas con emoción

─Sí ─afirma la rubia con una pequeña sonrisa

─¿Y te gustó? ─pregunta la menor para ver a su hermana ruborizarse─ ¡Sí te gusto!

─Ya cállate, Abby ─pide Audrey cubriendo su rostro con vergüenza

─¡Ya estoy en casa! ─anuncia Virginia entrando a la residencia

─Estamos en la cocina ─indica Abigail para que su madre llegue a su lado

─Hola mis niñas ─dice Virginia con una sonrisa dulce─ ¿Qué tal estuvieron?

─Bien, nos divertimos mucho ─asegura Abigail para darle una sonrisa cómplice a su hermana

─Me alegra oír eso ─asegura ella para dejar su bolso en la mesa y dejar de sonreír

─Audrey, ¿puedo hablar contigo un momento? ─pregunta la mayor con una expresión seria y luego mirar a su hija menor─ A solas

─Claro ─aceptó la rubia para levantarse del comedor y darle una mirada de confusión a su hermana menor

─¿John B estuvo aquí hoy? ─preguntó Virginia mientras cerraba la puerta del escritorio

─No ─negó Audrey─ ¿Por qué me preguntas eso?

─Cariño, por favor no me mientas ─pidió Virginia, mirando atentamente a su hija.

─John B estuvo toda la mañana pescando con Ward. Abigail y yo hemos estado solas toda la tarde ─aseguró la rubia honestamente.

─Ahora quiero saber, ¿por qué me preguntas por John B? ─cuestionó la Thornton, viendo a su madre guardar silencio─ Me pediste que fuera honesta, ahora es tu turno.

─John B atacó a Ward en medio de su paseo ─comentó Virginia.

─¿Qué? Eso no puede ser verdad ─negó Audrey con una sonrisa incrédula.

─Le apuñaló el brazo con una lanza, Audrey ─indicó Virginia, mostrando una foto de la herida en su teléfono.

─Pero eso no tiene sentido ─dice la rubia algo confundida mientras observaba la fotografía

─Por favor, Audrey. Ese chico es un completo desastre ─espeta Virginia con obviedad─ Nadie pone límites sobre él, no es raro que termine haciendo algo como esto.

─¿Pero por qué lo haría? ─cuestiona Audrey─ Debe haber una razón.

─No lo sé y honestamente no me interesa ─aclara la mayor─ Lo único que sé es que por tu seguridad no saldrás de casa hoy, y si ese chico se atreve a aparecerse aquí...

─La policía se encargará de él ─sentencia Virginia, mientras la adolescente mira a otro lugar tratando de procesar todo lo que acaba de oír.

Audrey se percata de que los zapatos de su madre están embarrados con tierra por lo que frunce el ceño con confusión ─¿Qué le pasó a tus zapatos? Pensé que irías a tomar té con los abuelos ─

─Oh no es nada, tenían la tierra del antejardín algo húmeda y se ensuciaron ─responde Virginia con una sonrisa falsa

─Claro, yo... Iré a mi habitación ─comenta la rubia con una sonrisa ladina para salir del escritorio

Una vez en su habitación, Audrey comienza a marcar el número de Sarah pero no recibe respuesta, así que decide ir personalmente en busca de respuestas.

Mientras tanto, Virginia rápidamente se quita los zapatos y toma su teléfono para escribir un mensaje:

“Mi parte ya está hecha, es hora de que te des prisa con la tuya”

La abogada envía el mensaje con una clara expresión de molestia en su rostro, pero rápidamente la reemplaza por una sonrisa al salir del escritorio.

