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𝐟𝐨𝐮𝐫𝐭𝐞𝐞𝐧: 𝐭𝐡𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐞 𝐩𝐥𝐚𝐧

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─¿Seguros que ésto es una buena idea? ─pregunta Pope mientras se acercan a la entrada de la residencia Thornton.

─Kie dijo que esperáramos noticias. No hemos tenido ninguna, así que algo raro debe estar pasando ─responde JJ mientras cruza la muralla de la residencia.

─Audrey definitivamente va a ayudarnos. Además tiene influencias, puede desvincular a John B ─comenta Kiara, con seguridad.

─Bien, ¿cuál es el plan? ─cuestiona Pope animado.

─¿Seguro que puedes seguir un plan así? ─cuestiona Kiara, algo frustrada, ya que sabe que Pope ha fumado demasiada marihuana.

─Tú y Pope quédense aquí, yo iré por ella ─asegura el Maybank.

─Espera ─lo detiene la morena─ ¿Cómo planeas entrar ahí?

El rubio guarda silencio un segundo, observando la propiedad en busca de una manera de entrar.

─Si subes por ahí, podrías llegar al tejado y desde ahí a la ventana de su habitación ─señala Kiara.

─¿Cómo sabes eso? ─pregunta el Heyward divertido.

─Eso no importa ─respondió ella encogiéndose de hombros.

Mientras Kiara niega con frustración, recuerda los viejos tiempos cuando ella y Audrey escapaban para ir a fiestas.

─Entonces eso haré ─asegura JJ decidido, alejándose de ellos.

─¿Cómo estás tan segura de que ella nos ayudará? ─pregunta el moreno con confusión.

─Audrey nunca ha tenido una buena relación con su madre, y dudó que, después de lo que vió en la pista, esté de su lado ─respondió la morena.

─¿Y qué tal si sí lo está? ─insiste el Heyward─ Después de todo es su familia.

─Sólo sé que no lo estará ─asegura Kiara aunque por dentro ruega estar en lo correcto.

Mientras tanto, Audrey sigue recostada en su cama. Su madre había regresado a casa, así que sus oportunidades de escapar eran prácticamente nulas.

Se preguntaba qué había pasado con su madre para llegar al punto de robar oro y encubrir un asesinato. Debía haber una razón detrás de todo eso, algo más grande que ella no lograba entender. Aunque no siempre tuvo la mejor relación con su madre, la conocía lo suficiente para saber que esto no era propio de ella... o al menos eso quería creer.

Un sonido en su ventana la alerta. Rápidamente se pone de pie y lo ve a él ahí.

─¡JJ! ─dice la rubia aliviada mientras él intenta abrir la ventana.

─Mi madre me encerró, y la ventana está trabada ─señala ella con una mueca.

─Te sacaré de aquí, no te preocupes ─la tranquilizó el ojiazul buscando su navaja en su bolsillo.

─Date prisa, mi madre está abajo ─advierte ella, mientras él pasa la navaja por debajo de la ventana.

─Listo princesa ─dice él finalmente abriendo la ventana con una sonrisa orgullosa.

Audrey sonríe aliviada y lo abraza rápidamente.

─Pensé que nunca saldría de aquí, gracias ─

─Vamos, Kie y Pope nos esperan ─dice JJ, extendiéndole la mano.

Audrey la toma, y ambos salen al tejado con cuidado. Un solo movimiento en falso y su madre podría descubrirla.

JJ baja ágilmente hasta el suelo. Audrey, en cambio, duda por un segundo; en otra ocasión habría saltado sin pensarlo, pero su brazo le dolía demasiado como para lanzarse desde esa altura.

─¡Audrey! ─escucha la voz de su madre desde la lejanía.

La Thornton rápidamente se lanza al césped. Afortunadamente, JJ la agarra justo a tiempo para que no se golpee contra el suelo.

─Espero que podamos hablar ─dice la voz de Virginia.

Audrey, sin pensarlo, toma la mano de JJ y salen corriendo del antejardín, dirigiéndose al auto de los padres de Kiara.

─¿Audrey? ─pregunta Virginia una vez que entrá a la habitación─ ¡Audrey!

La abogada rápidamente se asoma por la ventana y ve a su hija saliendo de la propiedad junto al hijo de Luke Maybank.

