012.
Horas antes.
Yoongi sentía toda la tensión sobre sus hombros ante aquellas dos personas frente a él contando su dinero, ante el lugar donde estaba y lo que estaba haciendo; aunque sabía disimularlo bien y parecer como si nada le importaba, la ansiedad lo estaba atacando. No es la primera vez que lo haces; se decía así mismo una y otra vez, pero aún así, no funcionaba en lo absoluto.
No quería estar ahí, nunca quiso.
Siempre era lo mismo y no importaba cuántas veces más lo haría, nunca se acostumbraría y jamás se iba a sentir seguro aunque él fuera el dominante.
— Es todo, no falta ni un centavo.— Dijo el más alto, tan desesperado.
— Tranquilo, grandote.— Yoongi sonrió burlón. Extendió su palma, el chico dejó los billetes sobre ella, Yoongi cerró su puño y después llevó el dinero a sus bolsillos.
Del bolsillo interior de su chaqueta sacó dos pequeñas bolsas de plástico con la mercancía dentro y se las entregó.
— ¡Mierda!— Exclamó el otro en el momento que las sirenas de las patrullas se escucharon.
Yoongi miró en dirección al oeste, por donde las luces azules y rojas se avecinaban. ¡Puta madre! Apretó las pequeñas bolsas para que los chicos no la tomarán.
— ¡Golpéenme!— Ordenó, ellos se quedaron en shock.— ¡Háganlo y huyan!
— Pe-pero...
— ¡Ahora!— Y antes de que Yoongi pudiera hacerse a la idea, uno de ellos le había estrellado su puño en la nariz.— ¡Mierda!
— ¡Tú dijiste!
— ¡Tengan su porquería y salgan de aquí!— Les tiró las bolsas, los chicos las tomaron del suelo y salieron corriendo.
Yoongi aún tenía tiempo.
El parque donde estaban era muy oscuro, más a esa hora, los clientes se perdieron rápido entre los frondosos árboles. Yoongi se dejó caer a la tierra, vio la distancia de los policías, quienes apenas bajaban de la patrulla, así que aprovechó y metió el dinero dentro de su pantalón sin crear bultos. Tomó su nariz, haciendo un desastre con la sangre que salía y su actuación empezó.
— ¡Arriba las manos!— Gritó un policía.
— ¡¿Cómo que arriba las manos?!— Yoongi bramó, aún remoliniándose en el piso.— ¡Esos malnacidos me asaltaron!
Uno de los uniformados llegó a su lado.
— ¿Te asaltaron?— Preguntó mientras lo ayudaba a sentarse.— Alza la cabeza, así la hemorragía se detendrá.
Yoongi así lo hizo.
— Se llevaron mi billetera.— Mintió, ésta estaba en el auto, aparcado en el lugar con más luz de todo el parque.
— ¿Qué haces a esta hora en este lugar?— Cuestionó el otro policía. Ese es el malo.
— Apenas pasa de media noche, no es extraño que esté aquí.— Yoongi contestó con desdén.— Seúl apenas despierta a esta hora.
— Es un parque donde suelen venir a drogarse, apuesto que no sabías eso.
— De hecho no, señor.— Lo pusieron de pie y Yoongi trató de ocultar su nerviosismo cuando empezaron a revisarlo. Por suerte su voz era segura.— Me estoy quedando con un amigo que vive cerca. Vine a inspirarme un rato.
— ¿Inspirarte?— Casi se burló.
— Soy músico.— Pendejo. Ahora las manos de Yoongi empuñadas.— Mi studio se llama Genius Lab, digo, por si quieren una canción.
— Claro, chico.— Dijo el policía bueno.— De todas maneras tendrás que acompañarnos, has sido víctima y tienes que declarar.
*
Sunmi movía su pie con impaciencia, esperando que la aplicación de Uber cargara y a su vez, alerta de Songkyu; si él estaba despierto aún, sería su fin. Entonces lo recordó, el sindicato de taxistas había ganado la demanda en contra de Uber y la empresa había cerrado en Corea. Lo había escuchado en las noticias esa mañana. ¿Cómo había llegado Jungkook esa tarde entonces? No importaba.
Apretó los labios, guardó el celular en el bolsillo de la sudadera grande que se había puesto y salió corriendo por toda la calzada. Era un barrio abierto, la avenida más transitada, la avenida Hyukbo, estaba a tan sólo tres calles arriba de su casa. Aún había autos pasando, Sunmi se apoyó en sus rodillas y respiró hondo. Levantó la cabeza de nueva y se dispuso a parar el primer taxi que pasara. Era obvio que el servicio de autobuses ya estaba cerrado, un taxi era su única esperanza y por suerte en ese momento uno se acercaba.
