38
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Habían pasado unos días y creo que todo había mejorado. Me sentía en un momento de mi vida donde todo estaba de nuevo perfecto. Sin preocupaciones o problemas recientes. Me estaba yendo bien en la escuela, estábamos a un mes de terminar el sexto año y en parte el verano era excitante porque tenía planeado tener un viaje con mi familia que llevamos planeando desde hace tanto.
Con Sirius todo es mas que perfecto. Desde ese entonces que tuvimos nuestra muy pequeña discusión sobre lo que sería nuestro futuro, ambos hemos actuado diferente y bien para que las cosas fueran normales y dicho y hecho, todo es increíble.
En estos momentos, hoy sábado, Sirius y yo decidimos pasar la tarde juntos, por lo cual, fuimos a el río mas lejano pero igualmente dentro del castillo y decidimos pasar la tarde juntos tan solo platicando y disfrutando del momento. Compramos varios dulces y me traje un libro para leer también.
- muy bien, te tengo una confesión que hacerte. - yo me encontraba recostada sobre sus piernas, así que solamente tuve que bajar de mi libro y levantar la mirada para verlo. - bueno, no confesión pero quiero contarte algo muy secreto...
- es basicamente lo mismo.
- estas preocupada, lo puedo ver en tu mirada. - este se ríe y mejor me enderezo para estar sentada al igual que el.
- claro que lo estoy, no quiero escuchar como me confesas que te besaste con alguien mas o algo por el estilo. - el sin dejar de sonreír, tan solo me toma de las mejillas y me acerca a si mismo para darme un beso. - no es gracioso, ocupo saber de una vez ese secreto.
- de acuerdo, eso haré. Soy un perro.
- ¿perdona? - me reí demasiado en ese momento, no era lo que planeaba escuchar. - lo dices... ¿lo dices en forma de ofensa?
- no, lo digo de la manera mas literal.
- ¿cómo puedes ser un perro? - tomé una barra de chocolate y empecé a abrirla pero me detiene, haciendo que baje la mano y este se pone de pie. - Sirius, acaso tu...
- espera. - se va detrás del árbol y regresa como un perro. Un perro negro y grande, que estaba muy segura de que se trataba de el y era tan extraño tener que presenciar eso.
- por todos los cielos. - dije una vez que este se acerca a mi y empecé a acariciarlo. - me siento tan enferma haciendo esto, porque no acaricio a un perro, sino que a mi novio. El cual no puede hablar. - este, empieza a lamer de mi mejilla. - espera, Sirius. Esto es ilegal.
Se va de nuevo detrás del árbol y regresa un poco tarde debido a que se estaba vistiendo de nuevo.
- soy un animago.
- ¿por qué? ¿qué no ocupas un permiso para ello? los animagos tienen que estar registrados en la oficina del uso incorrecto de la magia en el ministerio mágico. Podrías ir a Askaban.
- ay vamos, dudo que un día nos descubran a los chicos y a mi. - pasé mi mano directo a mi boca para taparla en el momento que la abrí con tanta sorpresa. - si... James y Peter por igual.
- no puedo creerlo.
- no puedes decirle a nadie. Por favor. - asiento varias veces con la cabeza. - confío en ti mas que en nadie en el mundo, pero no quería decírtelo antes porque quizás los chicos me odien por decirte.
- me has dicho de esto y del mapa... veo que has roto toda confianza con ellos. - me reí.
- no, no toda. No te he dicho todo pero las cosas que no te he dicho son porque no me incumben. Son mas... del grupo en si. Pero esto si es sobre mi y quiero que sepas todo sobre mi.
- gracias. - sonreí ante ello. - gracias por la confianza. En serio lo aprecio mucho.
- ¿pensaste que era un perro tierno?
- por supuesto. - le empujé pero este me toma de las manos y me acerca a el para que me recueste a un lado suyo. - no se que pasa conmigo, en cualquiera otra situación yo estaría ahora mismo delatándote con la profesora ¿sabes?
- si pero me amas mucho como para hacerlo. - cierto. - no creo que puedas vivir con el hecho de que yo este en Askaban.
- prefiero morir a tener que ver eso.
