Capítulo 7
Me despierto gracias a los preparadores, ya que hoy son las entrevistas con Caesar Flickman y como siempre, hay que prepararse antes.
Todavía recuerdo la charla que tuve con Finnick de que me mantendría con vida. Con solo recordar eso siento cosquillas.
Después de levantarme no me dan tiempo para vestirme salgo del departamento con el pijama puesto, ni siquiera me dieron el tiempo de comer una tostada , de repente veo a Thomas rodeado igual de gente para prepararnos para la entrevista.
—Hola Thomas —le digo casi gritando —Adiós Thomas —digo entrando al ascensor a lo que él me hace señas.
Al llegar al salón donde me van a preparar me sientan en una silla y empiezan arreglando mi cabello aplicando productos para que se vea sedoso, al final, terminan por hacerme unas ondas y tomarlo de un lado, el maquillaje no era mucha cosa labios con un labial color rojo fuerte y ojos negros con un poco de café.
En el momento en que Portia me llama para mostrarme el que será mi vestido, al entrar veo un enorme vestido rojo con pequeños cristales negros y unos tacones negros.
—Portia esto es hermoso —digo sorprendida.
—Es lo que más que puedo hacer como una despedida, pero yo sé que tu ganaras cariño no hay duda —dice sonriendo.
—Gracias por todo —digo abrazándola.
—No te preocupes, ya es hora querida, ¡Deslúmbralos! —dice abriéndome la puerta del salón.
Al llegar al lugar donde se reunirán todos los tributos veo llegar a Thomas con un traje negro, se ve muy bien además veo que algunas tributos lo miraban.
—¡Wow! Te ves hermosa —dice sonriendo.
—Gracias —le digo.
En ese momento veo que llaman a cada uno de los tributos a dar su entrevista con Caesar hasta que escuchó de él:
—Damas y caballeros recibamos a la chica que tiene luz propia Jane Smith.
A lo que el público grita
Entró con un poco de miedo, al sentarme empezamos la charla.
—Qué guapa estas hoy querida Jane — me dice Caesar.
—Gracias —me limito a decir ya que estoy muy nerviosa.
—¿Y qué te ha llamado la atención del capitolio?—me pregunta.
—Primeramente la gente —digo sonriendo —La comida y los cuartos.
—Ya lo creo —dice riendo —Cariño, las cámaras te han captado a ti y a nuestro querido Finnick Odair en la terraza solos...esto para mí es un romance.
—Claro que no Caesar, sólo somos amigos —niego entre risas.
—Vamos a pretender que te creemos —dice Caesar a lo que la gente ríe —Se nos acaba el tiempo querida, pero antes de despedirnos ¿Puedes mostramos tu hermoso vestido? —dice a lo que yo obedezco.
Me paro del asiento y me doy una vuelta a lo que la gente grita, después vuelvo al asiento al lado de Caesar.
—¡Damas y caballeros nuestra chica que tiene luz propia Jane Smith! —exclama Caesar.
A lo que salgo del escenario veo que sube Thomas.
–Querido Thomas ¿Cómo has estado? —le pregunta.
—Muy bien ¿Y tú? —responde Thomas muy seguro.
—Bien —dice tornándose serio—Todo esto de los juegos ¿Ha sido difícil?.
—Claro, Caesar ¿Para quien no? saber que tienes que matar o morir no es nada fácil—contesta.
—Claro, y cambiando de tema ¿Hay alguna chica? —dice y todo se quedan en silencio.
—Sí, esa chica me tiene loco—responde.
—¿Y se podría saber su nombre? —pregunta,
—Es... Jane Smith —y toda la gente queda en silencio al igual que yo.
Nunca me imaginé esto, ser la chica la cual lo tiene loco, pero yo no siento nada por él.
—Lo lamento, pero ya es hora de despedirnos—dice levantándose —¡Damas y caballeros nuestro guapo Thomas Johnson! —dice alzando la mano de él.
Veo que al salir nos vamos todos el grupo, sin decirnos nada con Thomas, al llegar al elevador es lo mismo y al subir al departamento veo a Thomas entrar directo a su cuarto a lo que yo lo sigo. Al entrar a su cuarto lo veo sentado en la cama con la cabeza abajo.
—Thomas —digo en un susurro a lo que él levanta su mirada.
—Jane —dice poniéndose de pie —Yo planeaba decírtelo.
—Tranquilo ¿Pero por qué yo? — preguntó mirándolo.
—Desde el primer momento que hablamos —dice mirándome.
—Pero yo no... —digo a lo que él me interrumpe.
—Sé que no sientes lo mismo —dice triste.
—Lo lamento, pero es que...yo no quiero perder tu amistad por favor—le ruego.
—Claro —dice abrazándome—Ah y el chico del 4, el mentor, Finnick me dijo que te dijera que hoy a la media noche.
Todos nos sentamos en el que te sillón para ver las calificaciones de las evaluaciones por la televisión.
La mayoría de los profesionales tiene diez, cuando llegan al distrito 11 Thomas recibe un 9 como puntuación.
—¡Muy bien Thomas! —exclamo.
Seguido aparece mi nombre me dan una puntuación de 10.
—No puede ser —digo sorprendida.
—Igual que un profesional —dice Thomas.
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Hola!! A tiempo ssjsjs espero que les guste
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