6"CUMPLIMOS LA PROMESA"
Min Suri...
- Hemos llegado, Señor. - anuncia el conductor.
Dejo salir el aire sabiendo a lo que voy a enfrentarme.
Voy a ver a mis padres, a los cuáles deseo no ver. El hecho de mirarlos a los ojos solo significa una cosa...
Recordar el pasado.
Me niego a ello, quiero olvidar todo lo que tenga que ver con mi pasado.
- Nosotros bajaremos primero.- sentencia mi suegra Lucía, para tomar su cartera azul elegante en manos. - Los periodistas están en todas partes.
Normal. Siempre van a estar detrás de las familias más "prestigiosas" de Corea. Esperando alguna noticia considerada la bomba del año.
Si supieran que yo les tengo la mejor. Puedo darles una noticia que sería impactante.
"Señores, mi boda es una falsa"
"Mi esposo ama a mi hermana gemela"
"Convivo los malditos días de mi vida, con mi enemigo"
"Trago humillaciones por días"
"Las gemelas de la familia Jung, no se hablan desde hace dos años"
"El prestigioso Señor Jung, es un abusador. Vendió a sus hijas al mayor postor sin darles la oportunidad de decidir por ellas mismas"
"El hombre que tanto admiran, encerraba a sus hijas en un sótano durante días, sin darles comida, ni agua. Hasta que ambas pidieran perdón por tan solo comer chocolate o por querer ser alguien importante"
¿Se imaginan que todo salga a la luz?
Esta familia patética junto al imperio de mi padre, se fuera a la mierda.
¡MALDITOS IMBÉCILES!
Siento que mi vida apenas está comenzando a derrumbarse de verdad.
Antes solía llorar en los rincones, lloraba por mi patética vida. No es fácil perder todo. Mi gemela, la persona en la que más confiaba me apuñala por la espalda y termino pagando todos sus errores.
Recuerdo cuando papá nos encerraba en el sótano, sería imposible olvidar...
○○○
- Te-Tengo frío...- titiritea mientras abraza sus piernas, yo solo tiemblo en mi lugar.
- tranquila... - trato de calmarla- Pronto saldremos de aquí...
Ella niega mientras llora con fuerza.
- Tengo hambre...- se queja.
Solo permanezco en silencio, mi estómago ruge constantemente mientras mis lágrimas salen en silencio.
- Seguro es media noche...- susurro para sacar la llave del bolsillo de mi pantalón.
Las manos me tiemblan, siento el frío apoderarse de mí. Tengo mareos, más intento estar firme para que mi hermana no se asuste.
- ¿Abrirás?- pregunta con miedo.
Miro la llave que Leyla me ha dado a escondidas de mi padre.
- Si no lo hago...- mi voz sale temblorosa- Pasaremos hambre toda la noche...- le recuerdo.
Ella se levanta del suelo con algo de dificultad.
- ¿Y si papá nos descubre?- pregunta con miedo.
Y el simple hecho de pensar en eso, me aterra.
Mi piel se eriza de solo imaginarme a mi padre en medio de la sala, esperándonos con el cinto.
- Recemos para que no sea así...- es lo único que puedo decir.
Mis manos temblorosas se dirigen a la cerradura de la puerta, esta se abre.
Mi hermana y yo nos miramos. El miedo era presente, pero más fuerte era el hambre en ese momento.
- Tengo miedo...-me confiesa con sus ojitos cristalizados.
Yo también tengo miedo, sin embargo, intento no aparentarlo. Tomo su mano con fuerza para mirarla a sus ojitos como pueda. El cuarto está totalmente oscuro, no podemos encender la luz.
- Yo estoy aquí...- le digo con mis manos temblando.
Ella asiente.
Dejo salir el aire para llevar mis manos a la puerta, tratando de abrirla sin que haga ni el mínimo ruido.
Tuvimos éxito, llegamos a la cocina. Más no había nada para nosotros. Aún así, buscamos entre la sobra, tratando de encontrar algo que hayan dejado en la comida.
