— ¡Estas haciendo perder mi tiempo y el de mi amo, Blakk!. ¡Apenas has avanzado en la producción de babosas!.

— Te sugiero que cuides tu tono de voz cuando te dirijas a mi, Nachos. Estoy seguro que a tu amo no le gustara que te regrese donde perteneces sin ningún progreso, ¿no es así?.

El demonio expreso su frustración, mostrando sus colmillos entre gruñidos graves, fulminando con aquella mirada rojo sangre al castaño, pero a Blakk no le importaban las rabietas y las quejas del preferido de Surfurus. 

— ¿Quieres que aceleremos la producción?, lo puedo hacer, pero ten en cuenta que aun no se la cantidad exacta a utilizar para transformar a las babosas correctamente, usar el agua oscura sin medir haría que las babosas mueran por excesos o que no les afecte por usar una mínima cantidad, seria tiempo, dinero, babosas desperdiciadas, al igual que el agua oscura que, por cierto, tardaste dos meses para traerme solo 50 barriles. 50 barriles que debido a los experimentos y pruebas, hicieran que ahora queden una docena.

Blakk negó para si mismo al ver la que el demonio aun le seguía frunciendo el rostro, por lo que se puso firme y lo reto.

— Quéjate todo lo que quieras Nachos, pero tu único propósito aquí es extraer y traerme el agua oscura, solo para eso me sirves aquí, en Mi territorio.

Recalco lo ultimo, indicándole al monstruo que ya no estaba en su averno oscuro, sino en su campo, en este caso, sus tierras, y sus berrinches o incluso el trato que hizo con Surfurus, en algún momento y si le da la gana lo puede romper, y ninguno de ellos podrá hacer nada. 

Blakk quedo complacido al ver como el demonio se rindió, dejando de mirarlo de manera filosa y relajando su postura.

— Ahora, te recomiendo que salgas a buscar mas filtros de agua oscura, y procura traer mas barriles esta vez. 

Sin embargo y extrañamente, el Diablos Nachos sonrió con picardía, con la suficiente confianza o atrevimiento para acercarse frente al escritorio y reposar sus garras sobre el mismo, aquella mirada burlona no le gustaba nada a Blakk.

— ¿O no será que estamos retrasados por que tu andas jugando a ser papi?. —el castaño ahora si que no estaba de humor, y para fastidiar mas las cosas, el demonio no paro:— ¿Crees que no me entero de como has estado paseando con el mocoso por la fortaleza y fuera de la misma?, comprándole cosas y soltándolo por aquí como si fuera su casa. ¿No se supone que es un Shane?, ¿que tu, en especial Tu, odias a los Shane?.

Blakk miraba de manera asesina, una mirada muy profunda y sombría que hasta Diablos Nachos dudo por un momento continuar con sus quejas, y acompañado con aquella mirada un silencio muy profundo y sofocante, el Blakk no respondía, por dentro, también se hacia aquellas preguntas.

El Diablos miro con dudas unos momentos en silencio antes de hablar:— ... ¿Por que lo tratas como si fuera...?

— ¡¿Como si fuera Que?!.

Diablos Nachos retrocedió unos pasos cuando la voz tan profunda y grave salió, el castaño se levanto de golpe, la mirada aun llena de rabia sobre el demonio, esto lo paralizo; por primera vez, el demonio sintió el verdadero terror, un terror que hacia que su pelo se erizara y pusiera su piel de gallina, un miedo que lo estaba provocando un humano.

Por suerte para Nachos, el momento tan intenso fue interrumpido cuando la puerta de la oficina se abrió en un siseo suave, haciendo que Blakk y demonio miraran hacia la puerta. 

— ¡Papa, no sabes que...!. 

El niño había entrado con emoción a la oficina, muy cerca lo seguía el ayudante, pero el menor permaneció en silencio al notar la presencia del Nachos, acercándose con miedo a las piernas del guardaespaldas para cuidarse del demonio, mientras Maurice en silencio solo miraba la escena inexpresivo, pero por dentro estaba preocupado, mas al sentir que interrumpió un momento que parecía tenso.

Nachos negó para si mismo, se encamino a la salida, pasando al lado del guardaespaldas le dio una breve mirada al niño, el menor se oculto mas mientras se aferraba a las piernas, estremeciéndose por su mirada, al observar al pelirrojo este solo se dedico a cubrir al niño, siendo el escudo humano por si acaso. 

