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1971

Llegué un poco tarde a la estación de trenes ya que Petunia hizo su desplante en medio desayuno. No estaba para nada feliz sabiendo que sería yo la que dejaría a la familia por un año y que fuera gracias a que soy una bruja. Puedo entenderla y se que debe ser difícil para ella... lo es también para mi, nunca antes había estado tanto tiempo separada de mis padres ni de ella por lo cual, esto da mucho miedo. Pero no deja de ser emocionante y excitante. Odio saber que estoy disfrutando irme, odio saber que muy en el fondo... este ha sido mi día más feliz en mucho tiempo y eso que aún no llego al colegio de magia.

- te cuidas mucho Lily y por favor, escríbenos cada que puedas por favor. - me dice mi mamá mientras me abraza con fuerzas y da un beso en mi frente. - se que estás en buenas manos porque vas con Severus.

- si, claro. - dice Petunia mirando con desprecio a mi amigo, mi único amigo de hecho y el mejor de todos. Se que puede ser a veces una persona pesada o algo duro con los demás pero si todos conocieran su lado dulce y amable como yo... quizás les agradaría. - adios Lily.

- cuídate mucho. - le dije mientras la abrazaba yo a ella. - te quiero, hermana.

- yo... - suspira hondo. - yo igual. - dice en voz baja y puedo sentir como si le nace el abrazarme. Eso me alivia, deja que me vaya tranquila y sin sentirme tan culpable por ser la que los deja. - ahora si, vete.

- los quiero. - dije por última vez y me voltee para por fin subir al expreso. Severus iba Justo a un lado mío.

Nos conocimos gracias a que somos vecinos y que también bueno, el fue el primero en tener magia. Yo fui después, pero apreciaba mucho que desde un principio, el confiara en mi como para contarme su secreto y eso hizo que nos hiciéramos grandes amigos. Más ahora que vamos a acudir a la misma escuela. Hogwarts, colegio de magia y de hechicería. Genial ¿no? Tengo tantas ganas de aprender demasiado, de poder ser una bruja ejemplar y de pasar un muy buen semestre. Compré mis libros a tiempo y también a mi mascota... tengo un gato. Viene conmigo en estos momentos pero aún no le pongo un nombre.

- ¿nos sentamos aquí? - le pregunté a Severus, una vez que se muestra libre un cubículo en la parte de enfrente y el asiente con la cabeza. - ¿no es genial? Por fin estar aquí.

- espero en serio que ambos quedemos en slytherin. Mi padre dice que es la mejor casa de todas y...

- ¿cual es la mejor casa de todas? - nos vemos interrumpidos cuando un niño también entra al cubículo y se sienta enfrente de nosotros. Estaba todo emocionado, podía notarlo por cómo movía el pie desesperadamente y se acomodaba sus gafas. Lleno de energía.

- slytherin. - contesta Severus y el niño tan solo se ríe. - ¿dije algún chiste? 

- ¿escuchaste Sirius? Dice que Slytherin es la mejor casa de todas. - el chico le dice a su amigo, quien apenas iba entrando y se recarga en la puerta para vernos a todos. Este, a diferencia de su amigo con anteojos, tenía el cabello largo y era obviamente muy guapo.

- es lo más tonto que he escuchado. - este dice riendo y en ese momento me enojé. Era evidentemente que estos dos, solo se dedicarían a molestar a otros. - la mejor casa sería en todo caso Gryffindor.

- si, donde los valientes como nosotros estarán. - dice el sujeto con anteojos y se pone de pie en el asiento para mostrarse con una pose heroica y fingiendo que levanta una espada. - ¿tu también crees que Slytherin es la mejor casa? O tú si tienes sentido común.

- no se mucho de las casas. - levanté ambos hombros. - solo se que en serio su presencia no está siendo requerida en estos momentos y preferiría que se fueran, Gracias.

Los dos se atacaron de la risa en cuanto me escucharon hablar.

- ¿están sordos o algo por el estilo? No los queremos aquí. - Severus se empieza a enojar más y hasta se pone de pie para confrontar el de anteojos pero su amigo se interpone y se pone enfrente del otro.

- ¿qué crees que quiera, James? - así que así se llama el de lentes. - dudo que quiera golpearte, se ve débil.

- Severus, basta. - le dije tomando de su mano para que viniera a sentarse conmigo mejor - no valen la pena.

- Severus. - James se ríe del nombre. - mejor un apodo... um... Quejicus.

- terrible nombre. - dije de mala gana y salí del cubículo. - vámonos Severus, dejemos a los idiotas quedarse aquí.

- fue un placer conocerte...? - me dice Sirius, esperando que diga mi nombre pero no salió nada de mi boca. Lo ignoré y seguí caminando. - bueno, chica sin nombre.

- creo que me he enamorado. - dice James, lo escuché desde atrás y lo primero que me nace hacer es poner los ojos en blanco y seguir caminando. No había necesidad de seguir discutiendo con personas tan odiosas como lo son ellos.

...