─¡Vuelve aquí, Audrey! ─gritó ella furiosa.

─¿Estás bien? ─pregunta Kiara, aliviada al ver a Audrey, abrazándola suavemente. Sin embargo, al escucharla quejarse, se detiene─ ¿Qué pasa? 

─¿Te duele algo? ─pregunta JJ preocupado, mientras todos suben al auto.

─Cuando escapé de la pista de aterrizaje, mi madre me atropelló… ─comienza a decir la rubia y todos la miran atónitos.

─¿Tú madre te atropello? ─repite Pope incrédulo.

─Fue un accidente ─explica Audrey, haciendo una mueca─ Aunque creo que tengo el brazo roto...

─Deberíamos ir a un hospital ─dice JJ, nervioso.

─No, eso no importa ahora ─asegura Audrey, dándole una leve sonrisa─ ¿Dónde está John B?

La morena saca rápidamente un folleto de su bolsillo. En él, se ve a John B como un fugitivo con una gran recompensa por su captura.

─Esto no tiene sentido ─negó Audrey con su cabeza─ Él no hizo nada

─Lo sabemos ─asegura Pope.

─¿Crees que Sarah tuvo que ver con ésto? ─sugiere el Maybank.

─No, ella nunca le haría algo así ─negó la rubia─ ¿Aunque donde está él?

─No sabemos, no contesta su maldito teléfono ─dice la morena estresada mientras conduce─ Así que tenemos que buscarlo

─Necesito tú teléfono ─indica Audrey, mirando a su amiga.

─¿Qué vas a hacer? ─pregunta JJ con curiosidad.

─Mi madre ha perdido la cabeza, tenemos que asegurarnos de que no nos siga, y solo Topper puede ayudarme ─comenta la rubia.

─¿Enserio crees que tú hermano es una buena opción? ─pregunta Pope incrédulo.

─¿Tienes una mejor opción? ─responde la Thornton, encarnando una ceja.

─No ─admite el moreno y Audrey rápidamente marcó él número de su hermano.

Por otra parte de Figure Eight, Topper tenía encerrado a John B en el cuarto de lavado de la casa de Kelce.

─Se terminó, ya se acabó tú pequeña aventura ─indica el Thornton, al escuchar las sirenas de la policía─ Tú maldita película terminó

─La policía está por llegar, espero que lo hayas disfrutado ─asegura él para que su teléfono suene.

─¿Hola? ─responde, viendo el número desconocido.

─Dios, finalmente contestas ─dice Audrey aliviada─ Abigail te llamo toda la tarde

─¿Qué ocurre? ─pregunta Topper preocupado, mirando su teléfono para ver los múltiples mensajes y llamadas de su hermana menor.

─Supongo que ya sabes que están acusando a John B de asesinar a la sheriff Peterkin, ¿verdad? ─comenta la rubia impaciente.

─Sí, ya lo sé ─afirma él con una leve sonrisa─ Y no lo vas a creer, Kelce y yo lo tenemos encerrado

─¿Qué? ─cuestiona Audrey, atónita─ Tienen que dejarlo ir…

─Claro que no, él mató a la sheriff ─le recuerda su hermano─ ¡Merece pudrirse en la cárcel!

─Topper, escúchame, eso no es verdad. John B no asesinó a Peterkin ─comenta la Thornton

─Yo estaba ahí, vi todo lo que pasó, y te aseguro que no fue él ─insiste ella y su hermano guarda silencio─ Topper estoy diciendo la verdad, lo juro

─¿Entonces quién fué? ─cuestiona él sin entender nada de lo que está pasando.

─Rafe ─confiesa la rubia finalmente.

─Él no haría eso ─niega el Thornton sin creerlo.

─Topper, él lo hizo, yo lo ví ─afirma Audrey impaciente─ ¡Tienes que liberar a John B, ahora!

─Y tienes que ir a casa, mamá se está comportando como una loca ─añade ella preocupada.

─Necesito que te asegures de que Abigail está bien ¿Me escuchas? ─inquirió la rubia sin recibir respuesta.

─¡Topper! ─exclamó ella abrumada, bajo la atenta mirada de los pogues.

─Bien, iré a casa ─habla finalmente él.