Ni siquiera nos lavamos las manos, el desespero era grande.
Cuando finalmente estamos comiendo, que nuestro estómago prueba bocado, escuchamos el ruido del cinto encima de la encimera.
Ambas nos quedamos perplejas. Con la mirada pérdida.
- Así que salieron...- escuchamos esa voz que tanto miedo nos da. - Desobedeciendo órdenes...
Mi hermana comienza a llorar inmediatamente.
Yo comienzo a temblar sintiendo el miedo en mí.
- Por favor papá...- le pido alzando mis manos sucias de la comida- No nos lastimes...- mis lágrimas salen inmediatamente.
- Agh... - llora mi hermana totalmente llena de miedo- So-lo teníamos h-hambre...- casi no puede hablar.
○○○
¿Hambre?
No le importa. Aún recuerdo ese día como si hubiera sido ayer. Nuestros gritos se escucharon en toda la casa.
¿Nuestra madre?
¿Qué haría una mujer totalmente sumisa que sólo se sienta en las escaleras a llorar?
○○○
- ¡MIS ÓRDENES NO SE DESOBEDECEN!- grita mientras nos da cintazos.
- Agh... ¡Por favor!- grito de dolor, miedo, terror.
- ¡PERDÓNANOS PADRE!- mi hermana está totalmente envuelta en lágrimas.
La sangre sale de nuestros labios, nuestra piel arde. El corazón duele.
- ¡Callense!- me pega, me pega en con fuerza en la mejilla solo por querer comer algo.
Nos pega solo por "interrumpir" una cena según él.
- Por favor, Suho detente. ¡LAS VAS A MATAR!- grita mi madre totalmente desesperada en el final de las escaleras, viendo como nos golpea sin compasión alguna.
- ¡Y LAS MATO!- Le grita de vuelta- Y no interfieras, porque detrás es tú turno...
○○○
Recuerdo como mi madre solo se sienta en las escaleras, para llorar.
En lugar de tomar un teléfono y llamar a la policía. De enfrentarse a su marido como es, de defender a sus hijas, deja que las torture.
Recuerdo que desde entonces, comenzó a encerrarnos en el sótano y sólo el tenía la llave.
Suspiro con pesar.
Veo a mis suegros bajar de la limusina, inmediatamente los periodistas y camarografos están sobre ellos.
- Yo tú...- habla el hombre a mi lado- ...me quedo con el abrigo- me mira de arriba a abajo. -... Lo digo por si traes una falda de los años ochenta- se burla de mí, por lo que lo miro a los ojos- Tus padres y queridos suegros acabarían contigo después- le hago jarana mientras el está riéndose a carcajadas.
- Yo que tú, me callara la boca- el alza una ceja ante mis palabras- Imbécil. - suelto repentinamente para darle la espalda, dispuesta a abrir la puerta.
Sin embargo, el sostiene mi brazo con fuerza halando de este y haciéndome voltear para verlo.
Entonces noto que su sonrisa ya no está. Solo queda su rostro serio, un semblante muy serio.
- ¿Cómo me dijiste?- pregunta con la voz amenazadora.
Me le quedo mirando a los ojos fijamente. La misma voz que suele usar mi padre cuando algo no le gusta y quiere resolverlo con violencia.
- ¿Me golpearas?- le pregunto sintiendo mi mano temblar, por lo que la escondo entre mi abrigo.
El se me queda mirando.
Si tan solo no me miraras con ese odio oculto en esos pequeños ojos, todo fuera diferente.
Esa mirada solo me aterra, porque se que un día, me levantarás la mano.
- Jamás haría algo así...- responde para soltarme y darme la espalda para salir de la limusina. La música se escuchó por cortos segundos.
Me quedo mirando a la nada, una sonrisa lastimera sale de mí.
Así mismo suele decir mi padre. Y termina dando palizas hasta cansarse.
La puerta se cierra y se escucha el ruido de la gente de afuera.
- Bueno...- suspiro- Ha llegado la hora de actuar...