Levantó su mano y la agitó, en ese instante el taxista captó su atención.
— A la Comisaría Oeste, por favor.— Pidió en cuanto subió al auto.
— Señorita, ¿se encuentra bien?— Preguntó el señor preocupado, ya andando por la calle.— ¿Pasó algo?
Entonces Sunmi se dio cuenta que estaba muy alterada.
— Lo estoy.— Sonrió.— No se preocupe, no me hicieron nada.
El taxista asintió y no dijo nada más. Sunmi aprovechó para contar todo el dinero en efectivo que tenía, pues sabía que las fianzas sólo se pagaban en efectivo, Hoseok se lo había comentado. Y a su vez muchos escenarios de lo que Yoongi pudo haber hecho pasaban por su cabeza.
Negó con la cabeza.
Espero esté bien.
— Llegamos.— El taxi frenó frente a la puerta del edificio. Sunmi le pagó al taxi y se bajó casi corriendo.
Estaba muy tranquilo, unas cuantas personas en la sala de espera, policías pasando por ahí con sus tazas de café. Sunmi fue directo a la recepción, el oficial en cargo le sonrió. Era joven, seguramente un recién graduado de la academia de policías.
— Buenas noches.
— Eh, sí, buenas noches.— Ella saludó torpemente.— Recibí una llamada, ¿tienen a Min Yoongi aquí?
— ¿Pelinegro, malhumorado?
— Ese mismo.— Sunmi suspiró al asegurar que estaba aquí.
— Sígueme.
El policía se puso de pie y salió de la recepción, Sunmi tras él. Entraron por el pasillo que estaba al lado de la sala de espera y pasaron por varias puertas que eran oficinas hasta llegar a la del final, la cual tenía el letrero de "Doctor" en ella. El chico giró la perilla y abrió ésta, Sunmi lo primero que alcanzó a ver fueron dos uniformados de pie, viendo un punto en común, la puerta se abrió por completo y la pelinegra vio a Yoongi, sentado en una silla con despreocupación y rostro aburrida. ¿En serio?
Las tres personas miraron en dirección a la puerta.
Yoongi se incorporó al ver a Sunmi ahí parada. Mierda, sí vino... Se le había permitido una llamada y la había, según él, desperdiciado en ella. Ya se había hecho a la idea de dormir en la comisaria esa noche. Pero ella está aquí. Como era de esperarse, no estaba feliz y después de confirmar que él estuviera presente, en lugar de sentirse aliviada, estaba molesta.
Sunmi y Yoongi se quedaron viendo a los ojos como si no hubiera nadie más ahí.
— ¿Usted es Park Sunmi?— Un oficial que estaba con Yoongi habló. El policía malo.
— Así es.— Rompió el contacto visual y miró a las personas a cargo.— ¿Qué hizo?
— Él nada.— Comentó el otro.— Lo asaltaron.
La pelinegra retrajo el rostro y miró a Yoongi rápidamente, hasta ahora notaba que tenía gasa en su nariz.
— ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?
— Hace unas horas, en un parque que es diariamente monitoriado porque suelen vender y consumir droga ahí.— Sunmi fulminó a Yoongi con la mirada sin ningún disimulo.— Parece sospechoso, pero no hay pruebas suficientes y bueno, al final él es la víctima.
— Lo trajimos aquí porque fue atacado, tenía que declarar y fuiste notificada porque ante la ley no está en condiciones de dejar este lugar por su cuenta.— Terminó de explicar el policía bueno.
— ¿Le hicieron una prueba de dopaje? ¿Alcohol?
— ¡Sunmi!— Yoongi por primera vez habló y lo hizo para quejarse, ella lo mató con los ojos.
— Cállate.— Ordenó y volvió con los oficiales.— ¿Y bien?
— Como dijimos antes, él es la víctima. No tenía caso hacer tales pruebas, pero podemos hacerlas, si gustas.
— Háganlas, por favor.— Sunmi asintió y fue a sentarse al lado de Yoongi, manteniendo su distancia y siendo dura.
— Está bien.— El policía se puso de pie y cruzó todo el consultorio hasta llegar a una puerta que estaba en el otro extremo. Los consultorios estaban conectados y el doctor en turno se encontraba al lado.
— Pero,— El otro policía miró a ambos.— ¿estás consiente que si las pruebas dan positivas, él tendrá que pasar la noche aquí y pagar fianza? Incluso puede ir a juicio.
— Lo estoy.
