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Hemos pasado en efecto todo el verano juntos, Sirius y yo. Para empezar, fuimos a pasar una semana a la playa con mis padres y fue de lo más divertido porque hace tiempo que no tenía unas vacaciones familiares. Es curioso ya que nunca he salido de Inglaterra pero siempre he pensado que conocer Italia será algo muy bonito. Y relativamente cerca. Quizás algún día.
También fuimos un día a cenar a casa de Petunia y estuvo... algo bien. No lo sé, es que Vernon no es mi persona favorita en todo el mundo. Se podría decir que solamente lo tolero. Pero si hace feliz a mi hermana, no hay nada que pueda hacer al respecto. Pero Petunia ama a Sirius y me hizo muy feliz de nuevo el tener una oportunidad de pasarla bien con ella y ni pelear porque ella estaba muy feliz de vernos.
Sirius se quedó en la casa unas dos semanas y estuvimos leyendo juntos, escuchando música y viendo muchas películas. Creo que se ha convertido en nuestra actividad favorita. El ir al cine. Le presenté a mis amigos muggles, mis vecinos y también salimos con ellos al lago para pasar ciertas noches de fiesta con ellos. Básicamente ha sido el mejor verano de todos.
Ahora, Sirius había salido toda la mañana pero terminó regresando y entra a mi habitación para recostarse sobre mi cama.
- mis papás están en la casa y no se que tanto les guste verte aquí en mi cama. - me reí, sin dejar de dibujar.
- no creo que tus papás piensen que hablamos de la vida todas las noches. - le lancé una almohada en el rostro y este la retira de inmediato para intentar asomarse a ver que dibujaba. - llevas mucho tiempo con esa libreta.
- creo que he encontrado mi nueva pasión. - dije abrazando de mi libreta para que no pudiera ver lo que estaba haciendo. Y es que me daba algo de pena, nunca nadie antes había visto mis dibujos. - podría ser una artista.
- ¿te quieres dedicar al arte? Eso es fabuloso Lily, es algo nuevo. - se sienta para poder verme de frente y prestarme atención. Lo cual se me ha hecho de lo más lindo. - ¿puedo ver alguno de tus dibujos?
- tengo miedo de que no sean lo suficientemente buenos y te vayas a burlar.
- dos cosas. La primera es ¿cómo crees que me voy a burlar? Tú podrías enseñarme un monito de palitos y creeré que es la obra de arte más preciosa en el planeta. - le sonreí. - y segunda, si vas a querer dedicarte a ello, tendrás que perder la vergüenza.
- deberías ser mi modelo. - dije sin dejar de mirarlo. - quisiera dibujarte y así... enseñarte cómo me sale. ¿Qué te parece?
- ¿te apetece hacerlo en Verona? - lo miré con el ceño fruncido y luego este me muestra unos boletos de avión. Literalmente di un brinco en mi cama de la sorpresa porque no me esperaba aquello. - felices vacaciones.
- lo dices como si fuera una festividad pero no se festeja nada en julio. - Reí y tomé de los boletos para verlos bien.
- si pero, es mi regalo de mi para ti por um... porque te amo. - voltee a verlo y este no dejaba de sonreír. - porque se que es tu sueño conocer esa ciudad y quiero ser quien te lleve a conocerla.
- en mi vida podría pagarte esto. ¿Lo sabes, verdad?
- ah claro que puedes pagármelo, vas a ser una grande artista algún día y vas a ser millonaria. - me toma de la mano para levantarme de la cama. - y así podrás pagarme.
- de acuerdo, espérame unos... veinte años más. Así para cuando tenga unos treinta algo de años, pueda conseguirte ese dinero. - me interrumpe con un beso.
- no me debes nada. - sonríe. - solo empaca y nos vamos para que podamos allá visitar varios museos de arte, quizás te inspire. Estoy muy emocionado por esta nueva faceta tuya.
- Sirius.
- ¿si?
- eres realmente un amor de persona ¿lo sabías? - se que le gustó que le dijera eso, me sonríe de lo más honesto y tierno y le di un beso en la mejilla. - ¿tu has pensado que quieres hacer en la vida?
- no realmente. - admite, y levanta ambos hombros para bajar de lo altos en mi armario, mi maleta. - se que quiero estar contigo.