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─Sabía que estarías aquí ─dice Audrey llegando al pórtico de la residencia Routledge

─No deberías estar aquí ─niega John B mirando fijamente al piso

─No estaría aquí, sí supiera que demonios es lo que está pasando ─asegura la rubia una vez se sienta a su lado

─Mi madre dijo que atacaste a Ward y Sarah ni Kiara responden mis llamadas ─comenta la Thornton─ Así que quiero entender que demonios fue lo que pasó en ese barco está mañana

─Ward mató a mi padre ─espeta John B

─¿Qué? ─pregunta Audrey pensando que tal vez escuchó mal

─Ward Cameron asesinó a mi papá ─repite el castaño, finalmente mirando a la kook que tiene una expresión de confusión

─¿Por qué? ─cuestiona la Thornton sin comprender

─Ellos estaban trabajando juntos para encontrar el Royal Merchant, pero surgió un conflicto entre ellos y nadie sabía qué le ocurrió a mí papá, excepto Scooter Grubbs ─explica el Routledge

─¿Entonces trataste de matarlo? ─pregunta Audrey─ ¿Querías vengarte? 

─No, yo descubrí la verdad mientras estaba en ese maldito barco y él fue quien trató de matarme ─asegura John B─ Justo como lo hizo con mi padre

─¿Y entonces por qué lo apuñalaste? ─indaga la Thornton

─Yo no hice eso ─negó John B rápidamente

─Bien, te creo ─aseguró la rubia─ Aunque sabes que te está buscando la policía, ¿verdad?

─Sí ─asiente el castaño─ Aunque últimamente me he acostumbrado a eso

─¿Y que se supone que haremos ahora? ─cuestionó Audrey─ ¿Cómo lograremos sacar el oro?

─No, lo sé ─niega el Routledge─ Ya no tenemos un plan, no tenemos nada...

Audrey mira a su amigo sintiendo algo de lástima por él, ya que definitivamente la situación por la que estaba pasando era una porquería y aparentemente parecía no tener una pronta solución.

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A la mañana siguiente, Audrey se dirige a la residencia de los Glistens debido a una llamada suplicante de Rafe.

─¿Qué es lo que quieres? ─pregunta Audrey al llegar a la terraza de la residencia y ver al chico con un bong fumando

─Lo siento ─dice él, apartando el artefacto y escondiendo una revista con fotos de mujeres

─Esto es patético ─susurra Audrey

─Gracias por venir ─dice rápidamente el Cameron, poniéndose de pie y acercándose a la rubia─ ¿Quieres un poco?

─¿Qué hago aquí, Rafe? ─cuestionó la rubia, negando con la cabeza─ Cuando llamaste sonaba como si estuvieras en problemas.

─Sí, bueno es complicado ─dice él para sentarse nuevamente

─¿Por qué te estás quedando aquí? ─indaga Audrey─ ¿Los Glistens tienen idea de que estás ocupando su casa para drogarte?

─No les pedí permiso ─admite Rafe─ Ya sabes, ellos pasan el verano en Sun Valley

─Y yo apreciaría que mantuvieras ésto en secreto ─indica él, para mirarla fijamente

─Siempre y cuando no traigas a Topper aquí ─acepta Audrey

─Deberías dejar de preocuparte por él, puede tomar sus propias decisiones ¿no? ─comenta Rafe

─Tú y yo sabemos qué el no toma las mejores decisiones y además tú estando a su lado tampoco lo ayuda ─dice Audrey dándole una sonrisa falsa

─¿Qué quieres decir con eso? ─cuestiona Rafe frunciendo el ceño

─No tengo tiempo para esto ─suspira la rubia─ ¿Qué es lo que necesitas? ¿Dinero?

─Prometo que lo devolveré ─asegura el Cameron

─¿No te cansas de andar drogado? ─inquiere la Thornton

─Podrías simplemente no entrometerte ─pide Rafe, pasando sus manos por su cabello estresado.

─Como sea, a mí no me importa lo que hagas ─asegura Audrey poniéndose de pie.

─No digas eso ─niega Rafe, agarrándola del brazo

─¿Cuál es tu problema? —cuestionó la rubia soltándose de su agarre.