Yoongi se giró a verla, ella la ignoró y miró al policía de la puerta, le asintió y el uniformado entró por la puerta. Entonces Sunmi miró a Yoongi, él se mantenía duro también. Lo conocía, el cuento de que lo habían asaltado no era del todo creíble, no para los policías, mucho menos para Sunmi.
No decían nada, sólo batallaban para ver quién podía tener la faceta más intransigente.
— ¿Sunmi?
Los dos pelinegros vieron en dirección de la nueva voz en el consultorio. Maldición, pensó Sunmi. Yoongi frunció el entrecejo al ver que el doctor le sonreía a Sunmi; le molestaba más eso a que estuviera punto de ser sometido a pruebas de salud. No era un viejo como Yoongi esperaba, era un chico, atractivo y aparentemente conocía a Sunmi. ¿Qué mierda?
— Hyunggu, qué sorpresa...— Sunmi se puso lentamente de pie.
— ¿Lo conoces?— Yoongi susurró entre dientes, ella lo miró rápido y volvió con el doctor.
Kang Hyunggu, estudiaba medicina también, sólo que él iba en un semestre más avanzado que Sunmi y ya había empezado sus prácticas. Era uno de los mejores amigos de Hwitaek, por eso lo conocía y se podía decir que eran amigos también. Nunca imaginó que su guardia sería en la comisaría, mucho menos que se lo encontraría.
— El sorprendido soy yo, no me digas que las pruebas son en ti.— Bromeó, Sunmi sonrió y negó con la cabeza.
— A él se las tienes que hacer.— Hizo un ademán con la cabeza hacia Yoongi.— Haz lo que tengas que hacer.
— Claro.
El doctor le pidió a Yoongi que se pusiera de pie y que pasara a sentarse en la camilla que estaba ahí. Sunmi volvió a tomar asiento y observaba todo con cuidado. Primero le hizo un chequeo de vista, ojos, nariz y boca, también oídos. Después sacó el kit de agujas y procedió a sacarle la cantidad apropiada a Yoongi, quien no movió ni un músculo cuando lo picaron con la aguja. También midió su nivel de alcohol con el alcoholímetro.
Se recostó y el médico dijo que iría al laboratorio, volvería con los resultados en unos minutos. Los policías estaban hablando de una banda de ladrones que habían estado persiguiendo, ni siquiera le prestaban atención a Yoongi o Sunmi. Ella se puso de pie y fue con Yoongi.
— ¿Estás contenta?— Preguntó enojado.— De verdad me asaltaron.
— Qué bueno que estás bien.— Fue lo único que respondió ella. No quería discutir.
Hyunggu volvió después de 20 minutos los cuales parecían horas, entró con dos hojas de papel los cuales eran los resultados. Sunmi se acercó a él.
— Buenas noticias.— El chico sonrió.— Al parecer sí consumió alcohol, pero eso fue por la tarde según el nivel mínimo que lleva, y sobre el consumo de sustancias ilícitas...— Sunmi miró a Yoongi, él la miraba neutro.— Está limpio.
Sunmi volvió a respirar de nuevo. Se giró a Hyunggu de nuevo y sonrió. Desde la camilla se escuchaba movimiento, Yoongi estaba bajando de ella.
— ¿Puedo verlos?— Se refirió a los resultados, el chico se los tendió, ella los tomó y leyó cuidadosamente todo lo que venía ahí.— Gracias, Hyunggu.
— Puedes llevártelo ahora.— Dijo un oficial, los dos ya estaban en la puerta, listos para irse.— Y dile a tu noviecito que no ande en lugares como esos.
— Lo haré.
Finalmente los oficiales se fueron. Hyunggu estaba limpiando toda su área de trabajo, Sunmi lo ayudó mientras Yoongi tomaba sus pertenencias y la ficha con su información que estaba en el escritorio, también acomodaba sus ropas y cuando no tenía nada más qué hacer, se quedó recargado en la puerta viendo con recelo a esos dos.
Sunmi comenzó a despedirse de su amigo y una vez más a agradecerle.
— Te veo mañana, mejor dicho, hoy, en la escuela.— Hyunggu sonrió, Sunmi ya estaba en la puerta junto con Yoongi.— Pórtate bien.— Le dijo a Yoongi, la sangre de él hirvió.— Adiós, Sun.
— Adiós, Hyunggu.
Y salieron de ahí.
Yoongi se pegó a Sunmi, caminando a su lado sin tener un milímetro de distancia.
— Dame una buena razón para no regresar y golpearlo por lo que me acaba de decir.
Sunmi lo miró como si fuera un loco.
— Es el médico de la policía ahora, ¿tan idiota e inmaduro eres?