- oye preciosa, tengo que regresar al castillo. - este se pone de pie de inmediato y toma de sus cosas, fue tan extraño que eso pasara de la nada. - demonios, se me ha hecho tarde.
- ¿para qué?
- quedé de ayudarle a Peter en su primera cita oficial con esa chica que de nuevo, no recuerdo su nombre. - me puse de pie detrás suyo. - voy a tener que ir a la cancha de quidditch pero...
- no hay problema, nos vemos mañana. - me puse de puntitas y le di un beso. - te amo.
- te amo mas. - sonríe y me vuelve a besar, solamente que de la manera que el sabe hacerlo, y la mejor, con alta pasión. - te amo. - repite.
- yo mas. - le dije a lo lejos y se va al otro lado. Yo en cambio, tenía que regresar al castillo.
...
Ya eran las nueve de la noche, y aproveché el que Sirius estaba ocupado para tener mi rato sola. Es algo que hace tiempo no tengo. Desde que salgo con el, paso todas mis noches en la sala de menesteres porque bueno... amo. Adoro estar con el. Pero también disfruto de mi tiempo de lectura y sin que nadie me moleste. Marlene y Mary están arriba en la habitación creo que con Dorcas y otras chicas y les dije que en un rato subiría.
Pero en ese momento, James Potter viene llegando apenas. Mi primer instinto, es voltear a ver al reloj de la pared.
- por favor, no seas una prefecta hoy y no me regañes por llegar tarde.
- no iba a regañarte. - reí y este se sienta a un lado mio en el sofá. Hasta acá olía a perfume de mujer. - veo que vienes de una cita.
- que observadora Evans. - no voltee a verlo y seguí con mi vista en el libro pero lo que si podía notar, era como el no dejaba de mirarme. La mirada era intensa, era pesada y muy evidente.
- ¿qué?
- no dije nada. - levanta ambas manos. No le vuelvo a decir nada y regreso mi vista al libro, pero claro, el empieza a hablar. - escucha, te debo una disculpa.
- no James, olvídalo. Eso fue cosa del pasado... yo ya lo he olvidado y... todo esta bien.
- lo sé pero odio que hayas que tenido que enterarte por alguien mas que por mi. - bajé mi libro esta vez, y le di mi completa atención. - lamento si actué como un idiota.
- ¿dices que lamentas haber salido con Camille solo porque yo me mostré interesada en ti? - el asiente con la cabeza. - si, eso fue algo muy idiota de tu parte.
Y ni siquiera tanto por mi, sino por ella, que no se merece eso. Es una gran chica, una muy bonita y una llena de buenas virtudes como para que James solo la usara.
- no fue por venganza, ese es un muy mal uso de palabras. - me toma de las muñecas para voltear mi torso y que nos viéramos frente a frente. - eres mi amiga, Evans. Yo no quisiera problemas contigo en un futuro.
- no los tenemos.
- pero me odias.
- casi siempre lo hago. - el me mira con mucha seriedad, esperando que yo le contestara de la misma manera. - no lo hago. Te lo aseguro.
- fue una actitud algo infantil de mi parte pero en su momento me sonó como si fuera la opción mas viable ¿sabes? ¿cómo tu pudieras sentir algo por mi? lo encontraba imposible. Estuve tratando de llegar a ese día por años y cuando llegó, yo no me lo creía que preferí tratar de... no ponerte celosa, no... pero de que en serio el verme con alguien mas te hiciera darte cuenta de que quizás si me querías o no.
- suena como un plan inteligente. - el no dice nada mas y tan solo hace una mueca. En ese instante, me acerqué a el y le di un beso en la mejilla. No se lo esperaba para nada, por como volteó a verme.- oye, has cambiado. Estoy feliz por ello. Creo que ahora eres un hombre de lo mas maduro.
- ¿en serio? - se ríe. - ¿eso crees?
- claro que eso creo. Te has dado cuenta de tu error y no solo lo admites sino que también pides perdón por ello. Eso es algo muy nuevo en ti Potter. - tan solo nos sonreímos y este se acerca mas a mi. Pasa su mano por mi mejilla y se que esta por besarme cuando cierra lentamente de sus ojos y... extrañamente una parte de mi quería, por mera curiosidad, dejarse besar. Ver que era lo que sentiría yo ante ello. Pero fue de inmediato como decidí que no fuese así, y me hice para atrás. - no.