—Solo no digas eso —pide el Cameron mirándola fijamente

Audrey rueda los ojos, saca dinero de su bolso y lo dejá sobre la mesa.

—¿No puedes quedarte? —pregunta Rafe con una sonrisa ladina

—No, tengo que ir a ver a Sarah antes de que se vaya —responde Audrey

—¿Antes de que se vaya? ¿A dónde irá? — pregunta él, confundido

─A las Bahamas con tú padre, eso fue lo que dijo mi hermana ─responde la rubia con una mueca de confusión

─¿Por qué van a las Bahamas? ─pregunta Rafe pero parece más una pregunta para él mismo

Minutos más tarde, Audrey intenta contactar a Sarah sin obtener respuesta. Sin embargo, Kiara se comunica con ella y le pide que se reúnan en el muelle cerca de la casa de John B.

─¿Seguro que se llevó todo? ─cuestiona Audrey sorprendida luego de escuchar la historia del castaño

─Todo ─asegura el Routledge─ No es que esperara un final feliz o...

─Espera, ¿alguno de ustedes ha hablado con Sarah? ─pregunta Audrey comenzando a entender lo que está pasando y sus amigos niegan─ Sarah se va a las Bahamas...

─Ward planea escapar ─asegura la Thornton

─¡Chicos! ─exclama un agitado Pope llegando a su lado

─¿Te encuentras bien? ─pregunta Audrey mientras el moreno trata de recuperar el aire

─¿Qué tal tú entrevista? ─pregunta JJ

─No preguntes ─niega Pope

─Pope creemos que... ─comienza a decir la rubia

─No, escuchen. No tenemos mucho tiempo y tengo información muy importante ─aclara el moreno─ Antes de mi entrevista papá dijo que iría a cortar palmeras, para que pase el avión de Cameron

─Como era muy pesado necesitaba una pista más larga para despegar ─agrega Pope─ Entonces estaba sentado en la entrevista y comencé a pensar ¿Porque Cameron necesitaría una pista más larga para despegar? ¿Qué podría ser eso tan pesado que lleva?

─Oro ─asume JJ

─Tenías razón, él planea escapar ─indica John B para apuntar a la rubia

─Chicos, está es nuestra oportunidad, pero saldrá hoy y tenemos que ir ahora ─asegura Pope

─No podemos rendirnos ahora ─comenta Kiara

─¿Cuál es el plan amigo? ─cuestionó JJ para mirar al castaño

─Recuperaremos lo que nos robo ─asegura él y los demás asienten

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Audrey estaciona rápidamente su jeep al llegar a la pista de despegue. Ella y sus amigos bajan apresuradamente del vehículo pero se detienen al encontrarse con la reja de seguridad que bordea la pista.

─¿Y ahora cuál es el plan? ─pregunta la rubia al ver su camino bloqueado

─No lo pensé ─admite John B

─Están cargando el oro ─asegura Pope mientras observa a través de sus binoculares

─Allí está Ward ─señala John B para observar con los binoculares y luego poner una expresión de sorpresa

─¿Qué? ─cuestiona Kiara preocupada al ver el rostro de su amigo─ ¿Qué?

─Sarah ─dice él algo sorprendido y decepcionado

La morena le quita los binoculares para comenzar a observar y pone otra expresión de sorpresa para mirar a la rubia.

─¿Qué? ─pregunta la Thornton sorprendida─ ¿Por qué me miras así, Kie?

─Creo que deberías verlo tú misma ─responde la morena para entregarle el artefacto

Audrey llevó rápidamente los binoculares a sus ojos y comenzó a mirar detenidamente. Se percató de que su madre estaba ahí, aparentemente discutiendo con Ward sobre Sarah. La expresión de molestia en el rostro de su madre mientras señalaba a la adolescente dejó a Audrey en shock.

—No, esto no puede ser posible —murmuró la Thornton, sintiendo que sus manos comenzaban a temblar.

─¿Qué viste? ─pregunta JJ al ver como la rubia se pone algo pálida─ ¿Audrey?