Salieron de la comisaria, Sunmi le robó a Yoongi las llaves de un movimiento y presionó el botón de los seguros. Las luces del Charger parpadearon y dirigió sus pasos en aquella dirección. Sin decir nada, ella fue al lado piloto y él sin protestar, al copiloto. Entraron al auto, Sunmi por un momento sintiéndose cálida por ese aroma tan familiar y hogareño del auto que hace tiempo no lo había sentido. Lo extrañaba mucho.
Sunmi salió del estacionamiento con lentitud, apenas logrando controlar los cambios del auto. Yoongi sonrió burlón.
— Yo puedo conducir si tanto te está costando.— Comentó con los mismos aires bromistas y pesados.
— Cierra la boca.— Dijo entre dientes. Tenía tiempo sin conducir un auto manual y eso era porque el único que manejaba era el de Yoongi.— Te recuerdo que ante la ley no estás en condiciones. Además...— Sunmi casi hierve del coraje, el motor se había apagado en ese momento por no meter el embrague a tiempo.— Mierda.
— Al parecer tú tampoco lo estás, cariño.
— Ya basta.— Ordenó ella, pisó el embrague y el freno, giró la llave y el Charger cobró vida de manera brusca.— En serio, ya basta.— Metió primera y en poco tiempo segunda, acelerando por la calle.— Te metes en problemas, me llamas en la madrugada y sigues comportándote como un imbécil, ¿tienes conciencia?— Lo miró rápidamente.— ¡Maldición Yoongi, salí de casa sin bra!
Yoongi tragó duro a causa de esa información y dio un rápido recorrido al cuerpo de Sunmi. Tenis casuales, jeans ajustados y esa campera grande que la sacó del apuro. Ahora quería verla sin nada. La vista era agradable, pero puede ser mejor.
— ¡Me asaltaron, Sunmi!— Exclamó como si ella fuera una estúpida y no entendiera.
— ¡Oh por favor! ¿Y tu billetera? ¿Tus llaves? Y no me digas que no llevabas nada de eso, tú ni siquiera cargas dinero en los bolsillos.
— ¿Qué dices?
— Digo que jodidamente no te asaltaron. Algo hiciste. ¿En qué te has metido?
— ¿Y esto qué?— Yoongi señaló su nariz vendada.— Me atacaron.
— Te conozco, Min Yoongi.— Lo miró rápido.— ¿En qué te has metido? ¿Qué hacías en ese maldito parque?
— Caminar. Tomar aire. ¿Eso es extraño?
— En ti sí.— Afirmó. Yoongi retiró su rostro, viendo por la ventana ahora con loa labios fruncidos porque estaba molesto.— Si tú no me dices, no sé cómo pero sabré en lo que estás metido.
— Pierdes tu tiempo.
Sunmi no dijo nada más. Con el paso del tiempo las calles eran más conocidas para ella, estaba por llegar al edificio donde vivía Yoongi. Por esa noche había sido suficiente, quería volver a casa y dormir por lo menos una hora antes de ir a la escuela. Bajó por la entrada al estacionamiento subterráneo y en donde estaba la vigilancia, ingresó el código de Yoongi sin ningún problema, las puertas metálicas se abrieron y ella avanzó.
Llegó al cajón habitual de Yoongi, apagó el auto y bajó de éste. El chico también lo hizo y cuando ambos estuvieron fuera, Sunmi le lanzó las llaves en el aire, él las atrapó sin problemas.
Empezaron a caminar y Sunmi empezó a alejarse para ir a la salida.
— ¿Adónde crees que vas?— La voz de Yoongi hizo eco, Sunmi no frenó.
— A casa de mamá.— Dijo sin apuro.— No hay nadie y siquiera recuerdo haberla cerrado.— Siguió caminando hasta que sintió como la mano de Yoongi tomó la suya.— Suéltame.
— Ni lo intentes.— Sentenció él al notar el deseo de romper el contacto por parte de ella.
— Yoongi, tengo que irme. Ya estás en casa así que no jodas más. Me voy.
Casi arrancó su mano de la de Yoongi, metió ambas en el bolsillo del suéter y siguió caminando. Ni dos pasos dio cuando Yoongi ya la había frenado de nuevo.
— Pasan de las 3 AM, de verdad estás tonta si piensas que te dejaré ir sola a esta hora.
— Volvamos a jugar el papel donde no te importo en lo absoluto, ¿vale? Ahora me voy.
Se giró, pero él fue rápido y se puso frente a ella. Sunmi pateó el piso.
— Park Sunmi, estoy siendo serio.
