En una vida normal.

Un día, en una vida normal sin demonios que atormenten nuestras consciencias, estaríamos tú y yo mirándonos a los ojos. Te estarías burlando de mí y la magnífica prenda que me puse solo para salir contigo. Murmurarías mi nombre encantada de tenerme cerca, porque cada día te enamoro más a pesar de que lo ocultes. Yo suspiraría por esas tontas burlas y evitaría mirarte a los ojos porque mi orgullo no me deja pensar en que tú podrías cautivarme con tan solo una mirada; aunque ya lo hubieras hecho cien años atrás.

    Me observarías de reojo en cada clase que tuviéramos, a pesar de saber que soy tu profesor de universidad. Sonreirías de verdad y no por la furia que te llena.

    Yo estaría junto a Sabito riendo sin saber cómo parar por su nueva ilusión con esa conquista y tú hablarías con Rengoku sobre temas que nunca he entendido. Reiría, cosa que no he hecho desde hace años en esta soledad, y tú hablarías con él, algo que solo una vez llegaste a hacer en toda tu vida de pilar, sé que te arrepentiste de restarle importancia a tu admiración cuando te enteraste de su muerte; yo estaba lejos de ser algo tan grande como lo era ese hombre.

    Ambos tendríamos a nuestras familias vivas y nadie me odiaría. Podríamos mirarnos por los pasillos de la universidad sin temor a que sea la última vez. Saldríamos a cenar y no deberíamos alertarnos por nada. Te besaría en los labios sin temor de algún día solo encontrármelos pálidos a causa de tu veneno.

    En otra vida, tú, Kocho Shinobu, no hubieras muerto sin que yo entendiera tus sentimientos.

    En otra vida, yo no estaría redactando una carta de arrepentimiento que finalizaría con mi suicidio.

    En otra vida pude corresponder a tu amor. Ambos somos felices.

    Pero en esta tus mariposas alivian mi dolor y se tragan mi pálido cuerpo. Yo no pude salvar siquiera a Tanjiro... Así que rezo por otra vida más.

    Lamento que la luna haya ocultado tus sentimientos de mí y sea la cómplice de mi humillante muerte en soledad que solo necesitará un sorbo de veneno y así lograré desaparecer entre recuerdos de un amor que nunca tuvimos.

    "Hoy la luna está hermosa"