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Ya nos encontrábamos de regreso en el castillo, y pareciera que todo sería perfecto. ¿Cómo no iba a serlo? Acababa de pasar la semana más bonita, a un lado de mi familia y mi novio. Básicamente las personas más importantes en mi vida. No me había sentido tan feliz en mucho tiempo y creo que eso debe decirme que estoy viviendo, genuinamente, el mejor momento de mi vida ahora. Pero en estos momentos... estoy perdiendo la cabeza. Porque no ha llegado mi periodo, y yo nunca suelo atrasarme. Nunca. Y vamos, no es demasiada coincidencia que esto suceda justo cuando decido pasar la noche con mi novio sin tener que usar ningún preservativo. Mi más tonta decisión hasta el momento.
Desde que tengo memoria, yo suelo ser meticulosa en todo. Trato de hacer las tareas el mismo día que se encargan, que odio la presión de lo que es tener que hacerlas en la noche a las doce para evitar que mañana me regañen por no hacerla. Suelo escoger que usar una semana antes cuando se que tendré una fiesta importante y si quiero regalar algo, por igual lo checo con tiempo para estar muy segura de que será lo más bonito que pueda recibir. Y así funciona con todo, lo estudio, lo analizo y lo pienso antes de hacerlo.
Solo no ha pasado en ciertas situaciones y cada una de ellas involucraban a Sirius. Y eso no es su culpa, para nada lo es. Pero demuestra lo vulnerable que puedo llegar a ser cuando se trata de él. Lo mucho que me importa, que me hace bien y que por eso, cada idea tonta que llegue a mi, va a ser una buena idea porque lo involucra a él. Y ahora lo recuerdo a la perfección, yo fui la que dije y hasta le rogó porque así fuera. ¿Qué esta mal conmigo?
- ¿ya acabaste? - Marlene me pregunta, una vez que me tarde unos diez minutos en el baño. - vamos, tenemos que llegar a clase de herbología.
- um... creo. - salí del baño y es que, solamente tardaba porque ocupaba mi espacio para pensar y saber que hacer. Pero en el momento en el que yo salí del baño, ella lo supo. - todo bien.
- quieres una prueba de embarazo. - Ella me dice. - conozco esa cara, créeme. La he visto muchas veces.
- ¿en quien?
- en mi. - me da una palmada en la espalda y la verdad, es que no estaba consciente de que tuviera una vida sexual tan activa. Prefiero no saberlo. - tu vives entre muggles, te es más fácil conseguir una.
- oh si claro, déjame le escribo a mi mamá y le digo que me mande una. - dije con sarcasmo. - o a Petunia. Estoy segura de que estará tan orgullosa de mi porque yo sería mamá antes que ella.
- okay, okay, no es una buena idea. Lo entiendo. - pasa sus manos por su rostro pero parece que alguna idea le ha llegado, porque se emociona y da un brinco. - tengo una idea.
- te escucho.
- el idiota de tu novio debería pagar la prueba, se que no se quien es pero debe ser un idiota por cogerte sin condón. - no se como explicarle que yo fui la idiota aquí. - conozco a alguien quien nos la puede conseguir.
- ¿en serio? ¿Quien?
- Camille. - de todas las personas en el mundo, no esperaba que fuese ella quien vendiera eso. - me ha conseguido algunas. Ella vende muchas cosas.
- ¿en serio? No tenía idea.
- bueno, nunca habías ocupado una ¿o si? - negué con la cabeza. - ¿has pensado en la idea de tener hijos al menos?
- pues... si. - sonreí. - pero no ahora, al menos una vez que me haya graduado. Es muy pronto. Y no se si...
- ¿si qué? ¿Si ti novio quiere ser padre? - asentí con la cabeza y ella solamente se encarga de reír. - estoy seguro se quien fuera, se haría caso del niño, Lily. La gente no es tan horrible como tú piensas. Aparte en teoría, este chico te ama. Sale contigo por algo. No es como que estes saliendo con Sirius Black que en su vida se haría cargo de una chica embarazada. - Ella sigue riendo pero yo no. No me gustó para nada su comentario. Me hizo enojar.
