Ocupo un maratón de NCSI para calmar mis nervios. Mirar a gente inteligente que atrapa asesinos me calma. Justo ahora no tengo tiempo para eso, así que me tomo un café mientras espero a que Arón llegue a mi casa y empecemos este análisis juntos.

Aprendo sobre cómo Levi y Andrea se comportan en otros juegos para hacerme una idea de cómo podrían actuar para defenderse. Estudiamos el clip en el que se ponen de acuerdo respecto a sus habilidades. Vemos otros momentos de su stream en el que hablan de sus estrategias, de como pretenden ganar.

La única razón por la que no exploto es que Arón me tiene abrazada mientras hacemos esto. También se encarga de que coma algo, dándome palomitas de pollo en la boca, intercaladas con puré de papas. Esta es mi idea de una buena vida.

Andrea no es tan interesante porque aunque es buena en el PVP, no tiene una estrategia clara, está en modo: hago lo que Levi diga. Ella quiere ganar y siente que estar en el equipo con él es su mejor oportunidad.

No podemos hacer nada para evitar que pasen los laberintos, además de que son buenos para ello. Nuestra estrategia se centra en atacarlos durante la noche.

Aprovechamos también para ver sobre todos los demás, ya que dijeron que no se puede controlar lo que uno ve en internet.

Mientras tanto, mis me gusta siempre son para gente que dice que Levi hace trampa, aunque mis propios tweets no digan nada al respecto. Alimento esa rivalidad para la hora de las votaciones.

Y aun con todo eso, podríamos ni siquiera llegar a la noche del día tres, porque Arón tiene la vida baja y no va a poder recuperarse sino hasta después. Nuestra esperanza es que a Viktor y Mya les den el banquete.

Yo tendré que cuidarme mucho y robar algo de comida para Arón si es que no nos la dan. Así recupera él la vida y puede ayudarme a atacar a Andrea, que es la más débil. Tampoco me molestaría si podemos hacerle daño a Teo y Orson.

Si a Arón lo atacan en el laberinto estamos jodidos.

Pero eso no va a pasar.

Practicamos la estrategia. Hacemos un repaso rápido por las series de Netflix que vimos estos meses a modo de documentación, tenemos algunas teorías ahora que hemos visto como funcionan los juegos.

El tiempo me parece más largo así, no puede ser que hace poco más de veinticuatro horas estábamos en la cima de todo y todos. Nuestra relación real, el apoyo del público a nuestro equipo, y la gente volviéndose loca porque fui capaz de superar el primer mapa.

Toda la investigación obsesiva que no me dejó dormir se reduce a esto. A mí frente a la pantalla de carga que nos da la bienvenida al tercer día. En la sala de espera hay unas setenta personas conscientes de que el día de hoy será el de más bajas, y muchos no volverán a estar en stream a esta hora. Mañana verán los juegos desde su pantalla, con su creador de contenido favorito. Pero serán ellos, no podemos ser nosotros.

Los eliminados del primer y segundo días son los más duros, porque significa que te quedas fuera del evento del momento durante mucho tiempo. Pero estamos a la mitad y aún hay muchas personas. Para el quinto día solo deben quedar los finalistas, así que hoy se irán cerca de la mitad de las parejas.

Mal momento para tener a Arón al borde de la muerte.

Creo que seré capaz de romper mis propios dientes mientras tengo que mirar esta pantalla de carga, preguntándome si estaré aquí mañana.

Cuando paso de allí, estoy en el pasillo de algo que parece una casa con la decoración sobrecargada.

"La memoria no es algo conveniente. No puedes simplemente olvidar las cosas porque quieras hacerlo" es lo que me recibe en una especie de cartel a la entrada, y debajo el logo de Gambito de Dama.

—¿Qué demonios? —digo en voz alta mientras hago a mi personaje avanzar por el lugar.

Esto es muy diferente a todo lo que nos han presentado antes; o bueno, ya que vamos, el laberinto de setos no tenía nada de parecido con el de ajedrez. Mejor dicho, los mapas que se está inventando Netflix no tienen nada que ver con lo convencional, con lo que se había visto en el primer videojuego o en la serie. Estrellita para ustedes; una dificultad agregada para mí.

Avanzo mientas, escucho los pasos acolchonados de mi personaje. Es adorable como camina, se escucha exactamente como si dejaras caer un costal con arroz sobre el suelo cada que da un paso.

No, Bria, céntrate. ¿Qué estás viendo?

Vale, hay un pasillo. Parece que estoy en una casa de lo más convencional, aunque de una forma en que me suena. Siento que he estado en este lugar.

No tengo mucho tiempo para prestarle atención al color de las paredes o los acabados en el papel tapiz. Hay un montón de cosas más que captan mi atención.

Primero, una estantería con Funkos de personajes.

—¡Miren! Está la chica pelona esa, ¿cómo se llamaba...? —Hago el intento por traer a mi memoria el nombre, pero el chat lo hace antes por mí—. Once, eso. Y también está el profesor; Nairobi; el tipo acosador de You, bueno, el prota; la de Gambito... y el tipo de las cejas grandes de Elite —Hago mímica sobre mis propias cejas.

Vamos, que si me estoy aquí para recordar los nombres de todos no acabo nunca.

Sigo avanzando. Encuentro una pared llena de cuadros a mi izquierda. El primero dice "Velvet Buzzsaw" escrito en un rojo, se ve como si la sangre estuviera escurriendo. Seguido de otros tres cuadros un poco... aterradores.