En cuanto llegamos a Hogwarts, nos trasladaron en canoas por un río hasta llegar a la entrada del hermoso castillo. Todo era tal y como me lo imaginaba y si soy honesta, creo que esto es demasiado para mi. Es más de lo que alguna vez soñé. Solo anhelaba que fuera ya el día de mañana para poder tomar clases y empezar con mi propósito de ser la numero uno de mi clase.

Mientras íbamos todos en grupo a el gran comedor, como es que lo llamó la profesora, sentía todo el tiempo la mirada del niño de lentes enfrente mío. James volteaba sin siquiera disimularlo nada y su amigo Sirius le jalaba del brazo para que no me viera. Realmente no me importaba, ninguno de los dos. Mucho menos ahora que veo que ya están con otros dos niños. Cada vez son más en su grupo y agradezco no tener que ser parte de ello.

Quizás estar en Slytherin no vaya a ser tan malo como ellos dicen. Quizás es increíble y genial como Severus jura y perjura. Puede ser un gran momento para ambos. Tengo fé. Fue por eso que nos quedamos todos en el centro del gran lugar para esperar a que nos dijeran nuestros nombres y pasar a usar un sombrero el cual nos diría nuestra casa.

Leí un poco antes de venir aquí. En los libros que mi padre me llevó a comprar para el inicio a clases... se sobre los fundadores de Hogwarts y seré honesta, si creo que Godric Gryffindor es el más interesante de los cuatro. Pero eso no significa nada.

- Lily Evans. - después de haber mencionado a unos treinta estudiantes, llegó el momento para que yo pasara. Estaba muy nerviosa, nunca antes había tenido un sombrero que habla sobre mi. Aparte que todo mundo fija su mirada en ti y eso me puso muy pero muy nerviosa. - muy bien... ¡Gryffindor!

Literalmente puedo sentir todo el estómago revuelto una vez que Severus me ve con demasiada tristeza y cuando desde la mesa, todos los Gryffindors me aplauden con emoción. Muy nerviosa, pasó por el centro y voltee a ver a mi amigo, esperando que me dijera algo pero nada, entonces me fui a sentar a la mesa. Justo enfrente de los chicos molestos.

- Frank Longbottom. - el chico a un lado mio me estrecha la mano y me da la bienvenida a la casa. - espero y te guste y pases un buen año escolar.

- espero yo también eso. - dije volteando a ver a los dos chicos odiosos de la tarde y ellos se ríen.

- no sabes lo emocionado que estoy de que hayas tocado con nosotros "Lily". - me dice James, ahora que ya sabe mi nombre.- muy lindo nombre, por cierto.

- parece ser que tu amigo si ha quedado en Slytherin. - me dice Sirius y voltee a ver al fondo en busca de el y si, este ya se estaba yendo a sentar en la mesa donde todos llevaban corbata verde. - supongo que esta con su gente.

- ¿qué quieres decir con eso? - dije de mala gana y cruzándose de brazos.

- los Slytherins son casi siempre personas horribles. - el admite, levantando ambos hombros. - lo sé, créeme.

- ¿cómo lo sabes? - le pregunté.

- toda mi familia es de esa casa... toda.

Estaba a nada de preguntar el porque odia a su familia pero me di cuenta de que ese puede ser un tema muy delicado y preferí no tocarlo. Mejor empecé a comer.

- ¿tus padres en que casa estaban? - me pregunta el amigo de ellos, uno con el cabello mas claro y no tan delgado como ellos.

- um... mis padres son humanos. - dije y este suelta una pequeña risa pero James le da un codazo. - ¿qué pasa?

- muggles, tus padres son muggles. - me explica Sirius. - entonces eres la primera bruja en tu familia. - asentí con la cabeza. - interesante.

- ¿es eso algo malo? prefiero saber la verdad de una vez por todas. - dije dejando caer mi tenedor.

- no, no es para nada malo. - me dice James. - solo que... si es muy criticado aquí en el mundo mágico. 

- hay gente muy molesta, solo evítalos y punto. - dice el otro amigo de ellos, uno el cual llevaba el rostro lleno de cicatrices. - por cierto, soy Remus y el es Peter. Un placer.

- Lily. - les dije y solo sentí la sonrisa de nuevo de James hacia mi todo el tiempo. 

- eres demasiado obvio, amigo. - le dice en voz baja Sirius pero este tan solo apoya su rostro en sus manos y se dedica a verme.

- no es sorpresa para nadie el que Lily sea la chica mas bonita de todo Hogwarts. - el dice y sonreí ante ello.

- lo dudo. - dice Sirius riendo y Peter ríe con el. 

- ¿siempre eres así de idiota? - dije tomando de mi plato y cambiándome de lugar de una vez por todas. En serio no estaba para seguir tolerándolos, supuse que si pero mejor estar sola. Por ahora.

Aunque voltee a ver a la mesa de Slytherin y Severus estaba volteando hacia acá. Hice una mueca y lo saludé a lo lejos y el hace lo mismo conmigo. Vaya que voy a extrañar mucho a mi mejor amigo. 

Espero tan solo que este sea un buen año.