- bueno ¿que no eres tú la que no ha dejado de decir que quiere estar con el? - me crucé de brazos.
- claro, es precioso. - puse los ojos en blanco. - ¿pero como novio? Algo imposible en mi opinión.
- podría sorprenderte. - dije y me voltee para irme. Se que quizás me vi muy obvia en ese momento pero no me importaba mucho. Eso era lo que menos me importaba ahora.
- ¿sales con un mujeriego a caso? - Ella me sigue. - pudiste haber empezado por ahí, no tenía idea que tu novio fuera un coqueto y todo eso.
- ¿novio? - James se muestra junto con Peter , para mi muy mala suerte y nos detiene. - ya Lily, tienes que dejar ir a ese novio que tienes.
- ¿por? - Marlene pregunta mientras abraza de los hombros de James. - ¿apoco ya se ha arrepentido El Niño?
- ¿qué? - pregunté. No podía creer que estaba escuchando esto y lo peor, que me importaba saber la respuesta.
- Marlene. - el le dice y le tapa la boca para que no sigue hablando. - no le hagas caso.
- en cuanto James se enteró de que tú sentías cosas por el, fue cuando empezó a salir con Camille. - dice Peter. - lo sabías ¿no?
- no. - dije y por alguna razón, me dolió escuchar eso. - ¿sabías como me sentía respecto a ti y por venganza saliste con alguien más?
- no fue así, juro que no fue así. - James se voltea para darle un golpe a Peter y este se soba de inmediato. - no fue por venganza.
- realmente no me importa, Potter. - si me importaba, a decir verdad me dolía un poco pero no era mi principal problema el día de hoy. Así que ignoré a todos ellos y me fui de ahí. Necesitaba mi propio espacio y pensar bien las cosas.
Aunque a la persona que más ocupaba en estos momentos, era a Camille y no podía encontrarla. Pero gracias a todos los cielos, ella estaba por entrar a la clase de herbología, donde yo también tendría que estar. Así que la detengo, tomando de su brazo, algo agresivo pero, necesitaba detenerla antes de que entrara al salón y todo el mundo viera que le pedía exactamente una prueba.
- ¿todo bien? - Ella me pregunta confundida. - puedes soltarme.
- perdona, estoy algo desesperada. - suspiré hondo. - ocupo que me vendas algo. Por favor.
- nunca creí que Lily Evans fuera a pedirme marihuana. - se ríe y voltee a todos lados en busca de personas para ver si escucharon eso. - ¿quieres galletas? Porque también tengo pasteles y...
- quiero una prueba de embarazo por favor. - Ella se queda boca abierta y de nuevo, James nos alcanza. Pero el hombre no es tonto, el sabía perfectamente que hacer. Venía para pedirme disculpas pero en cambio, al ver que estaba con su ex novia. Habla con ella.
- Camille, hola. - el le dice mientras se acomoda las gafas.- ¿como has estado?
- de maravilla. - y obviamente, ella muy enamorada aún de él, lo ve con ojos de corazón. - ¿tienes entrenamiento al rato?
- si, yo...
- hablas con ella al rato. - empujé a James dentro del salón y ella me mira molesta.- te gusta, tú le gustas, invítalo a salir de nuevo y ya está.
- estaba teniendo una muy buena conversación con el, Lily. Y lo arruinaste. - Ella se pasa las manos a la cadera. No se como explicarle que James solamente se acercó porque me quería pedir disculpas. - okay, toma tu prueba.
- ¿cuanto te debo? - la dejé dentro de mi túnica para que nadie más la viera.
- te la regalo. - Ella sonríe.- me has dado el valor que necesitaba y voy a invitar a James a salir de nuevo.
Que extraño.
- les deseo lo mejor. - dije y me voltee para irme corriendo al baño pero en ese momento, ahora, solo faltaba que Sirius se mostraba y choqué contra el. Quien iba con Remus. - hola.