La puerta se abre, inmediatamente transformo la sonrisa lastimera a una llena de elegancia, emoción.
Yoongi extiende su mano hacia mí, para mirarme a los ojos alzando una ceja.
Pongo mi mano sobre la suya para salir de la limusina, sosteniendo mi cartera.
- Señor Min, cuéntenos acerca de su sucesión en la Empresa de los Min...
- Señora Min, ¿piensa regresar a la empresa de su padre?
- ¿Planea dar otro heredero para los Min?
- ¿Es cierto que tiene una enemistad con el heredero de los Jeon, Señor Min?
- ¿Su hermana estará presente?
- ¿Quién heredara a los Jung? ¿Su hermano menor, su hermana gemela o usted?
No podemos ni caminar, nos hacen preguntas. No podemos respirar.
Gracias a los guardaespaldas logramos pasar, bajo fotos, preguntas y gente tratando de interponerse en el camino.
- Ah...- dejo salir un jadeo cuando por fin estamos dentro.
Todos se nos quedan mirando.
- Debo reconocer que eres una actriz. - escucho la voz de Yoongi, ahora sostengo su brazo, de manera elegante, sofisticada.
Nos detenemos un momento.
- Hora de enseñar la falda, abuelita- se burla mientras me mira.
Sonrío de manera hipócrita para desabrochar el abrigo. Lentamente me deshago de este quedando en el vestido rojo.
Yoongi baja la mirada totalmente perplejo. Lo vi tragar fuertemente.
- ¿Qué pasa abuelito?- pregunto con una sonrisa, las puertas se abrieron más solo sigo mirando a mi esposo ausente- ¿te sorprende?
El alza la mirada para verme a los ojos, más ni siquiera puede sostenerme la mirada. Ladeo mi cabeza para entregar mi abrigo al empleado.
Mi esposo desvía la mirada, se queda viendo a una parte fijamente.
La gente se me queda mirando, como si me analizara.
Intento sonreír al ver que toman fotos. Ahora debo prepararme para ver a mis padres.
- Son idénticas...- escucho murmurar.
Tan temprano y ya están chismeando de quién trae ropa o cartera igual. La gente rica nunca deja de ser un caso especial.
- No puede ser...- escucho decir a Yoongi por lo que lo miro.
- Para tí nada puede ser- le digo para desviar la mirada buscando a mis padres.
Lo curioso es que todos tienen la mirada en mí y detrás de mí también.
- Totalmente idénticas...- murmuran.
Ladeo la cabeza.
¿Traje ropa igual a la de alguien?
¿Es el corte de cabello?
- Suni...- tan pronto escucho ese nombre salir de los labios de Yoongi, volteó rápidamente a verlo.
Su mirada está fija en alguien. El corazón comienza a latirme con fuerza. Pensando tan solo en la posibilidad.
No, es imposible.
- Es Suni...- dice con seguridad, con añoro.
Volteo hacia la dirección que ve con lentitud.
Boom, Boom
Mi corazón comienza a volverse loco.
Veo a su actual esposo mirarme, me mira Totalmente perplejo.
Desde la poca distancia en la que estamos, puedo escucharlo. Suni sonríe mientras se despoja del abrigo rojo, quedándose con un hermoso vestido negro.
Mis piernas me fallan. Las manos me tiemblan. Mis ojos se cristalizan. Siento que mi corazón se abruma pero a la vez se emociona.
Mi labio inferior tiembla.
- Suri...- escucho salir de los labios de su esposo y eso es suficiente para que Suni voltee rápidamente para encontrarse con mi mirada.
- Agh...- sale de mis labios un sollozo.
Llevo mi mano a mi vientre, tratando de calmarme, pero no puedo.
Ella me mira totalmente neutra pero a la vez con sentimientos encontrados. Lo sé, porque ha llevado su mano al cuello, para acariciar su collar.
- No puede ser...- digo con pesar.
Ambas damos un paso al frente, totalmente en sincronía. Los años pasan y nosotras seguimos en sincronía. No detenemos para quedarnos mirándonos.
