Parte 7
— Pero, quiero ir contigo papa. —El niño lo miro con tristeza.
Hubo silencio por unos momentos, y como si esa fuera una respuesta negativa el pequeño miro desanimado al suelo. Blakk hizo una mueca, más por sus propias dudas que por el repentino cambio de ánimo de Eli.
No era la primera vez que dejaba al niño solo, pero si sería la primera vez que lo dejaría solo y encerrado en su habitación por un tiempo largo, casi un día completo; desde el incidente y la falsa historia de que es su padre, Eli ha mejorado con sus heridas, el yeso le fue retirado a las 3 semanas, además de ello que el niño ha tenido mucha más confianza, y si antes se había aferrado, ahora sí que no se lo puede quitar de encima.
Gruño a lo bajo, llevando una mano a su rostro y la otra reposando sobre su cintura; ahora mismo tenía un asunto de negocios en caverna rustica, después de ello, una conversación con el jefe de excavación en caverna lumino, debía tratar de negociar con ellos sin tener que recurrir a la fuerza, ser más discreto. En conclusión, temas en los cuales no debe distraerse, pero ahora mismo tenía un dilema; no quería perder de vista a Eli por tanto tiempo, no se preocuparía si Maurice se quedara, pero el pelirrojo siempre con estos temas debe acompañarlo, obvio no lo dejara al cuidado de Nachos, y desconfía de que sus guardias sepan cuidar a un niño ni aunque fueran 50 de ellos.
Le quedaban solo dos opciones, O encerrarlo hasta su regreso en su habitación, O llevarlo con él. Claramente eligió la primera opción, pero al decírselo al pequeño, este, al instante hizo sus ojos suplicantes para que eligiera la segunda opción. El silencio que reinaba en la oficina fue interrumpido cuando la puerta tras él fue semi abierta en un siseo suave, al ver por el rabillo del ojo hacia tras a su ayudante, este solo hizo mover su mano para dejar entender que estaban listos para partir.
— ... Ya vamos. —el pelirrojo se marchó, sin embargo, el pequeño salto con un chillido contento cuando escucho aquello; de inmediato alzo su mano para que detenga su emoción:— ¡Te quedaras quieto, siempre a mi lado, y en total silencio!. —dijo serio y con esa mirada neutra pero firme.
— ¡Me portare bien, lo prometo papa!.
— ¡Así dijiste la última vez que te deje solo en el comedor, y lo primero que hiciste apenas te deje solo 5 minutos fue sacar a mis babosas de su arsenal!. —gruño molesto al recordar hace poco aquel evento. El niño disque vio a las babosas Transformadas muy tristes dentro de aquella gran munición, por lo que las saco todas y no conforme con eso, abrió el refrigerador; para cuando volvió, las babosas se habían comido casi todo lo que había allí, y se encontró a Eli y el comedor todo sucio.
El niño se encogió ante el recuerdo:— Jeje, lo siento papa. —fingiendo arrepentimiento. Blakk dejo salir un suspiro cansado, algo le dice que esto no es una buena idea:— P-pero lo prometo, lo juro por Berpy que me portare bien. —la infierno que siempre estaba reposando en su hombro gruño, mirando al pequeño no muy conforme con su promesa, obviamente dejando en claro que tampoco creía que el niño llegue a cumplir.
Blakk miro al pequeño muy serio unos momentos, ante de dejar caer los hombros derrotado; pues bueno, será la segunda opción. Se inclino y como siempre cargo al niño, ya es rutina, por lo que el menor solo se recostó sobre su pecho feliz.
Apenas entro al tren, se encendieron los motores para empezar con su andar lento, tomando el camino derecho, abriendo la puerta deslizante, entrando a la oficina casi idéntica a la de su fortaleza, a excepción de su retrato. Maurice se encontraba junto al escritorio, cuando alzo la visto lo miro completamente confundido, él le restó importancia, cerrando la puerta y dejando al menor que rápido corrió a la ventana.
— Pensé que dejaría a Eli en la habitación. —dijo en un susurro el ayudante al tenerlo cerca.
— La verdad es que no me sentía seguro dejándolo solo.
— Entiendo... ¿Quiere que lo cuide?.
Blakk se sentó, acercándose a su escritorio para reposar sus codos sobre el mismo. Miro unos momentos al menos que observaba con esmero el exterior con asombro y tranquilidad:— ... No, tu ve con los de la cabina de control.
Sin más el ayudante hizo lo dicho, marchándose y dejando a ambos. Blakk miro unos momentos al niño que aun miraba el exterior en silencio, es de esperar, es la primera vez que sale de la fortaleza y mira los alrededores... Seguro es la primera vez que lo hace desde antes de estar con él. Aprovechando la tranquilidad se dispuso a leer unos documentos sobre el escritorio, prepararse antes de hacer negocios, lo normal.