─Y soltaré a tú amigo, pero promete que me explicarás lo que está pasando ─agrega el Thornton de mal humor.

─Lo haré, solo que ahora no puedo ─dice Audrey aliviada, antes de colgar.

─Lárgate de aquí ─espeta Topper abriendo la puerta.

─¿Qué? ─pregunta el castaño, sorprendido.

─Mi hermana dijo que eres inocente, ya lárgate de aquí ─espeta él irritado.

─Gracias Topper, enserio ─dice John B antes de salir rápidamente corriendo de ahí.

Definitivamente John B le debía una a Audrey; lo había salvado de terminar arrestado por un crimen que no cometió.

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A la mañana siguiente, el grupo de amigos ya tenía un plan en mente para ayudar a John B y Sarah a escapar de la situación en la que se encontraban. Pope se encargaría del combustible y Kiara de los alimentos.

Esta última estaba llenando una caja con suficiente comida para unas semanas, pero no pudo evitar distraerse y sonreír con burla al ver cómo JJ ponía una botella fría sobre el brazo lastimado de Audrey. Nunca pensó ver a su amigo tan preocupado por alguien, y mucho menos que la rubia terminaría saliendo con alguien como él.

Después de todo ambos eran completamente opuestos, pero tal vez esa era la razón de la porque funcionaban tan bien.

─¿Segura que estás bien? ─cuestiona JJ al ver algunos moretones en el brazo de la kook.

─Solo duele un poco ─admitió ella con una mueca.

─Pero estaré bien, no te preocupes ─tranquiliza la rubia para cargar su cabeza en el hombro de él.

─Podríamos pasar a mi casa de seguro mi papá tiene algunas pastillas para el dolor o algo así ─sugiere él, rascando su cabeza nervioso.

─Estoy bien, JJ ─asegura la Thornton, tímidamente plasmando un pequeño beso en su mejilla.

─Lamento interrumpir su momento romántico ─dice Kiara burlona─ ¿Pero creen que esto será suficiente para ambos?

─Para un par de semanas no necesitarán más que eso ─asiente JJ, observando la caja de comida.

─Bien, entonces ya podemos irnos ─asegura la morena.

El Maybank rápidamente se levanta para tomar la caja y Audrey camina a un lado de su amiga, mientras mantiene la botella de su brazo.

─“Estoy bien, no te preocupes” ─imita la morena, lanzando un beso al aire y riéndose.

─No te burles de mí ─se queja Audrey avergonzada, mientras mirá cómo JJ guarda la comida en la cajuela del auto.

─¿Dónde estabas? ─pregunta la madre de Kiara, apareciendo de repente.

─Estoy bien, dormí aquí ─dice la morena tranquilamente.

─Bueno, pasamos la noche desesperados ─espeta la señora Carrera, y su esposo aparece unos metros más atrás─ ¿No ibas a avisarnos?

─Te lo estoy avisando ahora ─responde Kiara.

Audrey intercambia una mirada incómoda con JJ antes de acercarse a él y aún escuchar cómo regañan a su amiga.

─Okey, ¿qué están planeando? ─pregunta la señora Carrera mirando al dúo de rubios.

Audrey niega y pone una expresión de inocencia.

─Lo siento, tenemos que irnos ─responde JJ, impaciente.

─Sí, mamá, lo siento pero… ─comienza a decir la morena.

─No me digas “lo siento”, no irás a ninguna parte ─niega ella enojada.

─Asegúrense de que Sarah y John B logren salir de aquí ─susurra Audrey, observando al pogue.

─¿Qué vas a hacer? ─pregunta JJ, confundido, justo antes de ver cómo ella lanza la botella que sostenía al piso, generando un fuerte estruendo.

─Mi brazo ─se queja Audrey fingiendo un profundo dolor.

De inmediato, el dúo de madre e hija se giran hacia ella, preocupadas. Audrey intercambia una rápida mirada con su amiga, indicándole que suba al auto cuanto antes.

─¡Kiara no! ─niega su madre tratando de detenerla, pero ya es muy tarde.

─Creo que me clave un pedazo de vidrio ─dramatiza Audrey, sujetando su brazo.

─¿Audrey, te encuentras bien? ─pregunta la señora Carrera, mientras alterna la mirada entre ella y su hija.