Varias escenas vienen a mí...
○○○
- Siempre seremos tú y yo.
○
- Porque nuestros hijos no serán primos, haremos que sean como hermanos.
○
- Aquí estoy...
○
- ¡Papá no le pegues!
○
- Porque te quiero, gemela.
○
- Nunca nadie podrá arruinar esta hermandad.
○
- Siempre estaré contigo...
○○○
La primera lágrima cae de mis ojos.
Ambas damos unos pasos más sin dejar de mirarnos.
- Suri...- sale de sus labios cuando finalmente estamos frente a frente.
Y les juro, que escuchar su voz después de tanto tiempo, era como volver a los viejos tiempos.
- Suni...- ella asiente, su mirada es dura. Más la primera lágrima cae de sus ojos.
Llevas mis manos al frente, pero con la misma las bajo. No puedo dejar de temblar, pero no sé cómo actuar.
- ¿Puedo... puedo abrazarte?- le pregunto con la voz quebrada al ver que ella mira el recorrido de mis manos.
Ella alza la mirada para mirarme con esa frialdad.
- No.- es su respuesta.
Mi corazón se rompe de solo escucharla.
- No vine a reconciliarme contigo. - responde rompiendome el alma- Vine a por algo más importante, que jamás podría restaurar nuestra hermandad...- la frialdad de sus palabras son como dagas.
- No digas eso...- es lo único que puedo decir.
Ella mira por encima de mi hombro.
Sonrío con ironía.
- ¿Volviste por él?- le pregunto con la mirada dura.
Ella me mira nuevamente.
Y sin esperarlo, me abraza.
Me quedo perpleja, más aprovecho esta oportunidad para oler su olor. Cierro mis ojos para sentirla.
Mi hermanita, mi pequeña hermanita. Mi gemela.
Las lágrimas salen de mis ojos y no puedo hacer que se detengan.
- T-Te ex-trañe tanto...- le susurro para dejar un beso en su cabeza.
Ella solo deja salir el aire.
- Sonríe...- me dice de repente- No están tomando fotos.
Y ahí caigo en cuenta.
Su abrazo es por el que dirán.
Mi mirada se desvía, los ojos de Jungkook están puestos en mí, puedo ver que están cristalizados.
Mi amigo...
- Realmente...- decido hablar- ¿No te alegras ni un poco de verme? - ella pasa su mano por mi espalda desnuda.
- Me alegra saber que estés bien...- confiesa- Más eso no cambia el rumbo de mis planes...
No puedo evitar fruncir el ceño.
- ¿De que planes hablas?- le pregunto sin entender.
- Vine para recuperar lo que me robaste... Suri...- un jadeo de ironía sale de mis labios
Intento separarme del abrazo pero ella me lo impide.
- Yo no te robé nada. - respondo- Padre es el culpable. - ella ríe bajito.
- Y tú aceptaste encantada, cómo la gran zorra que eres... - un calor comienza a apoderarse de mis orejas.
- Detente.- es lo único que digo.
- No me detendré. - sentencia- No lo haré, hasta que el conozca alguien importante para él, alguien que cambiaría su vida por completo.
El miedo comienza a inundar todo mi ser.
- ¿De qué estás hablando?- le pregunto sintiendo mi labio temblar, todo mi cuerpo se tensa.
Ella sonríe para dejar un beso en mi cabeza.
- Qué cumplimos nuestra promesa...
Oh Dios mío...
- ¿Cuál de todas?- pregunto con la voz en un hilo.
Ella deja salir el aire.
- Prometimos que nuestros hijos serían más que primos, ¿Te acuerdas?- me pregunta con descaro. Pero ni siquiera puedo responder- Qué serían hermanos...- Las lágrimas caen como cascadas al entender todo. - Y lo cumplimos... le di un hermanito a mi sobrino.