— Yo también, Min Yoongi.— Retó.— Tengo que volver a casa. Estás loco si crees que pasaré aquí la noche.— Lo miró directamente a los ojos, la chispa de adrenalina brotó en Yoongi.— He terminado aquí.
Se hizo a un lado y empezó a caminar hacia la puerta. Yoongi la detuvo nuevamente. Esta vez, tomó su mano y tiró de ella con fuerza, haciendo que ella choque con él y gustosamente la recibió en sus brazos. Pudo sentir su carencia de ropa interior contra su pecho y sonrió como niño pequeño que acababa de conseguir lo que quería. Oh, cariño.
— Ya te dije que no irás sola.— Miró hacía abajo para verla.
— ¡Tengo que volver a casa!— Exigió ella.
— Está bien.
— ¿Qu-— Ni tuvo tiempo de terminar, de un segundo a otro Yoongi la había elevado en el aire y ahora la cargaba en su hombro. Sunmi estaba en shock.— ¡¿Qué haces?!— Yoongi no contestó, él estaba volviendo al auto. Quitó los seguros, abrió la puerta del copiloto y sentó a Sunmi en el asiento. Él corrió para subir al lado del conductor.— ¿Qué mierda haces?
Yoongi puso el auto en reversa y salió de manera habilidosa. Salió del edificio, haciendo que sus llantas rechinen contra el pavimento.
— Estoy yendo a la casa de tu madre.
Aceleró por la calle, con una velocidad que ni siquiera era permitida por las zonas que iba transitando. De verdad que iba rápido y estaba feliz. Sunmi lo miraba como si fuera un loco e iba pegada al asiento por la velocidad. Yoongi ya se había pasado tres luces rojas.
— ¡Yoongi!
— Te dije que no irías a casa sola.— Fue lo único que dijo. Otra luz roja violentada.
— ¡Acabas de salir de la comisaría! ¡¿Quieres volver acaso?!
— Me asaltaron.— Recordó y Sunmi rodó los ojos. Ni siquiera pudo terminar su expresión por culpa del frenon que metió Yoongi.
Eso había sido tiempo record, ya estaban en la casa de su madre.
Sunmi sin decir otra palabra, tomó la manija, abrió de menera brusca la puerta y de la misma manera salió, cerrándola con fuerza. ¿Qué más da? Pensó por el ruido causado, Yoongi había despertado a más de uno por el sonido de sus llantas hace un momento. Con paso firme se echó a andar por el sendero de su casa, pero detuvo sus pasos al escuchar otra puerta cerrarse tras de ella.
— ¿Ahora qué quieres, Yoongi? Tengo que estar en camino a la escuela en un par de horas, déjame descansar por lo menos una.
— Es exactamente eso lo que quiero.— Señaló. Caminaba en dirección a ella, Sunmi no movía ni un pelo.— Voy a quedarme aquí y me aseguraré que duermas como un jodido bebé hasta medio día.
— Las drogas te están jodiendo Min Yoongi.
— Puedes pensar que soy un demente, no me interesa, pero, no voy a dejar que termines en el hospital por un colapso de estrés.
Sunmi estaba cruzada de brazos, pero no decía nada, sólo lo observaba.
— Vete a casa.
— No, no lo haré. Te robé tus horas de sueño, como te lo he dicho antes, te exiges demasiado y eso está mal.
— Ah claro, ahora eres un caballero y te preocupo.— Sunmi bufó, se dio media vuelta y siguió caminando. En el fondo sintiéndose tan feliz y reconfortada.— Hablo en serio, vete a casa. Hemos terminado esto.
Y antes de que le fuera posible llegar al pórtico, estaba en el aire. De nuevo, Yoongi la tenía en brazos y sus llaves también las tenía en sus manos. ¿En qué momento? Dios... La impotencia volvía a atacar a Sunmi.
— Hablo en serio, me voy a quedar aquí.— Dijo con voz dura pero cálida a la vez.— Y hablo jodidamente en serio, puede que sea un crétino, pero siempre me vas a preocupar.
••••
quiuboooooooooo, k tranzaaa ahhh, ¡hay puente, hay puenteeeee! (only mexicans)
de una vez les aviso, el próxima cap es flashback, okisss???
me acabo de despertar, mi cerebro está seco así que no tengo mucho qué decir, pero como siempre ya saben que las quiero muchoteee, comenten y voten pls <3
song;
Taemin — MOVE
OKAY LET'S TALK ABOUT A MASTERPIECEEEEEEEEEEEEEEEEE
pic;
okay soooo ya es febrero: MES DE HOSEOK, MES DEL HIXTAPE, EL FIN DEL MUNDO/LA LLEGADA AL CIELO,,, see ya in the paradise
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