El pogue no recibió respuesta de la kook, quien parecía perdida mientras observaba hacia el frente. Audrey no podía describir la tormenta de emociones al ver que su madre estaba a punto de robar el oro con Ward. ¿Desde cuándo su madre y Ward eran tan cercanos? ¿Y cuánto tiempo llevaban planeando este robo juntos? ¿Para qué necesitaba su madre oro? ¿Y cómo pudo haber pasado desapercibido su plan todo este tiempo?. Miles de preguntas atormentaban su mente, haciéndola sentir abrumada y estúpida por no haber visto las señales, por no haber notado lo que su madre había estado tramando con Ward Cameron.

John B le arrebató los binoculares para ver qué estaba sucediendo y su rostro se llenó de sorpresa.

─¿Podrían dejar de poner esas estúpidas caras y decir qué pasa? ─cuestionó JJ, visiblemente abrumado

─Tu madre está con Ward ─dijo el Routledge, mirando a la rubia sorprendido─ ¿Qué está haciendo ahí?

─¿Con Ward? ─preguntó Pope, incrédulo─ ¿Qué hace con él?

─Yo... Yo no lo sé ─admitió la kook, sintiéndose confundida.

Audrey negó con la cabeza, mirando a sus amigos con angustia.

─No sé qué está pasando ─

─Un minuto, Ward la está lastimando. Está lastimando a Sarah —dijo John B preocupado mientras observaba a través de los binoculares.

─Tenemos que entrar ahí —aseguró Audrey, dirigiéndose a su auto en busca de algo que pudiera ayudar.

El castaño rápidamente subió al auto de su amiga, encendió el motor y ella lo miró con sorpresa, pero decidió quedarse adentro con él.

─¿John B, qué estás haciendo? —cuestionó JJ, sin entender sus intenciones

─Amigo, detente —pidió Kiara, pero el castaño aceleró el auto rápidamente.

─¿Qué demonios tienes en mente? —preguntó Audrey, una vez que John B empezó a manejar.

─Solo sujetate —indicó John B, manejando velozmente hacia la reja de seguridad que tenían frente a ellos.

─¡Amigo detente! ─grita JJ para ver como él castaño derriba la reja

─Dios mío —exclamó Audrey, sorprendida, una vez que el cristal delantero de su auto se rompió.

John B conducía rápidamente tratando de alcanzar la velocidad de la avioneta, mientras Audrey se sostenía fuertemente debido a la velocidad a la que iban.

─¡Se volvió loco! —exclamó Kiara al ver desde lejos cómo su amigo conducía rápidamente.

─Hey, estarás bien ─grita John B desde el auto mirando a Sarah una vez logra posicionarse a su lado

Audrey cerró los ojos con algo de miedo, sintiendo que esto podría terminar muy mal o muy bien, aunque por alguna razón pensaba que sería más como la primera opción.

─John B, detente —pidió Audrey una vez que el pogue logró adelantar a la avioneta

─Solo harás que nos maten —insistió la Thornton, pero su amigo la ignoró y detuvo el auto a unos metros de la avioneta.

La rubia cubrió su rostro con las manos, esperando sentir el impacto del choque, pero sorpresivamente escuchó cómo la avioneta se apagaba.

─¡Sarah! ─exclama John B para rápidamente salir del auto en busca de ella

─¿Intentas matarla? ¿Qué crees que haces? ─cuestiona Ward bajando de la avioneta─ ¿Intentan matarnos?

Audrey lentamente abrió la puerta del auto y bajó, todavía en estado de shock tras haber estado a punto de ser aplastada por una avioneta.

─Quiero mi oro, Ward —aclaró el adolescente.

─Aléjate de él —dijo Sarah, acercándose a su novio y empujando a su padre

─¿Tu oro? —cuestionó Virginia, bajando de la avioneta con una sonrisa falsa.