- linda respuesta pero... me refiero en el ámbito laboral.
- no lo he pensado si te soy honesto. - abre la maleta y me ayuda a introducir la ropa y todo lo demás. - no tocaré tu libreta si eso es lo que te preocupa. Respeto tu privacidad.
- Gracias por ello. - dije tomando de nuevo entre mis manos la libreta. - okay.
- ¿okay?
- okay.
- es un "okay" medio curioso. Lo dices como si te molestara el que no tenga una respuesta aún sobre mi futuro.
- no me molesta para nada, tan solo me llama la atención es todo. - levanté ambos hombros. - ¿qué mas da? Somos muy jóvenes para ello. Yo creo que lo mejor es distraernos y... ¿cuando sale este vuelo?
- en cuatro horas. - no me esperaba para nada aquello. - así que... a empacar.
- wow ¿desde cuando llevas planeando esto? - dije mientras metía mi ropa desesperadamente a la maleta. - ¿días? ¿Meses?
- horas, para ser más exacto. - reí ante ello y el empieza a ayudarme de nuevo. - tan solo pensé que ya casi se acaba el verano y podríamos disfrutar las últimas semanas antes de que empiecen tus responsabilidades y todo eso.
- cierto, al final si seré head girl. - dije con mucha emoción. - solo se que este año se vienen muchas cosas buenas... y luego la graduación. Y por fin libres.
- jamás en mi vida me creí imaginar escuchándote decir que deseas ser libre de Hogwarts. Tu amas la escuela.
- lo hago, si. Pero también me emociona mucho todo lo que es la vida después de clases. Lo que podría ser viajar, tener mi propia casa... mi propia familia... - no quise tocar ese tema, pero era parte de la plática sobre que me emocionaba en un futuro. Así que lo arreglé y dije más cosas. - ser artista y quizás vender una que otra pintura.
- yo te compro una pintura. - me da un beso y bajo mi maleta para ahora, hacer de la suya.
...
En mi vida me hubiera imaginado que iba a terminar pasando mis vacaciones en la ciudad de en sueño, a un lado de mi novio y ahora con esta nueva obsesión que he obtenido sobre el arte y todo lo que aspiro a futuro planteándose en esta misma ciudad. Verona, Italia es una ciudad llena de calles con una rica historia. Lo sé porque desde que tengo memoria, he leído sobre esto. ¿Cómo no iba a hacerlo? Mi libro favorito esta inspirado en esta ciudad. Un lugar que va desde la época del Imperio Romano hasta la Edad Media o el Renacimiento. Pero no es mentira, que esta ciudad es importante debido a las hermosas palabras del gran Shakespeare.
Nunca podré pagarle a Sirius todo lo que hace por mi. Y yo se que para el este es un gasto de lo mas ordinario y que ni siquiera le va a afectar en lo absoluto, pero creo que es demasiado lindo que este siendo un... "novio". Mas cuando se que es difícil para el, el compromiso y todo aquello que involucra estar solamente con una mujer.
Y ahora estamos aquí, en la ciudad de los enamorados.
- ¿y bien? ¿qué es lo que te gustaría hacer? - Sirius me pregunta una vez que nos encontramos ya en el centro de la ciudad. - yo no se mucho de aquí si te soy honesto.
- ¿podemos visitar la casa de Julieta? - junté de mis manos en forma de plegaria. - es mi mas grande sueño.
- lo que sea por ti. - me sonrojaba tanto cada que me contestaba de aquella manera, mas porque se inclinaba a darme un beso de lo mas tierno. - aparte recuerda, soy tan fanático de ese libro cómo lo eres tú. Claro que quiero conocer la casa de Julieta.
- ahí es. - dije apuntando al lugar que nos quedaba enfrente después de una larga caminata. - lo sé bien por el balcón.
- que hermoso. - este dice y yo asiento con la cabeza. - oye mira, hay millones de chicas ahí.
- si... - una vez que lo noté, dudé el entrar debido al espacio o la oportunidad de acceder pero al diablo, claro que iba a acercarme. Tomé de la mano de Sirius y corrimos a dónde mismo, donde las chicas estaban, ya sea frente a la estatua de Julieta, o mirando del balcón, o anotando sus cartas. - es que sigo sin creer que estoy aquí.