- Agh...- sollozo abriendo mis labios, la respiración se me entrecorta -
- Y de él mismo papi...- suelta con diversión para separarse del abrazo y mirarme a los ojos con una sonrisa. -
- ¿Yo-Yoongi... Agh... - no puedo ni hablar-... es su padre?... - pregunto sabiendo perfectamente la respuesta.
Ella sonríe para llevar sus manos a mis mejillas, limpiando mis lágrimas.
- Pero no llores, se te corre el maquillaje. - me dice con lástima fingida.
- Es a prueba de agua.- digo bajo lágrimas. - Responde mi pregunta.
Ella asiente.
- Yoongi es su padre.- me confirma- ¿Por eso dejarás que padre e hijo se conozcan verdad?- me pregunta con una carita de tristeza- ¿O tienes miedo de que te deje a ti y a mí sobrinito?- hace un puchero, con pena fingida.
Las lágrimas no pueden detenerse, la rabia me consume. Comienzo a sollozar con fuerza delante de ella.
<¿Por eso dejarás que padre e hijo se conozcan verdad?>
<¿Por eso dejarás que padre e hijo se conozcan verdad?>
<¿Por eso dejarás que padre e hijo se conozcan verdad?>
<Y lo cumplimos... le di un hermanito a mi sobrino.>
<Y de él mismo papi...->
<Y de él mismo papi...->
<Y de él mismo papi...->
Sus palabras hacen eco en mi cabeza, no puedo detenerme. Siento que me vuelvo loca mientras la veo sonreír y limpiar mis lágrimas.
En enojo se apodera, en ese momento no existe nadie más que ella y yo.
<Y lo cumplimos... le di un hermanito a mi sobrino.>
Con fuerza le doy un manotazo en la mano, haciendo que deje de tocarme.
Ella alza una ceja, al verme.
Estoy llorando pero el enojo sigue presente.
- Te están viendo, Suri...-me dice con cinismo
- ¿Cómo puedes decirme algo así, desvergonzada?- le pregunto con ira en mi mirada.
Ella deja salir el aire.
- No quiero ir con rodeos, solo quiero que lo sepas. - responde - Porque mañana mismo, iré a esa casa y les presentaré a todos el heredero de los Min.- sentencia con una mirada sombría.
Niego con la cabeza, desaprobando su actitud.
El calor me inunda hasta el punto de alzar mi mano para golpearla, más me detengo para llevarla a mis labios, tratando de calmar mi llanto, mi dolor.
¿De qué sirve darle una bofetada?
- ¿Me ibas a golpear hermanita?- pregunta con una mirada neutra. - Cómo solía hacer nuestro padre...
El aire comienza a faltarme.
- Cállate... - le digo
- De tal palo, tal astilla, ¿no?- cuestiona.- Una de las dos debía salir idéntica al padre que nos tocó, ¿verdad?
- Suni Cállate...por favor...- suplico sintiendo mi mano que descansa en mis labios, temblar.
- Mañana sin falta estaré en la mansión de los Min. - sentencia-
Ella pasa por mi lado dejándome ahí, con la mirada perdida y envuelta en lágrimas. Siento a alguien acercarse a mí.
- Suri...- no puedo dejar que eso pase.
Volteo a verla.
Realmente va dispuesta a todo.
Ella abraza a Yoongi, quién inmediatamente corresponde al abrazo a pesar de estar totalmente anonadado.
- J-Jungkook...- sale de mis labios cuando siento las manos del peli negro tomar las mías.
- ¿Suri que pasa? - me pregunta totalmente preocupado.
Ni siquiera puedo mirarlo.
Llevo mi mano a mi pecho, abro mi boca tratando de respirar pero nunca puedo. Intento inhalar por la nariz pero tampoco puedo.
- ¡Suri!- comienzo a desesperarme. Escucho las voces lejanas.
Todo me da vueltas. Siento que... que...
- ¡SURI!
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¡Hola!
Aquí les dejo un capítulo de la historia.
Espero hayan podido disfrutarlo.
Perdonen las faltas de ortografía, que son muchas, después las arreglaré.
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