El demonio solo frunció el rostro al ver la hostilidad de ambos adultos sobre el, saliendo por fin de la oficina.

Eli salió de su escondite y rápidamente corrió hacia su padre. Blakk noto de inmediato el miedo del menor, causándole curiosidad porque Eli reaccionaba así ante Nachos, es cierto que para un niño este tenga una apariencia aterradora, pero después de todo este tiempo supuso que estaría acostumbrado a la presencia del Diablos Nachos. 

Este miedo es algo mas, ¿pero que será?, que el sepa Nachos no le ha hecho nada, Eli siempre a estado con el, y sabe que cuando esta con Maurice esta bien protegido.

— ¡Papa, ¿a que no adivinas que hice hoy?!.

Blakk despertó de sus inquietudes, el niño sostuvo la manga de su traje y dio ligeros tirones para llamar su atención. Eli cambio de actitud demasiado rápido, su alegría volvió, expresando fascinación. 

El Blakk no pudo evitar reír burlón por el cambio tan repentino de actitud:— A ver, ¿que te hizo hacer Maurice esta vez?.

— ¡¡Vi tu estación de trenes papa, son asombrosos!!. —Blakk miro por el rabillo del ojo al pelirrojo.

— ¿Lo llevaste a la estación central?.

— Tenia que supervisar los suministros de hoy. —el ayudante alzo los hombros sin darle importancia al asunto.

— ... ¿Sabes que?, tengo una idea. —sonriendo con suspicacia, se volvió a sentar en su silla y enderezo su postura:— A partir de ahora, Eli será tu ayudante, Maurice.

— ¡¡¿De verdad papa?!!.

— ¿En serio?.

Blakk se esperaba la emoción del niño y la confusión de Maurice. 

— Creo que Eli debe aprender desde ahora a manejar ciertas tareas, para que se familiarice mejor con la fortaleza. Y tu tendrás manos extra que te ayuden, ¿y lo mejor?, será gratis, no te voy a descontar la parte de Eli.

El ayudante bufo burlón por las ultimas palabras, pero en sus adentros estaba en conflicto. 

No es que sea mala idea, es una buena distracción para Eli, y la compañía no le molesta, es como lo dice su jefe, le sirve de apoyo, Eli puede ayudarle con ciertos recados o buscarle información, hacer que haga lo básico, ya con el tiempo podría enseñarle mas cosas y así aligerar su carga de trabajo; pero lo que le preocupa es a donde esta llegando esto, ya estaba claro para Maurice, Blakk ya ve al niño como su hijo, lo ve como el futuro dueño de la empresa, ya lo ve como su propia sangre, y eso le preocupa mucho.

Se alegra por su jefe, después de lo ocurrido con Tad el hombre se a encerrado en su propia burbuja de autodesprecio, viendo a todos a su alrededor como enemigos, pero desde que Eli llego el cambio fue notorio, pero ese apego estaba llegando demasiado lejos. Blakk esta olvidando que este niño tiene el apellido Shane, un apellido que es difícil de ocultar, no importa que perdiera parte de la memoria o le hiciera cambios físicos, en algún momento Eli puede enterarse o recuperar sus recuerdos, no quiere imaginar las consecuencias por esto.

— ¡¡Maurice, di que si, di que si!!.

— ¡Bueno bueno, esta bien!.

El pelirrojo no tuvo de otra que aceptar la idea, mas al ver como el niño chillaba con desesperación y jalaba su pantalón a su lado.

— ¿Por que Blakk trata a ese niño así?. Y mas vale que me respondas.

Maurice miro consternado a Diablos Nachos. 

Había acabado su turno, por lo que se encontraba junto con algunos guardias que también acabaron su turno esperando en la estación que el tren este disponible, tiene su meca bestia, pero le sale mas económico y mejor usar el tren. Sin embargo, no se percato cuando el demonio se acerco a su lado, y de repente le sale con dicha pregunta.

El desconcierto del pelirrojo no duro mucho, cambiando su expresión a indiferencia, se cruzo de brazos. 

— No se de que hablas, Nachos. —desviando su vista a los rieles.