No paso mucho cuando la locomotora freno, en ese entonces alzo su vista de los papeles en sus manos, fijando su mirada en el lugar donde estaba el menor antes, encontrándolo en el mismo lugar; el pequeño estaba de puntillas, pues en su lado podía ver la estación de trenes, y por ende, a las personas pasar y el interior de la caverna.
— ¡Papa, ¿dónde estamos?!.
Se levanto de su escritorio, organizando los documentos antes:— En caverna Rustica.
— ¡Wow, que genial!.... ¿Y que hay en caverna ruspita?. —el castaño soltó una ligera risa al escuchar el error; dejando ya todo organizado, al mirar de nuevo el niño ya estaba a su lado.
— Pues esta es la caverna más rica de todas... Y es Rustica.
— Pero eso dije, ruspita.. Rus.. Pi .. Ti.. Ruspi... Rustica. ¡Si la dije!.
— Felicidades, te has ganado un libro de ortografía para que sepas hablar y escribir... ¿Si sabes leer?.
— ¡Papa!
El niño estaba ofendido ante el comentario, pero esto solo hizo reír más a Blakk. Las puertas fueron abiertas revelando a su ayudante, con esto se inclinó ante el menor para estar a su altura.
— Iré a una reunión, tú te quedaras con Maurice, y más te vale que cuando vuelva no allá problemas.
— Si papa.
Sin más opciones se alzó, caminando junto al pelirrojo, el menor los siguió de cerca hasta parar frente a las puertas de salida; Maurice primero salió y observo los alrededores unos momentos antes de que Blakk saliera, Eli se inclinó al borde de la puerta sin bajarse para ver con ilusión el exterior, viendo la estación y parte de la caverna. Cuando el pequeño volteo hacia ambos adultos, ya el castaño había tomado su distancia tomando el camino al fondo de la estación.
— ¡¡Papi, traime algo!!.
— ¡¡Eli!!. —el pelirrojo entro con rapidez y cerró las puertas de la cabina para después mirar con reprimenda al menor.
Eli alzo los hombros con tristeza:— ¿Que, que hice?.
— ¡No vuelvas hacer eso!.
— Lo siento... Pero, ¿por qué?.
— Nadie sabe y no deben saber de ti Eli.
— ... ¿Por qué no?.
Maurice simplemente negó ante la ingenuidad, pero es de esperar, después de todo es solo un niño.
— Con nuestro acuerdo, podremos mezclar nuestras fortalezas y oportunidades, usted necesita manejo de Marketing y recursos humanos, cosa que nosotros dominamos a la perfección, pero necesitamos reforzar Finanzas y Producción, elementos esenciales que usted y su empresa han pulido. ¡Me alegra que llegáramos a un trato Dr. Blakk!.
Blakk tuvo que forzar una sonrisa ante el hombre sentando frente a él. Han pasado por lo menos dos horas, y pese a que es bueno en los negocios, a veces, solo a veces, puede llegar hacer un infierno por los tipos de negocios que le toca manejar, como este, lidiar con la arrogancia, los "halagos", pero sobre todo, el aburrimiento. A veces se pregunta cómo ha llegado a ciertos acuerdos, pues hasta el admite que no tiene mucha paciencia; mientras el hombre seguía con su parloteo, se dedicó a distraerse mirando los alrededores, estaban en la zona exterior de un fino restaurante, bajo una carpa, rodeado de unas cuantas personas que, al igual que ellos, estaban reunidos por negocios.
Apenas paso media hora de esta reunión, no se sentía muy cómodo, lo intento, pero no dejaba de mover su pierna con impaciencia, gracias a la mesa con mantel no se notaba; mientras miraba el lugar, al otro lado de la calle, más en específico, antes de doblar la esquina, había una tienda con un gran cristal que mostraba las muestras, siendo la tienda de juguetes hechos a mano o propios, su mirada callo en uno de los muñecos de muestra, desde donde estaba no lo podía ver a la perfección, pero el color era llamativo.
— Bueno, fue un gusto Dr. Blakk.
Reacciono rápido, levantándose junto al hombre, claramente por cortesía, un estrechón de manos y el hombre se marchó. Dejo salir un suspiro de alivio, por fin ya no tiene que escucharlo; salió de la zona del restaurante, quedando en la acera, estaba dispuesto a tomar el camino de regreso al tren, pero miro por el rabillo del ojo la tienda de la esquina. Frunció los labios, recordando lo que Eli le grito, se enfadó por aquello, pero por suerte Maurice reacciono rápido y se metió con el menor al tren; Eli ha estado muy inquieto, incluso con la infierno y sus lápices de colores, el niño no tiene más opciones para distraerse, viéndolo a él como entretenimiento, eso es malo, no puede estar con el niño encima a cada rato... Tal vez un juguete nuevo lo distraiga.
