La cinemática se reproduce al mismo tiempo en la pantalla de todos los jugadores. En ella aparecen luces de colores como un portal que nos transporta. Es una pantalla de créditos en realidad. Aparecen los nombres de algunos de los creadores del juego con el logo de Netflix bien grande antes de que el título de «Maze survivor 2» se muestre.

Nos llevan a una pantalla para personalizar nuestros avatares. Todos somos muñecos de trapo, pero con distintas formas. Puedes elegir entre una figura humanoide, la de algún animal y algunas otras. Se puede vestir a tu personaje con un montón de outfits inspirados en otras cosas: alcanzo a ver el vestido de Alicia en el país de las maravillas, un impermeable amarillo con un globo rojo, ropa como la de Sabrina y la playera de Stranger Things.

Hay muchas opciones, no puedo verlas todas con el contador de diez minutos que tenemos encima para personalizar al avatar.

—Voy a elegir al conejo, en el nombre de esta sudadera. Ahora que lo recuerdo, yo tenía uno de esos de pequeña. —Intento hacer memoria sobre mi conejo—. Creo que se lo comieron. Entonces seremos un conejo en nombre del pobre Pelusa, merecía una vida más larga.

No soy muy fan de ninguna de estas series. Hay outfits inspirados en la ropa del Maze Survivor la serie, pero lo que más me termina gustando es un conejo con suéter, porque es lo más parecido a mí. Cambio los colores a tonos morados antes de que se acabe el tiempo.

Leo mi chat para saber que opinan del outfit de conejito con el que pretendo ganar doscientos mil dólares. Ellos no hablan al respecto, sino que repiten en masa que Arón quiere hablar conmigo en Discord. Yo les hago caso y me conecto.

Sé la razón por la que le urgía tanto hablarme en cuánto el temporizador para personalizar el avatar se agota y mi pantalla cambia. Ahora me muestra una serie de palabras con íconos que representan cada una a la derecha; y a la izquierda una especie de termómetro con diez niveles, arriba dice «Fortalezas» y Abajo «Debilidades».

—Hola, hola. Hace mucho que no te veo —saldo juguetona. No puedo verlo, pero estoy segura de que acaba de sonreír.

—Jugar Zomboid fue buena idea —comenta él.

—Una de tus mejores ideas.

Muevo la barra de las habilidades para darme una idea de como funciona, y es tal como esperaba. Tienes que ordenar las diez habilidades que aparecen de mayor a menor, mientras más arriba queden, serás mejor en ello; si las dejas abajo tendrás un peor desempeño.

En la lista aparece: velocidad para comer, velocidad de curación, velocidad de movimiento, fuerza de ataque, resistencia a los ataques, capacidad de resolución, estado de alerta, visión nocturna, nadar y carisma.

Necesito todo en fortalezas.

Arón y yo acomodamos la fuerza de ataque de primeras por puro instinto, entonces una leyenda en la pantalla nos dice que las cosas que el primer jugador ponga en la mitad superior —fortalezas—, el otro debe ponerla en la parte inferior —debilidades—. En lo que él sea malo seré buena yo. Tenemos quince minutos para hacer esto.

Parte de lo que hace atractivos estos juegos es que nadie sabe de qué se trata. No estamos seguros de cómo funcionan estas habilidades, solo podemos imaginarlo.

—Me imagino que si pones la capacidad de resolución en fortalezas los acertijos serán más fáciles, ¿te parece si yo lo pongo en fortalezas y tú en debilidades?

—Sí. Solo ponlo arriba o abajo y después decidimos la posición exacta. —Después de mi saludo juguetón ya no tengo ganas de bromear, necesito que esto quede perfecto—. ¿Crees que sea permanente o que se pueda mover cada día como en Zomboid?

—Creo que será definitivo.

—Yo igual. Vale, entonces. ¿Tú pones la fuerza de ataque arriba y yo la defensa?

—Me parece que quedaría mejor al revés.

—¿Yo atacar? No creo. Quedamos en que seguramente irán a por mí para eliminarte a ti, necesito defenderme.