El demonio le hizo frente:— ¡Sabes muy bien de lo que hablo!. Tu mejor que nadie sabes que Blakk odia a los Shane, ¿y me vas a decir que de un día al otro lo trata así?.

— Lo que haga el Dr. Blakk no nos concierne a ambos, Nachos. Y si fuera como dices, hablamos de un niño. —el pelirrojo no pudo evitar fulminar con la mirada al otro:— A diferencia de un monstruo como tu, yo si tengo sentido común, eso incluye al Dr. Blakk. 

— No me salgas con estupideces. En especial tu, ¿ahora me dices que eres un santo solo por un niño?, por favor.

Maurice solo pudo gruñir para si mismo, aun con el rostro irritado evito la mirada burlona del demonio. ¿Cómo va a comparar sus acciones?, no es lo mismo lidiar con un adulto que con un niño, con un adulto no siente remordimiento puesto que estaba en una posición desfavorable por si solo, porque se lo busco y sabia las consecuencias, por ende no le afecta cuando tiene que hacer trabajos "Especiales" para Blakk, golpearlos es lo mas suave que ha hecho, ¿pero un niño?, uno que ni sabe porque estaba allí o como llego siquiera.

Sin embargo, el repentino interés del demonio por el niño le causo inquietud al pelirrojo. Reparo lo sucedido en estos casi 9 meses desde que Eli llego, la actitud del niño cuando Nachos esta cerca, de querer ocultarse de la vista de este, el como Nachos disfruta hacer que le tenga miedo.

¿Acaso Diablos Nachos tiene algo que ver con el accidente de Eli?.

Era posible, las cámaras de seguridad jamás captaron que fue lo que provoco que el niño saliera huyendo del miedo, también la insistencia de Nachos con que encierren o le metan terror al mismo. Sabe que, a estas alturas que el Dr. Blakk fue capaz de salir con un ejercito al territorio del Clan Sombra para salvar al niño, si Blakk descubre que fue el quien provoco el accidente de Eli, matarlo seria lo mas bondadoso que haría.

Solo había una forma de averiguarlo, revisar las cámaras de seguridad de aquel día del accidente y ver donde estaba Nachos a la hora de ocurrido el accidente. Su sonrisa llena de malicia no paso desapercibida por el demonio que frunció el rostro por aquella expresión.

— ¡¿Que te causa tanta gracia, imbécil?!. —inclinándose amenazante ante el ayudante.

— De casualidad Nachos, ¿donde estabas cuando ocurrió el accidente de Eli?.

El rostro de asombro mezclado con miedo del demonio le causo un placer y satisfacción indescriptible, acaba de delatarse, no había nada mas delicia que causarle miedo y pánico al ser que mas odias, es una venganza muy dulce. 

El tren hizo sonar su bocina de llegada, rápidamente freno en la estación y abrió sus cabinas, los guardias entraban con rapidez para que la locomotora saliera antes y llegar temprano. Maurice le dedico una gran sonrisa llena de malicia al demonio antes de trotar hacia la cabina mas cercana y subir, dejando atrás al Nachos que debía estar en conflicto.

— Las babosas se componen por 5 tipos principales. Fuego, agua, aire, tierra y energía, como la leyenda de las babosas elementales. Así como hay 5 tipos cada una tiene debilidad de la otra, pero conviven entre si para dar equilibrio a las cavernas.

— ¡Muy bien, Eli!. Comprarte esos libros educativos no fue una perdida.

El niño hizo un puchero al escucharlo, Blakk solo rio fuerte al ver la reacción. Eli cerro el libro sobre el escritorio para después colocarla en el pequeño librero junto con los otros; levantándose del escritorio camino hacia su cama, ya estaba en pijamas, pero aun era temprano en la noche y Blakk lo sabia.

— Mañana debes seguir leyendo, se que quieres un libro sobre los tipos de babosas y las míticas, pero primero me vas a estudiar lo básico, ¿entendido?.

— Si papa.

— Después también me vas a estudiar matemáticas y muy pronto te voy a meter en cursos particulares de administración de empresas.

Eli hizo cara de disgusto:— Ay papa, matemáticas no.

— No quiero peros, ¿o crees que con solo saber sobre babosas vas a dirigir esta empresa?.

— ¿De verdad que todo esto será mío papa?.

— Si veo que vales la pena, pues si.

— ¡¡Papa!!.

— Tu eres el que no quiere estudiar matemáticas.