Sin más remedio soltó los hombros y fue hacia la tienda. Pasando primero por el ventanal con las muestras, viendo con más claridad el peluche de hace rato, era un peluche de rana regordeta, más o menos del tamaño de sus dos manos juntas, de color enteramente morado, salvo por la panza que era verdoso, igual uno de otros lunares, sus ojos saltones, boca semi abierta y la lengua de tela roja hacia afuera, con solo verla se dio cuenta que debía ser suave y esponjoso. Supuso que con eso sería suficiente, así que entro a la tienda.
— .. ¿De verdad hay gente tan mala Maurice?.
— Me temo que si Eli.
El niño hizo una mueca, pero mantuvo silencio mientras tomaba de su cajita de jugo. Niño y adulto se encontraban en la oficina, después de que el ayudante le explicara ciertas cosas al pequeño, debía distraerlo un poco, pero por suerte Eli es fácil de distraer; después de hablar un poco, darle un aperitivo y seguir hablando, Maurice termino convencido de que el menor no recorvada lo sucedido aquel día, no recuerda como llego a la fortaleza, no lo recuerda del todo pero solo por ser conocido de su "Padre" confía plenamente en él, no recuerda el accidente, el que paso, y sobre todo, no recuerda a Will Shane.
El pelirrojo se cruzó de brazos, reposándose de la pared, observando al niño que miraba por la ventanilla; aun le es extraño tener a un niño cerca, olvidando por completo que es un Shane, y para ser sincero, ya no importaba, puede que sea un Shane, pero igual es un niño que nada tiene que ver. Y esa lógica va para el Dr. Blakk también, de no ser así, el niño no estaría aquí, puede que el castaño sea temido y peligroso, pero él también tiene sus límites, incluso si Eli no le fuera de utilidad, el niño estaría en un orfanato en vez de dejado a su suerte.
Hablando de él, aun se sigue cuestionando si este se estaba encariñando con el niño. lo ocurrido con Nachos debería darle una idea, pero la verdad es que con el hombre nunca se sabe, es una persona difícil de leer. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando las puertas fueron abiertas, revelando al hombre que entro indiferente.
— ¡Papa!. —el niño lanzo la caja de jugo ya vacía al pelirrojo que lo atrapo pero con cierta molestia, de todas formas Eli se levantó y fue directo al castaño, abrazando la pierna.
— .. Estas muy cariñoso.. ¿Qué hiciste?.
— ¡¿Qué?, no hice nada!. —soltando su pierna, lo miro con un puchero, indignado.
— Maurice, ¿este que hizo?.
— ¡¡Papa!!.
El ayudante se acercó:— De hecho nada, se portó bien.
— Eso es novedad. —rio para sí mismo el castaño:— ... Supongo que te lo has ganado. —Maurice lo había notado, pero Eli no, el castaño revelo en su mano oculta en su espalda una bolsa de regalo mediana.
Eli quedo mudo cuando la bolsa le fue dada, el niño miro a Blakk confundido, dejando la bolsa en el suelo, desamarrando el lazo para abrirlo y ver su interior. Tan pronto vio el peliche lo saco, observándolo unos segundos para después dar un salto con una sonrisa.
— ¡¿De verdad es para mí papa?!. —el niño abrazo el peluche, la suavidad era adictiva:— ¡¡Es tan bonita, es suave, y esta bonita!!. —Eli siguió saltando, esta vez en un intento de alcanzarlo se aferraba de la camisa.
— ¡¡Eli suéltame, me arrugas la ropa!!. —cargando al niño:— ¿Para qué querías que te cargue?. —la pregunta le fue respondida en un abrazo muy fuerte, el menor rodeo con ambas manos su cuello sin soltar el peluche, reposando su rostro sobre su hombro.
— Gracias papa.
Las palabras y el afecto tan repentino lo tomaron por sorpresa, una sensación cálida creció en su pecho, era cómodo y relajante, una sensación extraña; dejo al niño que de inmediato se puso a jugar con su nuevo juguete, estaba conmocionado por aquella sensación, por lo que fue hacia su silla. El ayudante que presencio todo no dijo nada, no había nada que decir, esto aclaro sus dudas.
Eli es el reemplazo de Tad.
DEJEN SU VOTO Y SUS COMENTARIOS :D
Ptt: pronto se viene cosas chidas ):D
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