- Lily...
- James, hay algo que tienes que saber. Algo que tengo que decirte desde hace mucho tiempo. - pero no era mi lugar. En todo caso, creo que sería Sirius quien quisiera decírselo.
- ¿qué es?
- ¡Lily! te necesito urgentemente. - Marlene viene bajando las escaleras de lo mas rapido y me toma de la mano para llevarme con ella. - por favor, ocupo a mi mejor amiga.
- ¿todo bien? - le pregunté al verla tan alterada. - ¿qué pasó?
- nada grave pero ocupo contarte de Dorcas. - alcé las cejas sorprendida y cuando me volteo para al menos despedirme de James, ella me jala y nos vamos por las escaleras.
...
CAMILLE POV
No podía creer lo que acababa de ver. Quise ir a despedirme de James después de haber tenido la mejor cita de todas. Todo estaba siendo perfecto, al menos eso creí pero llego y me tengo que esconder en la entrada para que no me viera porque estaba justamente con Lily. Mi mas grande inseguridad por siempre, la chica por la cual James babeaba años enteros y que me agrada lo suficiente como para no poder odiarla.
Pero ahora, veo como ella le da un beso en la mejilla y luego veo, como el la toma entre sus manos para besarla y no quise ver mas. Me voltee y luego me fui. Aparte que escuché como ella dijo "¿dices que lamentas haber salido con Camille solo porque yo me mostré interesada en ti?". Me dieron unas ganas inmensas de llorar. ¿Cómo ella sabía eso y no me lo dijo? Prefirió decirme que si me animara con James y que saliéramos de nuevo.
Estaba destrozada. Y ocupaba terminar esta relación lo mas pronto posible. Por ello al día siguiente, estaba caminando por los pasillos, para llegar al gran comedor cuando James me detiene.
- buenos días. - sonríe, se acomoda las gafas y se inclina para darme un beso pero le detengo con mi mano en su boca. - ¿malos días entonces?
- quisiera que termináramos. - el me mira con el ceño fruncido. - no quiero salir contigo desde ahora.
- ¿cómo por? - me toma de la mano y me lleva a la orilla del pasillo para que no estorbáramos, aparte, era mas privado. - ¿qué pasa?
- ¿saliste conmigo solamente porque Lily se mostró interesada en ti?
- no, no fue así. Las cosas no fueron así. Tu ya me gustabas y mucho y cuando empezamos a hablar, creí que era mi momento para tener a mi primer novia y...
- "primer novia" - lo interrumpí. - parte de tu historia pero no tu final. Tu piensas que tu final es Lily ¿no es así? - se tarda en contestar pero termina haciendo lo.
- lo pensaba.
- la sigues queriendo, James. Ayer te vi como es que estabas por besarla y no quiero saber si si pasó...
- ¡no pasó!
- ¡pero hubieras amado que fuese así! - grité lo suficientemente algo como para que varios voltearan a vernos. - jamás has dejado de quererla, en verdad soy una tonta.
- lo que siento por Lily es muy diferente.
- la amas. - no me contesta. - piensas aun que será tu esposa y que tendrán esa vida de en sueño no es así. - no me contesta de nuevo pero voltea a verme y hace una mueca. Y no aguanté mas, tan solo le di una cachetada. - felicidades James, tuviste una primera novia.
- Camille... - me intenta tomar de la mano pero me suelto.
- Lily y Sirius están saliendo por cierto. - cuando dije eso, el se queda congelado, no se mueve pero me mira con mucha confusión. Como si no me creyera en lo absoluto pero como si igual le causara mucha curiosidad el tema. - son novio y novia desde que el semestre inició. Lo se porque ella me lo confesó y lo se porque le vendí una prueba de embarazo.
- ¿qué? eso es imposible. - James ríe. - muy imposible, Lily jamás en toda su vida se fijaría en Sirius y el mucho menos en ella, sabiendo lo que importaba para mi. Y Sirius no tiene novias.
- ¿qué haces aquí muriendo te de la curiosidad conmigo en vez de irles a preguntar? - no me dice nada, tan solo se queda pensando y me voy de ahí.
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