—Un cuadro de colores —comento—. Ah, no, esperen, hay una señora gritando en el fondo. Raro. Luego... ¿unos niños asustando a un tipo? Unos nenes con la cara borrada... Dios, esto da miedo.

Seguido me encuentro con varias máscaras. La de la casa de papel, la de los malos de Squid games, las de The Witcher, y algunas más que no reconozco. Después están enmarcadas algunas frases de sus series y películas. Me detengo a leerlas, pero no les pongo demasiada atención. Y ya para terminar, una sección con maniquíes de lo que parecen ser disfraces, como si este fuera el museo de Netflix; reconozco el de Sabrina y lo que parece ser un vestido de la princesa Diana.

Al final del pasillo me encuentro con otra pancarta "Los recuerdos pueden ser reescritos", con el logo de Black Mirror por debajo.

Sigo sin entender nada.

Abro la puerta de madera por delante de mí y me encuentro con dos puertas más.

—No entiendo nada —exclamo en voz alta.

Abro la de la derecha, para encontrarme con un pasillo igual. O no... esperen un momento. Estoy bastante segura de que esa figurilla del tipo de One Piece no estaba antes.

Entonces lo entiendo todo.

—¡Es un juego de anomalías!

Y suelto el aire contenido en mis pulmones, dejo de apretar los dientes. Estoy salvada. Los juegos de terror son mi nicho. Una categoría popular son los juegos de anomalías, en los que debes avanzar por el lugar que sea exactamente igual al que encontraste primero. Si hay algo diferente, das la vuelta.

Esto es lo mío, ¡por favor! No pueden ponerme la cosa tan fácil.

O bueno, en realidad, aunque pase rápido, eso no importa en nada si Arón no logra lo mismo. Me pregunto qué cosas de aquí podrán intentar matarme.

Cuando juego a las anomalías, por lo regular me tomo mucho tiempo en el primer sitio, hasta aprenderme cada detalle y relacionarlo con otra cosa. Hago un chiste con los objetos o símiles, con las cosas que podrían estar en mi casa o en mi entorno.

Intento volver a la puerta de la primera vez, pero no me deja.

Al menos sé que debo hacer. Me dirijo a la otra puerta. La reviso por encima, aunque estoy segura de que debe ser esta.

Atravieso esa puerta. Esta vez me encuentro tres opciones: la puerta roja, la azul y la amarilla; una en la pared derecha, otra en la de enfrente, y otra a la izquierda. Comienzo a encontrar el sentido de este laberinto.

Reviso el contenido en la puerta azul. Creo que está todo bien y estoy a punto de cruzar al otro lado, cuando me percato de que la cita del final ya no dice "Los recuerdos pueden ser reescritos", sino "Las memorias pueden ser reescritas". Me quedo dos minutos allí, mirando, hasta que decido que esta no es la puerta correcta.

Creo que es la de la izquierda, después de revisarla minuciosamente. De cualquier manera me doy una vuelta por la de la derecha.

El maniquí que tenía el disfraz de Sabrina se mueve y vuela hasta mí. Y si algo he aprendido de este tipo de cosas es que, cuando vez que algo se mueve demasiado rápido hacia ti, es casi seguro que esa cosa te ataque. Y no estoy como para perder viva, por lo que corro en dirección contraria. Ya no me parece tan adorable la forma en que camina mi personaje, es desesperante.

Cierro la puerta detrás de mí y tomo la de la izquierda.

La siguiente sección tiene dos puertas al frente, más la que va a la derecha y a la izquierda. Cada vez hay más pasillos incorrectos. Tal vez no será tan fácil cómo creí.

—Pelona, profesor, raro, chica lista, cejón —recito—. Sangre, colores, niños gritones, niños aterradores.

Creo una canción para los objetos en el lugar.

Ya entendido el juego, me siento más tranquila. Aunque sigo sin tener idea de cómo le estará yendo a Arón. Creo que podría estar bien, los juegos de anomalías no suelen tener tantos ataques como los tendría otro tipo de videojuegos, y él tiene buena memoria. Debería estar bien.

Pero mientras estoy preocupándome por él. Me equivoco de puerta. Y me doy cuenta de ello porque al pasar a la siguiente me parece que todas están mal, todas tienen objetos de más. Ahora también hay varios pósteres de nuevos estrenos.

Al parecer, en este juego, si te equivocas tienes que memorizar más objetos en consecuencia. ¿Cuál es el límite?, ¿cuántos objetos crearon para este solo nivel? Tengo que asegurarme de que esto no vuelva a pasar, lucho contra mi curiosidad de pasar mal una y otra vez, hasta descubrir qué tantos objetos puedo desbloquear.

En un punto aparece un Demogorgon que intenta atacarme. Algunos de los muñecos del estante me lanzan cosas o los cuadros me susurran. Realmente da miedo.

Cuando creo que no podré más, porque ahora tengo nueve puertas que revisar, cruzo la amarilla a la derecha y... ¡una luz!

Hola, pequeña intervención por aquí. Creo que hace mucho no me paso a hablar.

Primero quisiera ofrecer una disculpa, no estoyu acostumbrada a escribir e ir actualizando y siempre se me atraviesan mil proyectos. Lamento esta ritmo de subir diez capítulos de la nada y luego nada un mes.

Les cuento que mi plan ahora es terminar esta novela para luego poder pasarla a borradores. Y así corregirla desde el inicio antes de los Wattys. Si me conocen sabrán que tengo esa tradición de corregir mis novelas para los Wattys. Esta no será la excepción.

Deséenme suerte para terminar a tiempo. Gracias por el apoyo.