—Exacto. Por eso tú tendrás la fuerza de ataque, para defenderte. No se esperarán eso. Creerán que yo me puse el ataque y tu la defensa. Es mejor que fortalezcas tus debilidades.

—Okay —acepto, aunque no muy convencida—. Listo. Estado de alerta que se lo que quede el vigía. Me da a mí que si yo lo pongo en fortalezas, podré saber si hay alguien cerca por la noche y tú no. Tendrás el sueño pesado, por decirlo así. ¿Quién será el vigía?

—Tú.

Hace unos meses le hubiera dicho a Arón que estaba loco, que él tendría que ser quien ataca y quien vigila, porque si no nos condenaría a la muerte el primer día. Ahora me sorprendo al descubrir lo capaz que me siento de desempeñar este papel.

—¿Para qué demonios sirve la velocidad para comer?

—Supongo que es para curarse y recuperar fuerzas. Puede ser una ventaja si nos dan la mesa de comida o les robamos al resto.

—Entonces creo que... —hago pucheros frente a la computadora mientras pienso—. Yo me quedo con la velocidad para comer, tú quédate con la curación.

—Vale. ¿Tú la velocidad de movimiento y yo nado?

—Okey...

Me lo pienso porque esto significa que si voy de últimas no podré nadar. Tengo que pasar si o si con la velocidad de movimiento, rápido. Pero es lo mejor, porque ya que yo tengo el ataque, me serviría mucho poder moverme.

—Quédate con la visión nocturna, Gine.

—Será raro que tú seas el carismático y yo la fuerte, tienes que rolear.

Escucho una suave risa al otro lado. Me da la impresión de que olvidó ponerse su típico tapabocas en stream y me lo imagino mostrando sus bonitos labios y sonriendo para la cámara. Debe ser algo nunca antes visto en su canal.

Gastamos los otros diez minutos en acomodar las habilidades según lo que más nos interesa tener. Decidimos que el carisma es lo primero, porque es lo que va a conseguirnos más ventajas; hemos trabajado meses en ganar apoyo del público, y no podemos arriesgarnos a que no se nos dé la oportunidad de acceder a las ventajas por ponerlo más abajo.

Al final quedamos con algo así:

Bria

Fuerza de ataque

Velocidad de movimiento

Estado de alerta durante la noche

Visión nocturna

Velocidad para comer

Carisma

Resistencia a los ataques

Velocidad de curación

Capacidad de resolución

Nadar

Aaron

Carisma

Capacidad de resolución

Nadar

Resistencia a los ataques

Velocidad de curación

Fuerza de ataque

Velocidad de movimiento

Visión nocturna

Estado de alerta durante la noche

Velocidad para comer

Intentamos no olvidar que aunque es muy probable que podamos morir a manos de otros compañeros y quizá esa sea la parte más peligrosa, pasar el laberinto es lo que tiene prioridad. Si no somos capaces de llegar al centro antes que los demás, ni siquiera tendrán que molestarse en eliminarnos.

Se agotan los quince minutos, la pantalla se torna en negro. La voz de la mujer que en la serie anuncia los eventos del juego, nos habla desde el propio juego. Su voz pacífica resuena en mis auriculares causándome un escalofrío. Esta es la que en la serie dice los nombres de los muertos. No me trae buenos recuerdos.

—Jugadores, a partir de este momento queda prohibida cualquier comunicación externa con otros jugadores. Recuerden que cualquier ventaja no permitida será sancionada.

Esta es nuestra señal no solo para dejar el Discord, sino para poner el chat en modo emotes, para evitar el metagaming, nadie puede darnos pistas o decirnos como va nuestro compañero.

—Nos vemos en el centro —se despide Arón con una plena confianza en que ambos llegaremos allí.

—No te detengas. Te veo en un momento —digo yo y doy mi última sonrisa a la cámara antes de convertirme en un manojo de nervios, no importa si esa sonrisa la vieron miles de personas, es solo para él.

A partir de ahora, estoy sola.