- hola. - este me sonríe y de la manera más bonita, tanto que por primera vez en este corto periodo de minutos, por fin me sentía tranquila, feliz y relajada.
- entraré a clase. - Remus dice y se va, Camille va detrás suyo y Sirius aprovechando que no hay nadie cerca, me toma de las mejillas y está por besarme cuando lo detengo.
- necesito hacerme una prueba de embarazo.
- ¿qué? - este me suelta de inmediato y cierra detrás suyo la puerta del salón para que nadie más escuche. - ¿lo dices en serio?
- hay una muy grande posibilidad de que tengamos un hijo. - dije nerviosa, de solo pensarlo me daba asco y ganas de vomitar. - ¿que piensas?
- pienso que... - no dice nada, tan solo me mira, mientras en su mente seguramente trata de pensar en que decirme. - hagamos la prueba y veamos qué pasa.
- pero, de ser positiva ¿que pasará?
- no entiendo tu pregunta.
- Sirius, escúchame bien. Quiero saber que piensas. Se que tú no querías tener hijos pero ahora que pienso en la posibilidad... no me parece tan... mal.
- ¿tu si quisieras? - me acaricia las mejillas. - ¿tu si te ves como madre ahora? ¿A esta edad?
- no es lo que más me emocionaba en mi vida pero... sería muy feliz estando a tu lado. Tú y yo casados... con un hijo. Sería algo muy bonito. - sigue sin decir nada. - ¿verdad?
- no.
- ¿no? - me crucé de brazos. - ¿no piensas eso?
- ya lo sabías, Lils. No, no quiero tener hijos. No quiero casarme. No es lo que más me emociona en la vida. ¿Por qué es tan malo eso? No tenemos porque tener los mismos sueños.
- ¿me estás preguntando en serio que es lo que tiene de malo? - estaba empezando a enojarme mucho. - tal vez que, ahora qué hay una muy grande posibilidad de que sea así, tú no quieras.
- podemos darlo en adopción... - le di una cachetada en ese momento y ni se tomó el tiempo de voltear a verme. Se que estaba apenado ante ello.
- reitero los dicho, si es muy mala idea tatuarte algo por un idiota.
- Lily...
- tengo clase. - abrí la puerta y me metí para poder tomar de la clase. Marlene y Mary estaban esperándome y Remus por igual. Estoy seguro de que ya se enteró por Marlene y quiere regañarme y no estaba pasa eso. Así que me moví para sentarme en otro lado.
En la parte de atrás estaban James y Camille rise y rise, casi abrazados y ella dándole besos en la mejilla pero tan solo me muestro y la sonrisa de James se borra y se muestra menos cariñoso. Realmente no me importaba nada que tuviera que ver con ellos dos. Así que me senté detrás de ellos y abrí mi libro.
Sirius Claro, entró también a la clase y se fue a sentar en el lugar que iba a ser para mi. Con Remus a un lado y Marlene al otro. No estaba para nada de humor para poner atención en clases pero ocupaba hacerlo. Era importante y no pensaba que me fuera mal en clases solo porque estoy teniendo un pequeño problema.
Pero todo el tiempo estaba volteando a verme, y se que eso podría a llegar a ser algo obvio por lo cual, nunca le regresé la mirada. Veía como Marlene le hablaba y obviamente le coqueteaba extremadamente pero para este momento, eso no era un problema mas. Tenía preocupaciones mas grandes.
Fue por eso que me salí en medio de la clase y me fui al baño. Tenía que acabar con esta duda de una vez por todas. Tenía que saber si estás preocupaciones eran adecuadas para la situación o yo tan solo me estaba haciendo ideas a lo tonto. Nunca antes había usado una prueba, obviamente. Y tengo entendido que son bastante nuevas. Porque mi madre tenía que hacerse exámenes de sangre. Todos los muggles lo hacen. Pero creo que aquí en el mundo mágico con una prueba es suficiente.
La envoltura dice que me pinche el dedo y que con mi sangre se sabría en cuestión de segundos. Okay, algo parecido a la de los muggles solo que esta es más rápida. Veamos qué tal.
Estoy lista.
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