El niño volvió a hacer un puchero, esta vez cruzándose de brazos y dándole la espalda. El Blakk negó con diversión ante las rabietas del niño, su intensión era animarlo un poco para que estudie, para eso le compro los libros, pero es cabezadura con respecto a los temas; prefiere saber sobre la metodología de las babosas, sobre las leyendas y mitos de Bajoterra. 

Tal vez un poco mas de impulso o motivación ayude para que se concentre mas.

El castaño acerco la mano al niño, Eli lo miro con curiosidad:— Vamos Eli, quiero mostrarte algo, se que te gustara, y mucho.

Con dicha descripción el niño dejo su rabieta, aceptando el paseo del mayor. Blakk se inclino y sostuvo al niño para cargarlo, asiendo que el menor se siente sobre sus hombros, Eli rio por la acción, era la primera vez que el castaño lo cargaba de esa manera, inclinando su cuerpo sobre la cabeza del Blakk para aferrarse mejor.

El Blakk salió de la oficina, tomando el pasillo para después parar frente a la puerta de su laboratorio, Eli jamás entro a este laboratorio, era el mas personal y seguro del castaño. Colocando la contraseña en el panel de control la puerta se abrió, se inclino un poco antes de entrar para no golpear la cabeza del niño, encendió las luces, dejando ver un gran área con muchos artefacto para sus experimentos, maquinaria pesada y piezas fabricadas por el mismo, pero todo estaba en orden. Eli estaba ilusionado por lo que veía, suspirando de emoción por la enorme maquina pegada al techo con varias garras y cilindros extraños, pero el laboratorio del Blakk no era el destino.

Blakk siguió hasta el fondo del laboratorio, haciendo a un lado un pequeño gabinete otra puerta deslizante se abrió, mostrando unas escaleras que iban hacia arriba.

— ¡Puerta secreta!.

El mayor rio mientras subía las escaleras:— Así es, y sabes que debes seguir siendo secreta, ¿no es así?.

— ¡Me llevare el secreto a la tumba!.

No paso mucho cuando llegaron al final de las escaleras, otra puerta cerrada, pero esta vez era con perilla sin seguro. Al abrirla se adentraron a lo que era la cima de la fortaleza, donde se podía ver gran parte de la caverna y de toda la empresa, las estaciones de tren y almacenes tras la fortaleza. 

Como era de esperar, Eli se aferro mas, la altura y el viento le causaba un vértigo escalofriante, pero al menos Blakk no tenia que acercarse al borde para ver los alrededores. 

— ¿Y que te parece nuestro lugar secreto?.

— ¡Es increíble!.

— Sabia que te gustaría. —sujetando de la cintura al menor, reposando ahora su pequeño cuerpo sobre su pecho para mirarlo:— Toda esta caverna será tuya en el futuro, Eli. 

El niño alzo los hombros con curiosidad:— Pero todo esto es tuyo, ¿por qué me quedare yo con todo?.

— Pues porque eres mi hijo. —acariciando con cierta fuerza el cabello del menor, haciéndolo reír:— Así que, te vas a quedar con todo.

— ¡¿Todo papa?!.

— Así es... Todo menos mi meca, esa se la queda Maurice, tu la podrías arruinar.

— ¡¡Papa!!. —como era de esperar, el menor le hizo rabieta:— ¡¡Yo quiero quedarme con Thunderr!!.

— Claro que no, mi meca es única para dejártela en tus manos niño.

El niño solo se quejo mas debido a la negativa de la meca bestia, mientras que Blakk solo disfrutaba de la frustración del niño. Pasaron unos minutos mas mirando el paisaje que, pese a ser desolador y un poco muerto, la vista era increíble, no fue hasta que sintió los escalofríos de Eli que tuvo que regresar, no podía dejar que le diera un resfriado.

El mismo sabe que esta tomando demasiado lejos esta farsa, pero ya no podía evitarlo, el sentimiento estaba allí y no se ira tan fácil. Así que, solo le queda aceptarlo, y no niega que este sentimiento es adictivo y satisfactorio. Debe tener cuidado, sabia que no seria fácil distraer a Eli para siempre, pero mientras lo tenga a su lado seguro no tendrá problemas en el futuro... Solo espera que sea así, porque no sabe que decisión tomara en el futuro.

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