- ¿a quién le escriben cartas? - este me susurra, pero una chica alcanza a escuchar y se voltea para contestarle.
- a Julieta. - ella dice de lo mas emocionada y puedo ver como Sirius la mira con el ceño fruncido, confundido y hasta se que burlándose por dentro, por lo cual le di un codazo. - son cartas de amor. Ya se contándole como es que te han roto el corazón, pidiendo algún consejo o... simplemente agradeciéndole por lo que has encontrado.
- ¿dónde puedo conseguir algo de papel y un lápiz? - le pregunté y ella apunta a la mesa debajo del balcón. - perfecto, muchas gracias.
- no me estaba burlando, tan solo... no me esperaba aquello. Es todo. - lo miré como si no le creyera. - dame un papel.
- ¿qué? ¿vas a escribir una carta? ¿tú?
- tu Lils, si te estas burlando de mi. Eso si es burlarse. - este se ríe y me quita de las mano la hoja. - pero claro que voy a escribir una carta. Ella dijo que se le escribe para agradecerle por lo que has encontrado, y es justo lo que planeo hacer.
- ¿quién eres? - me reí y este me empuja.
- repito, tu eres la que te burlas. - se sienta en una de las bancas y lo miré a lo lejos mientras este se ponía a escribir de su carta. No estaba de mas el decir que todas, pero todas lo estaban viendo y susurrando se cosas de lo guapo que luce.
Opté por igual tomar mi pedazo de papel y hacer lo mismo que el. Siempre soñé con este momento, aunque era diferente. En mi imaginación, yo vendría aquí a pedirle a Julieta que me mandará a esa persona que fuera a ser el gran amor de mi vida. Creo que he llegado después, pero me encanta, porque literalmente estoy aquí gracias a el y agradeciéndole que sea mi compañero de vida y aventuras.
Terminé de escribir mi carta, y parece ser que el al mismo tiempo, por lo cual nos unimos de nuevo debajo del balcón para encontrarnos y entregar las cartas.
- no había captado que eres el único hombre aquí. - dije volteando a todos lados.
- quizás no todas estas chicas obligaron a sus novios a leer de esta historia. Eso tiene algo de sentido.
- te gustó.
- claro que me gustó, es arte. Y lo que me recomendarás me iba a gustar muy posiblemente. - dice doblando de su hoja para que yo no pudiera ver lo que el ha escrito. - en ese momento, solo buscaba una excusa para tenerte mas cerca que en una hora de asesorías.
- te propongo algo. - dije tomando de su mano. - escondamos nuestras cartas en otro lado.
- ¿por? ¿qué no lo importante de esto es que Julieta las tenga? esto va en contra de las reglas y eso no te hace del todo tu.
- me refiero a que... - me reí. - a que estas cartas las retiran eventualmente ¿Sabes? imagínate la cantidad de personas que vienen a dejarlas al día.
- cierto... um... - el voltea a ver a todos lados, en busca de un buen lugar. Lo cual, yo hago lo mismo. - okay, tengo una idea.
- te escucho. - me toma de ambas manos para llevarme de espaldas hasta la parte final del patio y saca su varita.
- convivir tanto contigo me hace olvidar el que tenemos magia. - le empujé el hombro por ese chiste de mal gusto. - deberíamos ponerlas detrás de este ladrillo ¿qué te parece?
- perfecto. - asentí varias veces con la cabeza. - y... - pasé mi dedo indice a mi barbilla, como si estuviera pensando muy detalladamente. - vengamos a buscarla en treinta años.
- ¿treinta años? suena como demasiado tiempo.
- tendríamos cuarenta y siete lo cual me parece una edad bastante perfecta para que yo, tenga el dinero para realizar el segundo viaje aquí.
- Lils...
- y será divertido, leerlas.
- ¿me darás permiso de leer tu carta? - este me pregunta, mientras pasa mi cabello por detrás de la oreja. - ¿de verdad?
- por supuesto. Pero solo cuando yo cumpla cuarenta y siete. Si no, no. - reímos y le di un beso, tomando de su rostro con mis dos manos. - te amo.
- yo te amo más. - me abraza de la cintura y me da una vuelta en el aire.
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