─¿Mamá? —exclamó la rubia, sorprendida, al llegar a un lado de sus amigos

─Audrey... —dijo la mayor, mirando a su hija con asombro al no esperar verla ahí— ¿Qué haces aquí?

─Creo que podría preguntarte lo mismo —indicó Audrey, mirándola atentamente.

─No es momento para explicaciones, tenemos que irnos ─asegura Ward tomando a su hija del brazo

─¡No la toques! ─exclama Audrey a la defensiva mientras la sirena de policía comenzaba a oírse

─¡Tenemos que irnos, ya! ─indica Virginia para tratar de acercarse a su hija

─Ni te atrevas a tocarme ─advierte la adolescente, decepcionada de su progenitora.

─¿Crees que ésto cambia algo? ─cuestionó Ward con burla, mirando al castaño

─Qué bueno que viniste, Susan —dijo Ward una vez que la sheriff bajó del auto— Este chico está loco, te lo dije...

─Manos sobre la cabeza —pidió la oficial Peterkin, acercándose a él

─Hazle caso, chico —indicó el señor Cameron con una sonrisa satisfactoria.

─Le habla a usted, Ward —aclaró John B para mirarlo fijamente

─¿Qué? —preguntó él sorprendido, dejando de sonreír al ver a la sheriff apuntarle.

─Quedas arrestado por el asesinato de Big John Routledge —indica la sheriff Peterkin

Virginia miró a su alrededor, buscando una manera de escapar de la situación, pero su hija la miró negando con la cabeza, indicando que aquí acababa todo.

─¿Realmente quieres esto, Aud? ─cuestiona Virginia mirando a su hija decepcionada

─Yo no quiero nada, mamá ─aclaró la adolescente─ Solo estoy ayudando a un amigo a recuperar lo que le pertenece, estoy siendo justa…

─¿Justa? ─cuestionó ella con una sonrisa amarga para negar

─Señora Thornton, no se mueva de dónde está ─advierte Peterkin y ella simplemente asiente para mirar a su hija con molestia

─¡Las manos sobre la cabeza y arrodíllate! ─espeta la oficial y Ward lentamente obedece para mirar con odió al trío de adolescentes─ Hace mucho que esperaba esto, nunca me gustó que me usarán

Ward intentó zafarse del agarre de la oficial, pero ella rápidamente retrocedió y le apuntó con el arma. Un disparo resonó, Audrey cerró los ojos ante el impactante sonido de la bala y una vez que los abrió, vio cómo Peterkin se desplomaba en el suelo.

Detrás de ella, apareció Rafe con un arma.

─Rafe... —susurró la rubia asombrada.

─Rafe, ¿qué hiciste? —cuestionó Ward sorprendido de que él estuviera ahí

─Te salvé, papá ─asegura él con una sonrisa orgullosa─ ¡Te salve!

La oficial Peterkin comienza a toser pesadamente y John B se acerca a ella, tratando de ayudarla.

─¿Qué hago? ─pregunta el castaño, asustado, mientras se pone a su lado.

─Tenemos que presionar su herida ─dice Audrey nerviosa, acercándose a la oficial y presionando su hombro─ ¡Llamen a una maldita ambulancia!

La oficial toca su radio para pedir ayuda, pero Rafe rápidamente le apunta.

─Ni lo intenten ─advierte él, mientras Sarah llora en estado de shock

─¿Qué te pasa? ─cuestiona Audrey, sorprendida, una vez las lágrimas amenazan con salir─ ¡No podemos dejarla morir!

─Rafe, cálmate ─pide Virginia poniéndose frente a él─ ¡Baja el arma!

─Pidan ayuda ─susurra la oficial y Audrey se acerca cautelosamente hacia la radio.

─Rafe, dásela ─ordena Ward con urgencia, extendiendo la mano hacia su hijo para que entregue el arma a Virginia.

Audrey hace un intento por tomar la radio, pero Ward la interrumpe.