─¡Kiara no te atrevas a irte! ─advierte ella, justo cuando su hija enciende el auto.

─Kiara detente ─pide su padre, acercándose, pero está los ignora para rápidamente salir de ahí con JJ.

─¿Qué fue lo que pasó? ─pregunta el señor Carrera, mirando a su esposa, desconcertado.

─Me duele demasiado ─insiste Audrey haciendo una mueca de dolor.

─Te lo diré en el camino, Audrey necesita ayuda ─responde su esposa, frustrada.

Audrey le sonríe inocentemente a ambos, antes de seguirlos hasta al auto.

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Al menos una hora más tarde, Audrey logró librarse de los señores Carrera. Después de vendarle el brazo y llenarla de preguntas, a las que ella respondía con simpleza, sonrisas o cambiando de tema, finalmente pudo marcharse. Ahora caminaba rápidamente hacia el punto de encuentro donde sus amigos la estaban esperando.

─Espero que funcione ─dijo Kiara, mirando el bote con escepticismo.

─Oh claro que lo hará ─aseguró JJ, confiado.

─¿Pope todavía no está aquí? ─preguntó Audrey, entrando al taller algo agitada.

─Audrey ─exclamó Kiara, aliviada, acercándose para darle un breve abrazo.

─Gracias por lo de hace un rato ─susurró la morena antes de soltarla.

─Está bien, después de todo me dieron una venda y analgésicos ─dice la rubia tratando de ser positiva.

De un momento a otro,el sonido fuerte de un motor resonó en el lugar, haciendo que Audrey frunciera el ceño.

─Debe ser Pope ─aseguró Kiara, caminando hacia la entrada.

Mientras tanto, JJ se acercó a Audrey, pasando su brazo sobre los hombros de la kook, quien le sonrió tiernamente.

─¡Chicos! ─gritó Kiara de repente, volviendo hacia ellos a toda prisa.

─Vaya que linda situación, espero no interrumpir ─dijo Rafe, apareciendo con una sonrisa falsa.

Audrey lo miró de inmediato, poniéndose a la defensiva, pero se sobresaltó al escuchar otra voz detrás de ella.

─Vaya, ¿quién lo diría? ─dijo Barry, apareciendo trás ellos.

JJ se tensó al instante y, sin pensarlo, puso a Audrey detrás de él.

─La Barbie kook con un perdedor como tú ─se burló Barry, sacando rápidamente un cuchillo y apuntándolo hacia el Maybank.

Audrey miró a Rafe con incredulidad, pero él solo la observaba con desdén.

─¿Qué quieres? ─espeta JJ a la defensiva.

─No creerás que olvide lo que pasó en la carretera, ¿verdad? ─respondió Barry con una sonrisa maliciosa.

─Vine por mi puto dinero ─exclama él, antes de golpear a JJ y lanzarlo al suelo.

─¡JJ! ─exclamó la rubia preocupada acercándose a él y Kiara la imita.

─Suéltame ─se quejó la morena cuando Rafe la agarró de un brazo.

─¡Detente! ─suplicó Audrey mientras veía a Barry patear al ojiazul en el suelo.

─Tu y tus estúpidos amigos ─se quejó el Cameron antes de empujar a Kiara con fuerza, haciendo que cayera al piso.

Tanto Kiara como JJ estaban derrotados en el suelo, y Audrey se dio cuenta por las miradas que Rafe y Barry le lanzaban que eso no significaba nada bueno para ella.

─¡Rafe, detente! ─pidió Audrey levantando sus manos en señal de paz.

Barry agarró el brazo herido de la rubia y esta trató de soltarse de su agarre adolorida.

─No la toques ─ordenó Rafe, y su amigo, sin dudarlo, la soltó.

Yo me encargaré de ella ─añadió Rafe, con una sonrisa maliciosa, acercándose a la rubia.

Los ojos de Rafe reflejaban pura satisfacción, mientras que los de Audrey demostraban temor. Sabía que él había matado a alguien, y ya no estaba segura de lo que podría hacerle. Eso la aterraba.

VOTEN Y COMENTEN que les pareció esté capítulo, ya que me motiva mucho a actualizar 🤍 ✨

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¡SOLO UN CAPITULO MÁS Y PASAMOS AL ACTO N2!

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