─Audrey, dame la radio ─insiste él con desesperación, pero ella se niega con la cabeza─ ¡Dámela!

Las lágrimas corren por el rostro de Thornton mientras la sheriff se queja de dolor.

─No lo haré ─niega la rubia entre sollozos, mirando cómo la oficial sufre.

─¡Solo dame la maldita radio! ─grita Ward, empujando a Audrey para arrebatársela.

─¿Por qué haces esto, mamá? ─llora la Thornton buscando respuestas─ ¡Ella es inocente!

─Corre ─murmura la oficial, su voz apenas es audible, pero John B niega con la cabeza─ ¡Solo corre!

Virginia se precipita hacia el avión en busca de su teléfono, mientras que Ward intenta calmar a su hijo.

─Las llaves están dentro del auto, ¡vete! ─indica la rubia mirando a su amigo con desesperación

John B asiente rápidamente, corriendo hacia el auto y subiéndose sin dudarlo.

─¿Qué crees que estás haciendo? ─cuestiona Rafe con furia al ver a John B subirse al auto y comienza a sentirse alterado nuevamente.

─¡No puedes matarlo! ─niega Sarah, tratando desesperadamente de interferir─ ¡Por favor, para!

El motor del auto ruge, una vez John B acelera para escapar de la escena, mientras Ward sujeta con firmeza a su hijo, quien está frenético por ir tras el pogue.

─Prometo que la ayudaré ─solloza Audrey, aferrándose a la mano de la oficial

─No te preocupes, no es tu culpa ─asegura la mujer mientras su hombro sigue sangrando.

Ward comienza a discutir con Sarah y Audrey simplemente se limita a llorar, sintiéndose algo sobrepasada con la situación que está viviendo, hasta que siente como alguien la agarra del brazo.

─¡Suéltame! ─grita Sarah una vez su padre la sostiene y la obliga a subir a un auto

─¡Tenemos que salir de aquí! ─exclama Rafe sosteniendo fuertemente a la rubia

─¡No me toques! ─espeta la Thornton para empujarlo lejos de ella

─¡Date prisa, Rafe! ─grita Ward una vez Virginia sube al auto para manejar

─¡Sube al maldito auto! ─grita Rafe tratando de agarrar a la adolescente pero está retrocede rápidamente

─¡Prefiero morir que estar cerca de tí! ─exclama Audrey entre respiraciones agitadas, tratando de mantener la compostura.

─¡Yo me encargo, vete! ─empuja Ward, a su hijo en dirección al auto

─¡Audrey, sube al auto! ─ordena Virginia, mirando a su hija con atención.

La rubia niega, dándole una última mirada a la oficial herida antes de empezar a correr en busca de una salida.

─¡Sube al maldito auto, no podemos perderla! ─grita Virginia, mirando al primogénito de Ward con desesperación.

Rafe rápidamente entra al auto y Virginia comienza a conducir, persiguiendo a su hija que corre determinada a escapar.

─¡Solo déjala ir! ─lloriquea Sarah, agarrando el brazo de Virginia y haciendo que pierda ligeramente el control del auto

─¡Cierra la boca, Sarah! ─espeta Rafe, apartando bruscamente a su hermana mayor.

─No podrá llegar lejos ─asegura Virginia, observando con angustia cómo su hija se adentra entre los árboles que bordean la carretera.

─¡Tenemos que alcanzarla! ─grita Rafe, mirando con desesperación por la ventana

Virginia aprieta el volante con fuerza, su mente llena de temor pero a la vez determinación, ya que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para detener a su hija.

─Audrey, solo detente... ─murmura ella, casi como una súplica, mientras acelera el auto en un intento desesperado por alcanzar a su hija.

¡me costó un montón narrar este capítulo, pero me siento satisfecha con el resultado, espero les haya gustado!

no se olviden de votar y comentar que les pareció esté capítulo ya que me motiva mucho a actualizar 🐚✨